Lo mejor, la
parte sexi
DATOS GENERALES
Título original: Indigo Nights
Subgénero: contemporánea
Publicación: 2016
Parte de una serie: The
Nights #3
Páginas: 316
SINOPSIS (según Fiction Data Base)
No me va el romance, no
hago el amor, y, desde luego, no tengo relaciones.
Las mujeres se sienten
atraídas por mi poder y dinero y me gusta un buen culo y una bonita sonrisa. Es
un intercambio justo, un negocio por placer. Conocer a Beth Harrison en la cabina de primera clase de mi vuelo de Chicago
a Londres pone mi vida patas arriba y todo lo que sé sobre mí y las mujeres se
va por la ventana. Normalmente soy bueno leyendo personas, situaciones, los
mercados. Sé instantáneamente si puedo confiar en alguien o si está mintiendo.
Pero Beth es tan contradictoria y confusa que no sé ni dónde está el Norte o el
Sur.
Es dulce pero tan sexi que
hace que mis rodillas se debiliten y la boca se seque. Tiene confianza pero es
tan vulnerable que quiero envolverla y protegerla del mundo. Y luego me folla
como un tren y simplemente desaparece, dejándome con los pantalones alrededor
de los tobillos, preguntándome qué día de la semana es.
Si alguna vez la vuelvo
a ver, no sé si le gritaré, la desnudaré o me enamoraré.
Gracias a Dios vivo en
Chicago y ella vive en Londres y nunca nos volveremos a ver, ¿verdad?
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
No. Si la he leído es solo porque es de Louise Bay y está en KU.
CRÍTICA
Aprovechando que Louise Bay tiene
sus libros en KU, tenía pensado leerme su bibliografía, porque lo que he leído
de ella me ha gustado.
Solo que después de leer esta serie
de Nights, me lo tengo que pensar un poco. La segunda me pareció pesada y
demasiado alargada, acabé saltándome buena parte.
En esta, que es la tercera de la
serie, Louise Bay remonta. Pero, ¿suficiente para seguir con esta autora...?
La protagonista es Beth Harrison,
hermana de Jake Harrison, el protagonista de la primera, Noches en París. Esta muchacha tuvo un problema con el alcohol.
Vivir en Londres con su hermano le ayuda a mantener el drinking a raya.
Tiene un canal de repostería en You
Tube. Por eso, le proponen grabar algunos cortes para un programa de la tele.
Por ese motivo está en un avión.
(Por cierto que el trayecto
Londres-Chicago y a la inversa se hará unas cuantas veces en este libro. En
primera clase, claro).
Así conocerá al atractivo millonario
Dylan James. Lo de este tipo es puro sexo. Es de esos personajes de romántica
que tuvo una mala experiencia con una prometida, hace años, y desde entonces su
relación con las mujeres es solo sexual.
Ya sabéis, la típica mentalidad machirula de que todas las mujeres son
iguales, solo le quieren por el dinero, etc. Sí, muy visto.
Lo de estos dos es cosa de echarse
el ojo y enrollarse. No pretende ser otra cosa que un rollo de una noche.
Pero, como esto es Romancelandia,
pasará a ser de dos, de tres noches, y sus días, y semanas, etc.
Hasta que sin saber cómo ni porqué,
acaban enamorados el uno del otro.
Me parece especialmente lograda la
forma en que Dylan se enamora de ella. Resulta que no deja de pensar en esta
chiquilla, que tan franca ha sido con él desde el principio. Que se entrega al
placer con decisión, como si no hubiera un mañana, confiando en él. Sin pedirle
nada.
La encuentra atractiva, quiere estar
con ella. Conocerla mejor. Y no solo por el sexo. Ni él mismo se lo explica,
pero la cosa es que, cuando se quiere dar cuenta, está enamorado.
Por sus problemas pasados con el
alcohol, Beth hace tiempo que ni se enrolla con nadie ni se enamora. Se toma esta
aventura con Dylan como una forma de recuperar esa parte sensual de su vida.
Y fíjate tú cómo acaba,
enamoradísima.
Pero luego resulta que hay un
detallito que él no le ha comentado y cuando lo descubre pues se siente dolida.
Esto es lo que da pie a la parte
final que gira en torno al típico alejamiento del tercer acto. Oportunidad para
que él se arrastre en busca del perdón y una segunda oportunidad.
La historia empieza como una novela
prácticamente erótica, con sexo a tutiplén, y muy bien escrito, excitante como
debe ser. ¡Qué bien se le dan a esta mujer esas escenas!
Luego sigue la cosa bastante
romántica entre ellos dos, atontolinados, explorando esos sentimientos
inesperados.
Para mi gusto, acaba renqueando un
poco al final. Para mí, la cosa que provoca lo que podemos llamas «ruptura del
tercer acto» no era para tanto. Tuve, de nuevo, la impresión de que la autora
tenía que rellenar páginas.
Novela narrada en NA, como parece
inevitable de un lustro a esta parte, tu habitual fantasía de millonario,
aviones y grandes ciudades, los dos muy guapos y sexis, ella con más curvas que
una starlette de los cincuenta, y él
luciendo traje con más estilo y planta que si fuera un rey.
Para mí, la autora abusa de la
suspensión de la incredulidad del lector. No es verosímil que un tipo
millonario como Dylan, con su montón de empresas, deberes y compromisos,... no
me creo que actúe como en el libro. Creo que se pasan.
Hay un detalle. Afuera de Heathrow,
en un momento dado, hay un coche con chófer esperándolos en uno de sus vuelos
trasatlánticos. Y Beth convence a Dylan para que se vayan en tren, en el
Heathrow Express. Digo yo qué necesidad habrá.
Primero, ella también tiene pelas,
así que se puede permitir coger un taxi en vez del transporte público.
Luego, oye, que tiene a su hermano.
A mí, que por temas de trabajo me ha tocado volar un poquito más de lo
habitual, vamos, siempre que puedo me traen y me llevan de casa al aeropuerto
en coche particular.
Y sí, cuando llego a la T4 me cojo
el metro. Pero si tuviera un coche esperándome afuera, como que le iba a hacer
ascos, anda ya…
Claro que por otro lado puedes
pensar que según cómo esté el tráfico y a qué parte de Londres vayas, igual el
Heathrow Express llega antes que el coche.
Luego no me creo que ninguno de los
dos googlease al otro nada más
enrollarse, o a la segunda, o a la tercera. ¿De verdad que no tienes el menor
interés por saber a qué se dedica el otro y prefieres dejarlo al azar de ver si
te reencuentras en otro viaje de avión?
Sobre todo la parte final, que él
emplee tanto tiempo y esfuerzo en hacer que ella le perdone, no es algo creíble
en alguien con tantas responsabilidades como Dylan.
Me parecen más recios los héroes que
dicen «te quiero, y aquí estoy para ti. Cuando te aclares, me lo dices». Y se largan, que corra el aire. Si el problema es mental de ellas, que se lo arreglen.
Así que es una experiencia así así.
Me ha hecho pensar. Si no estuviera en KU, ¿la leería? No, creo que solo
recomendaría comprar de Louise Bay las que vinieran recomendadas, no esta.
Entonces, ¿por qué pierdo el tiempo
con estas naderías, con el montón de cosas buenas que hay por ahí?
Tengo que replanteármelo. De nuevo, estoy leyendo cosas prescindibles solo porque están en KU.
Valoración personal: buena, 3
Se la recomendaría a: quienes gusten de la fantasía de millonarios
Otras críticas de la novela:
No he encontrado nada
en español, y en inglés he tenido que rebuscar mucho para encontrar algo. Eso
sí, todas encantadas de conocer la historia de Beth y Dylan.
But First, Books, 5 estrellas (creo).
4.5 corazones en el blog Give Me Books.
A Midlife Wife, le gustó.
Reseña en Devilishly Delicious Book Reviews.
Os añado a los sospechosos habituales, ya que no he encontrado más. En Amazon.es, 4.4 estrellas.
Goodreads, 4.16 estrellas.
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