Diseño de la portada:
Sylvia Sans
Castillo de
Eltz, de Domenico II di Quaglio (1787-1837).
© The Bridgeman Art
Library
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Hoy que cambiamos de estación, parece buen momento para un paseo por el otoño de la Edad Media, a través de esta formidable
recreación de la Inglaterra bajomedieval.
DATOS GENERALES
Título original: For My Lady’s Heart
Fecha de publicación
original en inglés: 1993
Subgénero: medieval –
Inglaterra, 1370
Puesto en la lista
AAR 2013: 89
Traductora del inglés
en la edición en castellano de Plaza & Janés: Ana Eiroa Guillén © 2008. Ovación y vuelta al ruedo para
ella, por esforzarse en conservar algo del sabor medieval en los diálogos. He
visto que luego ha traducido a Edith Warton, D. H. Lawrence o Henry James, y me
ha hecho preguntarme: si una traducción de calidad, como esta, enaltece el
producto, hasta qué punto las malas traducciones que padecen tantas novelistas
románticas no estarán hundiendo el género.
SINOPSIS (de la
contraportada)
A mediados del siglo
XIV, en la corte del Papa en Aviñón, Melanthe
de Monteverde, una joven de la alta nobleza salva a un caballero inglés, un
muchacho apenas, de la ira injustificada de la Iglesia. Trece años después ella
ni le recuerda, pero él, Ruadrik de
Wolfscar, no ha podido olvidar a la misteriosa dama a la que entonces, y
para siempre, juró fidelidad.
En Por el corazón de mi dama vuelve a
brillar el talento narrativo de la autora de Flores en la tormenta.
CRÍTICA
“Por el corazón de mi
dama” es una novela histórica ambientada en la Edad Media. La mayor parte transcurre
en el invierno de 1370, pues al comienzo se dice que la duquesa Blanca de Lancaster había
muerto el año anterior, y este personaje histórico falleció, por la peste, el 17
de septiembre de 1369.
Un joven caballero
inglés acompaña a su esposa hasta la corte papal en Aviñón. Ella tiene visiones
religiosas y se empeña en que los dos hagan voto de castidad. ¿Resultado? El
joven acaba sin esposa, caballo ni dinero, y a punto de tener un destino aún
más cruel. Pero es rescatado –sin ser consciente de ello- por una dama
bellísima y más perspicaz que él. Adoptará la figura del andante Caballero
Verde, jurando mantenerse célibe y fiel a su dama.
Pasan trece años. El
caballero y la dama se reencuentran en la corte del Príncipe Negro en Burdeos
(Aquitania). A la dama la corteja Juan de Gante -que
sabemos que no se casará con ella porque al año siguiente, aunque no sale en el
libro, contraerá matrimonio con la hija de Pedro el Cruel, lo
que le convirtió después en pretendiente a la corona castellana.
Melanthe
de Monteverde, que así se llama la señora, es una viuda italo-inglesa
que ha aprendido a distanciarse de todo, a no revelar sus sentimientos, a que su
mano izquierda no sepa en absoluto lo que hace la derecha, por pura
supervivencia; a dormir muy poco, incapaz de relajarse, y cuando lo hace, sus
ojos están entrecerrados como los de los gatos. Hay quien la quiere ver muerta,
y quien aspira a su mano sin tener en cuenta lo que ella prefiera. A su lado
mantiene a Allegretto, un guapo asesino adolescente que me recordó al Mordred
de la película Excalibur. Su
relación da lugar a escenas más bien mórbidas, incluso enfermizas, porque no
sabes si se aman o se odian.
Su paladín es Ruck,
el Caballero Verde, en realidad sir Ruadrik
de Wolfscar. La protegerá incluso cuando descubra que está lejos de ser esa
dama ideal que se había imaginado. Regresarán a una Inglaterra fría y desolada
por la peste, pasando por diversas peripecias, siempre al borde de la traición
y la crueldad, hasta lograr su final feliz.
Se transmite de
manera muy creíble la mentalidad medieval: la omnipresencia de la iglesia, las
ideas supersticiosas sobre amuletos o hechicerías, el pánico a la plaga (no se
sabía cómo aparecía o por qué se iba, o por qué algunos sobrevivían mientras el
resto caían como moscas), la inseguridad de los caminos, los terrenos baldíos
despoblados por la peste... Y lo imaginativos que debían ser, sexualmente
hablando, los manuales de confesores.
No, los personajes no
son personas modernas disfrazadas en un escenario de cartón piedra. Sus preocupaciones
y creencias, su esquema del mundo suenan muy medievales.
Esta magnífica novela
me ha dejado totalmente apabullada. No se parece a nada que haya leído antes
dentro del género. Mientras me sumergía en esta verosímil reconstrucción de la
época tardomedieval, me acordaba de El otoño de la Edad Media de
Huizinga, y de la
novela El bosque de la larga espera de
Hella Haasse.
Cuando
François Villon cantaba
a las damas de antaño, es fácil imaginarse a una princesa como Melanthe. Pensé
en aquellas ricas nobles medievales, víctimas potenciales de raptos o ataques, y
en las que tuvieron que luchar en un mundo de hombres con las armas a su
alcance, ganándose la animadversión de los cronistas masculinos. No sólo en la
archifamosa Leonor de Aquitania en el
siglo XII, sino también en personajes como Beatriz de Provenza en el
XIII o la reina Isabel de Baviera-Ingolstadt en el
XIV.
A esta generación del
Príncipe Negro perteneció Geoffrey Chaucer, aunque
en este libro muchas escenas evocan más bien la terrible imagen que Boccaccio ofrece
de la peste en Florencia, al principio del Decamerón. Algunos
aspectos de Sir Gawain y el Caballero Verde sirven
de inspiración a la autora.
Cuenta Kinsale que
hay un manuscrito de esta novela en el que todos los diálogos aparecen
transcritos en inglés medieval (Middle
English), aunque luego lo aligeró un poco para el consumo moderno. Vamos como
si Frank Baer hubiera
puesto a los personajes de El puente de Alcántara a
hablar en plan Cantar de Mio Cid.
Cosa que no hizo.
Esta novela consigue
el máximo logro de la ficción: trasladarte a otro mundo. Sólo que no es un
mundo agradable. Es la Europa diezmada por oleadas de peste, congelada en el
frío invernal a comienzos de la Pequeña Edad de Hielo.
Estilo opulento... Época
de desesperación... Tono general de dureza… Si alguna vez la definición DRAE de
“novela rosa” es flagrantemente inadecuada, es esta. Por el corazón de mi dama no tiene nada que ver con las ligeras
fantasías pseudohistóricas tipo Julie Garwood o
Johanna Lindsey. Yo la
relaciono más con la novela histórica a secas, no con la romántica; para
entendernos, más con un edhasa tapa dura que con un harlequín rústica.
El público del género
está dividido. O la aman o la odian. Muchos disfrutamos de esta novela; a otros,
en cambio, es la que menos les gusta de Kinsale, se les hace pesada o
simplemente es un “no la terminé”. Hay un problema –creo yo- de casting lector. A muchos aficionados de romántica les puede parecer difícil, y
la prota, insoportablemente fría y antipática. A los aficionados a la novela histórica Edhasa les puede resultar un
desperdicio tanta recreación y talento narrativo para contar “una simple historia
de amor”.
Pero bueno, yo como
Umbral, hablo
de “mi libro”, de mi experiencia. Disfruté de la novela de cabo a rabo. Tanto,
que me lancé a comprar la continuación, Shadowheart,
en inglés, aunque se ha publicado en español este mes de septiembre con el
título de Corazón en sombras. A la
fuerza será más dura y sombría, teniendo como protagonista a Allegretto, el
inquietante asesino.
Valoración
personal: extraordinaria, 5
Se
la recomendaría a: todos los amantes de la novela histórica de
ambientación medieval.
Otras
críticas de la novela:
En español, le han dedicado crítica el blog Novelas Románticas: Críticas, reseñas, opiniones… y Mi condado literario, además de la página El rincón de la novela romántica.
En inglés, tiene crítica en Gossamer Obsessions, All About Romance y Dear Author.
Como es habitual, enlace a la ficha en FictionDB.
Otras
novelas de la autora en el Desafío AAR:
AAR 86.
Laura Kinsale – The Shadow and the Star / Sombra y estrella (1991)
Ediciones
en España:
- Por
el corazón de mi dama (2008)
Plaza & Janés Editores, S.A.
- Por
el corazón de mi dama (2009)
DEBOLS!LLO
P.D.: Escribí esta
crítica hace meses. En mi planificación, iba a aparecer el 1.º de agosto.
Pero me entristecía tanto despedirme de Kinsale en este desafío AAR, que lo he
ido posponiendo. Saber que me quedaba hablar de esta novela me reconfortaba
extrañamente. Sin embargo, no lo puedo dejar más, tengo que soltarla, y el comienzo del
otoño me pareció un buen momento para esta novela ambientada en el “otoño de la
Edad Media”.
En serio no hay comentarios aca? O puede ser!! Una obra maestra como todo lo de la kinsale, un 10 mas apuntado bona
ResponderEliminarEs cierto melanthe me resulto pesada pero trataba de ponerme en su piel y su época, ahora estoy intentando con corazon en sombras, pero me está contando bastante más seguirla, espero reseña de esa y si hay perdón, la buscaré después de terminar lo lectura
Besos bella
Será porque la gente anda dividida respecto a esta obra. Ya digo que para mí es una "novela en busca de lector".
EliminarEs de lo mejor del género con muchísima diferencia, pero tiene que gustarte la histórica pura y dura, la de verdad.
No tiene nada que ver con ligerezas pseudohistóricas de una Julie Garwood o una Julia Quinn, por eso (creo yo) a la gente se le hace cuesta arriba o no le pillan el gusto.
Pocas veces encontrarás una recreación mejor de aquella época,... bueno, tal vez en El Libro del día del Juicio Final de Connie Willis, que no es romántica.
La reseña de Corazón en sombras aparecerá algún día, pero de momento no tengo fecha, sorry!