Sed de amor |
Ya adelanté mi
resultado estadístico de los títulos en inglés de las novelas de este desafío AAR. “Amor” sí, pero “pasión” y “corazón”, en
original, no. Más bien mucho duque.
¿Qué pasa con los títulos en español?
También aquí predomina
el campo semántico del amor: 5 “amor”, 3 “amante” y dos del verbo amar: “amó” y
“amarte”.
Sí que hay
algunas diferencias porque, en efecto, “corazón” aparece en cuatro
títulos cuando curiosamente sólo encontré dos Heart en inglés. Y las variaciones sobre los secretos también: 3
“secretos”, 1 “secreto” y 1 “secreta”, cuando en inglés eran 2 secret y 1 secrets.
En cuanto a
las palabras que aparecen tres veces, tenemos “Diablo”, “noche” y variaciones sobre
la perfección (2 “perfecto” y 1 “perfecta”). En todos los casos, vienen así del
título original.
Hasta aquí, todo normal.
Vayamos a la
tercera palabra sospechosa: “pasión”. En efecto, aparece en dos títulos en
español y está totalmente ausente de los títulos en inglés.
Julie
Garwood: Honor's Splendor / Honor y pasión (1987)
Judith
McNaught: Almost Heaven / Danza de pasión (1990)
O sea, que
aquí pasamos un poquito de duques y nos va más la pasión.
Honor y pasión |
Esto nos da la
clave para otros dos análisis: 42 títulos son traducción literal del original.
Vale, hasta aquí, normal. Pero examinemos los que cambian, si sabemos qué cambian nos podemos imaginar por qué lo hacen.
A veces, cogen
la idea del título original y simplemente la alteran algo, poco o mucho. Por
ejemplo, resulta curioso que con Loretta Chase Mr. Impossible (“Señor Imposible”) se quede en español en Imposible, y Lord Perfect (“Lord
Perfecto”) sea, también a secas,
Perfecto. O sea, ¡fuera el Mr. Y
fuera el Lord! Intuyo que en España no sólo no nos tientan con títulos nobiliarios
o de buena educación, sino que de hecho los quitan por lo que debe temerse
algún rechazo.
También tienden
a evitar traducir la palabra wicked (malvado,
retorcido, endiablado). Así, A Week to Be
Wicked, de Tessa Dare, se convirtió en Siete
días de locura. Y Sylvester or the
Wicked Uncle, se quedó en El tío
Sylvester, sin más.
De este tipo de
traducción aproximada hay unos veinticinco títulos. Y entre ellos incluyo que Whitney My Love se tradujera como Tú eres mi amor porque, bueno, conservan
la palabra love = amor.
O sea, que
entre traducciones literales (42) y aproximadas (25) tenemos 67 títulos más o
menos traducidos.
Pero nos
quedan veintitrés novelas (casi la cuarta parte) cuyo título español se parece al
original tanto como un huevo a una castaña. Y lo cierto es que no sabría decir
por qué As You Desire (“Como desees”,
C. Brockway) se convierte en Amarte es mi
destino, Lord of Scoundrels (“El señor de los canallas”, L. Chase) en Abandonada a tus caricias o MacKenzie’s Mountain (“La montaña de
MacKenzie”, L. Howard) en Lecciones
privadas (1989, contemporánea). ¿Título original anodino, eufonía de la
alternativa española, fantasía del editor?
Sí me ha
parecido entrever es que aquí, justo aquí, donde la editorial española se
aparta del original, donde aparecen algunas de esas palabras mágicas que
parecen encantan en español.
- Connie Brockway: As You Desire / Amarte es mi destino (1997) y My dearest enemy / Del odio al amor (1998)
- Kresley Cole: A Hunger Like No Other / Sed de amor (2006) Se ve que la sed es más romántica que el hambre. ¡Mira que no advertírselo a Suzanne Collins! Por eso puso a un panadero como héroe romántico.
- Linda Howard: After The Night / Secretos en la noche (1995)
- Judith McNaught: Almost Heaven / Danza de pasión (1990)
- Julia Quinn: An Offer from a Gentleman / Te doy mi corazón (2001, histórica/Regencia) y When He Was Wicked / El corazón de una Bridgerton (2004, histórica) Parece que si es de Julia Quinn hay que ponerle un corazón, sí o sí.
¿Qué conclusiones saco?
Primera, que tanto
los títulos en español como en inglés predominan las palabras incluidas en el
campo semántico del amor. Lógico… Igual que si buscas en “Policiaca, negra y
suspense” te salen títulos con títulos que incluyen muerte o muerto, asesino,
asesinato, sangre, etc. Va con el género.
Segunda, que
en inglés se tiende a incluir más a duques y damas. Aquí no, salvo por estricta
traducción, y no siempre. A veces, nos entra la vena jacobina y los señores o
los lores desaparecen de la portada. Igualitarios que somos, ¡fuera la casta y
las élites extractivas! Aunque luego el libro en sí se siga refiriendo, en la
mayor parte de los casos, a gente guapa, rica o famosa.
Tercero, que
en español nos decantamos más por el corazón y los secretos. Cuando no saben
cómo titular un libro, se inventan algo bonito con “amor” o “pasión” y santas
pascuas.
Advertencia: El estudio es de un conjunto muy
limitado de obras como para ser significativo desde el punto de vista
estadístico.
Por eso no conviene dejarse llevar por la conclusión
obvia: a los anglosajones les gusta más la romántica por lo que tiene de
fantasía sobre un mundo de ricos y poderosos y a nosotros nos va más la parte
emocional y apasionada, desdeñando las convenciones sociales.
Hola!! será que somos más pasionales? No digo nada sobre las desastrosa manía de cambiar títulos, tanto de libros como de películas, quitando muchas veces el sentido a lo que la autora ha querido.
ResponderEliminarMe parece curioso sí, será que el diferente gusto de palabras viene asociado por la distinta cultura, o estará basado en algún estudio , tan solo, manía de las editoriales?
Un besote
No lo sé, porque la muestra que analicé es pequeñita. Podría ser la cultura, o manías de editoriales. Creo que sí somos, en general, más apasionados, más entusiastas de todo, no solo del amor, sino también de la vida o la familia, pero vamos, igual es un tópico o prejuicio mío. No sé si habría forma de medirlo.
EliminarYo empecé en la novela romántica-histórica porque me gustan las novelas antiguas y bueno, soy una ñoña por el romance
ResponderEliminar(basicamente dirigida desde Grandes esperanzas, Posada Jamaica, Lo que el viento se llevó, Crandford) y es un poco irónico, porque sinceramente, me daría mucho corte el ir en el tren leyendo un libro con un titulo en letras enormes que casi se traduzca por "s3x0 indecente" (esos estigmas de los que aún no se termina de liberar la novela románica- que si es solo p0rn0, que si los personajes son planos, que si son novelas de segunda blablablah). Y además con la foto de un tío (normalmente y desde mi pov, que no tiene que ver con el protagonista y es poco atrayente) y una desmelenada que llevan unos disfraces del party fiesta (el tema de la inexactitud histórica de la moda en las portadas de los libros de romance histórico me ataca en pleno pecho, y creo que da para una disertación).
Los títulos como El duque y yo, Flores en la Tormenta, Sucedió en otoño, Guía para damas cazafortunas, Un marido inventado... a mí me llaman mucho más (preferencia personal), insinuando parte de la trama sin caer en el manido titulo con los tópicos de "Suya en la pasión inflamada de los amoríos a secretos y prohibidos con un canalla..." XD
Sí que merecería la pena un análisis de las portadas desde esa perspectiva de la discrepancia entre lo que visten los modelos y la época en que se supone que se ambienta la historia... Llama mucho la atención.
EliminarMira, el libro electrónico ayuda mucho al género, así nadie te cotillea ya las portadas.