De ciencia ficción, aventuras muy entretenidas.
DATOS GENERALES
Título original: Barrayar
Subgénero: ciencia
ficción / Space opera
Fecha de publicación
original en inglés: 1991
Editorial: Baen
Parte de una serie:
#9 de la Saga Miles Vorkosigan, por fecha de publicación
Edición en español: Barrayar (premio Hugo 1992)
Traductor: Márgara
Auerbach
Edición: 1.ª edición,
1.ª imp. 02/1994
Publicación: B
(Ediciones B)
Colección: Nova
ciencia ficción, 60
SINOPSIS (según la Casa del Libro)
Poco antes de fallecer,
Ezar, emperador de Barrayar, nombra regente a Aral Vorkosigan hasta que Gregor, su sucesor, alcance la mayoría de
edad. Aral deberá enfrentarse a diversos complots contra el futuro emperador y
contra su misma regencia, protagonizados por disidentes de la nobleza Vor. En
semejante contexto, Cordelia Naismith,
futura madre de Miles Vorkosigan y capitana de Beta, se convierte en la esposa
del regente
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
No, porque NO es novela romántica, aunque haya una historia de amor
secundaria. Pero a este libro, como el resto de la serie, he llegado a través
de las páginas web de novela romántica. Así, All About Romance considera que
toda la serie en su conjunto es merecedora de ser considerada DIK A, es decir, libros que te
llevarías a una isla desierta. Obtuvo dos premios importantes de ciencia ficción,
el Hugo y el Locus; y estuvo nominada para el Nébula.
CRÍTICA
Después de leer Fragmentos de honor, tuve claro que intentaría leer el resto de la
saga Vorkosigan. Pero no sabía si publicar aquí todas mis críticas de la serie,
o sólo las de aquellos libros que pudieran entenderse como novela romántica. Al
final me dije que, en homenaje a todas esas páginas web de romántica que me han
descubierto a Lois McMaster Bujold, iba a hacer una excepción en cuanto a la
temática de mi blog.
Pertenece a un género de la ciencia
ficción llamada space opera. En su
momento, como tantas otras cosas, fue una denominación despectiva, parafraseando
soup opera, es decir, culebrones
radiofónicos. Son aventuras espaciales con un toque romántico, frente a ciencia
ficción más sesuda y trascendente. Para entendernos La guerra de las galaxias y Flash
Gordon estarían dentro de esta línea de la ciencia ficción.
En el artículo que la wikipedia le
dedica a la space opera, se dice
que este subgénero de la ciencia ficción relata “historias acerca de aventuras
tratadas de forma romántica y que en la mayor parte de los casos tienen lugar
en el espacio. Se puede considerar la space
opera como la continuación natural de las novelas de aventuras sobre
escenarios propios de la ciencia ficción”.
Lo de tratar las aventuras “de forma
romántica” no sé si se refiere a que haya historias amorosas, o bien romántico
en sentido de estilo individual y aventurero, un poco idealista. O igual,
simplemente, a que hay mujeres y finales felices, dos cosas que parecen
provocar sarpullidos a mucha gente.
Sigo, en mi lectura de esta serie, no
el orden cronológico de publicación, sino el propuesto por la autora, y que
básicamente respeta la cronología interna.
Barrayar forma un
dúo con Fragmentos de honor. De
hecho, se publicó años después en Estados Unidos como una obra conjunta, bajo
el título de Cordelia’s Honor (“El
honor de Cordelia”). Y eso es así porque, a pesar de que Bujold publicó otros
libros de la saga entremedias, Barrayar
comienza donde termina Fragmentos de
honor. De hecho, justo al día siguiente.
Dejamos a Aral Vorkosigan, el chico
de la película (aunque lo de llamarle chico,… en fin, ya es cuarentón) nombrado
regente para cuando muera el emperador. Aquí se ve cómo se consigue la
confirmación del título, la resistencia entre los más conservadores de esa
sociedad tan militarista que es el planeta Barrayar y los diferentes ataques
que sufre Aral, que acaban afectando a Cordelia, su esposa, y cómo la cosa degenera
en guerra civil.
La historia nos la cuentan desde el
punto de vista de Cordelia, como una extranjera en una sociedad que le es
ajena. Aral es más secundario en esta historia, ocupado como está en temas
políticos e intentar sobrevivir a los sucesivos ataques que hay contra él. En
uno de ellos, la embarazada Cordelia acaba intoxicada por un gas. Sobre este
punto concreto puede haber cierta ambigüedad, ya que la decisión de Cordelia de
tener un hijo con discapacidades puede sonar un poco propaganda pro vida pero,
como hace ver la introducción, queda claro que Cordelia tiene la posibilidad de
abortar y nadie se la discute y, además, que es ella, y no su marido Aral,
quien decide. Él la respaldará en cualquiera que sea la decisión que tome,
aunque ello signifique oponerse a su propio padre, el conde Piotr, que no
soporta la idea de tener un nieto que no sea perfecto para los estándares
barrayareses. Aral es marido modélico porque siempre la apoya y respeta, aunque
esté muy ocupado con el tema político-militar (en Barrayar parecen casi lo
mismo). Incluso cuando se trata de cuestiones que pueden afectar al futuro del
planeta y ella no le pide permiso para meterse en el fregado.
Es una pena no poder contar lo que
pasa al final, cuando Cordelia demuestra otra vez que es una heroína de armas
tomar, no sólo una amante y decorativa esposa preñada. La última parte es
vertiginosa y con Cordelia en plan bastante heroico. Lo mejor del libro, para
mí. Bueno, eso y el corte que le pega a uno que quiere desestabilizar su
matrimonio diciéndole que Aral es bisexual, como si fuera gran cosa (bueno, en
la militarizada, machista y anticuada Barrayar debe serlo), y Cordelia, lejos
de escandalizarse o sorprenderse (viene de una sociedad más avanzada y además,
ya sabía del asunto) le contesta que lo era, pero que ahora es monógamo.
Historia romántica sólo hay una, de
dos secundarios. Transcurre en su mayor parte fuera de escena, pero hay más de
un diálogo entre estos personajes, y es divertido ver cómo tratan el tema Aral
y Cordelia. Como en Barrayar, a diferencia de Colonia Beta, los matrimonios
exigen intermediarios, y las cosas no están, con tanta agitación política, para
andar en busca de casamenteros, Cordelia asume pizpireta ese papel. Acaba con
final feliz, una boda. Y luego viene al mundo Miles Vorkosigan.
Los dos personajes principales
siguen siendo muy atractivos, Cordelia con un humor muy particular que hace más
llevadero todo. La trama se va acelerando progresivamente, al principio es poco
más que Cordelia observando su embarazo y la sociedad a la que ha ido a parar
por amor, y luego van multiplicándose los peligros y la acción. El estilo ágil,
mucho diálogo, descripciones las justas y, ya digo, ese humor que aparece donde
menos te lo esperas. Poca ciencia ficción, no hay tecnología espectacular ni alienígenas
o viajes espaciales. Habría funcionado igual poniendo a Cordelia en cualquier
sociedad humana ajena a la suya, explorando ese tópico tan atractivo del “pez
fuera del agua”: muchas cosas no las entiende, pero intenta adaptarse, al
tiempo que mira la sociedad barrayaresa con cierta distancia y cierto complejo
de superioridad.
La leí en español en papel, porque
encontré de segunda mano un ejemplar de la edición Zeta Bolsillo de junio de
2008 a precio asequible.
Como soy así de rara, me gustó un
pelín menos que Fragmentos de honor,
cuando a todo el mundo le pasa al revés.
Valoración
personal: buena, 3
Se
la recomendaría a: todos los aficionados a la ciencia ficción.
Otras
críticas de la novela:
Como es un clásico,
tiene página en la wikipedia.
En español, han dedicado atención
a este libro sobre todo páginas de ciencia ficción.
A Rescepto no parece que
le gustase mucho en una primera lectura, mejoró después de leer otras novelas
de la trama; la historia de amor le pareció floja. Al final, da enlace a otras
dos críticas.
He encontrado también un
interesante ensayo, Mujeres, identidad y ciudadanía. Ensayos sobre género y sexualidad de Liliana Beatriz Fedullo y Cecilia
Inés Luque, Letras. Habla de un punto particular de la relación Cordelia-Aral. Y
es que Aral es bisexual, algo imperdonable en la machista sociedad barrayaresa,
y pretenden utilizarlo contra él diciéndoselo a Cordelia. Pero pinchan en hueso, con Cordelia puede
tener una relación libre e igualitaria que no hubiera podido tener con una
mujer barrayaresa, además de que Cordelia viene de un planeta a la que estas
cosas les da igual.
Pasemos al inglés, All About
Romance considera que toda la serie en su conjunto es merecedora de ser considerada DIK A, es decir, libros que te
llevarías a una isla desierta.
Smart Bitches Trashy Books le dan
a Cordelia’s Honor (Shards of Honor + Barrayar) una B+, aunque
advierte que es una C+ para Shards y una A+ para Barrayar. Y
señala que “Shards of Honor fue
escrita en 1986, y entra sólidamente dentro del género de la novella romantic,
aunque con algunos giros”.
Here There Be Books también hizo
crítica conjunta de estas dos primeras novelas. Le gustó, y su
cita favorita (y una que a mi también me llamó por lo mucho que refleja los
distintos valores respecto a la mujer que tiene la sociedad Barrayar y
Cordelia) es:
Toda la valentía de Kareen no le había servido para nada. La terrible experiencia que había sido el parto de Alys Vorpatril era algo normal. Pero si uno cortaba la cabeza de un idiota se convertía en una persona verdaderamente respetable… ¡por Dios!
En realidad en el original no dice
“algo normal”, sino taken for granted,
o sea, que se da por descontado, que se asume con naturalidad y como nada
especial que una mujer dé a luz en condiciones alucinantemente peligrosas y
exigentes.
Por poner una un poco más negativa, SF Mistressworks, en la que el crítico, Adam, dice que es mejor que la precedente,
pero a quien no le convence mucho la caracterización de los personajes
secundarios.
Ah, ese final! Cuando Cordelia vuelve con "sus compras"... Yo lo escuché en formato audiolibro, y apenas terminé esa escena la rebobiné y la escuché de vuelta enterita :)
ResponderEliminarSí, me encantó... Hasta la fecha, Cordelia es mi personaje favorito de la saga.
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