Segundo novelón de Caballo de fuego.
Mientras leía este libro, veía todo el rato cosas que normalmente me harían
lanzarlo contra la pared. Pero yo no sé cómo cuenta esta autora las cosas, que
me atrapó y no pude parar de leer hasta el final....
A pesar de los problemas que pueden plantear muchos aspectos del libro,
desde luego es una valiente que escribe lo que nunca encontrarás publicado en
inglés.
Debols!llo, 2015 |
DATOS GENERALES
Subgénero: suspense
romántico
Publicación original:
2011
Parte de una serie:
#2 Caballo de Fuego
SINOPSIS (de la
contraportada)
Sus mundos son muy distintos.
La pasión que los une, inolvidable.
La cirujana pediátrica Matilde Martínez viaja al Congo
persiguiendo un sueño: aliviar el sufrimiento de los niños que han sido
víctimas de la violencia y el hambre. Ha dejado atrás su relación con Eliah Al-Saud, una historia tan dulce y
embriagadora como tormentosa.
Por su parte, Eliah se
dirige al Congo para hacerse con una mina de coltán, el mineral más codiciado
por los fabricantes de teléfonos móviles. Pero sobre todo quiere recuperar a
Matilde el amor de su vida. Los traumas y secretos que los distanciaron en
París siguen latentes y, rodeados de crueldades e injusticias, la
reconciliación parece imposible.
Inmersos en la guerra
del Coltán, y amenazados por los guerrilleros más poderosos de la zona, Matilde
y Eliah intentarán con todas sus fuerzas que el amor triunfe sobre el ocio.
Acá, el book tráiler que hicieron los de Planeta Méjico.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Esta
novela en solitario, NO, porque no es una novela romántica: los protagonistas
no acaban juntos. No destripo nada al decir eso, ya que todos sabemos que hay
una tercera novela.
Pero
la trilogía en su conjunto, considerada como “novela romántica en tres partes”,
sí que entra en lo mejor de la novela romántica.
Caballo
de Fuego estaría, en mi opinión, a la altura de obras como El jinete de
bronce, de Paullina Simmons, o de lo mejor de Pamela
Clare, es decir, entre las… digamos trescientas mejores novelas románticas de
todos los tiempos.
Como
ya dije en mi crítica de Caballo de fuego. París, esta afirmación no la apoyo en estudios estadísticos. Cuando se trata de
novelas escritas en español, no tengo blogueros, páginas web ni premios de
referencia, para poder diferenciar entre las novelas buenas y las malas. Mi
base de datos tiene a esta novela, como la anterior, por el puesto seis mil y
pico, gracias a que Florencia Bonelli logró el Premio Dama 2012 a
la mejor autora internacional del año.
CRÍTICA
Tras Caballo de fuego. París, me acerqué a esta novela para seguir con
la historia, aun a sabiendas de que hay un tercero y el culebrón no se queda
aquí.
ADVERTENCIA: No veo forma de hablar de este libro sin destripar un poquito el anterior.
Matilde viaja al Congo para, según dice,
“curar a los niños pobres, olvidados y marginados”. Sí, encuentro mucho de
paternalismo occidental en relación con los “pobres negritos” (“negros” y
“nativos” son palabras usadas con frecuencia). Claro que luego se te olvida
cuando te describen las circunstancias del país, hundido por la violencia y la corrupción.
Además, queda claro que lo que les ocurre no es porque sean “primitivos e
incivilizados”, no. Esto lo provocan desde el exterior para hacerse con el coltán.
Describen un expolio del que los africanos sólo cogen las migajas, en lugar de
quedarse con la parte del león, que sería lo justo ya que son los dueños de los
recursos naturales. Sobre esto último no ahonda, salvo en un instante en que
Al-Saud habla con Joseph Kabila, y Al-Saud se calla su opinión. Es lo de menos,
pero me quedé con la duda de dónde se ubica este libro, ideológicamente.
En la primera mitad del libro
tenemos a Matilde entregada a la medicina en una situación bastante horrenda
(que luego empeorará, ojo: mucho sufrimiento humano) mientras…
1) enamora a todo caballero con el que se cruza. Sí, es tan
guapa, tan buena, tan hábil como cirujana, tan etérea, como si no fuera del
todo de este mundo,… Les deja hacer. Por no molestar.
2) encuentra a un niño al que quiere adoptar. Sí, la
adopción de niños africanos por occidentales suscita controversia, ¿generosidad, moda,
imperialismo, genocidio cultural?
3) reza por las
pobres víctimas de la violencia. Sí, hay una parte religiosa pro-católica en la
novela, incluyendo una medalla milagrosa de la Virgen, aunque nada fanático. Aquí,
en vez de sacarme de la novela, me pareció que encajaba con la historia. Puede
ser porque he crecido en un país de un catolicismo tan acomodaticio como
España. A alguien de otra cultura igual le canta la Traviata.
4) piensa mucho en su chico.
Por su parte, Al-Saud anda como vaca
sin cencerro, echando mucho de menos a “su mujer”, mientras se dedica a su
bisnes de mercenario internacional. Tendrá que asegurar una mina de coltán para
la empresa X (a la que el gobierno ha concedido su explotación) frente a la empresa
Y (a quien se la han dado los rebeldes). Ejemplo de por qué se produjo una
segunda guerra civil en el Congo.
Matilde se pregunta por qué la ONU
no hace nada, y le explican:
Matilde, la ONU actúa de acuerdo con el mandato de los Estados Unidos. Si las principales multinacionales interesadas en la explotación del coltán son de origen europeo y norteamericano, entonces la ONU mirará hacia otro lado.
¿Veis por qué digo que esto no lo
escribe una autora anglosajona ni “jarta” de vino, empastillada y fumada media
Ketama?
Aparte del asunto entre la ingenua
de Matilde (“¡Ay, Matilde! A veces me pregunto si sos o te hacés”, Juana dixit) y su Top Gun
italo-franco-argentino-saudí, hay un poco de todo: terroristas, el Mossad
cargándose a gente, y el padre de Matilde buscando uranio para que Sadam Husein
lo enriquezca y tenga una bomba atómica que lanzar sobre Israel.
Cuando los amantes se reúnen,
mediada la novela, saltan chispas: sexo explícito, pero menos que en el
anterior. Y discutiendo todo el rato. Son como un volcán emocional adolescente,
reconcomidos por los celos. Matilde, con todos los tipos que la rodean, tiene
menos entereza que una ameba, dejando que la besen y la toquiteen, cuando esos
contactos no le gustan nada y ama a otro. Matildita, más ñoñita que nunca. Eliah
también se deja hacer cuando otra directamente le echa mano (y lo que no es la
mano) a las joyas de la familia. Lo de la abstinencia no es para él, vale, pero
si luego tu chica te pregunta “oye, ¿has estado con Fulanita?”, negarlo no te
deja en buen lugar. Porque todo se sabe. Al final.
Pese a sus excesos, no pude apartar
la mirada, fascinada, de esta historia. Todo lo que me contaban me resultaba
interesantísimo, incluso la bobita de Mat y su desquiciado machote. Como si los
de High School Musical aterrizaran en el peor infierno sobre la Tierra. Hay atractivas
historias de amor secundarias que encajan perfectamente con las demás líneas
argumentales.
Del estilo, ¿qué decir? Ahora
entiendo por qué en un tuit la compararon con Dan Brown.
Igual que en el gótico internacional,
que te hacían el mismo estilo de cuadro en Valencia que en Bohemia, en la
literatura de género actual hay un “estilo best
seller internacional” que puede publicarse en cualquier parte. En él escriben
lo mismo Gómez Jurado que Ken Follett, y funciona espléndidamente:
narración entrecortada, con mucho suspense y sus dosis de sexo y violencia para
salpimentar la historia. Corta la trama en momentos álgidos, pasa rápido de un
escenario a otro, hay muchos personajes entrelazados a veces por vericuetos
inverosímiles, el lector conoce cosas que los personajes ignoran y andas en
tensión a ver qué pasa cuándo Fulanita se entere de esto o cómo reaccionará
Menganito cuando averigüe lo otro…
Ahí enmarcaría yo a Florencia
Bonelli, aunque ella analiza más profundamente la psique de los personajes, y
las relaciones interpersonales. Ese es el toque que aporta el género romántico.
La pincelada autóctona te la proporcionan personajes como Juana: humana y
humorada, y con más paciencia que el santo Job con las pavadas de su amiga santa
Matilde (“¡Ay, Mat! ¿Sos Caperucita Roja o Blancanieves?”).
En este libro me
pareció que la autora tenía menos “vocación de diccionario”, aunque siga
explicando cosas como los Spetsnaz, lo que es un dingo o el origen del término free lance. No sé si es que ella se
corrigió o yo me he acostumbrado.
Valoración
personal: notable, 4
Se
la recomendaría a: quienes gusten de thrillers políticos de
intriga internacional. Abstenerse aquellos a quienes les dé grima la enfermedad
y la violencia.
Otras
críticas de la novela:
Empiezo con los enlaces que
hablan de toda la trilogía. Si no la has empezado a leer, mejor lo miras
después, por aquello de que los libros posteriores son spoilers de los anteriores, creo yo:
Muero por los libros tiene
toda una parte dedicada a describirte a los personajes de estas historias.
Sweet Addiction Book Club también
habla de la trilogía.
El Rincón de la novela romántica, una crítica
que le da 5/5
Leyendo ando la premió con cinco estrellas.
En Libros de romántica, también
se entusiasmaron.
Hola Bona, coincido con tu crítica. Con Florencia Bonelli me pasa como con un enamorado: Lo conozco y le disculpo los yerros. Cuando la leo siento como que "le veo las costuras" y, por momentos, me lleva muy rápido y no me deja paladear la situación, pero sigo y sigo y sigo leyendo. Siento que abre muchas líneas y las va entrelazando (con frecuencia tengo que releer) pero luego las cierra prolijamente.
ResponderEliminarTengo críticas entusiastas en mi blog (hechas sin dejar decantar la lectura) pero no me arrepiento de lo dicho. Muchas veces es más importante saber lo que genera una novela en un lector que una crítica "sesuda" y destripante. Por lo menos es lo que a mí me ocurre, por eso sonreí cuando decías que "a pesar de... no podías dejar de leer."
Nos leemos ;)
Verdaderamente, hay algo en su estilo que te atrapa, te emociona y te lleva. Como en una montaña rusa, has escrito tú, y tienes razón. Y vas pasando por alto todas las cosas que no encajan, o que te hacen poner los ojos en blanco, porque hay un núcleo duro de narración espléndida que te agarra y no te suelta. Confío en haber expresado bien que es eso lo que he sentido con esta autora.
EliminarLo que pasa es que tras la emoción te viene la reflexión, y de eso muchos lectores no podemos prescindir. Por eso creo yo que conviene advertirlo, y que nadie se llame a engaño, porque hay muchas cosas en esta novela (y algunas más en la siguiente) que te dan ganas de tirarla por la ventana.
Junto a la bobita de Mat y al gañán de Eliah.
Vaya una autora de romántica con tratamiento de estrella, sí que sería digno de ver.
ResponderEliminarNo entiendo del todo lo que dices de Caballo de fuego. Gaza, porque sí que escribí la crítica. La puedes encontrar aquí.
Como en todo, en romántica también cada uno tenemos tipo de personajes que nos van y otros menos. Reconozco que Matilde no es de mis favoritas.