lunes, 8 de febrero de 2016

Cómo nos ven




Comienzo hoy una serie de artículos que en principio, iba a llamarse “La lectora de romántica: esa extraña criatura”. Pero como también hay lectores varones de romántica, aunque estadísticamente sean minoría, el título ya no resultaba adecuado. Ahora llevará cada uno el suyo: Cómo nos ven, cómo somos, etc.

Las narrativas femeninas son un paradigma popular usado en el estudio de los lectores de romance, en que el lector de romance sale retratado bien fortalecido, bien como una desafortunada víctima de la cultura popular.

Beth Kamp: “Romance Readers: Contemporary Scholarship of Readers of a Controversial Genre”.
 
Cuando se lee sobre novela romántica, a menudo se encuentran referencias a la supuesta lectora de estos libros. Se habla de libros y de repente, ¡zas! se pasa a hablar de quién los lee. Cómo se hace esta transición nunca queda claro. Pero lo cierto es que rápidamente se va de lo uno a lo otro. De los libros al lector.

Y no sólo se especula sobre quién los lee, sino también por qué y se llega a alertar de los perniciosos (y poco comprobados) efectos que este producto cultural causa en “esa extraña criatura”.

La imagen que se tiene es de una “débil mental” que no sabe diferenciar la realidad de la fantasía, que lee romántica para cubrir deficiencias emocionales y lo único que consigue es dañar su psique y perjudicar su salud, renunciando de paso a los logros del feminismo. ¿Exagero?

Empecemos por un blog cualquiera. Respirando hondo. Y de un  tirón, como la depilación a la cera. No nos dejemos llevar por la ira:

Lo deprimente es que lo ganan gracias a la falta de cultura de las mujeres que leen estos “libros”, y que editándolos no hacen nada por mejorar esa falta de educación. Pero mejor así, ¿verdad?, mantengamos a esas “idiotas” en la ignorancia para que cuando la ansiedad no las deje respirar, salgan rápidamente a comprar ropitas de Zara, y perfumes en Juteco. Y si no han acallado del todo esa inquietud que las agobia, esa voz cruda y desagradable que les dice que su vida es una mierda, que lean más novelitas de estas y sueñen con un príncipe encantado que las quitará de emplear todo el día haciendo fotocopias y pasando llamadas telefónicas a compañeros del sexo opuesto. 


"Chick Lit a la española. Qué vergüenza", 7/07/2011, en el extinto blog “Patrulla de Salvación”. 

Me parece imposible encontrar más machismo implícito en menos líneas. En fin, sigamos con un artículo de estudio académico que insinúa lo mismo, pero en fino y lioso:


Gracias al doble proceso de desdoblamiento y de transferencia entre escritora-protagonista y entre protagonista-lectora, se produce, a través de la escritura-lectura, un desdoblamiento psíquico de carácter compensatorio que posibilita a emisoras y receptoras vivir imaginariamente, como Emma Bovary, un sueño de amor que rellene el vacío vivencial y sentimental al que le ha llevado la cultura maravillosa de la “felicidad”. A su vez, esta recepción fantástica de la cultura sentimental “feliz” favorece también la disociación psíquica entre la realidad de carencia, gris y apagada de la cotidianeidad de muchas mujeres y el mundo rosa, elegante, señorial y amoroso al que nos enfrenta el género novelesco.


E. Martínez Garrido: “Bildungsroman y crítica de género. Novela rosa y narrativa de mujeres”, Cuadernos de Filología Italiana 2000, n.º extraordinario: 529-546 (aquí, en PDF)

Un artículo en un periódico:


No estoy seguro si la inmensa popularidad de la novela romántica representa de algún modo un “rechazo” del movimiento de liberación de la mujer, pero claramente algo les falta en las vidas y experiencias de las decenas de millones (quizá incluso cientos de millones) de damas contemporáneas.(…) Aún así, sugeriría que si alguien está enamorado de las novelas románticas, debería quizá huir de los libros contemporáneos y leer las bellas, profundas y conmovedoras obras de autoras del siglo XIX como Jane Austen y las hermanas Brontë– combinaban romanticismo con la dura realidad y profundos conocimiento en la humanidad.



Y acabemos con una psicóloga:


Las novelas románticas pueden ser una mala influencia para las mujeres, y llevarlas a tomar malas decisiones respecto a su salud y sus relaciones, dice la psicóloga británica Susan Quilliam. Las novelas dan a las mujeres puntos de vista poco realistas sobre lo que esperar de una relación porque “romantizan” el amor. “Ofrecen una versión idealizada del romance, que puede hacer que algunas mujeres se sientan mal con ellas mismas porque sus relaciones no son perfectas. En algunos casos, puede llevar a que las mujeres tomen decisiones erróneas sobre su salud, como no usar preservativos cuando tienen relaciones sexuales— algo que a menudo aparece en las novelas”.



Lo curioso es que, cuando se trata de romántica erótica, toda esta fantasía que hasta la fecha perturbaba mentalmente a las mujeres, resulta que es… buena. No hace falta que diga qué novela erótica es “la novela” a la que se refieren, ¿verdad?


El director del centro Psico-Impronta reconoce que a menudo los pacientes hablan de la novela, que “puede ayudar como estimulante a muchas parejas o individuos con problemas sexuales”. Una opinión que comparte el psicólogo especialista en sexología José Bustamante, autor de ¿En qué piensan los hombres? Todo lo que has de saber sobre el deseo y la sexualidad masculina (Paidós), que hace la siguiente reflexión: “Cuanto más tiempo pasemos pensando en fantasías sexuales, más bien irá nuestra vida sexual y será más sencillo que se encienda la llama en la relación de pareja”, arguye.

“Desmontando el mito de 'Cincuenta Sombras'”, 28/09/2012, La Vanguardia.  


Aunque el fenómeno de Cincuenta sombras… también dio lugar a comentarios despreciativos como el siguiente:


[Duda de que quienes los lean sean inteligentes porque]... algunos de nosotros encontramos inconcebible que lectores inteligentes participen en el renegar de sus mentes y la corrupción del idioma inglés sólo por sentir sacudidas en sus pantalones.

William Giraldi: “Finally, an Academic Text Devoted to '50 Shades ofGrey'”, 19/05/2013, New Republic.  


Mujeres sin educación, compradoras compulsivas, con un vacío existencial. Que son incapaces de leer nada que no sea romántica (por eso el macho de turno se siente obligado a informarnos -¡a nosotras! - de que existe una autora llamada Jane Austen). Leen para soñar con un hombre ideal que las mantenga y así dejarán de trabajar. Pero cuando tienen pareja, se sienten frustradas porque las cosas no son como en las novelas. ¡Ah, y se quedarán embarazadas o tendrán ETS porque no usan preservativo!

Salvo que lean erótica, en cuyo caso mejorará su vida sexual.

Pero sin pasarse no vaya a ser que se obsesionen demasiado con el sexo y exijan demasiados orgasmos o se pongan aventureras…

No busquéis los profundos estudios en los que basan tales afirmaciones sobre la lectora de romántica, pues no los encontraréis. Tengo la profunda sospecha de que son meras reflexiones personales, presentadas en un contexto que las hace confundirse con datos que sí son resultado de investigaciones.

A mi modo de ver, se basan simplemente en el prejuicio (“no conozco a nadie que lea romántica, pero seguro que quien la lee es así”) o en un reducido círculo de personas a las que no analizan científicamente (“mi tía-abuela Petunia era una solterona frustrada sexualmente que se leyó todo Corín Tellado, así que todas las lectoras de romántica son como ella”, que luego vaya Vd. a saber qué vida sexual tenía la tal Petunia, igual tenía una colección de juguetes eróticos que la ponían de buen humor todas las mañanas).

De esta imagen tópica se hizo eco un artículo sobre la Convención Australiana de Lectores de Romántica:

Imagínate un lector típico de romance, alguien que disfruta de los títulos publicados por Harlequin o Mills & Boon. ¿Tienes una imagen de ellos en la cabeza? Lo más seguro es que te imagines un ama de casa aburrida o una vieja con gatos. Claro que sí, porque así se caracteriza, y de forma tan condescendiente se los trata, a los lectores de romántica, por pura rutina. Si alguna vez se discute el género por los medios de comunicación generalistas, será en artículos condescendientes que usan términos como “porno para mamas” u ofrecen ambiguos elogios sobre la extravagante “prosa florida” de tales libros, o entran en el cliché de basura ligerita sobre jeques solitarios y empresarios piratas.

            Danielle Binks: “Things no one tells you about romance readers”, 11/03/2015, Daily Life.  
 
Portada de Woman in Love #2, Fox Feature Syndicate, 10/1949 (Wikicommons)
¿Somos conscientes los lectores de romántica de que nos desprecian por nuestras lecturas? Sí, lo sabemos de sobra.

En 2015, la escritora Maya Rodale ha publicado un ensayo, Dangerous Books for Girls (“Libros peligrosos para chicas”) e hizo un cuestionario en línea para lectores y no lectores de romántica, cuyos datos se pueden encontrar aquí.

En la encuesta de Maya Rodale, el 88% de los lectores opinaron que se menosprecia a los lectores de romántica por sus hábitos lectores. Sólo un 6% piensa que no, y un 5% no sabe.

Ahora bien, ¿eso nos hace avergonzarnos de nuestros gustos? Pues en la misma encuesta el 51% dice que sí se ha avergonzado en alguna ocasión de leer romántica, y el 48% no.

A la mitad de los que leen romántica no les importa quién lo sepa, pero los de la otra mitad, en alguna ocasión, sintieron que debían ocultar que leía romántica.

Da que pensar sobre el enorme atractivo de la novela romántica. Seguimos leyéndola a millones a pesar de que es un gusto que sólo nos puede traer desdén e incluso vergüenza. Que leemos sólo y exclusivamente por el puro placer de leer, porque no nos va a traer ningún aprecio social. Cuando haces algo a pesar del desprecio generalizado es que ese algo te aporta muchísimo.

En fin, así nos ven.

Otro día hablaremos de cómo somos en realidad.

9 comentarios:

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  2. Creo que he ADORADO este post. Este blog es un ejemplo que desmonta esos clichés, bravo, bravísimo. Hace ya tiempo escribí en mi blog una entrada de dudas y tal sobre la novela romántica (la llamé novela rosa, no volveré a hacerlo xD http://cuadernoderetales.blogspot.com.es/2014/10/que-problema-hay-con-la-novela-rosa.html). Es que en ocasiones me han felicitado por ser "valiente" y reconocer que leo romántica. Vamos, tanto es así que me han creado complejos que yo no tenía, de verdad.

    ¡Espero ese post! :D ¡Yo quiero saber cómo somos!

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    1. Muchísimas gracias por tu comentario, no puedes ni imaginarte lo que me encanta el feedback en este tipo de artículos en que no hablo de un libro concreto sino del género en su conjunto.
      Si empecé este blog y lo he dedicado a la romántica, no es porque lea sólo romántica, sino porque me parece que es un género injustamente menospreciado, y alguien tiene que hablar de él en serio, pero sin perder el humor ni el cariño, criticando lo que haya que criticar y ensalzando lo que merezca todos los homenajes. Me parece de justicia.
      Espero que los artículos de los siguientes lunes te gusten también.
      Ahora mismo me paso por tu blog para echarle un veo al post que me dices.
      P. D.: En los diferentes posts que escribí sobre la denominación del género, ya dije que novela rosa es la fetén, la que lleva el sello de la RAE; el problema -para mí- es la horrenda definición que le dan. Por eso prefiero llamarla "novela romántica".

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  3. Hola, Bona Caballero.
    A mí también me ha encantado este artículo. Pero mucho. Y me ha dado que pensar, la verdad. Siempre se dice lo que tú señalas: que estas novelas son muy nocivas porque las mujeres idealizan el mundo y las relaciones y blablabla... ¿No se las está tratando de tontas? No sé, por poner un paralelismo: a mí me gustan los super héroes. Cómics de Marvel y DC. ¿Soy una persona infantiloide y poco madura? ¿Soy un menor de edad mental que desea que un día Supermán baje del cielo y acabe con delincuentes y asesinos y traiga la paz en la Tierra? ¿Creo que la vida es cosa ultra sencilla porque se puede dividir en blanco/negro, buenos/malos? Y que por cierto, hay cómics de super héroes donde el bueno es muy bueno y el malo es muy malo... y otros no, otros que son complejos. Y supongo que con la "novela romántica" pasa lo mismo. Creo que hay una tonta manía de trazar una relación intrínseca entre "lo que lees" y "la inteligencia que tienes" o algo así.
    Un saludo :)

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    1. Gracias por tu comentario.
      Yo no podría decirlo mejor.
      Efectivamente, creo que es un problema no sólo de la romántica sino de los géneros de entretenimiento populares, del cómic a la música pop.
      Lo único que puedes saber de una persona que lee determinada cosa (sea una novela romántica, negra, de ciencia ficción o gráfica) es... que, a veces, lee por entretenerse. No puedes saber nada más, si es hombre o mujer culto o inculto, si sólo lee eso o algo más, ni cuáles son sus pensamientos, su ideología, a qué aspira en la vida, cuánto dinero tiene o su CI.
      Me gusta esa expresión, "tonta manía de trazar una relación entre lo que lees y la inteligencia que tienes".
      Porque el problema está en que realmente no te conocen. No saben si después de leerte el cómic te vas a poner a escuchar a Schönberg o a declamar poesía china de la dinastía Tang o a ver El acorazado Potemkin (VO porque tú hablas ruso en la intimidad),... o te vas a sentar a ver Gran Hermano, ver la Champion's o salir a tomar unos vinos con los colegas.
      Que si a alguien no le interesa la romántica (o los cómics, o la ciencia ficción), perfecto. Simplemente, no es su tipo de libro y no comprenderá cómo a otros les puede atraer. A mí me pasa con el cine italiano (salvo Nanni Moretti) que nunca he entendido qué le ven, pero nunca diría que es una mierda ni me metería con los forofos de Fellini; y en cambio, me gusta casi cualquier película francesa.
      Preferiría que la gente respetara las opciones de entretenimiento de los demás, cuando no hacen daño a nadie, y dejaran de tener prejuicios sobre quien dedica parte de su tiempo a aficiones distintas a las tuyas.

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  4. Hola Bona! Ahora sí...
    El otro día no pude terminar mi comentario así que preferí borrarlo hasta poder concretarlo como se merece tu blog.
    ¡Excelente artículo! Y algunas citas, escalofriantes y discriminatorias. Creo que casi (casi) en el mismo rango de desprecio está la novela policial (aunque ahora con los nórdicos negros ha dado un giro) y supongo que tiene que ver con la estructura de las novelas. Son textos muy semejantes en cuanto a su devenir y con un final predecible (y deseado) y en ámbitos académicos, probablemente, consideren que falta creatividad. Este argumento se caería rápidamente si leyeran algunas de las buenas escritoras que hay en romántica. Y si vamos por el argumento del estereotipo, hay mucho en todos los géneros, no sólo en romántica.
    Me gusta pensar que hay novelas bien escritas y otras no tanto.
    En cuanto a menospreciar el coeficiente intelectual y la estabilidad emocional de una persona por el hecho de que lea novelas románticas... bueno!!! Es el colmo del desprecio y la vanidad. Muchas veces creo que en ciertos ámbitos se considera de alto nivel intelectual escribir en forma oscura y críptica, cuando en verdad se puede llegar a mostrar las profundidades del alma humana con claridad y sencillez, incluso con humor.
    Si los lectores de romántica (que, además, leemos de todo, porque somos LECTORES) nos sentimos ofendidos por estas opiniones, les estaríamos dando cierto poder y razón que no se merecen. Dejemos que se pierdan muy buenas lecturas por sus prejuicios ;)
    Nos leemos.

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  5. Muy bueno el post. Parece que en otros géneros todo es oro puro y la romántica es algo a despreciar. En una buena novela romántica hay trabajo, personajes inolvidables, investigación y documentación. ¡Pues no he leído yo basura de otros géneros! Felicidades de nuevo.

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  6. ¡Madre mía! A pesar de saber lo que piensan de nosotras me he quedado bastante asombrada con tanta tontería que sale de mentes necias e ignorantes, porque para mi son eso. No puedes criticar algo que no has leído, y eso es lo que hacen.

    Creo que deberían darse una vuelta por las casas de las lectoras románticas, creo que se darían cuenta que la inmensa mayoría somos mujeres con estudio académicos altos y con una vida tan profesional como personal muy plena. Y aunque seamos amas de casa, que la mayoría de los hombres no entienden el currazo que es, estoy segura que tenemos mucho más inteligencia que los cuatro pelgatos estos.

    Otra cosa que me hace gracia es que se critique tanto el género romántico pero, oye, prácticamente todas las novelas tienen una historia de amor, thriller, policiaco, misterio, sentimental...no se, todo lo que se me pueda ocurrir. Al igual ocurre con las películas, en casi todas hay una historia de amor, pero parece que mientras sea un tema secundario o al menos tenga otro componente da igual. ¿O será algo simplemente contra las mujeres? No veo que se critique a los escritores, en la serie de Larsson había una historia de amor atormentada y apasionada ¿has leído alguna crítica hacia el? algo de que los lectores pueden idealizar ese tipo de relación? En fin, se retratan solitos.

    Mucho machismo, y lo que es peor, por parte de mujeres.

    Pero bueno. A seguir disfrutando del género.

    Genial la entrada.
    Un beso

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    1. Eso es, el amor está en muchas novelas que no son románticas (y el sexo ni te cuento), pero no, parece que el género romántico es sólo "te quiero", "me quiere"... Una buena historia tiene que estar detrás, lo mismo que unos personajes con enjundia. Dime tú qué peso tiene el protagonista de las novelas de Dan Brown, que es el tío más plano del mundo...

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