Cómo pasa el tiempo. Ya he quemado otro mes y de nuevo me veo en el último viernes. Santo, esta vez. Toca el turno a otro de estos harlequines cortitos con intriga, contemporáneos y sexis.
La serie Altos oscuros y peligrosos de Suzanne Brockmann es ideal en su género.
Leído en Kindle |
El
noveno libro de la serie Tall, Dark and Dangerous, Get Lucky, se publicó en marzo de 2000. Era el n.º 991 de
Silhouette Intimate Moments. En España, Harlequin Ibérica la publicó como el
n.º 160 de la colección “Top Novel”.
Creo
que es el mejor libro de la serie. Aunque, personalmente, no sea mi favorito,
porque otros los disfruté más.
El
SEAL de la Armada Lucky
O’Donlon era el típico mujeriego
acostumbrado a que las mujeres cayeran rendidas a sus pies. Se le vio en libros
anteriores de lo más chulito y pagado de sí mismo, siempre ligando con
bellezones que no llegan a los veinte años.
Apareció
por vez primera en el libro Otra forma de amar
(1997), el tercero de la serie, montado
en una moto, rubio californiano, perfecto. Guapo guapísimo. Pero de verdad, o
sea, un Brad Pitt de joven no le llega a la suela del zapato.
En
aquél libro le tiró los tejos a Mia, la protagonista, con lo que amenazó su
amistad con Alan “Frisco” Francisco, su mejor amigo y compañero de inmersión en
los Navy SEAL. Lo mismo hizo con PJ Richards, la protagonista de Corazón en peligro,… arriesgándose a que el bueno de “Harvard” le arrancara su preciosa cabeza.
Era
el típico protagonista secundario que atrae las miradas a lo largo de toda la
serie y que los fans están deseando que “caiga” enamorado, de la manera más
profunda y humillante que pueda.
El
tópico harlequinero que se trata aquí es el de chico cañón con chica normalita
pero inteligente e ingeniosa, o sea, los opuestos se atraen “Porque a veces en
la vida, Ken no siempre elige a Barbie”, como decía Rachel Gibson en Jane juega y gana.
¿Y
por qué me he acordado yo de ese libro de Gibson? Quizá sea porque el
protagonista de aquel también lo definían como Ken y su apodo era “Lucky” (el
Afortunado) como el de esta novela de Brockmann. Y ahora que lo pienso, los dos
se llamaban igual, “Lucas”, aquel en versión francesa, Luc, y éste en inglés
Luke.
Cuando
aparece por el horizonte la periodista Sydney Jameson y pasa de él, simplemente no lo entiende. Las mujeres no lo tratan a él con
indiferencia. Y encima esta neoyorquina de ritmo acelerado y estilo Annie Hall lo vacila por su buen
aspecto, dirigiéndose a él como el “Ken Navy SEAL”,… hasta que lo ve vestido
con una camisa hawaiana y pasa a ser el “Ken Malibú”.
Se
ven implicados en una misión: atrapar a un violador en serie que está
aterrorizando toda la zona de San Diego. Resulta que Sydney ha sido testigo de
la huida del violador, y además es periodista que ha escrito un artículo sobre
el caso. Como este hijo de mala madre marca a sus víctimas con el pin de los
Navy SEAL, se sospecha que pueda ser uno de ellos.
Esto es un budweiser de los Navy SEAL.
Fuente: wikicommons
Para
atraparlo, entienden necesario hacer grupos mixtos con la policía, Navy SEAL y
esta periodista que, a la vez, es testigo. ¿Por qué? No tengo la menor idea.
Ello comprometería gravemente su valor como testigo en un juicio. Pero bueno,
como yo digo, misterios misteriosos de Romancelandia.
Entre
otras curiosidades que cuenta Suzanne Brockmann en su página web, me quedo con
lo que dice de la portada. Resulta que al protagonista lo ha estado
describiendo durante todos los libros anteriores, y también en este, como un
chico muy guapo, rubio, el más perfecto espécimen, estéticamente hablando, del
escuadrón Alfa. Como ella misma dice, es un tipo que es “guapo de Hollywood”,
un Brad Pitt, sólo que mucho más rubio y como diez veces más guapo.
¿Lo
habéis imaginado ya?
¿Sí?
¿Lo
más guapo del mundo mundial en estilo rubio californiano?
Bueno,
pues lo que le hicieron en el departamento artístico de Silhouette fue “esto”:
Horrendo.
No tiene nada que ver. Un tipo vulgar, moreno y hasta feo. No me extraña que
estuviera tan frustrada.
En
fin, que es un Harlequin notable por la parte de suspense y también la
romántico-erótica. Tiene la intriga de investigación a ver quién es el
violador, por qué lo hace, el peligro que supone para todas las mujeres de esta
historia,… Y luego está que saltan chispas entre el niño bonito y la periodista
cascarrabias. También hay interesantes reflexiones sobre lo que hay que hacer
si, cuando te atacan, lo mejor es luchar o huir. Al final llegas a la
conclusión de que no hay forma de acertar para ser menos víctima, porque hay
mucho descerebrado ahí afuera deseando hacerle daño a las mujeres, sea como
sea.
Valoración: notable, 4
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí,
sería la mejor clasificada de las novelas de esta serie. Andaría por el puesto
doscientos cincuenta, más o menos.
Votada
como uno de los diez libros favoritos del año 2000 por la Romance Writers of
America. Tuvo el premio WISH de Romantic Times por el teniente Luke O’Donlon.
En All About Romance le hicieron crítica DIK
(libro que te llevarías a una isla desierta) A-.
En la encuesta anual de esa página web, tuvo una mención honorable en la
categoría de heroína favorita (Syd Jameson) y lo escogieron como romance
favorito en la categoría “genérica”. En la encuesta Top 100 del año 2000
alcanzó el puesto 65, pero no se lo vio más. La bloguera Rosario le dio una
calificación de A-, y eso para mí es indicativo suficiente de que esta novela
merece la pena.
Cuando
tradujeron esta novela en España, en El Rincón de la novela romántica lo
incluyeron entre “Lo mejor del año 2013”.
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