viernes, 25 de marzo de 2016

Crítica: "Tentando a la suerte", de Suzanne Brockmann


Cómo pasa el tiempo. Ya he quemado otro mes y de nuevo me veo en el último viernes. Santo, esta vez. Toca el turno a otro de estos harlequines cortitos con intriga, contemporáneos y sexis. La serie Altos oscuros y peligrosos de Suzanne Brockmann es ideal en su género.
Leído en Kindle

El noveno libro de la serie Tall, Dark and Dangerous, Get Lucky, se publicó en marzo de 2000. Era el n.º 991 de Silhouette Intimate Moments. En España, Harlequin Ibérica la publicó como el n.º 160 de la colección “Top Novel”.

Creo que es el mejor libro de la serie. Aunque, personalmente, no sea mi favorito, porque otros los disfruté más.

El SEAL de la Armada Lucky O’Donlon era el típico mujeriego acostumbrado a que las mujeres cayeran rendidas a sus pies. Se le vio en libros anteriores de lo más chulito y pagado de sí mismo, siempre ligando con bellezones que no llegan a los veinte años.

Apareció por vez primera en el libro Otra forma de amar  (1997), el tercero de la serie, montado en una moto, rubio californiano, perfecto. Guapo guapísimo. Pero de verdad, o sea, un Brad Pitt de joven no le llega a la suela del zapato.

En aquél libro le tiró los tejos a Mia, la protagonista, con lo que amenazó su amistad con Alan “Frisco” Francisco, su mejor amigo y compañero de inmersión en los Navy SEAL. Lo mismo hizo con PJ Richards, la protagonista de Corazón en peligro,… arriesgándose a que el bueno de “Harvard” le arrancara su preciosa cabeza.

Era el típico protagonista secundario que atrae las miradas a lo largo de toda la serie y que los fans están deseando que “caiga” enamorado, de la manera más profunda y humillante que pueda.

El tópico harlequinero que se trata aquí es el de chico cañón con chica normalita pero inteligente e ingeniosa, o sea, los opuestos se atraen “Porque a veces en la vida, Ken no siempre elige a Barbie”, como decía Rachel Gibson en Jane juega y gana

¿Y por qué me he acordado yo de ese libro de Gibson? Quizá sea porque el protagonista de aquel también lo definían como Ken y su apodo era “Lucky” (el Afortunado) como el de esta novela de Brockmann. Y ahora que lo pienso, los dos se llamaban igual, “Lucas”, aquel en versión francesa, Luc, y éste en inglés Luke.

Cuando aparece por el horizonte la periodista Sydney Jameson y pasa de él, simplemente no lo entiende. Las mujeres no lo tratan a él con indiferencia. Y encima esta neoyorquina de ritmo acelerado y estilo Annie Hall lo vacila por su buen aspecto, dirigiéndose a él como el “Ken Navy SEAL”,… hasta que lo ve vestido con una camisa hawaiana y pasa a ser el “Ken Malibú”.

Se ven implicados en una misión: atrapar a un violador en serie que está aterrorizando toda la zona de San Diego. Resulta que Sydney ha sido testigo de la huida del violador, y además es periodista que ha escrito un artículo sobre el caso. Como este hijo de mala madre marca a sus víctimas con el pin de los Navy SEAL, se sospecha que pueda ser uno de ellos.


Esto es un budweiser de los Navy SEAL.
Fuente: wikicommons

Para atraparlo, entienden necesario hacer grupos mixtos con la policía, Navy SEAL y esta periodista que, a la vez, es testigo. ¿Por qué? No tengo la menor idea. Ello comprometería gravemente su valor como testigo en un juicio. Pero bueno, como yo digo, misterios misteriosos de Romancelandia.

Entre otras curiosidades que cuenta Suzanne Brockmann en su página web, me quedo con lo que dice de la portada. Resulta que al protagonista lo ha estado describiendo durante todos los libros anteriores, y también en este, como un chico muy guapo, rubio, el más perfecto espécimen, estéticamente hablando, del escuadrón Alfa. Como ella misma dice, es un tipo que es “guapo de Hollywood”, un Brad Pitt, sólo que mucho más rubio y como diez veces más guapo.

¿Lo habéis imaginado ya?

¿Sí?

¿Lo más guapo del mundo mundial en estilo rubio californiano?

Bueno, pues lo que le hicieron en el departamento artístico de Silhouette fue “esto”:



Horrendo. No tiene nada que ver. Un tipo vulgar, moreno y hasta feo. No me extraña que estuviera tan frustrada.

En fin, que es un Harlequin notable por la parte de suspense y también la romántico-erótica. Tiene la intriga de investigación a ver quién es el violador, por qué lo hace, el peligro que supone para todas las mujeres de esta historia,… Y luego está que saltan chispas entre el niño bonito y la periodista cascarrabias. También hay interesantes reflexiones sobre lo que hay que hacer si, cuando te atacan, lo mejor es luchar o huir. Al final llegas a la conclusión de que no hay forma de acertar para ser menos víctima, porque hay mucho descerebrado ahí afuera deseando hacerle daño a las mujeres, sea como sea.

Valoración: notable, 4

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí, sería la mejor clasificada de las novelas de esta serie. Andaría por el puesto doscientos cincuenta, más o menos.

Votada como uno de los diez libros favoritos del año 2000 por la Romance Writers of America. Tuvo el premio WISH de Romantic Times por el teniente Luke O’Donlon. En All About Romance le hicieron crítica DIK (libro que te llevarías a una isla desierta) A-. En la encuesta anual de esa página web, tuvo una mención honorable en la categoría de heroína favorita (Syd Jameson) y lo escogieron como romance favorito en la categoría “genérica”. En la encuesta Top 100 del año 2000 alcanzó el puesto 65, pero no se lo vio más. La bloguera Rosario le dio una calificación de A-, y eso para mí es indicativo suficiente de que esta novela merece la pena.

Cuando tradujeron esta novela en España, en El Rincón de la novela romántica lo incluyeron entre “Lo mejor del año 2013”.

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