Un poco deforme, como en el Callejón del Gato
Y sin demasiadas sorpresas
Warner, 6/1997 |
DATOS GENERALES
Título original: Fat Tuesday
Subgénero: suspense
Fecha
de publicación original en inglés: junio de 1997
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS
Es el día del pecado,
cuando la sexualidad estalla en las calles y nada es lo que parece. Para un
policía convertido en forajido, y para una hermosa mujer retenida como cautiva
en un matrimonio sin amor, el Martes Lardero de Nueva Orleans les ofrecerá su
última oportunidad de libertad.
Burke Basile es el endurecido policía cuyo mundo se
destrozó cuando un compañero murió por una bala de la propia pistola de Burke. Cuando
su infeliz matrimonio se derrumba, y no le queda nada más que perder, Burke centra
su ira en su némesis: Pinkie Duvall, un siniestro, ostentoso abogado defensor
que acaba de ayudar a un conocido asesino a librarse de otro asesinato.
Decidido a hacer caer al poderoso Duvall, Burke golpeará al abogado en su punto
más débil: su preciosa mujer, a la que mima pero mantiene prisionera, una mujer
cuyo amor Pinkie nunca tendrá.
Remy Duvall era pobre y estaba a merced de las calles de
Nueva Orleans antes de que Duvall la convirtiera en su mujer trofeo. Cuando Burke
da el golpe, llevándose a Remy como su cautiva, empezará un duelo entre el
abogado criminal y el antiguo policía que explotará en las calles del barrio
Francés y se intensificará en los húmedos pantanos.
Para Burke, que lucha
contra su propio y angustiado espíritu, este enfrentamiento es un asunto de
honor. Pero lo que nunca podría haberse imaginado es la pasión que surge entre
él y la esposa de Duvall. Mientras docenas de actores, desde los inocentes
hasta los corruptos, se ve atraídos al drama, Burke y Remy tienen una vía de
escape a través de la desesperada confrontación en medio de la locura del
Martes de Carnaval
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Nope. Es de las que compré y lei sólo por ser de Sandra
Brown.
CRÍTICA
Fat Tuesday es la novela de suspense que
Sandra Brown publicó en 1997.
Vuelve a la
ambientación de Nueva Orleans, que tan buen resultado le dio en Sedas de Francia.
Solo que
esta vez las cosas están un poco deformadas, sí, como visto en los espejos del
Callejón del Gato.
Ni el héroe
no tan heroico, ni la heroína tan atildada y perfecta, ni la historia se
desarrolla con giros y sorpresas tan típicos de Sandra Brown.
En Burke
tenemos el prototipo 2 de héroe browniano: el policía u hombre de ley. Sólo que
está lejos de ser perfecto. Se supone
que es recto, incorruptible, pero llega un momento en que vulnera la ley.
Está
cansado de que los malos se salgan con la suya. En particular, Pinkie Duvall,
que parece simplemente un ostentoso abogado defensor, pero en realidad es un
criminal con el dedo metido en varios asuntos turbios, y que tiene comprados a
unos cuantos policías.
Cuando
logra que sea absuelto uno de sus matones, el cruel Bardo, parece que Burke
Basile ya no puede más. Coincide en el tiempo con otros eventos desagradables
de su vida personal, el más significativo, el fin de su matrimonio.
Así que
decidido a no perder más el tiempo, deja la policía para planear cómo vengarse
de Pinkie y Bardo.
Descubre
sorprendido que Duvall tiene una esposa. Y no es de extrañar que lo ignorase,
porque es una esposa casi confeccionada
a medida y a la que tiene prácticamente encerrada en casa.
La cogió de
pequeña, en las calles de Nueva Orleans, hija de madre prostituta. La hizo
educar en un severo colegio de monjas católicas, así que la chica ha salido muy
creyente. Por eso para ella estar casada por lo civil no es realmente estar
casada. En fin, que es bellísima, virtuosa, culta, y tiene una hermana
adolescente que Duvall utiliza para obligarla a hacer lo que quiera.
Entonces
Burke planea vengarse de Duvall utilizando a esta mujer de la que nada sabe. La
primera vez que la vio, tan guapa, enjoyada y con vestido sexy, le dio por pensar
que era una puta, a pesar de que ella estaba sola y melancólica pensando en sus
tristezas.
El estilo
de la novela es Sandra Brown en el sentido de que te lleva, trepidante, de un acontecimiento a otro, sin dejarte
mucho tiempo para pensar. Lo que no hay aquí es giros sorprendentes de la
trama. Hay un secreto pequeñito que se revela al final y que te da un poquito
lo mismo, y la figura de quién sea el traidor de la comisaría es algo que más o
menos sospechas con facilidad.
La parte
final te tiene con el alma en vilo, cuando el Martes de Carnaval, o Martes
Lardero al que se refiere el título, todo el mundo se disfraza, Nueva Orleans
bulle de actividad y equívocos, y no sabes quién estará en verdad engañando a
quién.
Así que me
gustó leerla, me entretuvo, y también ahora que la he releído, pero no es de las que consigue enamorarme con la
historia de amor ni asombrarme con la parte de intriga. Por eso,
pareciéndome buena la forma en la que está escrita, y de las que merece la pena
leer, no es de las que merecen para mí la máxima puntuación.
Quizá
porque los polis que cruzan la raya no son mis héroes favoritos. Yo tengo muy
metido en la cabeza el estado de derecho, el respeto a los derechos humanos, y
nunca me parece justificable determinados medios, por muy respetables que sean
los fines que se persiguen.
Luego en
Remy no encontré una heroína demasiado interesante. Es un peón en el juego de
estos dos hombres. Tiene sus buenas razones para ser pasiva, viviendo como vive
con un matón peligroso, pero aun así, se limita a pasear su palmito pinturero
por el libro, enamorando al héroe, pero sin que sea proactiva a la hora de
resolver nada.
La parte
sexy, muy limitadita, ya digo que Sandra Brown, conforme van avanzando los años
y los libros, cada vez va reduciendo más el tema romántico y centrando el
relato en lo de suspense. Aquí es un poco casi por obligación que tiene que
meter alguna escena sexual y apasionada entre estos dos.
Valoración personal: buena, 3.
Se la recomendaría a: los amantes del suspense carnavalesco.
Otras críticas de la novela:
No he encontrado críticas en español. Posiblemente porque no está
traducida. Pongo algunas en inglés:
En el blog R.O.U.S. la puntúan 6/10.
En Good Reads, la valoración era de 3.8 la última vez que miré.
Tenemos reseña en Publishers Weekly.
Crime Watch, una página de novela negra, habla de esta novela desde esa perspectiva,
como una lectura para disfrutar y entretenerte.
Muy breve, en Book Confessions, comenta que no es su favorito de Sandra Brown, el plan de Burke para vengarse le pareció francamente tonto y averiguó
quién era el traidor dentro de la policía.
Y… tengo la oportunidad de enlazar con una crítica escrita en idioma (para nosotros) exótico, el indonesio: Pray Rahayu’s book le da 1,5 estrellas sobre 5 está
claro que no le gustó demasiado. Según mi traductor de google, no le gustó
desde el principio, ni sintió «lo que suelo sentir después de leer novelas
románticas».
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