viernes, 25 de octubre de 2019

Crítica: “Best friends are forever”, de Reese Ryan



Entretenida

No suelo aceptar regalos de esos que ves que te dan para que tú los comentes. No colaboro con ninguna editorial ni nada parecido. 

El leer lo que yo he escogido y he pagado de mi bolsillo me da más comodidad (¡y libertad!) a la hora de comentar las cosas. Es un producto que he adquirido y por lo tanto, puedo perfectamente compartir mi experiencia sobre si era lo esperado o no. Mi experiencia como consumidora, en una palabra.

Pero hay algunas raras excepciones, y esta es una de ellas. No me viene directamente de la autora, sino a través de la newsletter de Talia Hibbert. Ha reunido a un grupo de otras autoras para que, durante los próximos seis meses, consigas al menos un ebook gratis.

Así que me pude descargar gratis y legalmente este libro de una autora que yo no conocía, pero cuya portada y título me gustaban. Algo que te hable de «mejores amigos» ya me tiene medio ganada.
Se resumía en ¿Puede su amistar soportar darle una segunda oportunidad al romance?
Pues eso.

De jovencitos, Mackenzie Chamberlain y Donavan West fueron amigos. A él lo criaron sus abuelos, y por eso la familia de ella se convirtió en la suya, postiza. Fueron buenos amigos, ella quiso más, entonces se enrollaron y empezaron a salir juntos.
Pero ay, eso fue justo antes de irse a la universidad. Cada uno acabó en un lado del país, así que su amorío juvenil terminó. Y no de buena manera.
Años después, se reencuentran gracias a Facebook.
Mackenzie se da cuenta de que sigue queriéndolo. Que es un tipo estupendo para recuperar como amigo y, si fuera posible algo más, mejor que mejor.
El problema es que,… bueno, Donavan ha contactado con ella justo cuando se va a casar con otra. Así que no le queda otra que hacer de tripas corazón y conformarse con ser su amiga.
Cuando conoce a la novia, esta resulta un bicho egocéntrico que todos ven que no es apta para él. Aún así, Donavan sigue adelante.
Con ese planteamiento, como podéis comprender, lógicamente el que estos dos tengan su final feliz pasa por que ese compromiso matrimonial se rompa, ellos intimen, el sexo siga siendo fantástico una década después y reconozcan sus sentimientos amorosos.
Seguirán siendo los mejores amigos del mundo, y algo más.

Ha sido una novelita breve, entretenida, de estas que te agradan mucho aunque a los cinco minutos ya no te acuerdes ni de cómo se llaman los protagonistas.
Tiene dos cosas que me encantan: el friends to lovers y la second chance at love.
Fueron amigos, son amigos, y seguirán siéndolo después de casados. Cada uno tiene sentimientos románticos por el otro, pero no se lo confiesan fácilmente, debido a que hace años no les salió bien.
En el tema de la segunda oportunidad, tiene que ser creíble aquella rotura y ahora superarlo con realismo. Creo que eso lo sabe resolver bien la autora. Eran demasiado jóvenes cuando empezaron a salir juntos y es lógico que acabaran separándose el uno del otro. Ahora, en otro momento de su vida más maduro, más asentados, pueden plantearse realmente convertir lo suyo en algo estable.
Lo que menos me gustó es lo cliché que resulta la novia de él. Una modelo de ropa interior que cree que el mundo gira en torno a su ombligo. Tiene todos los tópicos de la «mujer mala»: preciosa pero fría, falsa, que no quiere hijos sino centrarse en su carrera, cuando, claro, la felicidad de Donavan tiene que pasar por una relación convencional, con matrimonio y niños.
Es como si el hecho de no ser madre o tener la ambición de triunfar en su profesión la hiciera no merecedora de un final feliz.
Ya digo que es amena y entretenida, pero nada más.

No lo sé seguro, pero creo que esta novela la fue publicando por entregas a sus seguidores a lo largo de 2018. El © desde luego es de 2018. No veo este título ni en Good Reads, ni en Amazon ni tampoco en Fiction Data Base.
Así que no puedo daros ni una sinopsis ni tampoco enlace a otras críticas, porque no las he encontrado.

No conocía a la autora, y solo tengo apuntada en mi base de datos otra novela suya como destacada, Billionaire’s Legacy (2018) una contemporánea genérica que fue elegida entre las 80 Black Romance Novels of 2018.
Escribe novelas genéricas de esas de poco más de 200 páginas para Silhouette Desire, y antes publicó en Harlequin Kimani.

Kimani es una de las cinco líneas que Harlequin cerró en 2017 por razones económicas. Se caracterizaba por tener heroínas negras, aunque el héroe podía ser de cualquier tono del Pantone. Al parecer, era una buena forma de tener un mercado fijo de lectoras. Pero también era una manera de segregar, así que era la típica situación con ventajas e inconvenientes.
Espero que las autoras de esa línea puedan seguir publicando en las otras líneas. No por el color de la piel de los protagonistas, que eso, como el color de los ojos o si son zurdos, me la refanfinfla. Pero siempre es de agradecer diversidad cultural, ver gente con otras costumbres a la prototípica wasp
La pluralidad siempre enriquece el panorama.

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