domingo, 27 de octubre de 2019

Crítica: “Luna de agosto”, de Laura Kinsale


No es de lo mejor de Kinsale, pero da gusto leerla

DATOS GENERALES

Título original: Midsummer Moon
Subgénero: histórica / Regencia
Fecha de publicación original en inglés: 1987

Leída en español:
Plaza & Janés, 7/2012
Traductora: Pilar de la Peña Minguell

SINOPSIS (en la Casa del Libro)

Lord Ransom Falconer, duque de Damerell, acude a la casa de Merlín Lambourne en busca del prodigioso artilugio que este reputado inventor está construyendo. Su adquisición podría ser de vital importancia para ayudar a la Corona británica a derrotar a Napoleón. Lo que el aristócrata jamás habría imaginado es que bajo el nombre de Merlín Lambourne se esconde una mujer, una joven brillante y cautivadora que despertará en él una atracción imposible de reprimir.
Para Merlín Lambourne, la interrupción del duque de Damerell supone una gran contrariedad. Una vida dedicada a la ciencia no admite pausas ni intromisiones. Solo cuando el avance de las tropas francesas sea inminente, Merlín aceptará a regañadientes la protección brindada por Lord Falconer y se instalará en su finca en el campo para dedicarse plenamente a su invento. Pero el peligro seguirá sus pasos hasta la mansión, donde el duque de Damerell estará dispuesto a arriesgarlo todo, incluso su propia vida, a fin de salvar a la mujer que se ha apropiado de su corazón.
«La magia y la belleza fluyen de la pluma de Laura Kinsale.» Romantic Times

¿Entra dentro de «Lo mejor de la novela romántica»?
Sí, entró en mi lista de Las mil mejores novelas románticas, en el puesto 281. Aparece en otras listas Top 1000 como la de RomanceNovels.Me (la 935) y Book Binge (la 354). Tuvo crítica de DIK A en All About Romance, y también Rosario (en Rosario’s Reading Journal) la calificó con una A. Romance Readers at Heart la incluyó en sus Top Pick de 2008. No es de extrañar que sea la favorita de tantos lectores. Hay que añadir que una pequeñísima parte de la novela tiene ese tópico que a muchos nos resulta tan atractivo de la «amnesia».

CRÍTICA

En mi repaso de novelas amnésicas me ha dado por releer esta de Laura Kinsale. La verdad es que el capitulillo en que uno de los personajes pasa por una amnesia momentánea es muy breve, está casi al final y da un poco de vergüenza hasta incluirlo en ese tópico, pero bueno, siempre viene bien repasar una de Kinsale.
Esta la leí en 2013, por lo que veo en el comentario que dejé en la página web del Rincón de la Novela Romántica.
El duque de la historia, Ransom, acude a la casa de un inventor, porque ha recibido el aviso de que tiene cierta creación que posiblemente sea útil en el esfuerzo de guerra británico contra Napoleón.
No sabe muy bien cuál es el invento, y cree que va a encontrarse con un caballero. Pero resulta que no, que será una joven algo desaliñada, que vive en su mundo, concentrada en lo que a ella le interesa, que es la invención de una máquina de volar.
Por circunstancias un poco estrambóticas, esa misma noche acabarán teniendo sexo apasionado, después de lo cual el duque por supuesto que le ofrece matrimonio y ella lo rechaza.
Acabará llevándosela a su casoplón, a ver si puede trabajar en el invento que resulta útil para el Almirantazgo. Él insiste en el tema del matrimonio y ella en que no. Su sueño es elaborar una máquina que vuele, y él le cortaría las alas, en sentido literal y metafórico.
Allí conoceremos a otros personajes: Shelby, el golfo del hermano del duque, con su ex mujer Jaqueline y los tres niños; la hermana Blythe enteramente correcta que representa lo que debe ser una dama, su pretendiente un pomposo clérigo; un oficial irlandés que trabaja en inteligencia, la madre de Ransom,… en fin, un batiburrillo de personajes que aporta el contrapunto a esta extraña danza que se traen y llevan Ransom y Damerell.
Es una historia añeja, nada menos que del año 1987. Sería la cuarta de Kinsale, después de Seize the Fire (Una dulce llama, 10/1985), The Hidden Heart (El corazón escondido, 4/1986), y Uncertain Magic (Magia dudosa, 3/1987). Así que tenemos que situarla en el momento histórico de la novela romántica. Sería contemporánea de esos gruesos libracos históricos de Woodiwiss, y cuando se cultivaba aquel género llamado Regencia tradicional que seguía las huellas de Georgette Heyer.
Precisamente contaba Kinsale que ella intentó escribir un libro tipo Heyer, creo que se lo leí en una entrevista en la difunta página web The Romance Reader. Se nota que quiere poner ese tono de ligereza, humor sutil y demás, solo que no me parece que le saliera muy allá. Donde la inglesa te pone una ironía sin tomarse demasiado en serio a sus personajes, burlándose de las debilidades y vanidades humanas, Kinsale es demasiado densa, pesada, se los toma muy en serio.
Ella misma comentó que la comedia es algo demasiado duro y no lo volvería a intentar. Bueno, creo recordar que El profesor de francés tenía otra vez una de esas intentonas en la ligereza, pero realmente, a mí me parece que no es lo suyo.
Ni el humor, ni el ambiente de Regencia ni lo de un duque pagado de sí mismo y autoritario parece que sea el fuerte de Kinsale, así que le sale una novela densa, apretadita en sus diálogos y su argumento, que se deja leer pero que, en mi opinión, es de las más flojas de la autora.
El personaje de Merlin me gustó particularmente, y eso que creo que a mucha gente le puede parecer una petarda obsesionada con la estupidez de volar, ¡a principios del XIX! No son habituales las protagonistas intelectuales, y cuando aparecen como por ejemplo en todas esas novelas históricas que escribe Krentz con el alias de «Amanda Quick» suelen ser más bien del campo de las letras, apasionadas de la arqueología o las lenguas muertas, por así decirlo. Aunque también hay alguna proto-científica aficionada a los fósiles.
Kinsale tiene formación de ciencias, de hecho trabajó como geóloga, y para esta heroína suya prevé algo más bien ingenieril. Bajo la forma tópica de «sabio despistado», es cierto, pero bueno, alguien tan ajeno a los convencionalismos sociales como Merlin siempre es de agradecer, por lo inusual.
La dinámica entre ella y Damerell es un poco rara, porque son como el agua y el aceite, hasta el punto de que parece imposible que lleguen a entendimiento alguno. Ella tiene una pasión en su vida, volar, y él quiere frustrarlo de todos los modos posibles, por un miedo muy lógico a que ella se parta la crisma en sus saltos.
En su momento le di una valoración de 6 sobre 10 y no veo motivo para modificarlo. Es una novela que si me dices que se te ha hecho pesada te diré que vale, que sí, que es muy posible, a veces es lenta y espesota; pero que lo que es a mí, reconozco que mantiene el interés.
En la nota final observa Kinsale que aunque algunas cosas que hace Merlin se adelantan en un siglo a los inventos verdaderos, lo cierto es que a principios del siglo XIX sí que estaban ya las bases tecnológicas para ellos.
A mí lo que me dejó un poco perpleja es que al principio se diga que en un bote la sal aparece como «ClNa», cuando tengo entendido que ese tipo de notación o nomenclatura química no había aparecido aún en la fecha de la novela. De hecho, no fue hasta 1810 cuando Humphry Davy demostró que el cloro era un elemento y le dio ese nombre. Pero bueno, no lo sé seguro, la cosa es que es de esas menciones en una novela que me sacan un poco de la misma.
No obstante, lo dicho, a mí me ha entretenido, pese a todo.
 
Portada de una edición
ereads.com, 12/1999
Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: los fans de las heroínas despistadas y diferentes.

Otras críticas de la novela:
En español, tenemos cuatro críticas en El rincón de la novela romántica, que en general la consideran bien, divertida y con diálogos deliciosos, llega a decir una. 
En Revista Krítica también les gustó. 
Lo que quiera leer hoy se quedó con una sensación agridulce, no acabó de cuajarle el libro; le pasa un poco como a mí: «me quedo con la sensación de que se mueve mejor en tramas más serias y profundas que en aquellas más frescas». 
Paso a lo que se ve en inglés.
En All About Romance, DIK A en una crítica del año 1999
Rosario le pone una A, ella sí la encontró divertida y deliciosa
En Dear Author, una B+ y Recommended Read

7 comentarios:

  1. Hola Bona.
    Esta novela fue una verdadera tortura leerla. No me gustó.
    Lo primero que leí de Kinsale fue Flores en la tormenta y lo amé. Luego leí Una extraña locura que también me gustó mucho y luego me encontré este en una librería y lo compre sin dudarlo. Al final lo regalé.
    Leí el profesor de francés y no estuvo tan mal.
    Luego lei El señor de la medianoche, en el cual no soporte a la protagonista.
    Ahora me da miedo intentar con otro de Kinsale. Ya no sé que esperar.

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    1. Ya digo que entiendo perfectamente que pueda pasar eso con esta novela. Kinsale es una de mis favoritas, pero reconozco que puede ser difícil.

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  2. De Laura Kinsale he leído todo lo que se ha venido traduciendo. Ya digo que es una de mis autoras favoritas y coincido contigo, yo también la encuentro espesa pero se lo toma en serio. Encuentro que sus historias son muy diferentes unas de otras y no cae en lo repetitivo. Esta novela es de las ligeras junto a El profesor de francés y quiero recordar otra más de las últimas publicadas...,soy malísima para los títulos. Mientras en el profesor de francés me sacó de quicio lo del toro, con esta novela fueron las circunstancias estramboticas que comentas, a mi me pareció forzada la relación, como metida con calzador esa parte. Y sí, es verdad, el humor no es lo suyo.

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  3. Hola. Sabía que no me había gustado pero tuve que recurrir a mi comentario en GR para recordar.
    Le dí 1 estrella y puse:
    "...Creo que es la única forma de tomarla es como si fuera una comedia de enredos y, aún así, para mí no tiene pies ni cabeza... La parte sentimental no me movió un pelo. La de suspenso, con los espías franceses, elemental y ridícula... Traté de encontrarle algún simbolismo acerca del machismo que anula los proyectos femeninos, pero ni aún así le encontré sentido".
    Entre otras cosas. Ja Ja, no me acordaba haberle dado tanta leña.

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    1. Pues sí, la verdad es que también te puede pasar eso con esta novela. No me ocurrió a mí, pero entiendo perfectamente que se pueda tener esa experiencia. Y, ¡oye!, me parece genial que le des leña. Si esa es tu vivencia personal con la novela, ¡compártelo! Es justo el tipo de crítica que a mí me gusta, la que no se corta a la hora de describir su experiencia personal.

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