Un gélido viaje hacia uno mismo
DATOS GENERALES
Título original: Reason to Believe
Fecha de publicación
original en inglés: febrero de 1995
Subgénero: sentimental
Páginas: 384
SIN TRADUCIR AL ESPAÑOL
Jóvenes amantes procedentes de vidas y mundos totalmente diferentes, y Ben Pipestone se unieron en la pasión
y la ternura. Pero su matrimonio no soportó el engaño, o las traiciones de un
alma atormentada. Y ahora, aunque el tiempo y el dolor los ha separado, se
reúnen: por el bien de su problemática hija adolescente, se embarcan en un
difícil viaje de invierno a través de tierra sagrada en una simbóliza
remembranza de los antepasados lakota de Ben,… y para recuperar algo hermoso
pero perdido, y tan eterno como las estrellas.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, entró en mi lista de las mil mejores novelas románticas, la 502. Tiene crítica de DIK A en All About Romance, 5 estrellas en The Romance Dish y una A en Avidbookreader. Ha aparecido en
varias listas de las mejores novelas románticas: 36 en la lista de All-Time Reader Favorites que hizo All About
Romance en 1997, la 468 en el Top
1000 de Book Binge, y la 477 de
RomanceNovels.Me. No es de extrañar que sea favorita de varios lectores. Tiene
además ese tópico intercultural, pues él es indio lakota y ella de piel blanca.
CRÍTICA
Esta novela te la ponen como de amor
contemporánea, pero es mucho más y un poco diferente. Es una novela sentimental
sobre un matrimonio en crisis y tiene el elemento inspiracional o religioso, de
cierta búsqueda espiritual de dos personas que se han perdido a sí mismas, y al
otro, en medio del dolor y el resentimiento.
Clara es una mujer blanca estudiosa
de los asuntos indios. Sus investigaciones la llevaron hasta un anciano que
hace rituales para la comunidad, el portador
de la pipa. Clara se enamoró del hijo de este señor: Ben Pipestone, un
atractivo vaquero que se dedicaba a la vida del rodeo.
Tuvieron una hija y Ben debe ser un
poco el prototipo vaquero de vivir a su aire. Lo de estar atado a una sola mujer,
una casa, como que debe agobiarle un poco y acaba perdiendo el rumbo.
Cuando empieza la novela, Clara
tiene problemas con Anna, su hija adolescente. Y desesperada llama a Ben, su
todavía marido, pero del que está separada desde hace dos años.
Aparte de ser un borrachuzo, Ben le
fue infiel. A Clara, simplemente, le partió el alma. Podía aguantar que él
bebiera un poco de más, pero no que le pusiera los cuernos. Ahora, dos años
después, Ben acude a su lado para echarle una mano con la cría.
Si, la niña ha tenido problemas en
el cole y también con la ley. A Clara esto ya la supera.
Al final este matrimonio en crisis y
su hija se embarcarán en una peregrinación a caballo, en el crudo invierno,
desde su casa hasta el lugar donde se produjo la masacre de Wounded Knee, cuando el Séptimo de Caballería
mataron a centenares de indios, incluidas mujeres y niños.
Por lo visto, en conmemoración de
aquella matanza, desde 1986, todos los años se hace una cabalgada en pleno
invierno, hasta llegar allá. Hacen ceremonias religiosas, cada día conmemoran a
un grupo (a los encarcelados, a las mujeres, a…); es un viaje de más de
doscientas millas. Se ve que la autora fue en una de estas peregrinaciones y lo
usó como marco para imaginar una historia amorosa de dos personas que se aman,
pero que rompieron, y ahora están tratando de seguir adelante.
Es un viaje espiritual de esos en
los que las personas se descubren a sí mismos, lo que es un paso para aceptar y
perdonar al otro. Las heridas se restañan y las familias vuelven a unirse.
La autora aprovecha para contarte
bastante de las creencias y los ritos de los lakota, mezcla relatos históricos con
escenas de la vida en la reserva, o cómo es ser indio en los EE. UU. de los
años noventa, o sea, con ese racismo para todos los que no tengan la piel del
color de la leche.
Si te gustan las novelas
sentimentales, con su toque de búsqueda espiritual, y leer sobre la vida,
pasada y presente, de los indios estadounidenses, esta es tu novela.
A mí reconozco que se me estaba
haciendo un poquito lenta. Así que después de unos cuantos días que aquello no
avanzaba, decidí leerla más en plan ligero: saltándome las ceremonias sagradas,
y demás folklore. Lo que para otros es lo más importante de esta novela a mí
como que me resbala un poco. Las búsquedas espirituales y las redenciones
místicas no van conmigo, soy mucho más simple y terrenal.
Una vez que pasé por encima de esa
parte religiosa, y me centré en los personajes, sus interacciones, sus
diálogos, me quedé simplemente colgada de la historia, hasta el punto de que
casi llego tarde a trabajar por seguir leyendo.
Reconozco que, dentro de lo que es
mi simpleza, lo que más me gustó es el personaje de Ben. Un marido infiel y
alcohólico está muy lejos de lo que cualquiera consideraríamos un héroe
romántico. Clara desconfía y con razón. Pero a mí me perdía esa imagen de
vaquero vestido de negro, paciente, reconciliándose consigo mismo y con su
padre, y con las tradiciones de su pueblo. Un auténtico héroe a su pesar: ahora
es un hombre sólido, que cuida de todos, con la sensatez que le da el ser ya plenamente
adulto.
Me quedo con una sensación
ambivalente. Sé que es una gran novela romántica, dentro del tópico de
matrimonios en crisis, y que te lleva a un viaje inolvidable por las heladas
llanuras de Dakota del Sur… Pero, por otro lado, a mí personalmente parte de la
grandeza de la novela simplemente me aburrió.
Extraño, ¿verdad? Bueno, oye, El Quijote es, para mi gusto, la mejor
novela del mundo mundial y sé que hay mucha gente a la que se le hace bola. Una
cosa es el libro, objetivamente, y otra nuestra experiencia personal, que
depende más de lo que creemos, o hemos vivido o simplemente el gusto que una
tiene o del momento en que estés.
Compensando una cosa con otra, se me
queda en simplemente buena.
Creo que tengo por casa alguna otra
novela de Kathleen Eagle, que leí hace años. No me debió llamar mucho cuando ni
recuerdo el título. No he vuelto a leer nada de esta autora hasta ahora. Veo
que tiene publicados varios harlequines, con vaqueros de por medio. O sé, no
creo que le dé más oportunidades, salvo que relea lo que anda por casa.
Valoración personal: buena, 3
Se la recomendaría a: los interesados en los nativos
americanos y los viajes espirituales
Otras críticas de la novela:
Al ser tan viejuna, de hace 25 años, pues no he encontrado mucha crítica, y esta todo en inglés. Si alguien sabe algo más, me lo contáis, please:
All About Romance, una DIK A.
Para Avidbookreader, Kathleen Eagle es una de sus autoras favoritas en
contemporáneas, y este es uno de esos libros para conserver, por eso le da una A.
5 estrellas le pone The Romance Dish.
Y nada más, así que os añado enlaces a las dos páginas que nunca fallan: Good Reads, 3.98, y Amazon, 4.4.
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