Una delicia, humor seco y temas
serios
Signet, 10/1995 |
DATOS GENERALES
Título original: Doing Reforming Lord
Ragsdale
Subgénero: Regencia
tradicional
Fecha de publicación
original en inglés: Octubre de 1995
Editorial: Signet
Regency Romance
Páginas: 224
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (según Fiction Data Base)
El progreso del libertino
Emma Costello tiene una deuda de honor con el menos honorable de los lores del reino. El
infame Lord Ragsdale no era solo eso, sino también pecador y tan insensible como guapo. Pero salvó a
Emma de un destino peor que la muerte cuando impide que un bruto lascivo la
compre como trabajadora forzada.
Era la oportunidad de Emma de salvar a Lord
Ragsdale de sus costumbres perversas. Tiene que encontrar forma de que deje
de beber, el juego, sus juergas. Tendrá que hacerle abandonar a su amante, la
soberbiamente sensual Fae Moulle. Le convertirá en el pretendiente adecuado para la
esposa ideal, nadie mejor que la impecable Lady Clarissa Partridge. Y por
encima de todo, tiene que mantener su ojo lujurioso alejado de ella misma,
incluso cuando lucha por mantener su propio deseo a raya, para no deshacer todo
su duro trabajo para la transformación de este irresistible libertino…
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, en mi lista de Las mil mejores novelas románticas apareció en el
puesto 257. Entró en la lista Top
100 de All About Romance, la del año 2004, en el puesto 63. En 2013 quedó entre «lo mejor del resto», la 144. Aparece entre las cien mejores de
Dear Author, la 19. Igualmente
estuvo en las mil mejores de RomanceNovelsMe, la 38. Ha tenido buenas críticas: DIK A en All About Romance, cinco
estrellas en Romantic
historical reviews y The Romance Dish. ¡Y tiene un planteamiento enemies to lovers! No es de extrañar que
esté entre las favoritas de muchos lectores, de manera que a la hora de hacer
el último Top 100 en All About Romance llegara al Round 2.
CRÍTICA
Rico y atractivo, John Staples, Lord
Ragsdale perdió a su padre de la forma más violenta y desagradable. Ahora pasa
los días abúlico, entregado a la bebida, a su amante, despreocupándose de todo
porque no hay nada que le interese.
Su tranquila vida se ve alterada
cuando le llegan unos primos de América a los que tiene que colocar: a él en la
universidad y a ella en los salones a ver si pilla un buen partido.
Los acompaña una sirvienta indentured, o sea, una trabajadora
forzosa: la irlandesa Emma Costello. Lord Ragsdale, después de haber perdido
allí a su padre y quedar él mismo malherido, odia todo lo irlandés.
Emma, muy digna, ha conocido tiempos mejores antes de caer en la servidumbre. Acepta resignada su destino, mientras odia…
a los ingleses, que le han destruido la vida.
O sea, antipatía mutua desde el
primer momento.
Eso no evita que, cuando Emma corre
el riesgo de caer en manos de un tipo bastante desagradable, el caballeroso John
acabe rescatándola.
John se hace así con el contrato de
labor forzosa de Emma. No tiene el menor interés en ello. Para ganarse su
libertad, Emma encuentra un trabajo a su medida: reformar al perdido lord
Ragsdale.
Hacer eso cuando no se tragan el uno
al otro, tiene mérito. Emma piensa…
Quiero algo mejor para este hombre, aunque no hay razón por la que yo debería hacerlo.
Estamos ante un Regencia
tradicional, continuación de la obra de Georgette Heyer. Reconozco que en
cuanto empecé a leer, todo el planteamiento me recordaba a esta autora: así de
bien escritos, personajes con un humor semejante, conversaciones ingeniosas,
sin intimidad física.
Ha sido una delicia. Reconozco que no es una novela de esas que te atrapen:
me llevó seis días y eso que no llega a las trescientas páginas. La fui
saboreando poco a poco.
Esos diálogos que contrastan con sus
pensamientos, esos protagonistas que interaccionan con distancia pero
inevitable humor… Son personajes cerebrales que no dejan que sus pasiones
obnubilen su entendimiento. Sus sentimientos van cambiando poco a poco, del
odio al respeto, de este a la amistad y de aquí al amor… pero incluso cuando este
llega, se lo callan e intentan sobrellevarlo con sensatez.
Porque un final feliz no parece
posible.
John tendría que casarse con una
muchacha de buena familia, y ahí entra en juego la intachable Clarissa. Emma confía
en saber algo de sus familiares desaparecidos, probablemente en Australia, con
lo cual parece inevitable que su futuro esté allá, lejos de lord Ragsdale.
Estaba yo leyendo, y veía que me
acercaba al final y me devanaba los esos intentando adelantarme a ver cómo lograría la autora un final feliz verosímil y… Demonios, qué bien lo resuelve, cómo logra que ninguno de los
dos renuncie a lo que les resulta importante.
Y, ¡ay, qué montón de escenas románticas! De esas en las que un
personaje hace justo lo que no le gusta, y lo hace en beneficio del otro. No
solo tienen que superar su odio mutuo, que por cierto no es una inanidad, ambos
han sufrido mucho y es lógico que ella odie a los ingleses y él a los
irlandeses.
Me pareció todo tan romántico y tan
bien escrito, que sinceramente ni eché en falta la parte erótica. Porque sí,
este tipo de novela son «blancas»: nada de sexo entre héroe y heroína, algo
lógico y más realista con lo que debió ser la Regencia.
Una novela puede ser
superromántica, intensa y apasionada sin necesidad de sexo explícito. Austen
lo demostró, Heyer lo ratificó y Kelly sigue esa línea.
No me entendáis mal: me encanta sexo
explícito en la romántica. Pero puede haber novelas excelentes sin él, con tal
de que estén bien escritas.
Solo había leído una novela de Carla
Kelly, Doing no harm, y aunque me
gustó, no me entusiasmó. Me pareció demasiado sentimental, inclinada a lo
religioso, y se centraba más en las peripecias de los parroquianos que en la
relación entre los protagonistas. Aquí no pasa eso.
Hay momentos duros, porque las
experiencias irlandesas de uno y otro son brutales, y la situación de Emma, lo
ocurrido con su familia, la incertidumbre de no saber quién está muerto y quién
vivo… es terrible.
Pero eso no quita que aquí lo que te
cuenta es una historia de amor, de dos personas que se conocen, se odian al
principio por el país al que pertenecen y la religión que cada uno profesa…
pero luego, poco a poco, se van conociendo, respetando, aprenden a apreciarse y
a ser amigos. Cuando descubren en sí mismos sentimientos amorosos por el otro,
no se lanzan de cabeza a una relación apasionada, sino que se callan lo que
consideran un amor sin futuro y saben sacar lo mejor de sí mismos en beneficio
del otro.
Admito que hay cosas que pueden
echar para atrás a muchos lectores. Aquí no hay pasiones intensas, toda la sensualidad
se consume en un roce, un abrazo, un beso… Se nota que hay un fondo conservador
y religioso en la autora… La trama no es muy creíble porque toda la reforma del
lord resulta ridículamente fácil,… Sí, tenéis razón.
Pero a mí me atrajo, ante
todo, que esté tan bien escrita y, luego, su romanticismo, el ingenio de dos
personas tan inteligentes hablando o el humor seco de lord Ragsdale. Ninguno de
los protagonistas son unidimensionales y la ambientación no te presenta la
trillada Regencia de bailes y fiestas campestres.
Al final, dentro de lo que es este
tipo de novela, y sabiendo lo que te espera, me ha parecido simplemente perfecta.
La he disfrutado tanto que ahora sí que me entran ganas de leer más historias
así.
Valoración personal: excelente, 5
Se la recomendaría a: quienes gusten de una novela bien
escrita, romántica y «blanca».
Otras críticas de la novela:
DIK A en All About Romance.
The Romance Dish, 5 estrellas.
Mary Kingswood, 4 estrellas.
La Deetda Reads, 4,5 estrellas.
Julie Coulter Bellon Book le hace una reseña favorable.
Por contra, Mrs. Julien simplemente
lo encuentra todo muy increíble, en su crítica de este y otros dos libros de Kelly.
Los libros de esta autora publicados por Harlequin que he leído me han gustado mucho. Unos más que otros como siempre pasa.
ResponderEliminarLos protagonistas tienen comportamientos que me gusta ver desarrollar, me parece se algo pensado y sencillo, pero creíble.
Creo que tendrás buenas experiencias en leer otros libros de la autora.
Tu comentario me anima a seguir leyéndola, gracias.
EliminarLa primera vez que leí a Carla kelly pensé que ese toque real de sus novelas eran un punto diferente en Regencia. Lástima que dejarán de traducirla porque de verdad que merecía la pena. Coincido plenamente contigo, además de escribir bien, creo que su punto fuerte está en la forma de enfocar la parte romántica. Esta autora se toma su tiempo para hacer que los protagonistas se enamoren de manera natural, ains. Tu comentario sobre "... un personaje hace justo lo que no le gusta..." ¿Acaso hay algo más romántico que este tipo de planteamiento? Me viene a la mente Sentido y sensibilidad cuando Marianne se refiere al capitán Brandon como, a ver... "El verdadero romántico es él, no es lo que decimos o sentimos lo que nos hace ser como somos, es lo que hacemos o dejamos de hacer."
ResponderEliminarTu crítica me ha venido genial, llevo una mala racha lectora y quizá sea el momento de pasarme a los Harlequines chiquininos. Hay veces que te puedes llevar una sorpresa como esta. :)
Saludos. Gracias por el comentario, voy a buscarla pues no sabia de ella. Te sugeriria que verifiques la novela Beau Crusoe, de esta escritora. A mi dejo impactada.
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