Mucho viaje y teología, algo de bajón
DATOS GENERALES
Título original: A Touch of Stone and Snow
Subgénero: fantasía
Fecha de publicación original en inglés: 7/2020
Parte de una serie: #2 A Gathering of Dragons
Páginas: 400
SINOPSIS (según la página web
Fictiondb)
El peligro acecha en
los reinos occidentales. El inminente regreso del Destructor ha agitado los
reinos mientras ciudadanos desesperados buscan refugio… pero no se puede
encontrar seguridad donde los demonios y los espectros se arrastran desde las
sombras. Incluso Koth, un reino isleño septentrional que quedó intacto tras el
paso del Destructor hace una generación, está asediada por terrores nacidos de
magia corrupta.
Cuando Lizzan lidera el ejército kothense
contra estos terrores, sólo para ver masacrados a sus soldados y quedar ella
como únicas superviviente, se la llama cobarde y desertora. Exiliada de su
hogar, Lizzan ahora vaga sola como una mercenaria, hasta que encuentra a un
grupo de guerreros buscando nuevas alianzas con los reinos norteños, un grupo
que incluye a Aerax, el príncipe
bastardo de Koth, el hombre que la envió al exilio.
Aunque fueron amigos de
infancia, Aerax no se puede permitir estar cerca de la única mujer que puede
frustrar su traicionero plan para salvar su reino isleño. Pero cuando la
exigencia de una diosa los une, Lizzan y Aerax deben encontrar una manera de
superar sus dolorosos pasados. O no habrá futuro para los reinos occidentales…
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Es pronto para decirlo, porque acaba de salir, pero yo creo que sí. De momento, está entre las dos mil mejores: la han calificado con una A tanto All About Romance como Smart Bitches Trashy Books y Limecello, y tiene esos atractivos tópicos de friends to lovers y second chance.
CRÍTICA
He visto que, entremedias, la autora ha sacado, también en julio, al menos en digital, el relato «The Beast of Blackmoor», que como formaba parte de la antología Night Shift, 11/2014, ya lo comenté aquí.
El título en español sería algo así
como «Un toque de piedra y nieve».
Lizzan, exiliada de su patria, se
alquila a quien pague los servicios de su espada. Esta mercenaria alcohólica se bebe hasta el agua de las plantas.
Hace tiempo, perdió a todo su ejército en una batalla terrible, solo sobrevivió ella. Su relato de
los hechos no fue creído, sino que pensaron que era una cobarde y de ahí la
condena al ostracismo. No es de extrañar que esté resentido contra el reino de
Koth.
Lo que más le duele es que Aerax, el
príncipe bastardo que fue su mejor amigo, no movió un dedo por ayudarla. De
hecho, personifica en él todo su odio.
Por eso, cuando en sus vagabundeos
se topa con Aerax, formando parte de una embajada que va sumando aliados contra
la amenaza que supone el Destructor, intenta escapar de él.
Lo que ocurre es que al refugiarse
en un templo, recibirá un encargo bien opuesto a
sus deseos, de manera que acabará incluida en el grupo de Aerax.
Así, continuarán un viaje por la
jungla, entre la lluvia y los árboles altísimos, el calor… buscando nuevos
aliados a los que convencer de la necesidad de unirse frente a esa amenaza que
podría arrasar con todos.
A diferencia de la novela anterior,
que también era de un viaje, aquí no hay tanta peripecia y aventuras sino,
sobre todo, relatos. No solo las cosas que cuenta la gente que les ocurrió en
el pasado, sino también relatos míticos sobre los dioses que rigen este
universo.
Construir un mundo ficticio incluye
también las creencias y ritos de sus habitantes, y esa es la parte a la que se
dedica principalmente esta novela. Añade riqueza al tapiz que va tejiendo la
autora, pero la consecuencia inevitable es que la narración se ralentiza, al
crear estas pausas en las que alguien dice lo que hizo este o aquel dios.
Con lo cual, no es de esas novelas
que agarres y no puedas dejar de leer, sino que más bien te vas deslizando por
sus páginas, encantado (o no) por lo que te van contando, dependiendo de que te
gusten estas cosas más bien místicas.
No es lo único que ha provocado que
mi lectura haya sido menos intensa que la novela primera de la serie.
Tanto Lizzan como Aerax son
personajes estupendos, y Caeb, el tercero en discordia, una especie de tigre
dientes de sable con poderes especiales que acompaña a Aerax pero que es
totalmente fiel a Lizzan.
Sin embargo, la tensión romántica es
prácticamente nula. Estos dos fueron amigos de infancia y juventud. Se
enamoraron intensamente y se prometieron huir de Koth juntos, un lugar que ha
maltratado a Aerax; el que hayan tenido que reconocerlo como príncipe no ha
debilitado su odio, menos cuando han expulsado del reino a su amada Lizzan.
Desde el minuto uno ves que Aerax
está totalmente colado por Lizzan, que es lo que más quiere en este mundo, que
el resto de las cosas le importan más bien poco. Y ella también lo ama a él con
idéntica desmesura; si lo odia por no haber ido al exilio con ella, es por
sentirse traicionada por quien más ama.
La tensión sexual está mantenida
gracias al mismo mito del que os hablé en la novela anterior: no puede practicarse el coito por vez primera hasta la luna
llena. Por ello, hasta que llegue ese momento, se entretendrán con otro tipo de
relaciones sexuales. Esta parte está lograda, es de esas cosas que a la autora
se le dan de fábula.
Ambos, tanto Lizzan como Aerax, tienen heridas que curar, redenciones de
cosas que no son culpa suya pero de las que se sienten responsables. Eso
incluyen planes secretos de Aerax, que se revelarán al final, de manera
bastante sorprendente. No lo ves venir, y luego te das cuenta de que ha tenido
que planearlo durante mucho tiempo. Esta parte final es más agitada, pasan más
cosas.
En ese final, lo mismo que en momentos dispersos a lo largo del libro, se retoma el tono épico de fantasía tipo El
señor de los anillos. Luego están todas esas partes que son más en plan Silmarillion, relatos de creación de una
mitología.
Aunque me ha gustado y lo he pasado bien leyendo este libro, no me ha
entusiasmado como el primero. Yo creo que es porque me va más lo épico que lo
lírico, me engancha más la acción y la aventura que la magia de religiones y
creencias.
Eso sí, ya me he comprado por adelantado el tercero, cuyos protagonistas
aparecen aquí como secundarios terriblemente atractivos, ambos príncipes
guerreros: Laina, que cumple un voto de silencio mientras acepta la misión
impuesta por la diosa Vela; y Saxen, torturtado durante años, superviviente a
duras penas, que tiene mucho sufrimiento que reparar, incluido el causado por
su padre al pueblo de Laina. Tiene todo el aspecto de un enemies to lovers en el que espero encontrar un poquito más de
acción que en este.
Valoración personal: buena, 3
En All About Romance, Em Wittmann, la gradúa con A y la consideran DIK (libro que te llevarías a una isla desierta).
En Smart Bitches Trashy Books, le ponen otra A.
Lo mismo le dio Limecello, una A.
5 estrellas en Vampire Book Club, que dice que le gustó más que la primera, en Llama Reads Books y en The Alliterates.
No hay comentarios:
Publicar un comentario