miércoles, 26 de agosto de 2020

Crítica: “Bad boss”, de Jackie Ashenden

 

Un buen romance de oficina siempre funciona



DATOS GENERALES

 Título original: Bad Boss

Subgénero: erótica / genérica

 Fecha de publicación original en inglés: 6/2020

Parte de una serie: Billion $ Bastards #3 / Harlequin Dare-113 / Mills & Boon Dare-113

Páginas: 174

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

 

SINOPSIS (según Fiction DB)

 En esta ardiente entrega final de la trilogía Billion $ Bastards, ¡el irritante billonario Ulysses White cumple las fantasías más oscuras de Morgan Blackwood en la cama!

Necesito a Morgan. Es el corazón de mi negocio, así que cuando me pide unas vacaciones, me niego. Pero Morgan no se da por vencida. Ella quiere una vida, una cita, acostarse con alguien… Afortunadamente, yo le puedo proporcionar dos de esas cosas…

Tal vez no sea capaz de interpretar las emociones de la gente, pero puedo satisfacer todos y cada uno de los deseos físicos de una mujer. Y estoy listo para cumplir las fantasías de Morgan, sin importar lo perversas que ella crea que son. Cuando me dice que me quiere, y no lo hace de una manera muy amable, e propongo un juego: la ayudaré a explorar sus deseos más oscuros, siempre y cuando mantenga el control.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica?

Es muy pronto para decirlo porque acaba de salir. Pero no creo que llegue a estar entre las mil mejores. Las novelitas genéricas rara vez son de esas que la gente recuerda a fin de año.

CRÍTICA

 Jackie Ashenden es una escritora neozelandesa de novelas contemporáneas, tirando a eróticas, que me ha gustado siempre que he leído algo suyo. Cuando vi que en el mes de junio salía una suya con un romance de oficina, me lancé de cabeza a por él.

 Es la tercera de una trilogía, pero se puede leer perfectamente de manera individual.

 Morgan es una muchacha australiana, que trabaja desde hace años como asistente personal de Ulysses, uno de esos ejecutivos financieros de la City londinense especialista en encontrar patrones y ganar con ello una pasta gansa.

 Ulysses es representado algo así como un poco TEA, de los que se coge las cosas literalmente, que no pilla los chistes, que es muy serio en su trabajo y no tiene vida fuera. Necesita a Morgan, sobre todo, para que le eche una mano con las personas, que es la parte del negocio que no entiende ni nunca va a entender.

 A Morgan le gusta su trabajo, aunque eso le obliga a adaptarse a las rarezas de Ulysses, a cortarse a la hora de hablar, controlar que las cosas no tengan doble sentido, porque él siempre la entiende al pie de la letra. La ventaja es, también, que resulta brutalmente lógico y franco.

 Por eso cuando ella, un poco cansada, le pide unas vacaciones, Ulysses le dice que no. Le parece algo obvio: él la necesita en el trabajo, así que no puede irse. Cuando ella insiste, él quiere saber el porqué.

 Un poco harta, le responde que se lo merece, que quiere una vida, tener citas, y sexo.

 Algo que no debió hacer porque claro, ella responde así airada, cansada, y él se lo toma como un problema a solucionar. Sus rarezas no le han impedido nunca tener relaciones sexuales, que afronta como otra actividad más, algo que estudiar y ejecutar de la mejor manera posible para lograr el mayor placer a sus parejas.

 Estupefacta, Morgan, que no había hablado del todo en serio, acabará probando eso del sexo con el jefe. Más que nada porque su vida sexual ha sido muy limitada y ella tiene ciertas fantasías de dominación, de ser dominada, que sabe que puede explorar con él en la seguridad de que no le hará daño y procurará maximizar su placer.

 Como esto es Romancelandia, lo de solo sexo nunca funciona y acabarán enamorándose, si bien a Ulysses, con sus limitaciones emocionales, le cuesta entenderlo, y tampoco le ve la lógica de que Morgan se enamore de él.

 Siendo esto una novelita genérica de menos de doscientas páginas, tampoco hay mucho más que decir. Esta línea de Harlequin, la Dare, se reserva a las novelitas de sexo explícito, y es el lugar perfecto para que encajen estas historietas eróticas de Ashenden.

 Es una autora muy buena contando la parte sexi de la historia, totalmente recomendable cuando te apetece algo subido de tono que tiene cierta miga. Eso es lo que destacaría de la historia, eso, y el personaje de Ulysses, al que se ha esforzado en no convertir en un cliché, dotándolo de su propia historia e intentando ver el mundo desde el punto de vista de alguien que no ve ni siente las cosas de la misma forma que la mayoría de las personas.

 No tengo ni idea de por qué el romance de oficina me gusta tanto, la verdad. Suele haber cierto desequilibrio de poder, y eso normalmente no me va. Aquí el planteamiento haría chirriar los dientes a cualquier abogado de lo social, ¿cómo que «no te deja» cogerte vacaciones…? Ni que fuera tu padre y tú una cría de cinco años.

 Algún día tendré que reflexionar al respecto. Lo que sí sé es que he visto romances de oficina mejor contados, como la inolvidable Rock hard de Nalini Singh

 Está contado desde la primera persona dual: un episodio lo cuenta Morgan, el siguiente Ulysses. Hasta cierto punto, sí que consigue que la narración de cada uno sea un poco diferente, algo en lo que naufragan la mayor parte de las autoras que usan esa forma de narrar. Pero sigue sin ser mi forma favorita de contar las cosas.

 Para mí, parte del libro que lees es siempre lo que tú le pones, lo que imaginas o sospechas, lo que creas en la cabeza… en la actividad lectora hay un poquito de creación, hasta el punto de que muchas veces no sabes distinguir si algo está en realidad en el libro o te lo has inventado tú… Y la narración en primera persona dual corta bastante las alas. Todo está demasiado mascadito.

 Otro aspecto por el que este libro no fue una experiencia redonda para mí es toda esa fantasía del millonario. Sé que a mucha gente le gusta, pero a mí no es el prototipo de personaje que me guste especialmente. Aquí tiene escenas muy trilladas de esas en plan «cierro… [póngase aquí tu lugar público favorito, por ejemplo, la Alhambra, o el palacio de Aranjuez] para que tú y yo podamos follar in situ». O la archiconocida de que él le compra ropa a ella, incluida lencería y taconazo… Uf, lo sé, es una fantasía muy repetida, y por algo será, pero conmigo justo no encaja.

 En fin, que si quieres algo corto, hot, con un protagonista masculino especial, y te van los romances de oficina o la fantasía de millonario, esta novela es para ti. Yo la disfruté mucho, la verdad, aunque menos que otras de Jackie Ashenden. Mi referencia, cuando de esta autora se trata, es Having her, una novela erótica rematadamente buena.

 Valoración personal: buena, 3

 Se la recomendaría a: quienes gusten de romances de oficina o fantasías con millonarios.

 Otras críticas de la novela:

 De momento no he encontrado mucho, porque es reciente y también porque este tipo de novela tan corta no suele llamar la atención.

En Good Reads, 3.93 estrellas.

En Harlequin Junkie, 4 estrellas y lectura recomendada.

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