Histórica
ligerita de esas que te lees en un suspiro
DATOS GENERALES
Título original: Brazen and the Beast
Subgénero: histórica / años 1830
Fecha de publicación
original en inglés: 2019
Parte de una serie:
Bareknuckle Bastards (Los bastardos Bareknuckle) #2
Páginas: 400
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL (¿AÚN?)
SINOPSIS (de FictionData Base)
El plan de la dama
Cuando Lady Henrietta Sedley declara que su
vigésimo noveno año será suyo, planea heredar el negocio de su padre, hacer su
propia fortuna y vivir su propia vida. Pero antes, su intención es experimentar
el placer al que renunciará como solterona confirmada. Todo va a la perfección…
hasta que descubre al hombre más hermoso que haya visto atado en su carruaje,
lo que amenaza con arruinar «el Año de Hattie» antes de empezar.
… La propuesta del bastardo…
Cuando se despierta en
un carruaje a los pies de Hattie, Whit,
un rey de Covent Garden conocido por todos como «Bestia», no puede evitar
preguntarse por la extraña mujer que lo libera, especialmente cuando descubre
que se dirige a una noche de placer… en su territorio. Está más que dispuesto
de ofrecerle a Hattie todo lo que desea… por un precio.
… Una pasión
inesperada
Pronto, Hattie y Whit serán
rivales en los negocios y el placer. Ella no renunciará a sus planes; él no
renunciará a su poder… y ninguno de los dos se da cuenta de que, si no tienen
cuidado, no les quedará otra opción que renunciar a todo… incluyendo sus propios
corazones.
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
CRÍTICA
Después del buen sabor de boca que me dejó la primera de la serie, Lady Felicity y el canalla, que salió en español en la primavera de este año, me apunté las dos novelas siguientes. Mi
idea era leerlas y publicar crítica el mes que aparecieran en español.
Sin embargo, como pasaban
las semanas y no las veía entre las novedades, me las compré en agosto. Me apetecía
saber qué pasaba con la historia y quería algo así: históricas ligeras y sexis,
sin complicaciones, perfecta contraposición a otras novelas de ficción
literaria más serias que me tenían ocupada en esos días.
Esta me ha gustado tanto como la primera... la
última, un poquito menos.
Los títulos de la serie
se forman con un adjetivo y un nombre, definiendo a los personajes. Aquí son Brazen
(«descarada») y the Beast («la Bestia»).
La descarada de la
historia es Henrietta, Hattie para los amigos, una solterona que ha renunciado al
matrimonio y que quiere dedicarse al negocio de su padre: el comercio marítimo.
La Bestia del título,
por su parte, será Saviour Whittington, abreviado Whit, un poquito irónico, dado que es monísimo, luce el rostro
más bello del mundo, sobre un corpachón formato armario empotrado: alto y
fuerte, musculado, un auténtico luchador (literal, cuando se agobia acaba
boxeando a lo bestia – nunca mejor dicho). Se dedica al contrabando
junto a su hermano Devon, protagonista de la anterior entrega.
Para cumplir sus planes
y que su padre pierda toda esperanza de casarla, Hattie asume que tiene que
renunciar a su virginidad. Así, le dejará encargarse del negocio. Hattie es más
hábil comerciante que su hermano, un tarambana metido en cosas turbias.
Para deshacerse del maldito
himen no se le ocurre otra cosa que recurrir a la prostitución masculina. Camino
del burdel, aparecerá en su carruaje un hombre atado e inconsciente. No es otro
que Whit, uno de los bastardos Bareknuckle que dominan los bajos fondos de Covent
Garden, y que ha acabado de esa guisa por un lío de esos en los que se ha
metido el hermano de la prota.
Esto torcerá el plan de
perder el virgo con un hombre prostituido.
Lo que sigue es una
novela ligerita, con largas escenas de entretenidos diálogos entre Hattie y
Whit, momentos sexis muy explícitos, amenazas contra el «negocio» de Whit, así
como contra la propia Hattie… y, cuando te quieres dar cuenta, has acabado de
leerla.
En Hattie tenemos una
heroína de esas que no son conscientes de su propio atractivo, mujer con
rotundas curvas y bastante sensata, hábil para los negocios, que tiene que
luchar contra los prejuicios de la época con las armas que tiene a su alcance.
¡Ah, y es de esas heroínas tan de novela romántica de ojos violetas! Diría
aquello de «… y van…» si no fuera porque la propia MacLean es consciente de lo
ridículo de la sobreabundancia de estas Elizabeth Taylor de pacotilla, y habla
de que esta es su heroína de ojos violeta.
Whit es tu héroe taciturno,
un tanto distante, que se expresa muchas veces en gruñidos que Hattie tendrá
que aprender a descifrar. Protege a toda costa a aquellos que son más débiles.
Cuando se enamora de Hattie, lo que más le aterra es precisamente que ella
corra peligro por su culpa.
Y es que aquí seguimos
con el mismo malote, Ewan, un aristócrata desquiciado que hará lo que haga
falta para vengarse de los Bareknuckle. Le consumen el odio y la desesperación por
la pérdida de su amada. Ya lo conocimos en Lady Felicity y el canalla,
pero no voy a profundizar en esa parte de la trama por no hacer destripes
innecesarios para quienes se animen a leer esta serie. Baste decir que, en este
caso, Ewan usará como un peón al hermano de Hattie.
De nuevo, el estilo de
MacLean hace que te impliques totalmente en la novela, siendo muy difícil dejar
de leer. La leí totalmente atrapada, aunque sea de esas historias que al cabo
de pocos días, apenas recuerdes de qué iba. Es gracias la forma en que te cuenta la historia, más que ésta en sí.
Ese es su principal
atractivo y no la historicidad del romance porque, bueno, es de esas historias
totalmente de personajes del siglo XX disfrazados como de la época victoriana.
Aparte de alguna metedura de pata inexplicable, como que Whit desee «levantarla y
llevarla como un maldito Neanderthal». A ver, chiquilla, que estamos en 1837, y
los huesos de Neandertal 1 no se hallaron hasta 1856. Es el tipo de anacronismo
idiota que no aporta nada y a mí me saca de la historia.
Mis objeciones son
puramente personales. No me gustan nada los «héroes» delincuentes, y en este
caso Whit se dedica a lo mismo que su hermano, un delito relativamente no
violento como el contrabando.
También el que se trate
con tanto desparpajo de las personas prostituidas me enoja un poco, aunque aquí
sean hombres y no mujeres.
Finalmente, veo un poco
de inconsistencia en el relato cuando al principio, el padre y el hermano de Hattie resultan
secundarios muy importantes y luego desaparecen totalmente. Hay un momento en
que Hattie, por motivos de salud, corre peligro, y tutti li mondi la
visita… salvo su padre y su hermano, que sería lo más lógico cuando es su única
familia, es que ni se los menciona. A mí me parece un descuido de la autora,
sin más, que esos personajes le fueron útiles en un momento y luego se olvida
de ellos.
Pero vamos, que Lady
Felicity… os gustó, o, en general, las novelas de MacLean, podéis darle una
oportunidad a esta novela con total tranquilidad, porque te hará pasar un buen rato.
Se la recomendaría a: quienes busquen enaguas ligeritas que se leen en un suspiro.
Otras críticas de la novela:
En español, solo he encontrado la crítica en Otro Romance Más, que la considera estupenda.
Así que pongo algunas de las estratosféricas reviews que he encontrado en inglés:
Harlequin Junkie, 5 estrellas.
Natasha is a Book Junkie, 5
estrellas. /
Smexy Books, una A.
That’s What I’m Talking About le dio una A tanto a la historia como a la narración que hace Justine Eyre del
audiolibro.
5 tazas de café le dan en Latte Nights Reviews.
30/12/2020. Actualizo para indicar que la traducción al español saldrá el 18 de enero en grande, rústica, editorial Versátil. Aquí, la portada española:
Hola!
ResponderEliminarEstoy esperando el libro de Ewan, espero no tenga la maldición del último libro. Eso de que le creen suspenso a las personas por un personaje y a la final la embarren no me agrada.
A mí personalmente el tercer libro, el de Ewan, me ha gustado menos que este. Pero creo que es más por manías personales. El viernes publicaré la crítica de Daring and the duke.
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