lunes, 15 de febrero de 2016

Cómo somos


Es una verdad universalmente reconocida que los lectores de novela romántica son mujeres solteras que viven con un montón de gatos y que necesitan a un hombre.

Maya Rodale en su artículo “Who Is The Romance Reader?”, The Huffington Post, 05/07/2015.


Ya conté el lunes pasado ("Cómo nos ven") cuál era la imagen tópica de la lectora de romántica entre quienes no leen romántica. La mayor parte de los lectores, no nos sentimos identificados. Claro que la auto-percepción puede estar sesgada.

De ahí la importancia de encontrar estudios objetivos.

Resumo quiénes leen romántica (en USA):

·         Mayoritariamente mujeres,
·         entre 30-54 años,
·         con estudios superiores,
·         pareja estable,
·         unos ingresos de alrededor de 55.000 dólares,
·         leen mucho,
·         … tanto que los servicios de suscripción no los quieren
·         … pero también otros géneros, y
·         Su vida sexual y emocional va bien porque, bueno,
¡Saben distinguir entre ficción y realidad!

Estas son las conclusiones después de analizar las estadísticas. ¡Adoro las estadísticas! Este post va a estar lleno de ellas, me temo. ¿Aburrido? Quizá. Pero desde luego más fiable que esos otros artículos que hablaban sin dar una sola referencia. Advertencia 1: muchas de estas encuestas, investigaciones y estudios se hicieron en línea. Segundo caveat: son datos estadounidenses.

Ya dije que la escritora Maya Rodale ha publicado un ensayo, Dangerous Books for Girls (“Libros peligrosos para chicas”), para el cual hizo un cuestionario en línea para lectores y no lectores de romántica, cuyos datos se pueden encontrar aquí.

No pretende ser, y lo advierte, una investigación científica, lo cual es lógico considerando que respondieron 815 personas, pero sí que puede darnos datos útiles para ilustrar este post.

También aporto datos de consumo de libros efectuado por Nielsen, y que se pueden ver en la página de la RWA. De la difunta página The Romance Reader recogí también datos, que lamentablemente no puedo enlazar porque, bueno, desapareció un mal día. Pero sí que están sus datos en esta otra página web, que, como yo, las apuntó.

Datos de consumo

Hábitos lectores

Se lee mucho y se gasta más.

Mary BRYSON realizó una encuesta en mayo de 2004 (“Public Library Services to the Romance Reader: An Online Survey of Romance Readers”), orientada sobre todo a proporcionar datos útiles a los bibliotecarios, el lector de romántica, mayoritariamente (47,9%), lee 7 libros o más al mes.

Según una investigación realizada en la cadena de librerías BARNES & NOBLE, quienes compran romántica pueden gastarse, típicamente hasta 100 dólares al mes por libros y pueden llegar a leer 40 libros al mes (TRR a través de MarriageRomance.org).

Alrededor de un 6% compran romántica más de una vez a la semana, y el 15% al menos una vez a la semana. Más aún, el 25% de los compradores leen romántica más de una vez a la semana, y casi la mitad lo hacen al menos una vez a la semana; sólo el 20% leen romántica menos de una vez al mes (Fuente: NIELSEN 2015).

El estudio RWA suele proporcionar datos de hábitos de consumo, al menos desde el año 2012, que es cuando yo empecé a conservar este tipo de cosillas relativas con la industria del romance. Es curioso, porque tengo apuntado que en 2012 el principal lugar donde se compra romántica es Internet un 44%, con un 25% para Amazon. Pero en la última encuesta es diferente: la respuesta mayoritaria que dan es que compran en tiendas. La tienda física en la que más compran es Barnes & Noble y la virtual, Amazon.com.

Esta avidez consumidora ha causado cierta preocupación en los servicios de suscripción, porque no les trae cuenta, económicamente, tener lectores de romántica. Ya sabéis, esos sitios donde pagas una cantidad fija al mes y puedes leer todo lo que quieras de entre sus libros. Parece ser que Scribd, por ejemplo, redujo drásticamente el número de novelas románticas a disposición de sus clientes. ¿Por qué? Porque no les salía rentable. Las editoriales cobran a estos servicios un tanto por cada libro descargado/leído, y resulta que, en cuanto el usuario pasa de 4-5 libros al mes, pierden dinero. Y claro, los lectores de romántica leemos más de media docena de libros al mes.
Frecuencia lectora

En la estadística actual de la RWA solo hablan de que el 64% leen romance más de una vez al mes. En estadísticas de años anteriores fueron más detallados. Tengo aquí apuntados los resultados de una en la que salía que el 44% se consideraba “lectores frecuentes” de romance (leen unos cuantos); el 31% "ávidos lectores " (casi siempre están leyendo una novela romántica); y un 25 % son "lectores ocasionales" (a veces sí, y a veces no, como por ejemplo leer romance en vacaciones).

En Romance Fiction Statistics –Love Between the Covers aparece que un 46% de los consumidores de novela romántica leen al menos un libro por semana. En comparación, el estadounidense medio lee cinco libros al año. Y en esa misma estadística aparece que tardan en leer una novela romántica, de media, siete días. Es lógico, no son difíciles de leer y tampoco suelen sobrepasar las 300 páginas (salvo si eres Diana Gabaldon). Aunque, como dijo Maya Angelou (la cita la menciona Maya Rodale) Easy reading is damn hard writing. O sea, un libro fácil de leer es tremendamente difícil de escribir.

En la encuesta de Maya RODALE, un 46% leen romántica al menos una vez al día, un 32% una vez a la semana y un 16%, al menos, una vez al mes.

La RWA también proporciona el dato de que son lectores de “largo recorrido”. Son grupo mayoritario (actualmente, 35,1%, en una encuesta pasada tengo apuntado que eran 41%) los que llevan leyendo romance desde hace 20 años o más. Esto hay que ponerlo en relación, creo yo, con el resultado de la encuesta de Maya Rodale respecto al momento en que se empieza a leer romántica, que es la adolescencia: un 41% empezó con 11-13 años y un 29% entre los 14 y los 18. Luego va descendiendo conforme se sube en tramo de edad.

No leen sólo romántica

En la estadística actual de la RWA mencionan los otros géneros que leen los lectores de romántica: suspense (los de más edad), ficción general, libros de cocina/comida, juvenil y ficción erótica (estos dos últimos tipos de libros, los de menor edad). No me parece que en esto el lector medio de romántica se diferencia del lector medio de cualquier otro tipo de novela. Quizá llama la atención el tema “libros de cocina”, que algunos pueden tener el prejuicio de pensar que es algo muy femenino; como yo soy del Norte de España, zona geográfica en la que todos nos creemos Arzak (o cuando menos, Arguiñano), en mi entorno libros de cocina los compran y leen indistintamente hombres y mujeres.

¿Quiénes leen, realmente, novela romántica?

Sexo

La encuesta actual RWA ofrece el dato de que el 84% de quienes compran novelas románticas son mujeres, y los hombres el 16%. Según NIELSEN, en el cuarto trimestre de 2014, las mujeres forman el 82% de los compradores de libros románticos. El incremento de lectores masculinos es algo que va subiendo. En una anterior de RWA eran 9% y no el 16%; y el estudio RWA de 2005, un incremento significativo respecto a la encuesta de 2002, que sólo era del 7%.

Aquí se hacen eco del informe Nielsen 2014 y dicen “Los compradores de libros románticos son más mujeres que hombres en relación con la ficción general, pero actualmente le están prestando más atención al género que nunca –especialmente dada la cobertura que los medios le han dado a Cincuenta sombras de de Grey—más hombres entran en el redil. En el primer trimestre de 2014, el 15% de libros románticos los adquirieron hombres, en comparación con el 12% de 2013.

En un artículo en la australiana Daily Review (“Razer on Romance writers: These broads have no time for nonsense”, por Helen Razer, 25.08.2015) hablan del 20% de lectores masculinos en relación  con un concreto tipo de novela romántica:


El romance rural, llamado “Chook Lit”, alimenta la avaricia que muchos australianos (incluyendo hombres cuya lectura del género se estima en alrededor del 20%) sienten por una visión idealizada de su nación. 


La historia de uno de estos lectores la cuenta Cindy Gerard, autora de suspense romántico:


Un soldado que había ido dos veces a Irak la escribió diciendo que, al regreso de su tercer despliegue, “planeaba morir”. Este soldado, David Drennan, cogió su novela To the Edge. Dice que pudo identificarse con el héroe del libro, que también estaba luchando por su transición de vuelta a la sociedad. "Me hizo sentir que podía cambiar las cosas por mí mismo, con tal de tener la valentía suficiente de salir ahí y ponerme a ello," dijo Drennan a USA TODAY. Actualmente sigue en servicio activo en la Guardia Nacional del Ejército estadounidense. "Las novelas románticas no son sólo para mujeres."


Entre estos lectores masculinos de romántica, encontramos algunos blogueros, como el tristemente célebre Noah Berlatsky de “The Hooded Utilitarian” o John, de “Dreaming In Books”, aunque lo compaginan con otros géneros.
Eso sí, parece que nosotras estamos más dispuestas a hablar del género. Porque la encuesta de Maya Rodale la contestaron un 99% de mujeres, 0,7% de hombres y 0,3% que se define como “otros”.

Edad y trabajo

La edad media del lector de romance es 39 años y trabaja fuera de casa (Forbes Magazine, citada por TRR y se puede consultar en el enlace MarriageRomance.org)

RWA amplía el rango de edad: entre 30 y 54 años. 

El Informe NIELSEN sobre compradores de novela romántica: bajó de 44 a 42 años; esto hace que la edad media de quien compra este género similar a la edad de quien compra, en general, ficción. Además, el 44% de estos lectores están entre los 18 y los 44 años de edad.

Esta era una de las preguntas que hizo Maya RODALE y la franja mayoritaria fue la de los 25 y los 34 años (32%). El siguiente grupo de edad fueron los de 35-44 años (23%) y el siguiente 45-54 (21%). O sea, que el 76% está entre los 25 y los 54 años, lo que se corresponde con los datos del informe Nielsen y los publicados por RWA.

Se desprecia como género de “amas de casa aburridas”. Dado que ser ama de casa es un trabajo bastante agotador, con un horario interminable, felicito a las que encuentren tiempo libre para leer. Pero hoy en día es más un tópico que una realidad. Maya Rodale especula que esta imagen tópica puede deberse a que la primera investigación sobre lectores de romance (Janice Radway: Reading the Romance: Pop Culture and the Patriarchy) sólo estudió amas de casa. Hoy en día, la mayor parte de los lectores trabajan fuera de casa.

Ingresos anuales

Los ingresos anuales medios del hogar de un lector de romántica, según publicó TRR hace años, eran 40.000 dólares (al cambio actual, 35.536 euros). La encuesta RWA de 2014 sitúa los ingresos medios del lector de romántica en 55.000 dólares anuales (48.865,03 €). 

A Maya Rodale le salió como grupo mayoritario (29%) los que ganaban entre 51.000 y 99.000 dólares al año.

Estado civil

Según la encuesta de consumo de la RWA del año 2011, un poco más de la mitad de los lectores tienen esposo o una persona especial. La encuesta RWA de 2005 señalaba que la mayor parte de los lectores estaban casados (50%). 

En Romance Fiction Statistics – Love Between the Covers aparece que el 59% están emparejados.

Encuesta de Maya Rodale: 51% casados, 6% viviendo en pareja y 2% en una relación; un tercio, eso sí, se incluye en la categoría de singles.

Conclusión: la mayoría estamos emparejados. 

Nivel educativo

El 45 % de los lectores de romance, según aquello que publicó TRR, tienen educación universitaria a nivel de college. Aquí veo que el 42% tienen un bachelor’s degree (o sea, título de grado) o más, un 27% con college degrees, 15% de posgraduados y un 7% de associate degrees (diplomados). Con lo que los lectores con educación universitaria son mayoritarios.

Los que contestaron a la encuesta de Maya Rodale tenían bachelor’s degree en un 36%, master 28% y luego ya baja al 12% que tienen some college.

Resumiendo: aproximadamente la mitad de los lectores de romántica tienen educación universitaria.

Feminismo

Me gustaría mencionar aquí una de las preguntas de Maya Rodale, si el lector se considera o no feminista. No cabe duda: la inmensa mayoría, sí (60%). Pero tiene gran relevancia ese 37% que contesta: “yo no me llamaría feminista, pero sí creo en la igualdad entre hombres y mujeres”. Sólo el 3% dice que no.
Un 62% entiende que algunas novelas románticas promueven los valores feministas, un 61% considera que “empoderan” (odio este “palabro”, por favor, decidme traducciones alternativas a empower) a las mujeres. 


¿Y la romántica les influye?

Es interesante ver que, en la encuesta de Maya RODALE, la mayoría de los lectores piensan que los héroes de romántica son un gran ejemplo, aunque pocos hombres pueden estar a la altura (26%) o que, simplemente, crean expectativas poco realistas sobre los hombres (24%) pero que las lectoras de romance no tienen expectativas irreales sobre los hombres debido a los héroes de romántica porque pueden separar la vida real de la ficción (52%). 

En su artículo “Who Is The Romance Reader?” cita a Esi Sogah, editor senior de Kensington Books: “No creo que la gente piense que quien lee novelas de misterio sean detectives frustrados”.

G. ANDERTON (2009) centró su estudio en el aspecto sexual de la novela romántica: Excitement, adventure, indifference: romance readers’ perceptions of how romance Reading impacts their sex lives  (“Excitación, aventura, indiferencia: las percepciones de los lectores de romance sobre cómo la lectura de romance influye en sus vidas sexuales”).

¿No es ya sexista de por si hacer este tipo de trabajos? ¿Por qué nadie se pregunta por los efectos de otro tipo de lecturas? En fin.

La mayor parte de los participantes del estudio (75,5%) señalan que leer novelas románticas ha tenido un impacto en sus vidas sexuales. Se sienten más inclinadas a implicarse en actividades sexuales y en intentar nuevas actividades sexuales. En esto coinciden con Psychology Today, que citó (hace años, repito, la página desapareció y sólo nos queda su reflejo en MarriageRomance.org) TRR, que afirma que las mujeres que leen novelas románticas hacen el amor con sus parejas un 74% más a menudo que las mujeres que no leen romántica. 

Pero sexo no es lo mismo que sentimientos. La mayoría (85%) consideraron que leer novelas románticas no afecta a sus sentimientos sobre sus compañeros sexuales ni han tenido un impacto positivo al respecto.

Eso sí, la mayoría coincidió en que las novelas presentan información incorrecta o confusa sobre sexo seguro y que no son fiables en este tema. No hará mucho, Anna Casanovas le dedicó un post a este tema en su blog: “El increíble sexo de la literatura romántica”.

Un pequeño número de participantes (24,5%) lee estrictamente por el placer de leer, y entiende que las novelas románticas no afectan ni a su vida sexual, ni al conocimiento sobre la sexualidad. Ni aprenden nada de ellas ni les hace cambiar su comportamiento.

Como en todo grupo humano, entre los lectores de romántica habrá quien está satisfecho con su vida sexual y quien no lo esté. Los que lo están, saben que no hay por qué comparar a sus compañeros sexuales con los aventureros protas de una novela romántica, o, si lo hacen, sus parejas salen ganando en la comparación.

Nada sorprendentemente, los insatisfechos sí que sienten que sus compañeros sexuales salen perdiendo si se los compara con los protagonistas de las novelas.

8 comentarios:

  1. A mí hay una cosa que me choca: lo de que las lectoras de romántica vivimos en una nube y luego nos frustramos porque no encontramos eso en la realidad. Esto es como esa tontuna de que si has crecido viendo las viejas películas de Disney eres una pava que espera que te salve el príncipe. ¿No entienden lo que es la evasión y la imaginación? ¿Acaso los fans de "Star Wars" no viven en un mundo paralelo? (Y olé por ellos y sus rollos filosófico-jedis) Y no digamos los fanáticos de ESDLA. Pero no, somos las lectoras de románticas las más tontas del mundo mundial porque disfrutamos ante una buena historia de amor, que resulta que es el sentimiento más abominable del mundo...

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    1. Mi hipótesis es que, principalmente, a que somos mujeres y por eso muchos hombres creen que somos débiles mentales. Pero también tiene su punto de desprecio snob: los que juegan por ejemplo a videojuegos tienen el estigma de que si son infantiles, aunque sea tipos talluditos, con canas en la barba. O que los que ven fútbol son todos unos gañanes. Básicamente, tienden a despreciar lo que no conocen.

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  2. Me ha encantado, :) Aunque yo no entro en la media, (especialmente por el sueldo XDDDDDDD). Y...¡qué cosas! Lxs lectorxs de romántica saben diferenciar entre realidad y ficción xDDD :P

    ¡Un beso!

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  3. Me ha parecido muy interesante el post. No suelo hacer mucho caso a las estadísticas sobre los hábitos lectores porque la mayoría de las veces me pregunto de dónde demonios han sacado los datos.
    Esta en cambio me parecen más acertadas, aunque en mi caso coincide en poco.
    Yo comencé a leer romántica con quince, porque en la biblioteca me topé con un libro de Johanna Lindsey y desde ahí ha sido un no parar.

    Recuerdo que hace años presté una novela a una amiga de mi madre y se enganchó. Un día hablando me dijo "ves esos jardínes (sólo leía histórica), esos hombres, esos romances...y te despiertas y todo es tan...feo". No sé, yo jamás he idealizado las novelas, no espero encontrar en la vida real lo que leemos en esos libros.

    Voy a pasarme a leer el otro post, que por fin me estoy poniendo al día!

    Un beso

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    1. Qué anécdota tan melancólica. No me gustaría quedarme así después de leer una novela, tal vez sea porque soy una encantada de la vida y me parece de todo menos fea. La vida me parece, muchas veces, perra, injusta y difícil, pero nunca le diría fea, al menos en nuestro privilegiado Primer Mundo.
      Advierto que el hecho de que mayor grupo lector esté en 30-54 se debe creo yo a que hay más gente en esa franja de población que a otra cosa, son los del baby boom; los adolescentes de ahora son milennials que son un grupo más reducido.
      La RWA da el dato de que la mayoría (35,1 %) empezó a leer hace 20 o más años, ergo, como tú y como yo, la mayoría empezaron a leer romántica de adolescentes.

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  4. La verdad, es que me están encantando estas entradas. Y creo que establecer otro punto de vista es más que necesario.
    Un saludo :)

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