La vuelta de Lisa Kleypas a la romántica histórica
no defrauda.
DATOS GENERALES
Título original: Cold-Hearted Rake
Subgénero: histórica
Fecha de
publicación original en inglés: 2015
Publicación en español: Un seductor
sin corazón
Fecha: junio 2016
Editorial: Ediciones B, S. A. para el sello Vergara
Traductora: Laura Paredes
Parte de una serie: #1 Los Ravenel
SINOPSIS (según
la contraportada)
Un capricho del destino
Devon Ravenel, el libertino más encantador de Londres, acaba de
heredar un condado, pero su nuevo rango social incluye unas cuantas sorpresas.
La propiedad heredada carga con numerosas deudas y las tres inocentes hermanas
del conde aún ocupan la casa… junto con Kathleen,
Lady Trenear, una joven viuda cuyo agudo ingenio y determinación se
equiparan a los del propio Devon.
Un choque de voluntades
Kathleen sabe que no debe confiar en un bribón como
Devon, pero la fuerte atracción que existe entre ambos es innegable… y tras
estrecharla entre sus brazos por primera vez Devon jura hacer lo que sea para
poseerla. ¿Conseguirá ella evitar entregarle el corazón al hombre más peligroso
que jamás ha conocido?
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí está dentro de las mil mejores novelas románticas, allá por el
puesto ochocientos y pico. Consiguió muy buenas críticas en All About Romance (DIK A-) y en Smart Bitches Trashy Books
(A). Ha obtenido el premio RT 2015
al mejor romance histórico ambientado en las islas Británicas.
CRÍTICA
Lisa Kleypas
es una de mis escritoras favoritas, así que, ¿cómo no iba a comprarme este
libro de su nueva serie?
Después de
leerlo, le doy las gracias a la autora por volver a las enaguas.
Devon
Ravenel es un chico de buena familia, dedicado a la ociosidad. Inesperadamente,
hereda un condado, con sus responsabilidades y sus deudas. ¿La primera idea?
Venderlo todo y a seguir living la vida
loca. Pero pronto cambia de opinión.
Conoce a
Kathleen, la viuda del anterior conde, de ascendencia irlandesa, menudita, pero
atractiva. Y a sus primas (del conde, no de ella), claro material para futuras
entregas.
Desde el
principio chocan y se atraen de manera irresistible. Con el tiempo, se pondrán
a ello con la elegante sensualidad tan propia de Lisa Kleypas.
Devon es uno
de esos calaveras (eso significa el rake
del título original, calavera, vividor, libertino) tan típicos de la novela
romántica a los que nunca ves hacer ninguna calaverada. Cambia a lo largo de la
novela, asumiendo las obligaciones de su nueva situación social. Además, es un
tipo tan lúcido que no sólo comprende cómo son las cosas, sino que también es
consciente de lo mucho que ignora. Añádele que es guapo y sexy y, ¿qué más
puedes pedir?
Kathleen es
más tibia. No hay evolución en el personaje, pero tampoco nada que te haga
cogerla manía. Diría que es un poco tontita a veces, discute las decisiones
económicas de Devon sin tener la menor idea de la situación financiera, por
ejemplo. Le cuesta ponerse en el lugar del otro: le pasa con Devon y con su
cuñada Helen.
En resumen:
una historia estupenda, con personajes atractivos, muy bien contada, con toques
de humor acá y allá que hacen la lectura amenísima. La traducción, muy
correcta.
Así que me
parece una novela muy buena, aunque no ha sido, para mi, una experiencia de
diez. No me ha dejado resacosa, y tampoco hay nada innovador en esta novela.
Podría haber sido publicada exactamente igual hace diez años. Hasta puedes
encontrar escenas tópicas: lluvia inesperada que te deja en plan camiseta
mojada, la irrupción en una habitación donde (¡sorpresa, sorpresa!) hay una
bañera y alguien dentro (¡viva la carne!), o un protagonista con problemas de
salud, perfecta excusa para ponerse en plan Florence Nightingale.
Algunas cositas
insignificantes me sacaron en algunos momentos de la historia, pero yo creo que
eso le pasa a quienes –como yo- almacenan un montón de datos inútiles en la
cabeza. Como me queda espacio en la crítica, me voy a explayar, pero quedaos
con la idea de…
Es de Kleypas.
Es buena.
Os va a gustar.
Primero, las
tres primas de Devon se llaman Helen, Pandora y Cassandra. Según la autora
“parecía totalmente lógico que les hubieran puesto nombres de diosas griegas”
(pág. 28) y “Helen era la única a la que le había correspondido el [nombre] de
un mortal” (pág. 34). Eh… no. Ni Pandora ni Casandra eran diosas. Pandora fue
la primera de las mujeres y Casandra la hija de Príamo y Hécuba, que Agamenón
se llevó como botín de guerra; tenía el don de la profecía pero la maldición de
que nadie la creyera. Son figuras mitológicas, pero tenían de diosas lo mismito
que Helena de Troya
Segundo,
Helen cultiva orquídeas. En un momento dado (pág. 35) dice que una se llama Dressleria... ¡en 1875! Un narrador
omnisciente del siglo XXI puede contarnos que Helen tenía una Dressleria. Pero esa no es una palabra
que puedas poner en boca de un personaje, porque el nombre de Dressleria se les puso en 1975, en honor
a Robert Louis Dressler (n. en 1927).
Tercero.
West, el hermano de Devon, visita la bien dotada bodega de la mansión e informa
que hay “champán importado, veinte cabernet, al menos otros tantos burdeos y
una enorme cantidad de coñac”. ¿Cabernet, de verdad? En Europa (ahora y más en
el siglo XIX) a los vinos se les suele designar por su lugar de origen, no por
la uva o uvas que lleven; en cambio, en los países del Nuevo Mundo vitivinícola
optaron por elaborar vinos monovarietales y, “a falta de regiones famosas por
sus vinos, los comienzan a diferenciar según la variedad de uvas que se
utilicen y así nacen los Merlot, los Cabernet Sauvignon o los Zinfandel” (véase
por ejemplo este artículo en imujer).
Aquí, incluso si el vino es monovarietal,
se le suele llamar por su lugar de origen; la excepción que se me viene a la
cabeza es el albariño. Podría haber
dicho “vinos del Loira”, y no habría “cantado” nada.
Luego me
eché unas risas cuando a Rhys Winterborne, galés de nacimiento, lo describen
con “piel color canela” (pág. 344) y con “pelo negro y cutis moreno. Aquel
color de piel, fruto al parecer, de la influencia vasca en Gales…” (pág. 341).
Estereotipo meridional: viniendo del sur, eres moreno de verde luna. No creo
que la autora quiera decir que Rhys en concreto tenga antepasados euskéricos.
No, creo que sigue la hipótesis defendida por un tal Stephen Oppenheimer (entre
otros), del origen “vasco” de irlandeses y galeses. Hablan de una migración de
sur a norte hace 16.000 años. De haberse producido, la verdad es que yo nunca
la llamaría de “vascos” a “Gales”, pero bueno, oye, cada uno que siga las
hipótesis que quiera. Al fin y al cabo, como suelo decir, los vascos nacen donde
les da la gana. Y si a la Kleypas le suena más exótico que los galeses tengan origen
vasco y eso les hace renegridos y de empavonados bucles, pues nada, ella misma.
Pero son
sólo manías mías. Esta magnífica novela me picó con tanta habilidad respecto al
siguiente, Marrying Winterborne, que
me lo descargué de forma inmediata, para saber cómo sigue la historia.
Apuesto por esta
serie. Tengo la impresión de que va a ser como si los chicos de la serie
Floreros se encontraran con las chicas Hathaway. Helen es otra Win y Pandora
recuerda a Beatrix.
Valoración personal:
notable, 4
Se la recomendaría a: todos
los aficionados a la novela romántica que no le hagan ascos a las enaguas.
Otras críticas de la novela:
Anasy (El rincón de la novela romántica) reconoce que
se ha llevado un chasco, para ella lo único bueno del libro son las gemelas y
entre los personajes principales no ha encontrado nada de química.
Les convenció a los de Vuelve la página, que también se fijaron en lo de galés de origen vasco.
Kimberly Carrington-Fox (A la cama… con un libro) le da 4 gandys.
A La vena romántica
le gustó, salvo alguna cosilla; las escenas
sexuales se le hicieron demasiado largas.
En Smart Bitches Trashy Books, Elyse le dio una A.
Y en esta página me entero de que el tercer libro de la serie lo protagonizará Pandora y, ¡sorpresa!, el chico de la película será el hijo de Evie y Sebastian, sí los
protagonistas de El diablo en invierno,
el tercero de las Floreros. Se llamará Devil
in Spring (“El diablo en primavera”) y ya se puede adquirir en preventa en Amazon
para el 28 de febrero de 2017. ¿Y qué creéis que voy a hacer ipso facto?
Me lo apunto entonces para mi primera incursion en la Keyplas de las enaguas jajaja. ¿O me recomiendas otro antes?
ResponderEliminarUn saludo.
Cuando no he leído nada de una autora, yo prefiero empezar lo que la gente piensa que es "lo mejor". En el caso de Lisa Kleypas, lo que más gusta es Sueño contigo o Secretos de una noche de verano o Sucedió en otoño, lo que pasa es que la primera o te la deja una amiga o la lees en inglés o es imposible de encontrar; de segunda mano tiene precios disparatados. Así que prueba cualquiera de las otras dos, que son las primeras de las Floreros. Así sabrás si es o no tu tipo de novela romántica histórica. Esta también está bien y lo disfrutas, ¿eh?
EliminarBueno, como ya sabes mi opinión tampoco voy a darte mucho la brasa. En general he disfrutado con el libro pero la pareja protagonista a mí me ha dejado algo fría. El resto de los personajes me lo compensan, eso sí, especialmente Rhys, del que me he enamorado totalmente (también me hizo mucha gracia lo de su origen vasco).
ResponderEliminarYo también tengo muchas esperanzas puestas en esta serie, de momento estoy muy contenta con ella y Devil in Spring ya me tiene emocionadísima (tanto que ya he caído con la preventa)! Has visto la portada? Es preciosa.
Estupenda reseña!
Un saludo!
No me había fijado en la portada. Tienes razón, es preciosa. Me recuerda un poco a algunos de la serie La Selección de Kiera Cass, como La heredera o La corona, es de ese estilo.
EliminarSí, justo me ha recordado a esas portadas. Me parece que por colores la han querido relacionar con Devil in winter, cosa que me encanta
EliminarMe ha gustado sin ser una maravilla, y de todos los personajes presentados resulta que el que más me gusta de todos es el hermano del protagonista West !que no tiene libro! (todavía) De los cuatro de la saga Ravenel lo pondría detrás de Casarse con él, al lado de Como dos extraños y por delante del que más me ha decepcionado, El diablo en primavera. En general los personajes masculinos me han gustado más que los femeninos, aunque destaco por supuesto la dudosa Garrett Gibson, Pandora prometía mucho pero en eso se quedó.
ResponderEliminar*Dudosa no, doctora.
EliminarNo sé, a mí Pandora sí que me gustó mucho. Pero tienes razón, la doctora Garrett destaca por encima de las demás. Gracias por tu comentario.
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