domingo, 20 de agosto de 2017

Crítica: “Demon Rumm”, de Sandra Brown

Tópico harlequinero: segunda oportunidad
Jun-1987
Bantam


DATOS GENERALES
Título original: Demon Rumm
Subgénero: contemporánea/Genérica
Fecha de publicación original en inglés: junio de 1987
Serie: Loveswept (LS) - 197

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS
Cuando Rylan North le dio a Kirsten Rumm su impresionante sonrisa, sabía que no podía negarle nada… incluso permitir al actor compartir su casa, aunque eso signifique revivir los terribles días antes de que su marido, piloto acrobático, se estrellara y desapareciera entre las llamas. Rylan era la elección perfecta para interpretar a “Demon” Rumm en la película sobre su vida: nadie podría ser más audaz o exigente… y nadie más puede encender la salvaje necesidad que Kirsten sentía en su interior. Pero primero él tendría que exorcizar los explosivos secretos que plagaban sus sueños… y apostar que ella encontraría el coraje suficiente en sus brazos para arriesgarse a volver a amar.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No, es de las que compré porque era de Sandra Brown.

CRÍTICA
Esta novela es de las que compré en una primera edición, de las últimas de Sandra Brown con las que me hice. No recordaba nada de ella. Ha tenido puntuaciones bastante bajas en Goodreads y Amazon, pero luego cuando me he puesto a leerla, la verdad es que la he disfrutado.
Kirsten es viuda, y está escribiendo un ensayo sobre su vida con su marido, Charles “Demonio” Rumm. Él era piloto de avión de esos que hacen acrobacias aéreas. Murió en un accidente, envuelto en llamas.
Como una forma de cerrar página, Kirsten está acabando su libro sobre su vida en común. Al mismo tiempo, se está rodando una película sobre la vida de su marido. Y el actor que lo va a interpretar, Rylan North, le pide irse a vivir unos días a la casa que compartieron los Rumm, para meterse mejor en los personajes.
Ya se sabe, es una cosa de esas muy “del método”, que digo yo que qué harán estos actores cuando tengan que interpretar a Hamlet o a Edipo.
Kirsten no está por la labor de permitir que ese extraño entre en su casa, por muy actor de Hollywood superguapo que sea. Pero entre el agente de él y el abogado de ella acaban presionándola para que acepte, y allá que se lo lleva a su casa, una preciosa edificación moderna frente al mar.
Rylan es, como buen actor, bastante observador. Es un tipo muy serio con su trabajo, centrado en las películas y no tanto en el estrellato. Mira, hace preguntas,… y tiene la mosca tras la oreja de que hay algo que Kirsten le está ocultando. Está claro que no lo quiere allí, tiene miedo de algo pero, ¿de qué?
Es una mujer reservada, distante, que viste siempre con esa corrección tan propia de las heroínas Sandra Brown. Con su pelo corto, parece valiente, pero en su interior siempre tuvo miedo por el trabajo de su marido. Ahora sólo quiere superar todo aquello preservando la buena memoria que el público tiene del difunto.
Pero bajo esa fachada es una mujer apasionada a quien los encantos de Rylan no le son tan indiferentes como aparenta. Y él, que le ha echado el ojo desde que se conocieron, no puede evitar sentirse atraído por ella. Sin embargo, mantiene esa inquietud de darle vueltas a la cabeza meditando sobre Kirsten y su marido difunto.
Tienen sus momentos de tensión sexual no resuelta, de frustración por la situación y al final, ¡sí! Acaban juntos.
Para ser lo que es, una novelita genérica de hace tantos años, consiguió atraparme en la intriga. Los dos personajes resultan atractivos, y tienes todo el rato esa necesidad de seguir leyendo a ver qué era lo que pasaba con el marido o con ella, porque sí, obviamente, hay aquí algún secretillo que el ojo avispado del actor acaba por descubrir.
Yo creo que me pareció particularmente atractivo Rylan North, que en general resulta bastante correcto para ser de los ochenta. Perspicaz y celoso de su intimidad, se concentra en hacer un buen trabajo. Tan intenso y exigente que, si ve que la película no va como él cree que debería ir, se larga así, sin más, y que luego se lo arreglen sus asesores legales.
Normalmente no me gustan los epílogos, pero fíjate en este caso me pareció necesario, para que quede claro que estas dos personas se han enamorado realmente y están genial juntas, que no se trata simplemente de que él interpreta el papel de su difunto esposo y por lo tanto se enamora de ella como su personaje, o que ella no sepa diferenciar entre su esposo y el actor que lo interpreta.
En resumen, a mí me gustó y pasa el corte como una novelita que aún se puede leer con gusto.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: aficionados a las novelitas genéricas con toque ochentero.

Otras críticas de la novela:
Como es habitual, no hay muchas críticas de cosas tan antiguas. Siempre tenemos Good Reads, donde tiene una puntuación de 3.35.
A JaimeKristal: Tales of a Book Lover en general le gustó.
En cambio, That’s What She Read le da sólo 1 estrella.
Si alguien conoce alguna otra crítica de la novela, en inglés o español, siéntase libre de enlazar abajo.

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