martes, 5 de marzo de 2019

Crítica: “My Lord, Lady, and Gentleman”, de Nicola Davidson



Otra de esas que es lo más cercano al porno que puedes encontrar en romántica erótica

DATOS GENERALES
Título original: My Lord, Lady, and Gentleman
Subgénero: erótica
Fecha de publicación original en inglés: 7/2018

Parte de una serie: Surrey STS #3

NO TRADUCIDA EL ESPAÑOL

SINOPSIS (según Good Reads /)
Bienvenido a la Sociedad por la Libertad Sexual de Surrey, donde damas y caballeros desinhibidos y nada convencionales discuten sobre todos los temas eróticos…
Alejado de su aristocrática familia por elegir el arte antes que destino adecuado para un tercer hijo, el Sr. Clayton Irving vive en circunstancias miserables. Su único placer son sus amigos y un extraordinario talento para los retratos sensuales, hasta que surge la oportunidad perfecta: pintar a la emperatriz de la buena sociedad Lady Susanna Fenton. Todos sus problemas de dinero desaparecerán… si puede ocultar su ansia feroz por ella y, algo aún más prohibido, por su esposo, Lord Joseph Fenton.
A los ojos del mundo, los Fenton lo tienen todo: una riqueza asombrosa, posición social y una cariñosa unión. Pero sus sonrisas ocultan un matrimonio roto por secretos y simulación. El perverso retrato es un último esfuerzo por salvarlo, y Susanna y Joseph pronto descubrirán que el pecaminosamente atractivo Clayton es la clave para un nuevo y apasionado comienzo, feliz para todos. Pero los secretos siempre se revelan, y los que rompen las reglas son castigados. ¿Puede un nada convencional ménage de verdad desafiarlo todo por amor?

Tenga en cuenta que este libro contiene lenguaje y contenido sexual explícitos.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Estaría como mucho entre las quince mil mejores novelas, y bastante abajo en esa clasificación. Solo me fijé en ella porque era una de las finalistas en el #readRchat award de 2018.

CRÍTICA
Di con este libro al leer los finalistas al premio #readRchat en la categoría de romance erótico. Me intrigó que fuera un libro de ménage MFM. Y como el otro que leí de Nicola Davidson me había gustado, me dije, venga, vamos a por uno de tríos, a ver qué tal.
A diferencia del otro que leí sobre tríos, Long hard ride, de Lorelei James que era todo muy aventurero pero el final feliz era con los dos enamorados en exclusiva, esta novela tiene más como horizonte un final feliz en que los que acaban juntos y vivos son tres, y no dos.
Clayton viene de buena familia, que le tenía destinado ser cura, por aquello de que era lo adecuado para un tercer hijo de familia noble de la Regencia. Pero lo suyo era el arte, en modalidad de retratos eróticos, así que no puede haber nada más alejado de la vocación religiosa.
Dicen al principio de la obra que utilizaba su asombroso talento para los retratos sensuales que incluso lo habían comparado al gran Holbein. Eso ya me chocó, pues se supone que está ambientada en 1814, y me parece a mí que lo menos que podría nadie entonces sería acordarse de un retratista renacentista, como Holbein (m. 1543). Que sí, prodigioso como retratista, como un Tiziano o un Antonio Moro, pero que era de dos siglos atrás.
Más bien sus cuadros, tal como los describían, me recordaban a cosas más cercanas en el tiempo, como un Bouchet (m. 1770).
A ver, os explico. Se supone que pinta retratos sensuales.
Este es de Holbein, Ana de Cléveris, sensualidad por un tubo, como veis.


Esto es de Boucher, y le pegaría más, ¿no?


Y si querían a alguien coetáneo a su época, ¿por qué no un Johann Heinrich Füssli (m. 1825)? Este pintor suizo trabajó en Londres, donde se le conoció como Henry Fuseli.


Claro, que lo rompedor, y muy alternativo, sería que lo compararan con William Blake (m. 1827), pero eso –me temo– no está en el siglo XIX imaginario de las autoras de romántica actuales, que pasan totalmente de intentar hacer algo ni remotamente verosímil. 
Así que ya de entrada como que no veía yo al prota con mucho arte, más bien parecía un anodino pintorcillo de estampas eróticas, y eso no le sienta nada bien a un protagonista de novela romántica, al que no le va nada ser mediocre.
La cosa es que este pintorzuelo que malvive en un cuchitril, ha conseguido un encargo para pintar a la última estrella de la buena sociedad, lady Susanna Fenton. Él y su marido, ricos comerciantes, han sido recientemente ennoblecidos, y procuran vivir de acuerdo con su nuevo estatus.
Pero su vida marital no es que sea muy brillante. Y Susanna se pregunta por qué, así que por intentar añadirle algo de picante a su relación, se le ocurre que un retrato de ella, subido de tono, puede ayudarle a dar vidilla a la cosa.
Y vaya si se la da, pero en un sentido realmente inesperado. Clayton les ayudará a revivir la llama y, de paso, a forjar con ellos una buena amistad en que básicamente todos se tiran a todos.
Qué puedo decir, como la otra de Davidson, realmente tienes que suspender mucho la credulidad, porque todo es muy moderno en esta historia. Es una fantasía pseudohistórica modalidad erótica cuyo principal mérito es engarzar, en una historia medio coherente, un puñado de escenas eróticas muy explícitas.
Que están muy bien escritas y tiene su mérito, porque si escribir escenas sexis es siempre difícil, cuando ya son tres personas las implicadas, resulta aún más complicado. Entre la coreografía y la descripción de cómo se pone cada uno en la cama, se te puede ir el hilo de la narración por el desaguadero.
Lo bueno de este cuento (no llega a cien páginas) es que los personajes son estupendos, muy interesantes, que está muy bien escrito y, como es propio de la novela erótica, muy excitante.
La trama en sí es menos que cero, mera excusa, ya digo, para rellenar páginas entre escena y escena erótica.
Y el estilo, pues todo suena muy moderno. Yo me lo imagino como personas del siglo XXI que se disfrazan de época y hacen una performance montándose historias de estas. Así te puedes quedar con lo sabrosón y que no te rechinen los dientes con todo lo demás.
Como dije en Long ride hard, si lo que quieres es una novela con un episodio excitante tras otro, con debilidad por los tríos, con sexo vaginal, anal y bucal, pues sí, es una novela muy adecuada. Que oye, a veces es justo eso lo que quieres, y Nicola Davidson lo proporciona de manera sobresaliente.
Me gusta especialmente que se esfuerce en crear escenas eróticas que no recurran a la búsqueda de excitación a través del sado-maso. Las novelas románticas eróticas que se apartan de ese trillado camino son siempre de agradecer.
La parte emocional, o los personajes, tiene su puntín de interés. Les coges cariño porque todo el planteamiento es complicado: si quieres una relación emocional y sexual estable con otras dos personas al mismo tiempo, me imagino que no sea fácil de lograr. Te presentan un poco de las dificultades de tener esos gustos. 
Pero vamos, que fuera de lo que es el tema sexual, el resto de los elementos de la novela se quedan en muy poquito.
Así que no se confundan con mi puntuación. Dentro de lo que es novela erótica, merece cuatro estrellas. Como novela a secas, pues no vale ni para enrollar el bocata de calamares.
Valoración personal: notable (dentro de lo que es), 4

Se la recomendaría a: quienes gusten de ménage à trois.

Otras críticas de la novela:

No ha sido fácil encontrar a alguien más que comente esta historia. Las razones son obvias: es un cuento, es erótico y Nicola Davidson no es muy conocida. Así que es lógico que no la comenten mucho. Y eso que es una historia que han tenido que leer mucha gente, y ha debido gustar, porque si no, no habría estado de finalista en los #readRchat awards, ¿no?
Crítica solo he encontrado la de Red Hot Books, que le dio una A
En Amazon tiene una media de 4.4 estrellas, a día de hoy.
En Good Reads, un poco menos, 3.97 estrellas

2 comentarios:

  1. Pues mira que me gusta lo erótico pero me ha recordado mucho a The Red, de mi querida Tiffany Reisz, y ya me quedo con ella, que me parece que se curra un poco más la trama, también basada en el arte pero de un modo mucho más ingenioso, a mi parecer.
    De todos modos, siendo tan breve lo mismo le echo un ojo, a ver cómo escribe.
    Besotes!

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    1. Es cortita y estaba a precio razonable, así que no se pierde demasiado. Ya sabes que en Kindle siempre cabe la posibilidad de descargarte una muestra gratuita, a ver si te va el estilo de la autora.

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