jueves, 25 de abril de 2019

Crítica: “Break me down”, de Roni Loren


Una novelita sobre personas de esas que se hacen daño, o sea erótica sadomaso

DATOS GENERALES

Título original: Break Me Down
Fecha de publicación original en inglés: octubre de 2015
Subgénero: erótica
Parte de una serie: Loving on the Edge #7.5
Páginas: 172

SINOPSIS (según la Fiction Data Base)

Samantha Dunbar necesita olvidar a Gibson Andrews. Cuando él la entrenó para ser una dominatriz, ella experimentó lo calientes que podían ponerse las cosas con este sexy ejecutivo. Estaba dispuesta a darle todo, incluido su corazón. Pero Gibson retrocedió, declarando que eran incompatibles, él es un dominante y Sam no sumisa.
Pero después de que un ataque conmueva a Sam hasta el fondo, Gibson la sigue a la ruinosa granja de su familia y le hace una oferta. Se quedará toda la semana y será suyo en todos los aspectos, la ayudará en la renovación de la casa y será un amante dispuesto en su cama. Juró que nunca volvería a ceder el control a nadie, pero no ha podido tocar a otra mujer desde Sam. Tal vez una semana a solas con ella le cure de su implacable ansia.
Probarlo una vez solo hace que quieran más, y Sam y Gibson están más interesados ​​que nunca. El hombre que no cederá acaba de conocer a la chica que no se dará por vencida.

NO TRADUCIDO AL ESPAÑOL

¿Entra dentro de «Lo mejor de la novela romántica»?

No. Estaría como mucho entre las diez mil mejores a las que merece la pena darle una oportunidad, si esto es lo que te va. En Smart Bitches Trashy Books le dieron una calificación de A– y fue finalista en los premios RITA 2016, categoría de romance erótico. Le ganó For real, de Alexis Hall.

CRÍTICA

La protagonista de esta historia, Samantha, es una dominatriz que hace un año entrenó en «El Rancho», que según he podido deducir es una especie de club sadomaso. Como esta novelita es la 7.5 de la serie, deduzco que habrá habido más historias centradas en ese sitio, y que muchos de los personajes que aparecen serán protagonistas de relatos anteriores.
No descarto que esta sea una de esas parejas que entrevés en episodios anteriores que van a acabar juntos.
Su maestro era otro dominante, Gibson. Llega un momento en el que a ella se le va la mano y empieza a intentar dominarle a él, y él a someterse,… Esto le enoja y le asusta, porque en secreto, eso es algo que le gustaría pero lo encuentra humillante.
Todo eso se supone que ha pasado antes de que la narración empiece. Aquí vemos a Sam sirviendo copas y se le acerca Gibson. Ella le deja claro lo que quiere y él, que no se lo puede dar, así que no lo intente, que ella no está para perder el tiempo en tonterías.
Eso no significa que no se preocupen el uno por el otro, que no tengan cierta amistad. Así que cuando unos desconocidos atacan a Sam a la salida del trabajo, él quiere asegurarse de que ella está bien. Y no lo está. Furiosa, enloquecida, fuera de sí, ni en El Rancho la dejan hacer lo que quiere.
Acaba refugiándose en una granja destartalada que fue de su abuela y que ahora ella está reparando. Hasta allá se irá Gibson, todo preocupado por su bienestar. Ella no agradece su presencia. Él no se puede ir, muerto de preocupación. Así que al final él cede a los deseos de ella y acepta ser su juguete sexual durante esa semana, a ver si así se calma. Aunque ello conlleve adoptar un papel, el de sumiso, que él no quiere.
Como es una novela corta que no llega a las doscientas páginas tampoco hay mucho más que contar. Estas dos personas se caen bien, tienen sus manías sexuales y se trata de ver como Sam «rompe» a Gibson para que acepte su rol de sumiso. La línea esa típica de «tú dices que no quieres, pero yo sé que en el fondo te gusta».
Como puedes esperar, unas cuantas escenas sexualmente explícitas, con lujo de detalles, que incluyen fustigar, dar azotes, etc, etc.
Compré esta novela corta porque lo que he leído de Roni Loren hasta la fecha me gustó. No me esperaba una erótica. También es que soy un poco tontita, porque solo con mirar la portada, ya se ve que esto no va de paseos a la luz de la Luna.
Luego he visto que la autora ha escrito unos cuantos de este tipo. De hecho, así es como empezó en esto de la romántica.
Yo creo que si te gusta el sadomaso (en la realidad o en fantasía), este relato te va a gustar, en ese sentido, objetivamente, para el público «natural» de esta historia, yo creo que es sobresaliente.
A mí, sin embargo, es un tipo de historia que no me va mucho. Eso del sufrimiento y el dolor no me gusta, ni solo ni mezclado con el sexo. Como ya dije al hablar precisamente de Natural law, no me gusta el sado-maso, ni siquiera como fantasía. Normalmente me resulta repugnante ver a alguien causando dolor a otro, humillándolo o sometiéndolo.
Sí que es verdad que lo llevo algo mejor cuando es un hombre el que sufre que cuando es una mujer, pero incluso así… Para mí, esta novela fue como Natural law, de Joey W. Hill,  solo que en corto: en algunos momentos no podía parar de leer, pero en otros me incomodaba o incluso me resultaba francamente desagradable.
Las escenas sexuales me revolvieron un poquito el estómago.
Supongo que como todo, tiene su público. Y oye, me parece perfecto, entre adultos que consienten libremente, que gusten de lo que quieran.
Como no es para mí, aunque objetivamente esté bien escrita y sé que a mucha gente le ha gustado, no puedo más que valorarla conforme mi experiencia. Dos estrellitas y para de contar.
También es que a veces me parecía todo como muy ridículo. Se decían «Yo soy sub», «Y yo domme», y a mí me sonaba como si se estuvieran contando que uno era del Madrid y otro del Barça. Como si se tomaran muy en serio algo que en el fondo solo es recreativo. ¡Y la parafernalia, por favor…! Complican tanto el sexo que necesitan un libro de instrucciones.
Creo que en el futuro tengo que pensar mejor las cosas. Cuando una novela me llame la atención, debería mirar antes en Good Reads si es erótica y si, dentro de este subgénero, la han colocado en la balda BDSM.
No quiero pasar otra vez por una experiencia así, leer de cabo a rabo un libro que no me está gustando, solo porque mi tendencia TOC me obliga a ello y me impide dejar de leer.
Valoración personal: no es lo mío, 2

Se la recomendaría a: quienes gusten de erótica sado-maso.

Otras críticas de la novela:

No he encontrado críticas en español, así que paso con media docena de críticas en inglés.
A Michelle Abbott le gustó tanto que le dio cinco corazones
En Smart Bitches Trashy Books le dan una A-
4 ½ estrellas en Harlequin Junkie
Para Dear author es un libro de B.
4 corazones en Delighted Reader
3 estrellas para We So Nerdy

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