En el Reto Rita 3, este mes
toca Jo Beverley, una autora de la que he leído unas cuantas novelas que me han
gustado bastante. Falleció en 2016 y le dediqué un obituario. Ahí hablo un poco de su estilo y de
cuáles son sus obras más preferidas por el público, así que no voy a abundar
más.
Sus novelas
son históricas, con bastante rigor a la hora de reconstruir el pasado. Puede
parecerse algo a una Putney o una Balogh, pero no llega a ser tan dramática,
tan emocionalmente intensa. Tiene cierta distancia irónica sobre sus
personajes, como si no se tomaran a si mismos demasiado en serio.
He comentado
aquí más de una novela suya. Enlazo a las tres que me parecen más interesantes.
Primero, My lady notorious (Lady
Escándalo, 1993) la primera de los Mallorens, que logró
el Premio RITA a la mejor novela histórica. Luego, Something wicked (Atrevida, 1997), la tercera de los Mallorens y que tiene
el toque de enemigos a amantes y, por último, quizá su obra más lograda, Devilish (Diabólica, 2000), Mallorens
& Friends #5, que ganó el premio RITA al mejor romance histórico largo.
Para este Reto
RITA me he propuesto disminuir mi monumental pila de libros pendientes de leer,
y en casa tenía dos de Beverley, una en digital y otra en papel. Hoy comento la
que he leído en digital, que ha sido decepcionante.
La
prometida rebelde
Título
original: An unwilling bride
1.ª ed.: Zebra,
febrero de 1992
Subgénero: Regencia
tradicional
Parte de una
serie: Company of Rogues (Granujas) #2
Edición en
España:
Título: La
prometida rebelde
Traductora:
Norma Olivetti Fuentes
Fecha Edición:
11/2013
Publicación: Titania
Colección: Titania
época
Esta novela es
la segunda entrega de una serie que, según quien ha ido traduciendo los libros,
llaman en español Compañía de pícaros o Granujas. Son un grupo de amigos,
durante la Regencia inglesa, que se hicieron amigos en la universidad y años
después siguen en contacto. Las guerras napoleónicas disminuyen el número de
amigos.
Uno de ellos
es Lucien de Vaux, marqués de Arden
y heredero de un ducado. Tu prototípico calavera de la Regencia, se dedica a
living la vida loca, lo cual incluye tener como amante a una actriz famosa y
aceptar retos locos por el puro placer de ganarlos.
Está pensando
en que tiene que casarse, y tontea con la idea de una chica muy mona y adecuada
por todo (familia, aspecto, riqueza…) pero no se acaba de decidir cuando,
sorprendentemente, su padre le dice que se case con otra.
No es ningún
destripe si os explico el planteamiento del culebrón, porque te lo dicen en el
primer capítulo. La duquesa es una dama francesa que engañó a su marido con un
novio de juventud. Resultado: Lucien no es en realidad hijo del duque sino de
ese amante que se echó.
Se
distanciaron, él le fue infiel con otra y resultado en la fértil Romancelandia fue
una niña, hija ilegítima del duque de la que no había oído hablar hasta ahora,
y que ha crecido bajo el nombre de Elizabeth
Armitage.
Como estos
aristócratas le dan mucha importancia a lo de la sangre, idea que se casen su
hija ilegítima, a la que jamás podrá reconocer, pero que es carne de su carne,
con Lucien, su supuesto hijo que en realidad biológicamente no lo es.
Para
conseguirlo, el duque hace un poco de fuerza y se impone, chantajeando tanto a
su heredero como a su hija.
No es lo mejor
del mundo, la verdad. Los dos están resentidos de que se les obligue a este
matrimonio. Lucien lo lleva un poco mejor, e intenta encontrar algo que
apreciar en Elizabeth. Ella se enfada bastante, porque no quiere verse sometida
de esa forma. Es una seguidora de Mary Wollstonecraft y su defensa de los
derechos de las mujeres, de la igualdad en el matrimonio y esas cosas tan
radicales de aquella época.
Lo que más
destacaría de esta novela es esa cuidada ambientación de época, incluidas citas
de algunos clásicos que me encantaron. También los personajes me gustó lo bien retratados que estaban Lucien y Beth, como personas imperfectas, que intentan hacer de tripas corazón,
pero que no pueden evitar dejarse llevar a veces por el desánimo, que meten la
pata en algunas cosas que hace y dicen, que intentan arreglar las cosas, pero
no siempre aciertan cómo…
Aparecen los
otros granujas o pícaros del grupo, hay una trama de suspense en relación con
un tipo muy malo que, al parecer, ya fue parte de la primera novela. Podría
haberlo llevado bien, una de la Regencia entretenida, sin más, bien escrita,
como las otras que leí de Jo Beverley.
Sin embargo,
aquí se pasa tres pueblos.
No es solo el
machismo de algunos comentarios como «Típico de las mujeres… Fascinada por algo
que brilla» dirigido a un bebé al que le llama la atención una joya, es que Lucien amenaza repetidamente a Beth con emplear la violencia:
Si veo indicios de que va con otro
hombre, la dejaré tonta de la paliza, la encerraré y le pondré vigilancia. ¿Me
entiende?
—No sabe qué fuerte es la tentación,
señorita Armitage, de violarla aquí mismo. Si dijo la verdad antes, sin duda es
lo que quiere. Si mintió, es lo que se merece.
—¿Considera esto un castigo? ¡Se merece
unos azotes!
En más de un
momento le pone la mano encima, haciéndole daño:
Soltó un jadeo cuando la agarró por el
codo como una tenaza y el dolor se propagó por el brazo.
Lucien
reflexiona con un amigo sobre lo que tiene que hacer si Elizabeth se pasa de la
raya. Y su amigo le dice que nunca se ha marcado esa raya a sí mismo, ¿por qué
imponerla a otra persona? Este amigo, ejemplo de felicidad conyugal, reconoce a
su mujer como una igual, en libertad.
Eso no va con
el impetuoso Lucien. Así que las cosas acaban como acaban:
Él le dio un bofetón con el dorso de la mano. Empujada dolorosamente contra la pared, su breve grito quedó silenciado por la conmoción.
Ella acabará
disculpándole, perdonándolo, y amándolo segura de que no se volverá a repetir.
Yo no sé qué es más patético, si las palabras que pone en boca de Elizabeth
(«Incluso con tu peor parte llevada al límite, apenas me has hecho daño y estás
apenadísimo por ello»), o que aún haya gente, hoy en día, capaz de disfrutar
esto.
Tremendo jarro
de agua fría eso de que el protagonista sea violento con la chica de la
película. Vale, es de 1992 y en aquella época las cosas eran así. Yo lo leía sin pestañear. Y sí, es realista, seguramente los hombres de
principios del XIX no se habrían cortado un pelo a la hora de sacudirle a la
mujer que les impacienta.
Lo que pasa es
que, en mis lecturas románticas no quiero tanto
realismo. Quiero creer que siempre hubo hombres dignos que respetaban a la
persona con la que compartían su vida.
Tampoco ayuda
una traducción que de vez en cuando me dejaba perpleja. Se espera una reunión entre Napoleón y los aliados cualquier día. Eso
dice, cuando lo que en realidad no es que vayan a tomar el té, sino a tener un encontronazo bélico, una
batalla, Waterloo, vamos.
O Es lo que está en voga, milady.
¡¡¿En voga?!!
BOGA, por Dios.
Así que aunque
La prometida rebelde ganara el RITA,
y en la lista de mil mejores novelas de RomanceNovels.Me estuviera la 297, e
incluso llegara a estar en mi lista de las mil mejores de 2017 (ahora, ya no),
a día de hoy, no la recomendaría salvo que sepas hacer la vista gorda a algún
que otro guantazo.
Me ha dejado
mal sabor de boca, así que voy a leerme la otra, la que tengo en papel, a ver
si mejora algo la cosa.
Por todo ello,
me parece una novela prescindible,
le pongo 2 estrellas.
La
recomendaría para los que gusten de la Vieja Escuela.
Otras críticas de la novela
Empiezo con
tres críticas en español.
Crítica de Irdala
en El rincón de la novela romántica.
Promesas de amor dice que le ha encantado.
A Cajón deSastre le gustó la primera parte, pero luego el interés fue decayendo, dice.
Pasamos a las críticas en inglés, empezando por la de All About Romance, que le dio una B+ en 2001.
3.5 sobre 5 estrellas mereció para Christine Amsden.
Y la sinopsis y críticas, etc., en AllReaders.com.
Qué lástima. Me gusta mucho esta autora y creo que podría disfrutar con la novela pero esas cosas que mencionas al final me arruinarían la lectura. Quería leer la setie en orden oeto no creo que pueda por lo menos con ésta no. Gracias por tus reseñas me permiten tomar decisiones más acertadas a la hora de elegir las lecturas.
ResponderEliminarDe nada, eso intento, que la gente no pierda el tiempo y el dinero con cosas que no merezcan la pena. ¡A mi también me gusta Jo Beverley! Ya he comentado aquí varias de sus novelas... Pero hasta el mejor escribano echa un borrón y esta se nota demasiado lo viejuna que es. He leído libros de Beverley desordenados, de esta y otra serie, y me parece que son perfectamente autosuficientes. Lo único que, cuando leí Diabólica (Malloren #5) la segunda vez, después de haber leído los primeros, esa sí que la disfruté más porque había visto interactuar a los personajes en al menos una de las novelas anteriores.
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