miércoles, 27 de noviembre de 2019

Crítica: “Un lugar en el corazón”, de Linda Howard


Una novia por correo contemporánea
 
Harlequin, 4/2017
DATOS GENERALES

Título original: Duncan’s bride
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación original en inglés: 1990
Series: Patterson-Cannon #1 / Silhouette Intimate Moments #349
Páginas: 254

1.ª edición en España:
Traductor: Elías Sarhan Assy
Fecha: 5/2002
Editorial: Harlequin Ibérica
Páginas: 320
Colección: Harlequín grandes autoras, 12
Otras ediciones: Colección Linda Howard Nº 1 (2008) - eBook (2017).

SINOPSIS (en Harlequineras)

Madelyn había viajado hasta la salvaje tierra de Montana para casarse con alguien a quien ni siquiera conocía. Una vez allí, ¿se conformaría con menos de lo que podía ofrecerle Gideon Reese Duncan, que era absolutamente todo?

 ¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, en mi lista de Las mil mejores novelas de romántica aparece en el puesto 303. Y lo mismo en otros dos Top 1000, el de Book Binge (la n.º 62), y el de RomanceNovels.Me (la n.º 349). Apareció la 68 de una lista de cien mejores novelas románticas de la página web The Romance Reader. En la encuesta de 1997 de All About Romance sobre los favoritos de toda la vida, estaba la 26. Tuvo crítica de DIK A en All About Romance. No es de extrañar que más de una vez, la consideren como una de sus favoritas.

CRÍTICA

Tenía yo ganas de leer algo cortito y me encontré en el Kindle con este Silhouette de 1990 escrito por una de las grandes, Linda Howard. Una de las grandes aunque ahora esté de capa caída, no por sus méritos o deméritos como autora, sino por comentarios sobre el género que han sido considerados poco inclusivos y hasta hay quien la considera racista. Al parecer, sus miras son algo estrechas respecto a qué debe ser considerado novela romántica.

Vamos a hablar de esta novela viejuna. Se supone que es contemporánea, hay automóviles, y equipos estéreo, pero tiene un aire muy anticuado, un poco como me pasó con otra novelita genérica de Howard, Lecciones privadas. Se ambienta en Montana, un estado del Oeste de los EE. UU., en la parte montañosa. Bueno, de hecho el nombre «Montana» viene del español montaña, según dice la Wikipedia

Reese Duncan tiene un rancho. Anuncia en el periódico que quiere una esposa para tener hijos y compartir el trabajo. El agro es lo que tiene, que resulta muy sacrificado y por lo tanto no hay tiempo de ir de bares a ver si te ligas a alguien.

El periódico acaba en manos de Madelyn, una muchacha muy mona y estilosa ella, y con dinero, pero que está harta de vivir en Nueva York y por razones equis le parece bien dar una oportunidad a este gañán. Es la «novia de Duncan» a la que se refiere el título original.

Lo de estos dos fue insta-lust (por parte de ambos) e insta-love (por el de ella). Ya sé que el formato harlequinero no da para que te andes mucho por las ramas, pero hasta a mí me parece excesivo eso de echarse el ojo y en seguida desear echarle la mano. Acaban casados con lo que encaja en el tópico «matrimonio de conveniencia».

Reese es, a ver, no hay otra forma de decirlo, un gilipollas XXL. Controlador, desconfiado, como su primera mujer lo dejó en la ruina, ya todas son malas. Haga lo que haga Madelyne, lo va a interpretar mal. 

Sí, le ves el atractivo, porque es un vaquero sexi, alto y cuadrado como un rugbista. Pero fuera de eso, de verdad, es de los que te hace poner los ojos en blanco cada dos por tres. Parece que al final aprende la lección, confiará en ella, y se disculpará… no lo suficiente –para mi gusto– después de lo imbécil que ha sido a lo largo del libro.

Madelyn, en cambio, es una heroína fuerte y bastante sensata. Este muchacho le gusta, y hace un esfuerzo sincero por encajar en el rancho, trabajar en lo que le toque, sacar adelante este matrimonio que contrajo (ella sí) enamorada de él hasta las cachas. Incluso cuando él se pasa tres pueblos por algo que es una tontería y en vez de besar el suelo por donde ella pisa, le recrimina que es como su ex,… incluso entonces Madelyn reacciona de manera razonable, esperando que Reese se diera cuenta de lo mamón que ha sido y recapacite.

A pesar de todo, me pareció muy entretenida. Me interesó esa lucha de Reese y Madelyn por sacar adelante el rancho, cómo luchan contra una naturaleza nada benévola, el frío, la nieve,… No sé, quizá esa ambientación le dio un punto extra. Así que no puedo decir otra cosa. Yo lo pasé bien leyéndola, y me gustó pese al cretino del protagonista.

La tensión romántica está lograda, ya sabéis cómo funciona el tópico «matrimonio de conveniencia»: a ver cómo y cuándo se enamoran y cómo se revela. La parte de tensión sexual no resuelta se extiende poco en el tiempo; en cuanto se casan, la autora nos regala unas cuantas escenas explícitas bastante apasionadas. No recordaba yo así los harlequines de aquella época. Igual Silhouette Intimate Moments era un poco más moderna y subida de tono que Harlequín.

Esta historia, en otras manos, la habría acabado tirando por la ventana; solo que, al estar contada de una forma que engancha, te la lees de un tirón aunque tenga un macho alfa tan macho-macho man que da asco como protagonista.

Y algo de especial tiene cuando se sigue leyendo y comentando casi treinta años después de su publicación. Tiene mérito, porque estas novelitas se supone que tienen una vida corta, de quince días y nada más.

Así que si la veis baratita, puede merecer la pena echarle un veo. Lo más probable es que no te decepciones, siempre que tengas en cuenta qué tipo de novelita es.

Añado que es la primera del dúo Patterson-Cannon, junto con Loving Evangeline (Amando a una mujer, 12/1994) el SIM n.º 607. El prota es Robert, hermanastro de Madelyn. Es un secundario destacado en esta historia. Tiene una frase con su hermana que se me ha quedado en la cabeza: 

«Nunca corras si puedes caminar, nunca camines si puedes estar de pie, nunca estés de pie si puedes sentarte, nunca te sientes si puedes tumbarte» y ella añadió «Nunca hables si puedes escuchar».

Esto último, en particular, me ha hecho pensar en lo mucho que parloteamos, sin mantener conversaciones, sino monólogos, cada uno soltando su speech pero sin escuchar realmente lo que dice el otro. Voy a intentar yo escuchar más a los demás, en vez de interrumpir, a ver si me va mejor.
Valoración personal: buena, 3
Silhouette, 9/1990

Se la recomendaría a: los aficionados a las contemporáneas en el Oeste montañoso de los EE. UU.

Otras críticas de la novela:
En español, tenemos la crítica de Rosamina en el Rincón de la Novela Romántica, que le pone 3,5 estrellas
Thersuva, en Críticas Literarias Regina Irae, habla positivamente de la novela. 
La biblioteca del sastre le da 6 sobre 10. 
Ahora, en inglés.
La calificaron como DIK A en All About Romance a una reedición del año 1998. 
5 estrellas mereció para el blog Nomadic Words
En AudioGals puntuaron con una B, tanto a la historia como a la narración del audiolibro, por Lesa Lockford.

2 comentarios:

  1. Gracias por traerla desde el saco del olvido.
    Lecciones privadas no repetiré, pues la siento reciente, hará tres años, pero la tengo fresca.
    La del hermanastro, la leí, pero trataré de releerla, no me anima mucho, pues de esa hicieron una película, que se ponia sola en tv.
    Se te ocurre otra que puedas recomendar, así de cortas??
    Gracias!!!!

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  2. He leído sobre todo harlequines de hace años. Está muy bien la serie Altos, oscuros y peligrosos de Suzanne Brockmann, la saga de los MacKenzie, o «Tentación» de Sandra Brown. También las de Crusie o Krentz cuando les daba por estas cosas. Ya en inglés me gustan mucho «A whole new light» de Sandra Brown o «Anyone but you» de Jennifer Crusie. De las más recientes, a la gente le gusta mucho Sarah Morgan, aunque a mí se me hace bola.
    De todas formas, poco a poco voy poniendo por aquí novelitas genéricas de estas.

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