Una historia sencilla de esas que
enganchan y cierras con una sonrisa
DATOS GENERALES
Título original: The match
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación:
marzo de 2021
Páginas: 310
SINOPSIS (según Goodreads)
Yo solo quería un bebé. ¿Y sin un papá? No hay problema.
Para eso están los
donantes anónimos…
Pero cuando la clínica
de fertilidad por error me envía una carta dirigida a un hombre cuyo número de
identidad coincide con mis papeles, descubro que el padre de mi niña no es otro
que el mundialmente famoso campeón de tenis Fabian Catalano —famoso por su cara guapa, abdominales cincelados y
reputación de tipo impredecible.
Todo cambia cuando la
clínica nos llama para controlar el daño causado — y Fabian suelta la bomba del
siglo. Resulta que este intenso Adonis quiere conocer a su hija.
Así que le invito a
quedarse con nosotras — temporalmente.
Incluso con unas normas
básicas.
Y nuestro arreglo
funciona, es simple… hasta que ya no sirve más.
Entre biberones a las
dos de la mañana y besos robados, mi vida perfecta, simple y dulce, de repente
se ha complicado.
Pero, ah, cariño, lo
que pasa después, lo cambia todo.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
No, a ver estaría solo entre las veinte mil mejores, y eso porque
Jeeves Reads Romance le puso cinco estrellas.
CRÍTICA
Cogí esta novela porque parecía
corta y sencillita. Jeeves Reads Romance es mi referencia para probar cosas
contemporáneas en KU, y le puso cinco estrellas.
Después de su divorcio, Rossi (35) decide
ser madre en solitario, con inseminación artificial. Escoge como donante
anónimo, a un atleta. La novela avanza pronto a Rossi como mamá feliz, con su
nena Lucia de nueve meses.
Recibe, por error, una carta de la
clínica de fertilidad. Descubre así que el padre biológico de su nena es, ni
más ni menos, Fabian Catalano (37), una estrella internacional del tenis.
La clínica ha metido la pata, y
tiene que sacarla llegando a un acuerdo con ambos.
Fabian jamás quiso ser padre. Esto de
la donación es algo que hizo cuando era joven y necesitaba dinero. Está que
fuma en pipa con el fallo de la clínica. Quiere arreglarlo cuanto antes. No
quiere que su intimidad quede por ahí expuesta, y se teme cualquier cosa. Así
que quiere conocer a la madre de la criatura, para ver hasta dónde ha llegado
el daño, qué cosa puede pretender ella.
Es una persona famosa, un gran
deportista, millonario, es lógico su recelo, porque todo el mundo quiere algo
de él. En este contexto que vivimos, dentro de la cultura de la cancelación,
sabe que un mal rumor, una historia contada de mala manera, puede destrozarle
la vida y que pierda todo por lo que ha luchado.
Cuando conoce a Rossi, se queda
noqueado. Le gusta lo que ve de ella: su físico y su carácter. Los recelos se
le irán pronto.
Ambos, Rossi y Fabian, se replantean
las cosas. Lo suyo no es instalove,
pero casi.
Pasarán juntos cuatro semanas, para
conocerse, y ver si las intenciones de cada uno son fiables.
Sí, lo sé, es un planteamiento es un
poco loco harlequinero, con unas cuantas improbabilidades y casualidades. Pero
me pareció realmente bien cortado, con diálogos ágiles, sin perder el tiempo,
con un desarrollo argumental claro, tanto que me enganchó y lo leí en un par de
días.
Cómo será la cosa que no me molestó la
primera persona dual que parece inevitable en la contemporánea actual. La
autora sí que consigue que sepas en cada momento quién está hablando, diferencia
las dos voces. ¡Y es novela con niña! ¡¡Y no me molesta!! Creo que porque la
nena no es mera excusa, hace lo normal de una criatura de esa edad: comer, llorar,
dormir y ensuciarlo todo.
No me convence mucho cómo trata el tenis.
Al único tenista real que te mencionan es a Nadal, en una escena que se antoja muy
improbable: se supone que este follonero, Fabian, se dio de mamporros con Nadal
después de un partido. A ver, si hay un tipo calmado es Nadal, hasta el punto
de que –en mi opinión– reprime totalmente sus emociones negativas. No lo veo
peleándose con nadie en un contexto profesional. Nada le saca de quicio, ni
siquiera las chorradas de un tenista desequilibrado ni los delirios de grandeza
de un juez de silla. A Nadal no le verás gritar, ni romper raquetas, ni montar
ningún pollo. Hasta Federer tuvo una época violenta de jovencito; Nadal, nunca.
Me parece estúpido meter una escena tan improbable en una novela.
(Si hubiera tenido un follón con Nabaldián, Kyrgios o Fognini, todavía me lo creía...).
Tampoco encajo el mes que pasa
Fabian en Chicago con el calendario ATP. Mencionan que estuvo en Melbourne en
enero y un partido en Atlanta, que si fuera el torneo ATP es en verano. No sé
si Fabian tendría que estar en Indian Wells y Miami o ya en la gira europea de
tierra batida, Montecarlo, Madrid, Roma. Ni que vaya a jugar Roland Garros o
Wimbledon. No me encajan las fechas.
Luego le ponen como un tipo de
tenista que a mí, personalmente, no me va: un cañonero de servicio potente y
mecha corta. No es que yo siga mucho el tenis, pero viviendo en España es
inevitable que algo aprendas de este deporte.
Ítem más. Rossi se obsesiona con su six pack, justo algo que no destacaría
yo del físico de un tenista. Y eso es algo que vemos porque se cambian la
camiseta en público, y algunos como Zverev tienen la manía de levantarse la
camisa en la cancha. No me parece que destaquen por un core extramusculado.
Eso sí, llamándose Fabian Catalano, de
ascendencia italiana y francesa, malhumorado y con treinta y muchos, me lo imaginaba
como Fabio Fognini.
Esa es otra, a pesar de tener 37
tacos, no mencionan para nada la retirada. Tíos, que al Big Three llevan más de un lustro retirándolos. Que se lo digan a
Nadal, que todos pensábamos que se iba a retirar tras el Roland Garros de 2022,
después de renquear en Roma y eso a pesar de estar el primero en la ATP Single Race con más de cinco mil
puntos, y cuando va a ser segundo del mundo y con posibilidades de ponerse de
número 1 allá por el mes de septiembre, incluso si no jugara.
Tampoco me gustó un detallito algo
sexista del epílogo. Entramos en el terreno del spoiler. Acaban juntos, y con más niños, no solo Lucia. Resulta que
Fabian le pone una raqueta pequeñita en las manos a su hijo, para que siga sus
pasos. ¿Perdón? ¡Pero si tiene una hija de seis años! Lo lógico sería que
empezara con ella, ¿no? Al fin y al cabo, la persona que más grandes slams tiene de la historia es una mujer,
Margaret Court. ¿Cómo no se plantea hacer de su hija una gran estrella del
tenis?
Hubo más cosas que me llamaron la
atención y con las que no conecté. Por un lado, la obsesión estadounidense por
el ancestry y el heritage, algo en lo que trabaja Rossi y que yo no me explico, la
verdad. Debe haber razones históricas y sociológicas para que les dé por ahí.
Otra: la cantidad de alcohol que
trasiegan, casi cada día se toman un vinito o algo.
Pese a estas cosas que me incomodan porque soy una picajosa... Me lo leí en un pispás. Un libro con esa capacidad para enganchar, a pesar de lo sencillita que es la historia, merece una buena recomendación. Siempre que sepas que es una historia sin complicaciones, narrada de manera muy efectiva.
Valoración personal: en su estilo, estupenda, 4
Se la recomendaría a: quienes gusten de historias sencillas bien contadas.
Otras críticas de la novela:
No he visto críticas en
español. Si las encontráis, me haríais un favor poniendo enlace en los
comentarios. En inglés también es poco lo que he encontrado.
Jeeves Reads Romance, 5
estrellas.
Professor Romance, 4.5
estrellas.
Seriesous Book Reviews, 4 estrellas.
Book Addict Reviews, otra que esnifó este libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario