Bueno, pues otra vez se quedaron colgados los blogs de blogger por culpa (al parecer, dicen en Internet) de MoviStar. Marca España. En fin, que esta entrada estaba prevista para ayer, pero la publico hoy. Tampoco se pierde nada.
Tópico
harlequinero: mellizas que se intercambian el lugar.
Warner Books, enero 2002
Diseño de portada: Yook Louie
Arte de portada © 2002Alan Ayers
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DATOS GENERALES
Título original: Thursday’s Child
Subgénero: contemporánea/Genérica
Fecha
de publicación original en inglés: febrero de 1985
Serie: Loveswept (LS) - 79
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (según
Fiction DB)
“Oh, ¿por qué permitió que Ann le convenciera de esta mascarada?”
– pensó Allison Leamon mientras
David, el prometido de su hermana melliza, abrazó a su “novia”. Incluso dos
días parecen una eternidad a esta tímida y seria científica haciéndose pasar
por su encantadora y sexy hermana, ¡y complicándolo todo!
Y luego está Spencer
Raft. Este impresionante y misterioso hombre era el mejor amigo de Davis y,
sin duda alguna, “Ann” lo atrae, y no puede entender cómo responde a él como a
ningún otro hombre que la haya tocado. Cuando al final la charada se acaba,
Allison se retira a su laboratorio, a salvo de la atracción de este devastador
extraño,… hasta que Spencer le ofrece su ayuda especial en un infrecuente
experimento en amor…
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No, la verdad, la compré
en su día sólo porque era de Sandra Brown. Y es de las peores suyas.
CRÍTICA
Esta novela es una de esas que fui comprando poco a poco,
para hacerme con toda la bibliografía de la autora. La leí en su momento y no
me dejó especial huella, así que ha sido como leerla por vez primera.
Eso del “intercambio de gemelos”, un mellizo (o melliza)
haciéndose pasar por el otro, es uno de esos tópicos descacharrantes de la
novela romántica. Quince años más tarde, en el 2000, Sandra Brown volvió a
recurrir a él en uno de sus libros de suspense romántico, The Switch. Podemos tomarnos esto como un deforme primer intento.
Ann y Allison son mellizas. Ann, sexy y atractiva, está
prometida para casarse, mientras que Allison trabaja en un laboratorio, no
viste muy bien y es más bien torpona y virgen. Como comprenderéis, la heroína
de la historia es la científica despistada.
Ann quiere hacerse una mamoplastia de aumento para
sorprender a su novio con unos pechos nuevos. Sí, hay tantas cosas mal en ese
planteamiento que hasta me rechinan los dientes a la hora de escribirlo, y ni
me molesto en detallar lo idiota que es todo.
Prosigamos. Como quiere que sus nuevas tetas sean un
secreto, dice a su hermana que se haga pasar por ella unos días mientras está
en la clínica. Y Allison, que se ve que no tiene demasiadas luces, después de
discutirlo un poco, dice que bueno, que vale.
Así que Allison se va a cenar con el prometido de su
hermana, haciéndose pasar por ésta, y de paso conocer al padrino, el mejor
amigo del novio. Entra en la historia Spencer Raft, el chico de la película.
Un tipo guapo, algo aventurero, que viaja por el mundo
comerciando no se sabe muy bien con qué (cuando se revela al final, es un poco
ridículo). Spencer se fija bien en lo que pasa, y considera que “Ann” no ama a
su prometido. Es más, resulta que “Ann” se siente atraída por él y como él le
corresponde, bailan, se besan…
Spencer se empeña en que “Ann” no se case con su
prometido cuando se siente atraída por él, y Allison le insiste una y otra vez
que se aman de verdad y que ese matrimonio se celebrará, mientras aprovecha
para magreo y besos que desmienten sus palabras.
Cuando la cosa llega a un punto insoportable, todo se
descubre y entonces la historia cambia un poco. Allison y Spencer se embarcan
en una semanita en el yate, dedicándose al sexo procreativo y recreativo.
La historia no tiene más. La verdad es que Sandra Brown
no empezó el año 1985 muy inspirada. Y mira que es el año de Un largo atardecer…
Thursday’s Child es un harlequín maloncho, soso y aburrido, que hacen bien
en no traducir porque de verdad no merece la pena. Vete al kiosco de la esquina,
coge cualquier harlequín y lo más probable es que te encuentres algo así.
Ni siquiera te cabrea, no, no es tan machista como otras
de la época.
Esta nadería te deja indiferente y olvidas todo a los
cinco minutos de cerrar el libro.
Por lo que aprovecho para hablar del título. Thursday’s Child viene de una antigua
rima infantil, “Monday’s Child”. Va haciendo versos con cada día de la semana. El
dedicado a los niños del jueves (“Thursday’s Child has Far to Go”) es la frase
más enigmática de la canción, y su sentido ha sido debatido. Literalmente es
algo así como “tiene que ir lejos”, lo cual puede interpretarse tanto en
sentido negativo como positivo. Habitualmente se entiende como algo bueno, que
es el niño que llegará lejos, que tendrá una vida larga y llena de éxitos. Pero
admite otra interpretación: un niño que habrá de superar desventajas y enfrentarse
a problemas, que trabajará más y más duro que el resto.
Hay un momento en la novela en que precisamente se habla
de eso. Como nacieron en torno a la media noche, Ann es niña del miércoles y
Allison del jueves. Ella siempre lo ha entendido en el sentido malo, que tendrá
que esforzarse más que el resto, mientras que para Spencer significa que está
destinada al éxito.
Lo digo de nuevo. Cuando escribes decenas de harlequines,
unos son mejores y otros peores. Hay dos o tres inolvidables y otros
infumables. Nuestras autoras favoritas no siempre
acertaron en todos y cada uno de los títulos.
Menos mal que no las han traducido y que Sandra Brown no escribe
este tipo de cosas desde hace décadas.
Feb-1985
Bantam
Loveswept
- 79
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Valoración personal:
perfectamente prescindible, 1
Se la recomendaría a: fans de Sandra Brown que quieran honestamente decir que lo
han leído todo de la autora.
Otras críticas de la novela:
Como es habitual, no hay muchas críticas de cosas tan antiguas. Sólo he
encontrado Good Reads, donde
por razones que se me escapan, la media es 3.63.
Si
alguien conoce alguna otra crítica de la novela, en inglés o español, siéntase
libre de enlazar abajo.
Según iba leyendo mi incredulidad iba creciendo. Es decir, ¿quién ve que un argumento de este tipo se sostenga? Lo peor es que me suena haber leído alguna novela con un argumento de este corte.
ResponderEliminarUn saludo
No me sorprende lo que dices, esto de intercambio de gemelos es uno de esos tópicos que aparecen de vez en cuanto. Los harlequines es lo que tienen, muchos argumentos que van más allá de lo poco plausible, y acaban en lo delirante.
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