Quería que me gustase, de verdad.
Cogí el libro con la mente tan abierta que casi se me cae el cerebro.
Pero no.
Pestiño.
DATOS GENERALES
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación:
06/2015
Editorial: Planeta
SINOPSIS (según El rincón de la novela romántica)
Matthew jamás pensó que su exitosa carrera como jugador de béisbol se
truncaría por decisión propia; que desaparecería de la faz de la tierra para
embarcarse en una peligrosa aventura en el desconocido Nepal; que en la
milenaria ciudad de Katmandú, entre tradiciones que ni entendería ni
compartiría, encontraría el amor de su vida; que su plan inicial acabaría en
desastre y se vería obligado a trazar un desesperado plan B, ni que con el paso
del tiempo llegaría a creer que aquello no saldría bien. Sin embargo, siempre
supo que llegaría hasta el final arriesgando su libertad, y hasta su vida, si
era necesario, para conseguirlo.
Pero en la vida, más aún en el país de un millón de dioses, todo ocurre
en los momentos más inesperados y por las razones más insospechadas.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
No. La compré solo porque hubo una que me gustó de Ibirika,… una vez,…
hace años…
CRÍTICA
Diez días (¡diez!) tardé en meterme «esto»
entre pecho y espalda.
El tema del TBR Challenge de
noviembre era una portada bonita (u horrenda). Con mi limitado sentido
estético, cogí a una persona que no gusta de las novelas románticas, le puse
todos los libros en papel que tengo pendientes y le pedí que escogiera la
portada que más le gustase. Eligió esta y Odio
que das.
Languidecía en mis baldas desde 2015.
No me apeteció leerlo porque Entre sueños
(2010) tuve que dejarlo sin acabar al 20% (no soportaba a los personajes) y la
propia autora advirtió que Un refugio…
no era una novela romántica. Si hay algo que se me hace más cuesta arriba que
la romántica en español es la narrativa
femenina en español.
Se ambienta en el Nepal
contemporáneo. Matthew, un jugador de béisbol estadounidense, busca a alguien
en Katmandú. El lector desconoce a quién, o por qué, o para qué. Ni siquiera
sabes si Matthew es su verdadero nombre. Antes de que él pueda hacer lo que sea
que le llevó a este reino del Himalaya, le pegan una paliza y acaba en el
hospital.
Allí conocerá a Claudia, una médica
española. Con algo de engaño, encontrará un sitio donde quedarse, un refugio en
esta ciudad superpoblada. Poco a poco, él intenta descubrir dónde está el
malote al que busca.
Claudia se enamora de él, aunque
sabe que cualquier cosa entre ellos será imposible. Nepal es el lugar donde
quiere vivir el resto de su vida, mientras que él regresará a los Estados
Unidos (u otro sitio occidental), tan pronto como haga lo que sea que le llevó
a ese país.
¿Lo mejor? La ambientación, Katmandú
y las montañas. Amé ese paisaje, esa es la estrellita de más. Si estás pensando
en viajar allí, no necesitas una guía de viajes, con este libro conoces todos
sus rincones típicos y todas las anécdotas habituales.
Ahora bien, la trama es
prácticamente inexistente. Pasan las hojas y no ocurre nada. Es un libro
lentooooooooooooooooooooooooooooo. Se pierde describiéndote el entorno y lo
buenos que son estos Coronel Tapioca de la solidaridad con los nativos. Y digo
nativos porque los personajes nepalíes son tan estereotipo «sí bwana» de las
pelis de los cincuenta que hasta se expresan «en plan cheroqui»: «Bhim empezar
preguntar».
Los protagonistas me resultaron un
poquito aburridos. Todavía no sé por qué Ibirika ha elegido a un yanqui estrella
del béisbol, deporte que los españoles ignoramos totalmente. Toda esa parte te
deja fría, te importa una porra si batea, si hace un home run o cientos.
La trama emocional y sexual es…
gélida. No sientes la emoción en los personajes. No los ves enamorarse, o
desearse sexualmente. Al principio, incluso me estaba preguntando quién era la
chica de la película, ya que Matthew tenía más química con otros personajes,
como la enfermera alemana con la que intercambia esgrimas verbales o la joven
viuda nepalí de cuyo atractivo físico toma nota.
Creo que ahí está el quid de por qué
no me enganchó la historia. No siento la atracción entre Matthew y Claudia. Ni
chispa sexual ni interés del uno por conocer mejor al otro. De hecho, él no se
entera de que le gusta a Claudia hasta que Ruth se lo dice. Y cuando se entera,
no le conmueve lo más mínimo. ¿Sexo? Fundido en negro.
El argumento más de suspense, de por
qué este tipo está ahí, la cuenta con muy poca gracia y menos tensión. Cuando averiguas
que él se llama Bryan te quedas un poco como ¿y a mí qué?, como si se llama
Mariano. Ah, ¿y está en Nepal para…? Pues mira qué bien. Sí hay un giro al
final muy interesante, con un personaje que parece una cosa y hará otra.
La autora evita las dos kriptonitas
de las novelas románticas en español. Los adjetivos no rebosan la página y el héroe
no es machista.
No obstante, siempre hay algún pero
que se le puede poner y yo se lo pongo.
A veces sus opciones lingüísticas me
desconciertan. Por ejemplo, en un momento dado leo «en convivencia con el
abuelo» y me parece que quiere decir «en connivencia», aunque no estoy segura.
O más adelante, cuando escribe que a veces el tiempo pasa lento pero otras
fugaz. Y entonces mi cabeza se pone a toda marcha, en plan… ¿Fugaz realmente es antónimo de lento? ¿No
le iría mejor veloz? Igual quiere decir eso,… No, fugaz no es antónimo de
lento, sino de prolongado, duradero o estable. Lo opuesto a lento sería,…
déjame ver Word reference…repentino, rápido y quizá acelerado, ágil, alado,
alígero,… súbito, supersónico, ¡ajá! Veloz, ahí está.
O un elijen en la pág. 356 que me dio un puñetazo en la cara y me dejó noqueada
durante cinco minutos.
Aunque el héroe no sea machista, sí
que a veces se filtraba un cierto sexismo. Hay un marido que no deja a su
esposa visitar a su hermana, una niña que vive en el refugio. A Matthew le
parece mal y Claudia se pone en plan señorita Pepis de la interculturalidad «Nadie
puede venir aquí a juzgar sus costumbres, su cultura…». Perdona bonita, pero si
son costumbres o culturas machistas, tengo todo el derecho del mundo a
juzgarlo. No hacen muy felices a las mujeres de allí, ¿verdad?
Otra. Ruth: «Ya sabes que a veces
las mujeres decimos una cosa cuando en realidad estamos deseando la contraria».
La mujer como criatura engañosa, tú, machito, haz lo que ella, en el fondo
desea, aunque de palabra te diga otra cosa. ¿En estos tiempos del «si no hay un
sí, es que no»? ¿De verdad?
Pero reconozco que son cosas
menores.
Resumiendo, y hablando en términos
generales, me pareció una novela con una ambientación inolvidable y muy
lograda, un estilo más que correcto y una edición muy agradable que manejar,
con una bonita y llamativa portada (así empezó todo)… Al servicio de una
historia soporífera.
Valoración personal: prescindible, 2.
Se la recomendaría a: los viajeros dicharacheros que no lean novela romántica.
Otras críticas de la novela:
Como suelo hacer cuando
la novela, para mí, resulta un fiasco, recomiendo leer críticas positivas para
ver este libro desde otra perspectiva, porque igual para vosotros no es un
pestiño.
En El rincón de la novela romántica hay dos críticas, una que dice que es una historia preciosa,
«muy sentida y humana» y otra a la que se le «ha hecho pesada, muy pesada,
densa, muy densa, y larga».
Para Libros de romántica es «una historia donde te transporta y te emociona», en su caso,
hasta las lágrimas, a lo que se ve.
Cazadoras del romance:
«recomiendo no leer el libro si lo que se busca es un romance,… más sentimental
que romántico, por lo que creo que como novela sentimental es una muy buena
opción de lectura donde además la ambientación está muy conseguid».
A Francisco, Un lector indiscreto que no lee romántica, le parece una «novela atractiva y placentera».
Para Adivina quien lee,
que se confiesa no habitual de romántica, le ha resultado también «una buena
lectura».
Las lecturas de Guillermo (otro que a simple vista, no conoce la novela romántica) hace también
crítica positiva de una novela que, para él es «rica en emociones» y que la
autora «sabe llegar al corazón del lector».
Ver esta obra reseñada
por quienes no leen romántica, me hace pensar que Planeta se lo hizo llegar,
para vender esto como narrativa contemporánea, no romántica, sino algo más «serio»,
más «digno» quizás.
Para mí, en mi humilde opinión de lectora todoterreno, se
queda en tierra de nadie. No es buena ni como ficción literaria (personajes
planitos, trama inexistente, nula trascendencia, estilo correcto sin aventuras
estéticas) ni como romántica (carece de la tensión erótico-emocional y del final
feliz de la romántica).
Es solo mi opinión, ¿eh? Allá ellos con su negocio, si
ha vendido lograron su objetivo, y si no, no. Tampoco nos lo van a decir.
Pero,
que yo sepa, de entonces ahora, la autora no ha vuelto a publicar.
Como
reseñar un libro escrito en español es meterse en territorio comanche, me siento
obligada a poner esto:
lo que me hiciste reír con esta reseña 😂😂
ResponderEliminartengo muchas ganas de leer más romántica en español pero como decís vos muchos de los héroes son machistas y a mi no me vengas con eso, también noto que como en este caso se enfocan TANTO en la ambientación que el romance no trasmite nada
Pues me alegro, no hay como unas buenas risas para desatascar las meninges... Ya ves que este año me estoy atreviendo, poco a poco, a meter algo más de romántica en español, y siempre que la cosa no se me complique con fans enloquecidos.
EliminarEse es uno de mis problemas con las autoras en español: que suelen hacer protagonistas masculinos muy machistas. No es el único reparo que les pongo, pero esta característica me cabrea demasiado.
Este 2019 quiero leer más autoras latinas y españolas pero la verdad no sé por donde empezar. Bah, voy a empezar con tus recomendaciones pero tengo los mismos peros que vos, me saca lo machistas que son, a mi no me vengas con eso 😂
EliminarA ver cómo te va. A mi, de momento, muy irregular. Alguna me ha gustado mucho, pero otras...
EliminarSolo tengo que decir que no soy de leer novelas románticas y este libro me ha encantado
ResponderEliminarMe alegro por ti, cada lector es un mundo, evidentemente.
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