domingo, 2 de diciembre de 2018

RETO RITA 2.0: ROBYN CARR


Acaba ya el Reto Rita 2.0 con una autora de la que yo no había leído nada hasta la fecha. Solo sabía que escribía contemporánea.
Ya he dicho en otras ocasiones que eso de «contemporánea» puede encubrir ambientaciones muy diferentes (mundano, en plan amor y lujo y jet set,… o pequeña ciudad o pueblo con gente corrientita…), e incluso estilos o tonos diferentes, desde el humor hasta el drama.
Robyn Carr me sonaba del tipo ciudad pequeña, porque cuando NPR escogió las 100 mejores novelas/series románticas incluyó Virgin River de esta autora. Hablé de ello aquí y dije:
Acabo con una serie contemporánea de esas en plan “pueblecito entrañable”, Virgin River, de Robyn Carr. De las aproximadamente veinte novelas que se integran en esta serie, están traducidas al español casi todas. Si quieres probarla, puedes empezar por el principio, Un lugar para soñar (2007).
Bueno, pues voy a seguir mi propio consejo –me dije–, empezar por el principio con Un lugar para soñar.


DATOS GENERALES

Título original: Virgin River
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación original en inglés: 2007
Parte de una serie: Virgin River #1

Edición en España:
Título: Un lugar para soñar
Traductora: Ana Peralta de Andrés
Fecha: 03/2009
Editorial: Harlequin Ibérica
Colección: Mira, 221


Se busca comadrona para trabajar en Virgin River, un pueblo de seiscientos habitantes. Un lugar diferente rodeado de bosques de secuoyas y ríos de aguas cristalinas. El puesto de trabajo incluye la vivienda gratuita.
Cuando Melinda Monroe leyó aquel anuncio al año de haber enviudado, decidió inmediatamente que Virgin River era el lugar perfecto para superar su dolor y retomar el trabajo de comadrona que tanto le gustaba.
Pero sus esperanzas se hicieron añicos en cuanto llegó allí: la cabaña estaba destrozada, las carreteras eran intransitables y el médico del pueblo no quería saber nada de ella. Comprendiendo que había cometido un terrible error, decidió marcharse a la mañana siguiente.
Pero una recién nacida abandonada en la consulta del médico le hizo cambiar de planes... Y un ex marine contribuyó a consolidar ese cambio.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Esta novela está en mi lista de Las mil mejores novelas románticas, con el n.º 325. No ha entrado en ningún Top 100 de All About Romance, pero sí estuvo entre «lo mejor del resto» en 2013, la 167, y estuvo en la ronda 2 para elegir el Top 100 de 2018. Como he explicado más arriba, junto con el resto de la serie, fue incluida por NPR entre las 100 mejores novelas/series románticas. Aparece en el Top 101 de Booklist. Y también entre las mil mejores de RomanceNovelsMe, la 516. Fue un Top Pick! Tanto para la página web Romance Readers at Heart como para Romantic Times. Luego tiene algunos tópicos que resultan atractivos, como el amor y la amistad entre el héroe y la heroína.

CRÍTICA

Al leer el primer capítulo de esta novela, me dije a mí misma «qué horror, no, por favor, no quiero otro macomber…!»

(Porque sí, chicas, gracias a este Reto RITA 2.0 he adquirido una nueva expresión, ser (o hacerte, o sufrir) un macomber. No necesitáis que lo explique, ¿verdad?)

Mel me pareció una atolondrada sin mucho seso. Enfermera en Los Ángeles, acepta un trabajo en una zona remota de montañas en la que ni siquiera funcionan los móviles, y lo vende todo, y se va, sin haber visitado aún ese sitio.

Se saldrá de la carretera, la cabaña donde va a vivir es una mierda que se cae a pedazos y el poblachón resulta de lo más feo.

Cuando empiezas a conocer a otros personajes, la cosa no mejora: el viejo cascarrabias que la rescata, la vieja del visillo que la ha contratado, el tipo mazáo, ex marine, que lleva la taberna local y que le mira el culo nada más conocerla,… Todos me cayeron fatal, me resultaron antipáticos.
No me extrañó nada que Melinda esté deseando largarse de allí. Por mucho que Jack le haga ojitos. Pero aparece un recién nacido abandonado y Mel, enfermera y comadrona, simplemente no puede irse sin saber que está bien. Luego hay mujeres preñadas y claro, tiene que ayudarlas. Así que no, al final no se va.
El libro luego remontó y ganó en interés. ¿Lo mejor? La tensión sexual y las escenas sensuales, muy bien escritas, muy expresivas de la necesidad de intimidad entre dos personas que sienten algo más.
Eso sí, tiene esa manía «coitocéntrica» según la cual no es sexo de verdad si no es penetrativo:
No habían tardado mucho tiempo en averiguar cómo se podía conseguir un orgasmo sin necesidad de penetración, algo que Ricky agradecía de manera especial. Pero aun así, él quería más. Quería que tuvieran una relación de verdad,…
Pues nada, seguid con ello, pero luego no quiero quejas sobre lo difícil, o imposible, que es lograr un orgasmo de esta manera.
La novela me sonó, en general, demasiado conservadora como para sentirme cómoda.
Algunas reflexiones sobre la maternidad me hacían poner los ojos en blanco. Parece que hasta defiende el parto con dolor frente al hospitalario...
…En el que está todo tan esterilizado y cuentas con un cirujano y un anestesista para ayudarte en el parto. Aquí sólo estamos yo y la madre, intentando sacar adelante el trabajo. Es algo tan natural… tan rural
No, no le veo la mística al parto «natural», que hace de la epidural una especie de palabrota, ni esa manía de la gente por «lo natural» en general. A mí dame lo artificial, lo químico, lo que me hace una persona que goza de los beneficios de la civilización: fuera sufrimiento y viva vivir hasta los ochenta.
Igual el prejuicio es mío, pero hasta me sonaba racista cuando se metía con madres adictas al crack y a delincuentes tiroteados, de los que habla con cierto desprecio. Como si solo fueran problemas de individuos viciosos, sin reflexionar ni medio segundo a las condiciones sociales de la gente,… No digo que la gente no sea responsable de sus actos, pero sí que a veces las condiciones en las que naces hacen que sea más difícil tomar buenas decisiones.
Como si dijera que Los Ángeles está llena de negros violentos y quiere ir a un lugar con blanquitos pacíficos.
No sé, igual me equivoco, pero la forma de pensar (y hablar) de la prota no me dio buen rollo.
Esta forma de ver los problemas sociales como algo individual aparece en otros momentos del libro. Hay gente pobre, vagabundos que malviven en la profundidad del bosque, pasando auténtica hambre y que te los describen emaciados,… Mel les ayuda, les lleva comida. Pero como entre ellos hay algún delincuente,…
*Spoiler* los hombres del pueblo deciden ponerse en plan paramilitar y «limpiar» los bosques. Aquí la autora me perdió por completo. Ser pobre no es delito, no es forzosamente culpa suya. Igual mejor ayudarlos que tratarlos como alimañas… Me quedé tan perpleja del absoluto… fascismo de esa actuación, que no podía creerme que no hubiese ni un momento de reflexión, conciencia o crítica. Nadie se plantea que, oye, igual esta gente agradecería que les echases una mano. Igual deberías echarles una mano, por mucho que entre ellos haya algún delincuente.
Este progromo contra gente pobre fue una de esas escenas tan estadounidenses y tan ajenas a mi mentalidad que, simplemente, ya no podía ver a los habitantes de Virgin River de la misma manera.
*Fin spoiler*
No me entendáis mal: este libro no es un macomber. Está bien escrito, sabe atrapar tu atención, el sexo es estupendo… Y te cuenta una historia de amor entre dos personas que se conocen, se gustan y recorren cierto camino emocional antes de decidir que esto es amor del bueno, del que perdura, del que te compromete con otra persona a largo plazo.
Aunque le dé solo dos estrellas como al pestiño que leí de Macomber, no se le parece demasiado. La calificación obedece más a mi experiencia personal.
Los personajes no me cayeron muy bien, ¡los veía como votantes de Trump!, tuve ese problema ideológico con algunas reflexiones y escenas de este libro. Luego, para qué vamos a engañarnos, a mí el tópico alabanza de aldea me repele.
No hay nada que me ponga más nerviosa que vivir en un sitio con todos pendientes de lo que haces o dejas de hacer, y hablando de ti. Prefiero ambientaciones más urbanas, o totalmente salvajes en mitad del océano o las montañas, pero no estos,… nidos de cotillas.
Creo que, de este tipo de series, solo encontré el gusto a Blue Heron, de Kristan Higgins, gracias al humor que mete en las historias.
En resumen. No es el tipo de novela con la que yo conecto, ni me han quedado ganas de probar nada más de la autora.

Valoración personal: antipática, 2.

Se la recomendaría a: quien guste de los pueblecitos entrañables.

Otras críticas de la novela:
Como siempre que me disgusta una novela universalmente aclamada, recomiendo leer otras críticas, por si son más parecidas a vuestros gustos.
En El rincón de la novela romántica hay varias críticas, todas ellas favorables. 
Locas del Romance también disfrutó de esta novela.
Paso a las críticas en inglés:
4 estrellas le dan en The Hope Chest Reviews
BookPushers califica esta novela con una A.
La única que expresa sentimientos encontrados sobre esta serie, de que le gusta pero reconoce aspectos problemáticos, es este comentario que hace Aztec Lady en Her Hands My Hands

9 comentarios:

  1. Bueno, pues muchas gracias por la liga--y para que veas cómo son las cosas, yo había bloqueado completamente en mi memoria la cuestión del campo de vagabundos! Bueno, qué digo, también había bloqueado por completo el racismo de Melinda.

    En cuanto a la misoginia absoluta de insistir en el parto natural, yo no supe sino hasta hace poco que hay acá en los EEUU todo un movimiento al respecto. Aparentemente, las mujeres "virtuosas" deben escojer no sólo sufrir durante el parto en sí, pero, para evitar que los doctores las convenzan de usar analgésicos, deben evitar visitas prenatales, etc. "porque sus cuerpos están diseñados para el embarazo y el parto." Por supuesto, esto obvia todos los riesgos naturales que aumentan la mortalidad materna e infantil--pero ya ves, algunas estupideces acendradas son tan "americanas" como la obsesión con la maldita bandera.

    Y sí, tienes toda la razón, la impresión que tengo ahora es de que todos ahí votaron por el idiota y sus ~valores~ de ~familia~

    En general, cuando me deshago de libros que no he releído por un tiempo, me arrepiento rápidamente. No es el caso con éstos. Cómo dicen aquí, "good riddance."

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    1. Muchas gracias por pasarte por aquí. Tu artículo me sirvió para saber qué pasaba después, y me pareció mucho más agudo que mis comentarios, porque tienes una perspectiva general de la serie.
      Lo del progromo de vagabundos me dejó absolutamente noqueada, es que no me lo podía creer. Lo del racismo es ya más una impresión mía, no estoy segura de que esté claro sobre la página.
      Por otro lado, lo del «parto natural» es algo que algunas personas también extienden por Europa, no es una tontería exclusivamente estadounidense. Es de esas cosas que no comprendo, cuando tienes unos servicios públicos que funcionan y mejoran la calidad de vida de la gente, renunciar a ello,...
      Es absurdo, o yo por lo menos no lo entiendo. Si no usamos el teléfono o la tele de nuestras abuelas, ¿por qué queremos parir como ellas, sin aprovechar las mejoras? Allá ellos. Yo, por mi parte, no tuve dudas, parí con epidural, con médico y en hospital, y a todas las mujeres que me preguntan, lo digo, no te la juegues, nena, no merece la pena.

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    2. No sabía que la cuestión del parto ~natural~ también tiene acólitos en Europa. Quiero decir, la cuestión del Lamaze, por ejemplo, pegó mucho en México a finales de los 60/principios de los 70 (yo, la última bebé de mi madre, soy una de las primeras que nació en México con el sistema). Pero siempre en hospital y con doctor a la mano, si tienes acceso a uno.

      (Porque bueno, *hay* pueblos en las montañas donde no hay, pero no por elección sino pobreza)

      Como dije, yo me deshice de los libros hace años y no puedo checar, pero mi impresión es definitivamente de racismo. El único personaje, en mi memoria, que no es blanco como el pan de sandwich, es el protagonista del tercer libro--y es de ascendencia mexicana.

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  2. Hola Bona.
    Te llevo leyendo en silencio hará cosa de tres años y desde entonces no paro de escarbar en tu blog. Muy buena tu aportación al género romántico en general y en particular tus recomendaciones. que tanto me sirven a la hora de seleccionar entre lo más valorado, al margen de mis inclinaciones.
    Bueno, como ya he comentado en otro blog, he leído este libro y los dos siguientes de la serie Virgin River hace mucho tiempo y no puedo entrar en detalles. La ambientación me pareció buena y el argumento también, salvo algunas cosas que me echaban p'atrás relacionadas con las armas. El tema de los partos ni me acuerdo... jeje.
    Has clavado la impresión que a mí me dejó cuando los leí... ese modelo o credo muy de la América profunda que chocaba con mis ideales, y del que tuve suficiente porque me hacía sentir reguleras.
    Mi enhorabuena por tu blog.

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    1. Pues muchísimas gracias por animarte a dejar tu comentario. En esto de romántica cada lector es un mundo, y lo que a uno encanta al otro lo echa para atrás, lo entiendo y por eso procuro explicar el porqué de mis calificaciones.
      Yo creo que la has clavado con esa frase de que te hacía sentir «reguleras», es lo que me queda a mi leyendo estas cosas, esa vaga incomodidad... Y nada, cuando quieras comenta y cuando quieras sigue leyendo en silencio, aquí siempre se te dará la bienvenida.

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  3. Bueno, creo que voy pasar de esta autora (igual ya perdí el reto porque no pude con Macomber).
    De esta serie leí el 13: Luz de luna.
    Sin contar nada, copio unos comentarios que había escrito en GR; que tuve que buscarlo porque no me acordaba de nada:

    "Cuando ya creía que se trataba de alguna novela cristiana, llegan un par de escenas sensuales correctas...
    Aburrida casi toda...
    Moraleja sobre lo que es la vida y en quién debemos apoyarnos... tiene más de libro de autoyuda que de romántico.
    Y sí, medio moralina rural yankee"

    Le dí 2 estrellas y me prometí no leer más ningún libro de esta serie (ni de la autora). Buscaré algo de Nora Roberts o seguiré con los Ángeles caídos de MJ Putney.

    Saludos

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    1. Ya veo que luego la serie no mejora. Me alegro de no ser la única que ha tenido una experiencia tan insatisfactoria con esta autora. Gracias por informarnos al respecto.

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  4. Quizás te pareció algo conservadora porque igual es una novela Harlequín y es del 2007 (hace 10 años todavía habia cierto prejuicio por muchas cosas)
    Estoy contigo con el tema de usar la modernidad, abogo por la epidural y todo lo que simplifique y minimice el dolor. En mi caso tuve a mis dos hijos por cesárea por cuestiones médicas, pero igual, me parece que se exagera y exacerba mucho hoy en día el tema que todo tiene que ser lo mas natural posible...
    Descarto por ahora esta novela, aún no he leído nada de esta autora, pero creo que no empezaré por esta historia.
    Saludos.

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    1. Si tienes otra cosa que te apetezca más, dedícate a ello, porque yo no pondría muchas esperanzas en que alguna otra novela de ella esté bien.
      Yo es que pienso que «lo natural» es vivir en cavernas y morir la mitad en la infancia y el resto antes de los 30. Ya que las mujeres hemos conseguido servicios públicos de sanidad, aprovechémoslo, que no nos tomen el pelo con cosas naturales o alternativas.

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