lunes, 16 de julio de 2018

RETO RITA 2.0: SANDRA BROWN (5): «Friction»


El cristal con que se mira

DATOS GENERALES
Título original: Friction
Subgénero: suspense
Fecha de publicación original en inglés: agosto de 2015

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS
Crawford Hunt quiere recuperar a su hija. Tras la muerte de su esposa hace cuatro años, Crawford, un Ranger de Texas, cayó en picado, de manera que lo relegaron a trabajo de oficina y con su hija de cinco años, Georgia bajo la custodia de sus abuelos. Pero Crawford se ha recuperado, cumplido todos los requisitos impuestos por el tribunal y ahora el destino de su familia está en manos de la juez Holly Spencer.
Holly, ambiciosa y confiada en sí misma, ocupa temporalmente el estrado de su mentor, recientemente fallecido. Con una elección próxima, debe demostrar que es capaz de se le otorgue el cargo de juez de forma permanente. Cada decisión es de alto riesgo. A pesar del obvio amor de Crawford por su niña y su compromiso para ser un padre ideal, Holly es cautelosa por su accidentado pasado. Su opinión sobre él cambia radicalmente cuando un pistolero enmascarado irrumpe en la sala del tribunal durante el juicio sobre la custodia. Crawford reacciona instintivamente, salvando a Holly de una bala.
Pero su heroísmo pronto se ve como imprudencia. La nube sobre él se vuelve aún más oscura al descubrir una verdad espeluznante sobre el pistolero del tribunal y se da cuenta de que el desconocido que está detrás del tiroteo sigue en libertad… y supone una amenaza.
Atrapar al verdadero culpable se convierte en una lucha personal para Crawford. Pero perseguir al asesino de la manera acostumbrada pondrá en peligro sus posibilidades de obtener la custodia de su hija y comprometerá aún más a la jueza Holly Spencer, quien necesita protegerse no sólo de un asesino, sino del propio Crawford y la atracción prohibida que siente por él.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Estaría entre las que merece la pena dar una oportunidad, las digamos diez mil mejores. Tuvo crítica de A en The Good, the Bad and the Unread.


CRÍTICA
El otro día hablé de Deadline, la novela de suspense que Sandra Brown publicó en septiembre de 2013. Hoy estoy con Friction, de agosto de 2015. ¿Es que faltó a su cita en 2014? No, lo que ocurre es que de Maldad latente ya hablé hace dos años.
Como te resumen muy bien en la sinopsis, el protagonista Crawford pertenece a ese cuerpo policial tan especial que son los rangers de Tejas. Cuando quedó viudo, le dio por beber hasta el agua de los floreros. Cuando la vida le superó, le entregó temporalmente la custodia de su cría a los abuelos.
Pero claro, ahora se ha recuperado, está sobrio, ha ido a terapia y ha hecho todo lo que el juez le ha pedido. Quiere que le devuelvan a su niñita. Los abuelos (maternos, of course) dicen que verdes las han segado.
El caso ha caído en manos de la jueza Holly Spencer. De momento, está nombrada provisionalmente, pero que aspira a ganar el puesto en unas próximas elecciones.
En pleno juicio, y mientras Crawford declara en el estrado, un pistolero entra en la sala y la emprende a tiros. Crawford, como hombre de la ley (prototipo browniano 2), no se lo piensa mucho y se lanza a proteger a la jueza, a repeler el ataque del tiroteador y después perseguirlo por el edificio.
El libro se dedica más o menos la investigación de por qué se produjo ese ataque que, por cierto, dejó muerto agente del tribunal. Quien dirige la investigación es un policía que le tiene manía a Crawford desde hace años, así que reconduce todo para investigarle a él.
Aquí es donde entra eso de que «las cosas son según el cristal con que se miran». Cada comportamiento de Crawford, ese poli lo interpreta a su manera. No solo él, también su ex suegro, que quiere impedirle recuperar la custodia de la niña.
Donde el lector ve un acto de heroísmo, estos lo retuercen como si fuera una imprudencia que pone de manifiesto su carácter atolondrado; donde ves los esfuerzos por descubrir al verdadero culpable, a pesar del peligro para él y para Holly, ellos ven una profesión peligrosa que hace inadecuado que la niña vaya con él; si la jueza lo defiende, es que él la tiene amedrentada.
Con lo cual tiene un poquito (no mucho) el toque ese del «falso culpable», o inocente perseguido injustamente… O el policía negligente que dirige la investigación a donde le llevan sus prejuicios y no las evidencias.
La intriga es de esas que te mantiene al borde de la silla mordiéndote las uñas; me pimpé el libro en un par de días. Aunque Brown suele llevarte de sorpresita en sorpresita hasta el sorpresón final, aquí no hace eso, no del todo. Sí que hay algo inesperado al final, pero ninguna explicación retorcidísima. *Semispoiler* Yo creo que ahí la escritora hace un guiño, porque Crawford, en su investigación ha ido imaginando hipótesis retorcidas y al final es solo delincuencia normal pura y dura, de la que se hace para sacar pasta y punto. *Fin del semispoiler*
Como novela de suspense cumple estupendamente. La parte romántico-erótica, también. Holly y Crawford se sienten intensamente atraídos el uno por el otro, y se enamoran sin querer, porque eso puede ponerla a ella en peligro y hacer que él pierda la custodia.
Como estos días estaba escuchando la idea del gobierno de cambiar la regulación de los delitos sexuales en el Código Penal (por enésima vez desde 1995, es la parte del Código más veces modificada, con los problemas que eso causa al profesional del Derecho) y decir que si no hay un sí explícito entonces es agresión sexual,… Bueno, pues mirando este libro bajo ese prisma (porque tocó, es el que estaba leyendo) todos los encuentros sexuales serían delictivos. Aquí nadie pregunta ni nadie dice que sí, sino que se ponen a ello apasionadamente, con lo cual tanto Crawford como Holly se están violando mutuamente. Lo que no sé muy bien es si eso significa que son libros que promocionan la violencia sexual o si ponen en evidencia lo irreal de exigir una constancia casi notarial del consentimiento.
Dejando a un lado ese detalle.
A mí, que para algo me pagaron la carrera de Derecho, lo que le da un plus de interés a toda esta historia, es la parte jurídica. Cosas como que los jueces sean nombrados a dedo por el gobernador hasta que pueda haber elecciones a juez, con su campaña electoral, suena tan raro aquí…
El tipo de litigio, por la custodia de una menor, ves que es tan amargo para los implicados, como aquí. Me llamó la atención que el juez pudiera imponer a Crawford, hace un año, que siguiera terapia.
Allí una orden de protección se pide, te lo firma un juez cualquiera que tú te busques, sin oír a la otra parte, sin que tengas que aportar pruebas y luego ya se verá en una vista dentro de semanas, si se mantiene o no.
O eso de que la señora juez se pueda recusar a sí misma, sin necesidad de expresar causa; aquí se llama abstención, no recusación, pero hay que alegar y acreditar una causa, y no cualquiera, sino una de las previstas, y si un juez se intenta abstener y no le estiman la abstención pueden incluso imponerle una multa.
Son cositas llamativas para un jurista, aunque de escaso interés para el lector medio.
Lo importante, que es el suspense y el romance, hay para dar y tomar y eso la convierte en una novela totalmente recomendable.
Aquí, el tráiler 

Valoración: buena, 4.

Se la recomendaría a: los que gusten del suspense bueno-bueno.

Otras críticas de la novela:
Mundo de Letras hace una crítica en la que considera esta novela como «buenísima», «novela trepidante» de las que te mantienen en vilo. No he encontrado más reseñas en español, así que si alguien conoce alguna, le agradeceré que la enlace abajo.
Paso a las cosas que he encontrado en inglés. En el Huffington Post, el crítico cinematográfico Jackie K. Cooper la pone más o menos bien.
Con una graduación de A+ la califican en The Good, the Bad and the Unread.
Reseña en Publishers Weekly.
Crítica en Debbish Dot Com.
Women24 dice que es predecible pero muy entretenida.

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