Lo que era la erótica, por entonces
DATOS GENERALES
Título original: The Lady’s Tutor
Subgénero: histórica /
erótica
Fecha de publicación
original en inglés: 8/1999
1.ª Edición en España
Traductora: Juana Bueno
Fecha Edición: 3/2006
Publicación: Suma
Colección: Manderley
SINOPSIS (según
Lecturalia)
Una alumna deseosa de
aprender, un maestro de la seducción, una lección de placer. Elizabeth Peter es la honorable esposa
de un aspirante a primer ministro del gobierno británico. Aunque en sociedad
tiene que desempeñar el papel de la perfecta esposa, en su casa su marido se
muestra desdeñoso cuando no indiferente con ella. A Elizabeth cada vez se le
hace más penoso que su esposo la mantenga alejada de su corazón y de su lecho,
y está obsesionada con la idea de volver a seducirlo, de hacer que olvide a sus
numerosas amantes aprendiendo las mismas artes que ellas. Para conseguirlo
recurre a Ramiel Devington, el hijo
bastardo de una noble inglesa y un jeque árabe. Repudiado por la sociedad
británica, acepta el reto que le propone la dama, pues intuye que bajo su fría
apariencia, Elizabeth esconde un espíritu libre y apasionado que, aunque
prisionero de los convencionalismos, ansía escapar y disfrutar de todo lo que
la vida le puede ofrecer. Día a día, lección a lección, Ramiel le irá mostrando
a Elizabeth un mundo desconocido, le irá enseñando los secretos del arte de la
seducción y, muy sutilmente, irá atizando el fuego de la sensualidad con
consecuencias inesperadas y dramáticas para ambos
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, entró en mi lista de las mil mejores novelas románticas, en el
puesto 107. Tuvo crítica de DIK A- en All ABout Romance, y a lo largo de los años ha ido
teniendo buenas críticas, como los 5Gandy
que le dieron en A la cama con… un libro, 5
estrellas en Rakes and Rascals, o la recomendación de Lady Marian… La lista
no acabaría. En la encuesta que hicieron en AAR aquel año la escogieron como el
romance del año, la historia más luscious («sabrosona»), con menciones
honoríficas al héroe torturado (Ramiel) y villano favorito (Edward);
curiosamente tuvo también la desgracia de ganar en la categoría «Purple-est
Prose» (o sea, prosa cursi y relamida. Fue elegida en uno de los Top 100, el
del año 2007, en el puesto 80. También cuando NPR escogió, en 2015, las 100 mejores
series/novelas de romántica, esta estuvo en la selección. Romantic Times
la incluyó entre sus All-Time Favorites. En el Top 1000 que publicó una vez
Book Binge, estaba la 162. Tiene uno
de esos tópicos que gusta a algunos, como el que se trate de una older
couple.
CRÍTICA
Este mes se cumplen veinte años
desde la publicación de El tutor. Yo
creo que, a estas alturas, puede considerarse una novela clásica dentro del
género romántico. Aprovecho la ocasión para releer y comentar esta historia.
La leí en su momento en la edición
mini de Punto de Lectura, estamos hablando de 2007 y recuerdo que me gustó
mucho. Pero no me animé a leer más de ella. Para el Reto íntimo de Patricia Marín
le di una oportunidad a otra de la autora, Amantes del escándalo, y me pareció demasiado irregular.
Y me entró cierto miedo
¿Habría envejecido mal o bien esta
historia?
Tenemos a Elizabeth, una mujer ya de
mediana edad para la época, treinta y pico años, con dos hijos, que no conoce
varón desde hace doce años. Sí, su marido la tiene a palo seco durante más de
una década. Entonces empieza a pensar que igual debería aprender a seducir a su
marido.
Ni corta ni perezosa, recurre a uno
al que llaman Jeque Bastardo, Ramiel, hijo de señor árabe y aristócrata inglesa
y que es muy atractivo físicamente. Se le conocen numerosas relaciones, así que
Elizabeth piensa que es perfecto para que le enseñe a seducir a su marido.
Ramiel improvisa un cierto plan de
estudios. El ofrece un libro de literatura erótica árabe, El jardín perfumado. Tendrá que leer un capítulo al día y, en las
madrugadas, se encontrarán en casa de él para comentar y resolver dudas. Él no
puede tocarla. Así que dedican buena parte del libro a hablar de sexo, pero
nada de catarlo.
La atracción entre ellos es evidente,
y acabarán cayendo en la tentación. Como ella está casada, pero su marido no
es el chico de la película, lógicamente acaba siendo el malo, el villano.
Su marido es ministro, su padre
primer ministro. Ella ha sido educada para ser útil en la vida política de su
marido. Así era su madre y, al parecer, también su abuela. Cualquier otro
comportamiento es inadmisible. Un divorcio, impensable. Y de prosperar, le
quitan a los niños.
Cómo consigue Schone lidiar con esos
obvios (y muy realistas) obstáculos para que Ramiel y Elizabeth logren su final
feliz requiere un poquito de trama complicada, que tampoco voy a desvelar
porque está en la parte final del libro, e implica algo de suspense, peligro y
una especie de sociedad secreta para trepas políticos.
En su momento, esta historia se me
quedó grabada porque era un planteamiento diferente a las románticas históricas
a las que yo estaba acostumbrada. Tenía un alto nivel de sensualidad. Luego, si
te pones a verlo, igual no tiene más escenas eróticas que por ejemplo una de
Kleypas de la misma época.
Es erótica porque andan todo el rato
hablando de sexo, pero no porque haya
sexo explícito sobre la página, ya que de eso, poco, y bien entrada la segunda
parte del partido. Y la verdad que no siempre de una manera muy realista, con
cosas algo fantasiosas como aquello del orgasmo cervical, que siempre me ha
sonado algo tan escasamente realista (o estadísticamente improbable, que no hay que descartar casos raros) como el vaginal.
Con cierta perspectiva temporal,
ahora me fijo en cosas que pueden ser problemáticas y que en su momento creo
que me tragué sin pestañear. El orientalismo ese de un personaje tan
prototípico como Ramiel, con todos los estereotipos del jeque de novela
romántica: sensual, algo brutal, mestizo porque claro cómo va a ser un
«moro-moro», no, por Dios, tiene que ser un tipo occidentalizado.
Ni de él ni de Elizabeth sabes gran
cosa sobre quiénes son o qué quieren de la vida. Tampoco resultan personajes
simpáticos: ella más sosa y brusca que un tentetieso y él algo desconcertante,
a veces parece muy seguro de sí mismo y otras incómodo por su fama y su
relación amor-odio con la sociedad inglesa, como si estuviera allí sin querer
pero sin tampoco animarse a ir a otro sitio más afín a sus gustos.
En su relación, parecen más
enamorados del cuerpo del otro que de su personalidad o sus cualidades morales,
por así decirlo.
A mí me resultó incómodo cuando se
toca la homosexualidad en esta novela. Tal como yo lo recuerdo, en aquella
época los personajes gais eran prácticamente siempre negativos, o eran los
malos o figuras trágicas que acababan de mala manera. Un personaje de una
minoría puede ser el villano, sí, pero cuando en un subgénero casi siempre el
de la minoría es negativo (y nunca hay ninguno normal y positivo) pues la
imagen que te da es que este sector de la ficción comercial era, básicamente,
homófobo.
Es una novela que, con todo, es de
esas que ha pasado al canon de la romántica y que creo yo que merece que todo
aficionado le dé una oportunidad, porque es verdaderamente muy buena. Creo que
con todos los caveats del mundo, ha
envejecido bien y merece la pena una lectura.
Siempre que no te despiste lo de
erótica, claro. Ahora las eróticas se espera que sean como de una escena subida
de tono en cada capítulo, con sexo vaginal, anal y bucal a tutiplén, con tríos,
y toda la parafernalia… En aquella época era otra cosa, más básica, pero
también más sutil.
Valoración personal: notable, 4
Se la recomendaría a: las anticuarias.
Otras críticas de la novela:
Empiezo con las
críticas en español. 5 Gandys como
cinco soles le plantaron en A la cama con… un libro.
Para Lady Marian, fue
un libro de 10. Lamentó que fuese su
primer libro erótico, ¿por qué? Porque se pensó que dentro del subgénero erótico podía encontrar novelas tan buenas como
ésta. Y fue una desilusión porque no es así ya que nadie escribe novelas
románticas eróticas como Robin Schone.
En El rincón de la novela romántica hay críticas variadas, a unas gusta más que a otras.
Paso a las críticas en
inglés.
En All About Romance
hicieron la crítica con la reedición de 2002, y consideraron que era un DIK A-.
5 estrellas mereció para Rakes and Rascals.
En otro tono totalmente
diferente, explicando cuán horrenda le resultó esta novela, tenemos la crítica de Mrs. Julien Presents.
La leí este año y me llamó la atención porque tenía buenas reseñas. No la encontré tan romántica... tal vez algo mas "cruda" (no sé si es la palabra exacta) que las que leo comunmente. Estoy de acuerdo con tu planteamiento y opinión de esta reseña. Considero que mas que buena (le di un 3.5) la encontré interesante y distinta. Para una lectora del género debería ser lectura obligada para entender la diferencia entre el erotismo sutil y sensual a lo que actualmente denominan "erótico" y que bien detallas en tu reseña (me sonreí al leer tu descripción) "Ahora las eróticas se espera que sean como de una escena subida de tono en cada capítulo, con sexo vaginal, anal y bucal a tutiplén, con tríos, y toda la parafernalia… " y justamente eso es lo que no me gusta de la erótica actual ... quizás por eso me gustó esta novela.
ResponderEliminarSaludos.
Me alegra que coincidamos. Con novelas tan viejunas no es fácil acertar.
EliminarReconozco que no me resulta fácil encontrar algo que convenza en la erótica actual. Me gusta que equilibre bien la parte erótica con la romántica, que tenga sensualidad intensa, además de sexo explícito; que no le de por el sado-maso, que respete a la mujer,... Demasiadas exigencias, quizás.
Por eso merece la pena (creo yo) rescatar las del pasado que puedan seguir gustando, y para ver que otro tipo de erótica era posible.