Ay, estos hockey players, qué vicio tienen (en
el buen sentido)
DATOS GENERALES
Título original: The Understatement
of the Year
Subgénero: NA
Fecha de publicación
original en inglés: septiembre de 2014
Editorial: Rennie Road
Books
Parte de una serie: The
Ivy Years #3
Páginas: 308
ISBN13: 9780991068074
SINOPSIS (copiado de A la cama con… un libro)
Hace cinco años, Michael Graham traicionó a la única
persona que realmente lo conocía. Desde entonces, ha hecho todo un arte de
esconder su sexualidad a todo el mundo, incluso a él mismo.
Por eso, es un shock
cuando su pasado entra en el vestuario de la Universidad de Harkness llevando
una mochila con material de hockey y la misma sonrisa que siempre dejaba a
Graham sin defensas. Para él, solo hay una reacción posible: el total y
absoluto pánico. Con una simple palabra, el nuevo ala izquierda del equipo
puede destrozar la vida actual de Graham
John Rikker es, otra vez, el chico nuevo. Y esta vez es
peor, ya que los medios de comunicación se han aferrado a la historia del único
deportista que ha salido del armario en la Liga de Hockey Universitaria y
mantienen sus unidades móviles cerca de la pista, algo que no gusta a sus
compañeros. Sobre todo, uno de ellos parece especialmente enfermo cada vez que
entra en el vestuario. Rikker no esperaba una cálida bienvenida por parte de
Graham pero este ni siquiera le mira a los ojos. Todo indica que su antiguo
mejor amigos/novio/lo que fuera no lo está pasando bien, ya que bebe demasiado
y no se centra en los entrenamientos
O los dos jugadores más
solitarios del equipo no soportarán las nuevas presiones en sus vidas o
navegarán a través del dolor para encontrar un camino que les reúna. Decir que
no será fácil es quedarse corto.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
No entró en ninguna edición de mis listas de las mil mejores novelas románticas, pero a día de hoy sí que estaría, en torno al novecientos. Romance Novels for Feminists lo escogió entre lo mejor de 2014. Es uno de los libros M/M que recomienda Ela. Ha tenido buenas críticas de gente o páginas que yo sigo: Amy Dickinson y Kimberly Faye le dan 5 estrellas, A Reader’s Diary le da un 9, Fiction Vixen y Smexy Books, sendas A. Tiene ese tópico que tanto nos gusta a muchas, el second chance at romance.
CRÍTICA
He comentado alguna vez que el hockey sobre hielo me parece el deporte
de moda en la novela romántica. Lo cierto es que ha habido a lo largo de los
años bastantes novelas y series en torno a este deporte. Un clásico: los Chinooks
de Rachel Gibson.
Hay serie como esta de los Ivy Years
que se dedican al hockey
universitario, esos que llegan a la Frozen Four.
Este me parece el mejor de la serie,
¡me tuvo enganchadísima! Por eso le añado una estrella, que si no se quedaría
en 4 estrellas y tan contentos.
Tengo cierta debilidad por el hockey sobre hielo y los romances gais
ambientados en este deporte. Los Game Changers de Rachel Reid me han dejado muy
tocada, lo reconozco.
Nada se acerca a ellos.
Pero puedes encontrar cosas buenas,
dentro de lo que es el NA, y el hockey
universitario.
La historia de Michael Graham y John
Rikker no es fácil.
Estamos ante un romance second chance. Se conocieron de jovencitos, en un entorno bastante religioso. Recuerda mucho a una novela preciosa, también de Sarina Bowen, Goodbye Paradise.
Eran amigos y algo más. En su inocencia
juvenil, morreaban alegremente y eso no acabó bien.
¿Resultado? Que John Rikker tuvo que
irse a vivir con su abuela. Graham, visto lo visto, decidió meterse tanto en el
armario que tiene residencia permanente en Narnia.
Y de ahí no le sacas ni a tiros.
Rikker solo quiere jugar al hockey,
no ser abanderado de nada. Pero cuando le hacen un outing a su pesar, no lo niega. Su universidad, muy católica ella,
no lo quiere, así que consigue el traspaso a Harkness, un poco más inclusiva.
Allí se reencuentra con Graham. Si
por un momento pensó que pudieran volver a ser algo, amigos o lo que sea, su
gozo en un pozo. Porque Graham se esfuerza en ignorarle, con un empeño digno de
mejor causa.
Esta novela resulta incluso durilla en más de un momento. Te ponen de manera un poco descarnada la homofobia en el deporte. Se ve mucho que son jóvenes y no profesionales. En los Game Changers también hay bastante de esto, pero se centra más en el coste emocional personal; no hacen que este sea todo el tema, quizá porque es todo más institucional.
En los Game Changers hablan del deporte profesional y están más
atentos a la imagen, los medios sociales, el negocio del hockey sobre hielo.
Aquí, como son jóvenes
universitarios algo descerebrados, no piensan tanto en las burradas que dicen o
hacen.
Este second chance at romance cumple bien con las exigencias del tópico.
La separación de jovencitos tiene su lógica: eran menores y dependían de lo que
dispusieran sus familias.
No se han relacionado en años sobre
todo porque Graham no tenía el menor interés de contactar con Rikker,
aterrado como anda.
Y el final feliz, pues sí, una vez
que ya pasa todo y tal, me parece creíble.
Rikker me pareció el protagonista más atractivo. Cómodo en su piel, dispuesto a enfrentarse a lo que le
echen,… aunque preferiría no tener que pasar por nada de todo esto. Aparte del
físico, está su devoción al deporte (es lo único que quiere, jugar al hockey), su sentido del humor, el cariño
por su abuela…
Graham es más difícil, viviendo en
esa negativa constante, engañándose a él y a las chicas con las que se acuesta,
obligándose a dar una imagen que no es real. Lo entiendes, sobre todo viendo lo
que sufre Rikker, pero no es fácil que te guste.
A su alrededor, brillan un montonazo
de secundarios.
Así, Bella, que podría ser un bicho
y acaba siendo amiga de los dos.
O Skippy, el ex de Rikker, que me
hizo sonreír más de una vez. Cuando descubre que Graham es «el tío de
Michigan», alucina y se enoja por su amigo:
–No te puedes liar con un tipo que te jodió cuando tenías tres costillas rotas y hemorragia interna.
O la abuela de Rikker:
–Y tened el cuidado habitual: no a las drogas y a beber y conducir, sí a los cinturones de seguridad y los condones.
Me encantan las románticas de
deportes y, entre ellas, creo que las que más me gustan son las de hockey y rugby. A ver, son de esos deportes que me gustan, junto con la
montaña, el tenis, la escalada… lo que pasa es que de estas últimas
actividades, pues hay poquitas novelas y no siempre de las mejores.
Es verdad que para apreciar este
tipo de historia, te tienen que gustar un poquito el deporte en cuestión. O, al
menos, saber algo para entender interacciones como, por ejemplo, los face-off sobre la pista de hielo.
Creo que esta novela me gusta más
que las anteriores de la serie porque la parte deportiva tiene más relevancia.
Aunque sea deporte universitario, cuando a mí me van más los profesionales.
Pero pese a ello, que sea NA, por la
edad, y el estilo de primera persona dual, pues mira, que lo pasé muy bien.
Dice la autora en su página web que
nunca más en su vida, volverá a escribir 95.000 palabras con más facilidad. Creo
que algo de esa fluidez a la hora de escribir se nota en la naturalidad con que
le salió la historia.
Es fácil de leer y más aún de
disfrutarla.
Sería un libro de 9/10, 4 ½
estrellas, que redondeo a cinco por lo atrapada que me tuvo y el buen sabor de
boca que me ha dejado. Fijaos que me gusta más que Siempre él (Him),
una suya escrita junto a Elle Kennedy, parecida. Aquí, en The understatement... yo creo que la autora fue
más concisa, supo meter bien otros temas, y no fue tan repetitiva en el tema sexual,
ni todo es tan divino y resultón.
Valoración personal: sobresaliente, 5
Se la recomendaría a: quienes gusten del male/male romance en el ámbito
deportivo.
Otras críticas de la novela:
En español, A la cama con… un libro, 4 Gandys.
En portugués, Cinco Garotas Exemplares dedica una entrada a todas las novelas y relatos cortos. A esta le da 5 estrellas.
No he visto críticas en
español. Si las encontráis, me haríais un favor poniendo enlace en los
comentarios.
Smexy Books, una A.
The Escapist Book Blog, 4 ½ estrellas.
Book Binge, 4.25 estrellas. Dice que le hizo reír y
le hizo llorar.
My Tiny Obsessions, 4 estrellas.
Pensé que la había leído, pero buscando en mi kindle me llevo la agradable sorpresa que aparentemente no. Me estoy yendo de vacaciones, así que perfecto timing para empezarla!
ResponderEliminar¡Ojalá que la disfrutes! Ya me lo dirás. Igual te suena porque hay cosas ya vistas en otras novelas, pero Sarina Bowen tiene mano para contar estas historias.
EliminarAy, ahora no recuerdo todo lo que ocurre pero sí la recuerdo bastante. Sobre todo recuerdo la buenísima sensación que me dejó y lo mucho que me gustó Rikker. Me alegro de que la disfrutaras tanto.
ResponderEliminarBesotes!
No, gracias a ti por venir a comentar. Cuando Sarina Bowen está en gracia, da gusto leerla.
Eliminar