martes, 10 de septiembre de 2024

Crítica: “Broken laces”, de Elise Faber

 

Quien mucho abarca poco aprieta


 

Broken Laces

 

Por ELISE FABER Fecha: febrero de 2024

 

Otra novela atractiva a la que, para mí gusto, le falta un hervor.

Chrissy DuBois es hija de millonario propietario de un equipo de hockey. La secuestraron hace años y vive muy protegida por su papá. De la mamá, nada se sabe.

Chrissy lleva un centro de acogida de gatos para adoptar, así que sí, salen gatos. Muchos. No solo protagonizan episodios que hacen avanzar la trama. También te mete muchos momentos de monerías gatunas que están ahí de relleno. Por si te gustan los vídeos de gatitos, creo.

Personalmente, preferiría que hubiese dedicado la misma atención a hablar de su afición a la escalada, que me llama mucho más.

El chico de la película es Rome Dawson, recién transferido al equipo a ver si, con él como capitán, pueden empezar a ser un grupo de verdad y a ganar algún partido. Son los últimos de la liga.

Por esas casualidades de la vida, Chrissy y Rome viven puerta con puerta, y nada más conocerse, se gustan. Poco a poco, y en secreto -por aquello de que asumen que el papá de ella le arrancaría la cabeza a Rome si supiera que está con su nena-, se tratan, intiman y se enamoran.

Las escenas eróticas están bien, y el romance es igualmente satisfactorio. También son interesantes los momentos en que ves cómo Rome va haciéndose con el vestuario. No es fácil, ni definitivo, pero por lo menos empiezan a no perder todos los partidos...

Esta es una novela que tiene el potencial para ser buena pero que, siempre desde mi perspectiva, ojo, se pierde en escenas irrelevantes, aburridos momentos con gatos, perros, etc., en (¿cómo no?) ese cansino estilo NA, primera persona dual sin distinción entre la voz de cada protagonista y rumiaciones irrelevantes. 

En este caso, además, la forma de escribir parecía muy descuidada, con irritantes frases cortas que deja en puntos suspensivos y pasa al siguiente renglón, como que no acaba la autora de saber exactamente qué quiere decir. 

El efecto es de desconexión, yo no sé si pretendía algo así como «corriente de consciencia»... Si es así, más que literario, le queda deslavazado, sin más.

Yo no sé si es la presión de sacar varios libros al año, pero este tipo de novelas me parecen como borradores de la versión definitiva. No bromeo con lo de «varios libros al año», de hecho, en 2024, si he contado bien, ha sacado siete aparte de este y están anunciados tres más; así, ¿cómo van a estar bien escritos? 

Así que al final acabo leyéndolas así, saltándome toda la morralla que sobra y que, de haber tenido una edición rigurosa, habría desaparecido.

Ojo, admito que también puede ser que el problema lo tenga yo. No soy capaz de disfrutar de este estilo moderno, tan tiktokero. Todo sentimiento y ni pizca de sentido racional, desordenado y como improvisado. No le encuentro sentido. Me cansa, me pone nerviosa la cursilería y el narcisismo emocional de este tipo de narrativa.

Igual estas novelas son así a propósito. Quizá busquen el mismo objetivo que las novelas genéricas tipo harlequín. Tal vez la autora no pretenda que su producto tenga una vida útil más allá de quince días, que sea de usar y tirar, consumo rápido y a por la siguiente. 🤔

Pero incluso así, no sé, muchos harlequines están más sólidamente construidos. Lo sencillo no está reñido con lo organizado. Esta novela me suena desgalichada, como a ráfagas, había partes muy buenas que me encantaron y otras tediosísimas. Por ello no la puedo recomendar y lo dejo en ⭐⭐

Me da mucha rabia, porque tiene el argumento, los personajes y la ambientación para hace algo bueno. Y talento para las escenas sexis y las romanticonas. Pero todo eso se pierde, se diluye, en muchos momentos prescindibles.

Y tengo que plantearme seriamente a ver cómo puedo dejar de llevarme estos chascos

Opciones:

1) DNF. cuando vea que está contado en primera persona, leer un par de capítulos y no seguir si veo que no me engancha, en vez de acabar el libro por si acaso en algún momento mejora.

2) Concentración. Centrarme solo en las que vengan muy recomendadas.

3) Conocido. Dejar de buscar autoras nuevas y quedarme con las que me funcionaron en el pasado.

4) Renuncia, Aparcar la romántica contemporánea por un tiempo.

No sé. Tengo que darle una vuelta. En vacaciones puedo perder el tiempo, pero cuando estoy trabajando, no tengo tiempo que perder en tontás, que una no viene a Romancelandia a sufrir.

Mi experiencia: prescindible, 2 estrellas.

 

eBook, 334 páginas

Elise Faber (febrero/2024)

Parte de una serie: Eagles Hockey #1

ISBN13: 9781942295068

 

Thoughts of a Blonde, 4.5 estrellas.

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

 

Se admiten opiniones respecto a mis opciones, que resumo:

DNF

Concentración

Conocido

Renuncia

4 comentarios:

  1. Yo también estoy un poco harta de leer cosas malas, por ello he vuelto a lo seguro, para darme un descanso. Estoy releyendo a Lisa Kleypas, y lo disfruto un montón

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    1. Sí, dejarme de aventuras y quedarme en lo conocido. Igual es lo más razonable.

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  2. Yo también llevo una racha de leer cosas que madre mía. Todo es culpa de Netgalley, que me empeño en ir pidiendo cosas de gente que no conozco (porque de las conocidas no me dan ni los buenos días) y casi todas tienen muy buenas intenciones pero patinan muchísimo. Aún así, no pierdo las esperanzas, aunque si tuviera el tiempo de lectura muy limitado también tendría que plantearme seriamente en qué perder el tiempo.
    Besotes!

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    1. Después de escuchar a gente más joven, creo que hay otra Romancelandia, que funciona de manera diferente a la del lector de toda la vida (o sea, gente como yo). Estos libros se dirigen a ellos. Por eso cada vez me aparto más de lo que se publica ahora.
      Así que de momento, por una temporada, voy a centrarme en cosas que sé que me gustan, o me pueden gustar, aunque se hayan publicado hace años. Y me voy a dedicar a leer más de otros géneros.

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