Un libro estupendo, notablemente
superior a la media.
Ojo, todo
este libro es ***spoiler*** de The Black Hawk,
por eso conviene leer la serie en el mismo orden en que fue escrita, porque, si
no, se pierden parte de las sorpresas.
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Berkley Sensation, 2014
Arte de cubierta: Alan Ayers
Diseño de cubierta: George Long
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DATOS GENERALES
Título original: Rogue Spy
Publicación original
en inglés: Berkley, 2014
Subgénero: histórica
– 1802
Parte de una serie:
5.º de la serie Spymasters
SINOPSIS (según la
contraportada)
Durante
años, él ha vivido una mentira. Era hora de decir la verdad… aunque con ello
pierda a la mujer que ama.
Hace diez años era un
niño, al que se le dio el nombre de Thomas
Paxton y la Francia revolucionaria lo envió a infiltrarse en el Servicio de
Inteligencia Británico. Ahora, su sentido del honor lo lleva de vuelta a
Londres, solo y desarmado, para confesar. Pero en lugar de enfrentarse al
patíbulo, le dan una última misión, imposible, para demostrar su lealtad.
Camille
Leyland,
encantadora y mentirosa ex espía francesa, se ve arrastrada lejos de su oscura
vida rural por las amenazas y la extorsión. Desempolvando sus habilidades como
espía, emprende la búsqueda de un despiadado fanático francés para rescatar a
la inocente víctima que él retiene, sólo para encontrarse con que un viejo
colega está ya trabajando en el caso. Pax.
La antigua amistad se
transforma en un amor nuevo, conforme los oscuros secretos de Pax y Camille
surgen del pasado, a Pax le queda una sola elección: convertirse en un canalla
por el Servicio o perder a Camille para siempre…
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, entre las mil mejores novelas románticas, en torno al puesto
trescientos.
Ya conté aquí que era uno de los mejores de 2014. En la página web All About Romance
publicaron crítica considerándole un DIK
(libro que te llevarías a una isla desierta, tanto en papel como en audiobook),
estuvo entre los libros favoritos del año de tres de sus colaboradoras, Lee,
Dabney y Caz y, finalmente, en la encuesta realizada entre sus lectoras, quedó con mención honoraria en la categoría mejor romance histórico
ambientado en el Reino Unido. Finalmente, cuando NPR eligió el Top 100 de las
mejores novelas románticas, toda la serie Spymasters estuvo incluida.
CRÍTICA
El protagonista de esta
novela es un secundario que vimos en novelas anteriores. El muy siniestro Thomas
Paxton. Alto, huesudo, de pelo tan rubio que es blanco. Silencioso y mortal. Básicamente,
un asesino. Intentó deshacerse de Hawk cuando el Servicio desconfiaba del
halcón. Pero luego, como han vivido juntos muchas cosas, se han hecho bastante
amigos. Un modelo de agente del servicio secreto británico, rápido, mortal,
absolutamente fiel a su país.
Pues no. Cuál no sería
su sorpresa (y la nuestra), cuando en determinado momento del libro anterior (The Black Hawk) descubrimos que lo que parecía un inglés leal no era más que otro espía
francés infiltrado en el corazón mismo de los servicios de inteligencia. Lo
dejamos encaminándose a Inglaterra, para recibir su merecido como espía y
traidor.
La novela, sin embargo,
comienza desde la perspectiva de la heroína:
El fin de su mundo particular llegó
temprano un martes por la mañana, envuelto en papel marrón, atado con un cordel
y sellado con una gota de cera roja. Estaba al fondo del montón de correo
matutino.
Es una carta de
extorsión. Camille es una huérfana que fue educada en una escuela de niños
espías de la Revolución francesa. Ha vivido durante años con ese nombre falso,
pretendiendo ser la sobrina de un par de señoras dedicadas al cifrado y
descifrado de mensajes secretos. Ahora una carta la amenaza con descubrirla
ante los servicios secretos, si no entrega a los franceses el último código
inglés. Porque la verdadera Camille vive y está en manos de un despiadado espía
francés.
Por eso viaja a Londres,
intentando saber si es cierto que la joven aún vive, a ver si puede devolverla
a su familia verdadera. No le faltan recursos. Además de su formación como
espía, tuvo una vida muy interesante como retoño de los Baldoni, una estirpe de
timadores, ladrones y un poco de todo, a uno y otro lado de la ley, cuya
filosofía nos van contando en interesantes frases al principio de cada capítulo,
unas divertidas, otras profundas,…
Sentada en una plaza,
cerca del cuartel general de los servicios secretos británicos, en Meeks
Street, intenta pasar desapercibida. Pero Pax repara en ella.
También él fue educado
en aquella escuela francesa, allí se conocieron y se hicieron amigos, de niños.
Luego los enviaron a misiones diferentes y sus caminos se separaron. Y se
reencuentran justo ahora, cuando a él, espía y traidor, no le queda más
camino que el que sube al cadalso. Pero antes tiene que saber en qué anda Cami.
Justo la mujer que, por haberlo conocido hace tantos años, es perfecta para él.
Con ella puede ser él mismo, no necesita mentir.
Además, Pax tiene sus propias
cuentas que ajustar con el malo malísimo que está extorsionando a Cami. Básicamente,
Pax lo quiere muerto, y que sea por su mano. Lo cual choca con el interés del Servicio
Secreto, que preferiría atraparlo vivo para obtener información.
Pax cuenta con el apoyo de Doyle
y, sobre de todo, de Adrian “Hawker” Hawkhurst. Sí, como en otros libros de la
serie, cuando aparece Hawk, todos los ojos se nos van detrás de él.
Y Hawk es como es: sanguinario, siempre deseoso
de clavar puñalitos, pero -al mismo tiempo- seduciendo con su desparpajo.
Se supone que este libro ocurre justo cuando regresa de Francia después de que
su amada Justine le haya pegado un tiro. Ello da pie a una escena de lo más
enternecedora, en la que por una vez revela sus sentimientos románticos. Lo que
explica que, como él está tan colado de una francesa que ha resultado muy
peligrosa, se pase todo el libro intentando que no le ocurra lo mismo a su amigo
y colega Pax.
Como el resto de las novelas de
Joanna Bourne, ¡me ha encantado! Justo mi tipo de novela romántica histórica: aventura,
mucho suspense de espionaje, personajes atractivos, drama, pasión, tensión no
resuelta entre los protagonistas desde el minuto uno,… en fin, un cóctel
entretenidísimo. ¿Y el estilo? Fluido, pero si le prestas atención al detalle,
te ves recompensada con ciertas sutilezas que te pueden pasar desapercibidas en
una lectura rápida. Diálogos con su punto de ingenio. Acción que no decae en
ningún momento.
En fin, una novela magnífica.
Sólo tiene el pero de una protagonista femenina que me pareció algo más flojita
que las anteriores. Y quizá el suspense podría haberse tensado un poco más.
Pero, de verdad, lo de ponerle cuatro estrellas en vez de cinco es por
comparación con The Black Hawk, que
fue alucinante.
Ya que ninguna editorial española
se decide a traducir estos libros tan buenos, quien pueda, que se anime a
intentarlo en inglés. Puede que, como a me ha ocurrido a mí, descubráis una
nueva autora favorita.La única advertencia sería que está escrita en un inglés un poquito más difícil que la media y que no es un libro de esos de lectura rápida, sino que tienes que ir poco a poco, regodeándote con la historia.
Leída ya toda la bibliografía de Joanna Bourne hasta
este momento, no me queda más remedio que esperar los años que falten antes de
que publique otro libro. Que me compraré, sin dudarlo. No me importa esperar lo
que haga falta, siempre que con esto acabe produciendo una novela de tan alta
calidad como esta.
Valoración
personal: notable, 4
Se
la recomendaría a: todos los que quieran novela romántica con su parte de
intriga y espionaje, y cierto gusto por la historia
Otras críticas de la novela:
No está traducida, y
no he encontrado críticas en español. Pongo a continuación referencia a unas
cuantas críticas en inglés. Hay muchísimas más, claro, y a todo el mundo le
gusta.
Smexy Books recuerda que, aunque es un libro que se puede leer perfectamente por sí
mismo, lo disfrutas más si has leído previamente The Forbidden Rose
y The Black Hawk. Grado A
Fly high! dice cosas que podría haber escrito yo misma: “Siempre me han gustado las
historias de espías y las novelas históricas: el añadido de un poco de romance
es siempre bien recibido, aunque no necesario”.
Y me ha hecho gracia su
referencia a que, en italiano, Joanna Bourne está traducida pero que ella ha
preferido leerla en inglés porque la traducción italiana es decepcionante. “La
admirable atención de la autora a la hora de recrear una ambientación histórica
apropiada, y su lenguaje, se pierde en una traducción descuidada y apresurada”.
Me gustaría que
tradujeran a Joanna Bourne pero, la verdad, si van a hacerlo de mala manera, mejor
que se lo ahorren.
En Kirkus consideran que
es otro libro ganador de Joanna Bourne: “inteligente, de una escritura
exquisita, una trama intrincada y un romance impresionante”.
Historical novel society no es una página
dedicada a la romántica. De hecho, quien escribió la crítica reconoce que es la primera
novela romántica que leyó. ¡Le gustó!