miércoles, 28 de diciembre de 2016

Crítica: “Practice Makes Perfect”, de Julie James



Entretenidísima comedia romántica de dos abogados que no se soportan, pero no pueden evitar pensar el uno en el otro.
¿A qué esperan las editoriales españolas?
De verdad, que hay un público para Julie James.
El mismo que Rachel Gibson o Susan Elizabeth Phillips.

DATOS GENERALES

Título original: Practice Makes Perfect
Fecha de publicación original en inglés: 1009
Subgénero: contemporánea

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Cuando entran en juego las leyes de la atracción…
Payton Kendall y J.D. Jameson son abogados que saben lo que significa protestar. Feminista hasta la médula, Payton ha luchado duro para triunfar en una profesión dominada por hombres. Nacido rico, privilegiado y chulito, J.D. ha luchado por ignorarla. De cara a la galería, son perfectamente educados. Tienen que serlo. Durante ocho años han mantenidos las distancias y se han tolerado como compañeros de trabajo por una razón: lograr ser socios de la empresa.

... No hay reglas.
Pero ahora puede pasar cualquier cosa cuando les piden que unan sus fuerzas en un caso muy importante. Aunque al principio recelan, empiezan a apreciar la dedicación del otro al Derecho… y las chispas entre ellos rápidamente se vuelven atracción. Pero la conexión, cada vez más tórrida, entre ellos, no dura mucho cuando descubren que sólo uno de ellos será nombrado socio. Ahora es una guerra sin cuartel. Y la batalla de los sexos probablemente caliente las cosas del cuello para abajo…

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Pues sí, estaría entre las mil mejores novelas románticas, allá por el puesto quinientos y algo. No entró en la lista Top 100 de All About Romance de 2013, pero sí que estuvo entre “Lo mejor del resto” en el número 110. Además, es una de esas novelas de las que siempre se acuerda la gente cuando se trata de ciertos tópicos como, obviamente Best Enemies o “de enemigos a amantes”.
También tiene un papel destacado la “amistad entre personas del mismo sexo”. Payton cuenta con su amiga Laney como tabla de resonancia de sus dudas, a pesar de que sus ideologías y forma de entender la vida sean tan diferentes. Y Tyler, amigo de J. D., le da algunos consejos, entre ellos lo que los hombres pueden aprender de Orgullo y prejuicio.
And last but not least, si de comedias estamos hablando, esta es una de los Favorite Funnies de mucha gente.


CRÍTICA
Después de mucha romántica histórica, me apetecía algo contemporáneo y con humor. Para eso, nadie mejor que Julie James y una de sus novelas más recordadas.
Su planteamiento es parecido a una de este año que me ha gustado mucho The Hating Game: una divertida historia “de enemigos a amantes” en la oficina.
Sí, de esas que Sarah Wendell dice que son “te odio pero no puedo dejar de pensar en ti, ¡maldita sea!”.
Payton y J. D. llevan ocho años trabajando para una firma de Chicago. Casi el mismo tiempo que llevan no soportándose. Ante terceros procuran ser educados, pero cuando no hay público, se dicen (y hacen) unas lindezas que te quedas a cuadros.
El origen de la enemistad no sale hasta muy avanzado el libro, y es tal chorrada que resulta totalmente creíble. Pero lo que ha dado gasolina al odio es la diferencia social e ideológica entre ambos.
Por un lado, J. D. es abogado especialista en acciones colectivas. Procede de familia con dinero, viste atildadito, socio de un selecto club de golf, un encanto para tratar con gente de dinero… Más bien conservador y bastante sexista. De esos que cree que la víctima del sistema es el hombre.
… Y pese a todo, decepciona a su padre pijo.
Al otro lado del ring tenemos a Payton, especialista en discriminación laboral y por razón de género. Hija de madre soltera hippie, creció educada en valores mucho más progresistas. Sigue una dieta vegetariana, y se irrita considerablemente ante los micromachismos de la vida cotidiana, esos que gente como J. D. ni siquiera es consciente. Eso sí, su educación no le impide disfrutar de las cosas caras que ahora que es abogada de éxito, se puede permitir.
… Para horror de su reivindicativa madre, por cierto.
Así que se dicen lindezas en plan (en mi traducción un poco chuchurría):

Ella a él: Gilipollas sexista y estirado, dueño de un poni, amante del laissez-faire, que bebe whisky escocés y del tipo “más vale que mi mujer se cambie el apellido por el mío”.
Él a ella: Feminazi cabezota, siempre tocando los huevos, conductora de un Prius, acomplejada, para ti “ama de casa” es la octava palabrota.

(Se supone que en inglés hay sólo siete palabrotas)
No quedan sólo en palabras. Pasan a la acción saboteándose en comportamientos poco profesionales.
En más de un momento me dije, “joé, a ver cómo superan esto. Me hace alguien algo así en el trabajo y en la puta vida voy a volver a dirigirle la palabra”.
La cosa se complica cuando tienen que trabajar juntos a ver si consiguen un nuevo cliente para la empresa. Peor aún, los dos compiten por ser socios de la empresa. A fin de mes, uno promocionará y el otro irá a la calle.
El libro es súper entretenido. Lo leí prácticamente de un tirón. El humor es bastante entretenido.
La tensión sexual está muy bien mantenida. No me convence tanto cómo lo resuelve, pero es que en esto del sexo en la romántica es difícil acertar: o te pasas o no llegas.
Como en la siete y media, que diría don Mendo:

…que o te pasas o no llegas.
y el no llegar da dolor,
pues indica que mal tasas
y eres del otro deudor.
Mas ¡ay de ti si te pasas!
¡Si te pasas es peor!

Pues eso, las escenas románticas en la novela romántica son como la siete y media: el no llegar da dolor, pero si te pasas es peor.
Es una de las razones por las que este libro se me ha quedado en 4 estrellas. Otra sería la tensión romántica. De verdad que los primeros capítulos me parecía imposible que estos dos estuvieran escondiendo el más mínimo sentimiento positivo por el otro. Eso lo hacían mejor en The Hating Game, me pareció que se intuía mejor que en el fondo ahí había sentimientos amorosos. Y resolvía mejor la transición del “no te soporto” a “no puedo vivir sin ti”.
En cambio, me gusta más la ambientación en un mundo de abogados de Chicago que en una empresa editorial de incógnita ubicación. Resulta muy interesante ver cómo funcionan esos grandes bufetes, cómo andan todo el rato certificándose horas, y la salvaje promoción interna; la altísima especialización de los abogados, honorarios de veinte millones de dólares... Poco que ver con la realidad de la inmensa mayoría de abogados españoles.
Hay aspectos laborales en relación con el techo de cristal, que suenan tremendamente reales. Aquí vemos la “solidaridad de vestuario”: los machitos juegan al fútbol, al baloncesto o al golf, ahí hacen sus méritos “sociales” que añadir a sus capacidades laborales. Nosotras eso lo tenemos cerrado; no nos interesa pero, aunque quisiéramos, no podríamos. Yo no tengo acceso a jugar al fútbol con mis colegas.
Hay una escena particular del libro que provocó en mí una sonrisa agridulce porque me ocurrió algo parecido. En el libro, hay que ir con un cliente a determinado sitio. Como es trabajo, se supone que deben acompañarlo tanto J. D. como Payton. Pero J. D. le dice que no puede, porque es un club “sólo para hombres”.
En mi caso fue eso tan típico del norte de España como son los restaurantes exclusivos de caballeros. Estás trabajando con tus colegas, que incluso te felicitan por lo bien que ha salido todo, con el esfuerzo conjunto… pero luego ellos se van solitos al txoko.
No veas la cara de pardilla que se te queda.
Resumiendo: una comedia romántica que merece la pena probar, porque casi seguro que te divierta bastante.
El inglés es tirando a sencillito. La mayor dificultad son las referencias culturales. Por poner un ejemplo de lo que traduje antes: trickle-down economics, se convierte en español en laissez-faire porque es propio del liberalismo económico, o lo que significa en los USA lo de que conduzcas un Prius.
Feminazi, en cambio, viene así en el original.
Ya sabéis, el patriarcado no necesita llamarse por teléfono.
Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes gusten de novelas contemporáneas divertidas con su puntito de reivindicación.

Otras críticas de la novela:
Es una novela tan buena que hay lectores hispanohablantes que la han leído y reseñado. Por ejemplo, hay crítica en El rincón de la novela romántica, que es la misma que en Mundo de Letras.

En All About Romance hay dos críticas: una de B para el libro y otra de B+ para el audiobook
Jane, en Dear Author, le da una B.
En The Book Smugglers le dan una puntuación de 7/10 y lo consideran “Very good”.

6 comentarios:

  1. He empezado a leer la entrada y me he descolocado porque juraría que la apunté de tus recomendaciones. Luego vino la explicación: se parece a otra novela.
    Y ahora también apunto esta. Las de este tipo me encantan. Ligeras, con marrullerías, diálogos con lanzamiento de espinas y con final amorosito. Un orgullo y prejuicio a lo moderno. Y en cine también me divierten un montón estas comedias (recuerdo alguna de Jennifer Aniston)
    Lo intentaré con el english.

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    1. Sí, por eso comparo las dos novelas en la crítica, porque se dan un aire. A ver si encuentro más de estas, porque tengo también ese malsano vicio de las historias "no te soporto pero no puedo dejar de pensar en tí, ¡maldita sea!".

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  2. Pues la tengo apuntada desde hace bastante y tras ojear tu reseña creo que va a ser el libro con el que despida el año, que quiero hacerlo con una sonrisa en la boca.
    Un saludo!

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    1. Creo que te va a gustar. Yo, de momento, me he apuntado las que me quedan de Julie James para leer el año que viene. Las tres que he leído hasta la fecha me han convencido.

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  3. oh great review. I have really liked this author, but haven't picked this one up yet. I especially like entertaining reads, so I gotta try this one out.

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    1. Thank you for your kind message. I think this novel can be a very joyful reading. Contemporary, funny and (a little bit) sexy - that's Julie James' style and I love it!

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