miércoles, 14 de diciembre de 2016

Crítica: “Cómo seducir a un duque”, de Kathryn Caskie



Bobadita intrascendente de la que no recordarás nada a los dos días de terminarla. Pero en sí, es muy entretenida, preciosa.
© Books4pocket, febrero 2015


DATOS GENERALES

Título original: How to Seduce a Duke
Subgénero: histórica / 1815
Fecha de publicación original en inglés: 2006
Parte de una serie: Las hermanas Royle #1

1.ª edición en español: Titania, 2010
Traductora: Claudia Viñas Donoso

SINOPSIS (de la contraportada)

Tras la muerte de su tutor, las tres hermanas Royle se dirigen hacia Londres dispuestas a descubrir el enigma de sus progenitores y encontrar un esposo acorde con su linaje. Porque, a pesar de parecer sencillas campesinas, estas bellas jóvenes albergan un secreto que puede cambiar el futuro de Inglaterra.
Con el inicio de la temporada social londinense, Mary, la mayor de las tres, emprende la conquista del apuesto vizconde lord Wetherly, en quien ha posado sus ojos desde su llegada a la capital.
Sin embargo, su juego de seducción no será fácil: el hermano del vizconde, conocido como el Duque Negro por su reputación con las mujeres, no permitirá que ningún Wetherly caiga en la trampa de una damisela cazafortunas, aunque ésta sea tan fascinante como Mary. Coqueteará con ella, le robará el corazón y luego lo romperá en mil pedazos para nunca más volvería a ver, a pesar de que, tal vez, después de conocerla, eso sea lo último que desee.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No, pero sí dentro de “lo bueno”, allá por el puesto dos mil y pico. O sea, que tampoco es de las mejores-mejores, pero está muy bien. Fue uno de los Top Picks del año 2006 para la página web Romance Readers at Heart. Y ha estado en el puesto 32 de las Top 100 Joyas románticas del Club Romántica (ahora no sé cómo estará, porque suele ser una lista que varía).

CRÍTICA

Otro libro comprado en una oferta con otros del mismo sello.
Como puede verse por la sinopsis, la cosa va de la Regencia, un duque libertino, una joven bella y honrada con un misterioso pasado… Nada original, pero contado de forma muy entretenida.
Las tres hermanas Royne han crecido en el campo, y consideran su padre a un médico que fue quien las crió. Pero en realidad, no eran hijas suyas, sino que siempre creyeron que habían sido abandonadas. Ahora su “padre” ha muerto y han dejado Cornualles para dirigirse a Londres, con una pariente lejana.
Pasarán la temporada londinense, lo cual ya sabemos muy bien lo que significa: bailes, patios, terrazas, jardines a la luz de la Luna, sí, tampoco es nada original.
Aprovecharán para dos cosas, la primera es buscar marido, y la segunda, investigar a ver si averiguan cuál es su verdadero origen, quienes fueron sus padres biológicos.
Mary, la mayor de las hermanas, es la más responsable, la que anda siempre mirando que no se malgaste, porque ella es bastante escéptica del resultado de sus indagaciones. Ella pronto pone sus ojos enamorados en un lánguido petimetre, un vizconde de dorados cabellos y ojos azules que es todo lo que ella sueña en un caballero. Héroe de guerra, guapo, encantador,… ¡es perfecto! Y parece que es correspondida. Mejor que mejor.
Pero Mary topa con un obstáculo formidable: el hermano mayor del vizconde, Rogan, el duque de Blackstone, a quien todos llaman el Duque Negro por su mala reputación. Os lo podéis imaginar: típico duque de la Regencia, libertino de esos a los que nunca les ves hacer nada particularmente perverso, que desconfía de las mujeres porque en una ocasión conoció a una que era una ambiciosa cazafortunas, etc. etc.
Así que viene a ser algo así como una historia de “enemigos a amantes”, porque Rogan y Mary no se tragan, y están todo el rato chocando. Se engañan el uno al otro, fingen coqueteos, Rogan procura alejar a su hermano de esta chica campesina a la que considera una cazafortunas,…
Pero esto de andar vacilándose el uno al otro hace que acaben no conociendo ni siquiera sus propios sentimientos.
La ambientación, ya lo he dicho, es tu Regencia estándar. El tono general de la obra, ligerito, una cosa a medio camino entre Loretta Chase y Julia Quinn. Con menos profundidad emocional que las novelas de Chase, es como una pompita de jabón, pero con un poquito más de sentido de la época que los slapstick de la Quinn.
No cae en la astracanada, y cuando la cosa se va por vericuetos de “tonto malentendido”, el libro lo resuelve rapidito y acaba con un happy ending bastante creíble. Porque es más bien cortita, en una tarde te la puedes leer.
O sea, que está bastante bien, te pica, te intriga, y lo lees en un suspiro. Luego se te olvida pronto (de verdad, entre la redacción de esta crítica y la publicación de la misma en mi blog, ya no sabía de qué iba el libro, y no ha pasado ni un mes) y a otra cosa, mariposa.
No había leído nada de Kathryn Caskie, y me ha parecido muy… entretenida, en ese estilo Regencia ligerito del que sólo puedes esperar un buen rato. Nada profundo. Flojea un poco en la parte erótico-romántica, pues no le ves (o, al menos, yo no le encontré) demasiada intensidad emocional ni chispa erótica entre los protas.
Una cosa que no me gusta es la parte sobre el origen biológico de las tres hermanas Royce. No destripo nada (porque lo dicen bastante pronto en la novela) cuando digo que la teoría es que el príncipe regente (quien luego fuera Jorge IV) tuvo trillizas de su amante (o esposa con matrimonio nulo) la católica María Ana Fitzherbert, allá por 1795. Se supone que murieron, pero en realidad, se las entregaron al médico del príncipe, que es quien se las llevó a Cornualles. Los pocos enterados del asunto, en la corte, piensan que murieron. Pero no, podrían haber sobrevivido y ser estas chicas.
Así que la hipótesis de trabajo de las hermanas es que son hijas, en realidad, del príncipe regente y de su antigua amante.
En sí, la historia-ficción no me disgusta, sería algo tan grotesco que la fantasía no es molesta. No, lo que me cabrea es que este tema no ser resuelve en el libro. Es un truco tan evidente para que sigas leyendo las otras novelas de la trilogía a ver si es verdad o no es verdad. Por cierto, que si alguien quiere seguir, las otras novelas son How to Engage an Earl / Cómo atrapar a un conde (2007) y How to Propose to a Prince / Cómo conquistar a un príncipe (2008). No descarto leerlas con el tiempo, si las encuentro baratitas (no merece la pena gastarse mucho en estas boberías enagüiles) pero me cabrea bastante que hagan estas cosas de novelas que no son autoconclusivas.
En resumen: no aporta nada nuevo, pero es muy entretenida de leer.

Valoración personal: entretenida, 3

Se la recomendaría a: los aficionados a las novelas de la Regencia ligeritas e intrascendentes. Si te gusta Loretta Chase o Julia Quinn, creo que esta te puede convencer.

Otras críticas de la novela:
En español, tenemos crítica en “El rincón de la novela romántica” y la pone como buena. El blog “Mis hermosos libros” le da lo que creo que es una puntuación 4.5/5. En Cazadoras del Romance hablan de él como libro muy ligerito, perfecto para leer en un fin de semana
¿En inglés? Hay una breve reseña, pero en general positiva, en Historical Novel Society. Aquí he encontrado otra review que también parece positiva, valorando la novela en cuatro rosas.
Pero, eso sí, en All About Romance no gustó demasiado. La crítica es bastante negativa, una D-: le pareció en general absurdo y sin la menor química entre los protagonistas.

2 comentarios:

  1. Ay! me gustan las bobadas. Pero de esta autora leí "Las normas de la pasión" y "Dama de honor" (serie hermanas Featherton, edición de bolsillo Books4pocket) y eran demasiado tontas, casi absurdas, y la había dejado de lado. Pero bueno, si te gustó intentaré si la veo. Aunque sea para pasar el rato. Me tenté. Gracias

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    1. Yo es el primero de ella que leo, así que no conozco los otros dos libros que mencionas. Es entretenida pero tan ligerita que no merece la pena (en mi opinión) salvo que estén a precio razonable.

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