lunes, 12 de diciembre de 2016

10 frases que todo lector de romántica se “jarta” de oír



1 Son todas iguales, no sé cómo no te aburres. Y tú, ¿cuántos derbis del Real Madrid has visto? ¡Si son todos iguales! Veintidós caballeros hiperhormonados en calzones dándole a una pelotita, mientras otros tres -igualmente en calzones-, corretean por el campo y las bandas para decirles lo que hacen mal, y millones se desesperan al verlo (y al darse cuenta de que Fulanito hoy no nos ha enseñado su six-pack).
¿Novela de género? ¿Películas de acción? ¿Partidos de fútbol? Hay unas normas en cualquier entretenimiento, para que sepas de qué va, tontito: esto es un partido de fútbol, esto es una peli de James Bond, esta la última edición de Tom Raider….
Pero luego, cada uno es único, en el estilo, en el tipo de personajes, en la forma de desarrollar el argumento y, a veces, das con uno de esos momentos mágicos que no has visto en ninguna otra ocasión ni volverás a ver.
(Bueno, salvo el Call of Duty y las novelas de Dan Brown).
Porque sí, también en la romántica hay momentos como el gol de Maradona en el mundial de México ante la pérfida Albión (el de la “mano de Dios” no, el otro, el segundo), aunque tengas que tragarte muchos empates a cero.


            Variación 1.1 “Son siempre chico rico encuentra a chica pobre, no pueden estar juntos y al final sí”. Eh,… no. Hay mucho de eso, sí. Pero también de gente normal y corriente conociéndose y enamorándose mientras luchan contra los problemas cotidianos. Y no siempre son chico y chica, a veces son dos chicos o dos chicas (que cuentes que hay romántica gay, siempre les descoloca). E incluso he oído hablar de finales felices que implican tríos (ahí ya te miran como si fueras un marciano de dos cabeza, preguntándose si no serás tú un poco viciosilla y mirando de reojo a tu marido).


2 Oye, puede que te guste una autora inglesa del XIX, se llama “Jane Austin”. Esta me “encanta” porque además son de los que ni siquiera escriben bien el apellido de la autora y creen sinceramente que es *Austin y no Austen. Suele estar unido a un mansplaining cojonudo sobre cómo son las novelas románticas, sin haber leído ni una sola en su vida, y lo estupenda que es Jane Austen cuando a ella tampoco la han leído, ni visto una peli, ni –ya puestos- visitado Bath.

            Variación 2.1 Lo mismo, pero con las hermanas Brontë.



3 Ah, tú eres de las que leen a Danielle Steel. No, verás,… Entonces te embalas para explicarle quienes son Nora Roberts, Lisa Kleypas, Susan Elizabeth Phillips,… La diferencia entre romántica contemporánea y una de “amor y lujo” de los ochenta, hombreras incluidas,… Lo que es el women’s fiction… Pero ya ha desconectado después de la segunda palabra. En el fondo, no le interesa saber lo que lees, es sólo que no conoce más nombres.


4 Son libros tan poco realistas… Claro, porque todos leemos ficción para encontrarnos con la realidad cotidiana. Si no, lo llamaríamos ensayo. ¿O era al revés?
Ya sé que tú no te tomaste en serio a Homero hasta que se identificó un espeso estrato de cenizas y restos carbonizados en el nivel VII A del yacimiento de Troya. Yo es que soy de las que le importa un pito si hubo o no un Ulises que se tirara diez años volviendo de la guerra de Troya: la Ilíada y la Odisea son auténticas con independencia de si reflejan o no hechos reales.
Aún así, estás equivocado: la romántica es un género en el que se pueden tratar (y a menudo lo hacen) temas de actualidad, reales como la vida misma, desde los problemas de acoso en el trabajo al matrimonio gay o el cuidado de los padres envejecidos, las dictaduras o el tráfico de personas.



5 Sí, fíjate que hasta yo he pensado en escribir alguna novelita de esas, creo que se gana mucho dinero. Esto lo dice habitualmente quien no ha leído nada del género ni sabe hacer la O con un canuto. La respuesta es fácil: “Ponte a ello, cielo, Harlequín siempre anda en busca de nuevos autores, y luego me lo cuentas”.


6 ¿Y cómo son los libros de Barbara Cartland? No sé, como la película El caíd, supongo, debió empezar a escribir por la misma época. ¡Ah, que no la has visto! Pues yo tampoco he leído nada de ella.
[Sí, es una variante del 3, después de Danielle Steel, es el segundo nombre que se le viene a la cabeza]



7 Sí, Corín Tellado vende mucho, ¿no? No sé, la pobre lleva muerta unos cuantos años y sí, creo que en tiempos de mi abuela era lo que leían las modistillas (porque el resto de las mujeres decentes, ¿cómo iban a leer algo tan bajo? No, las cifras de ventas seguro que estaban infladas, que aquí todo el mundo leía a Azorín y a Pemán) que luego escuchaban a Elena Francis por la radio. Así que no, no creo que hoy en día venda lo mismo que E. L. James o Lisa Kleypas.
[Lo sé, otra variante de 3 y 6: Steel-Cartland-Tellado, la santísima trinidad de la novela romántica]


8 ¿Cuándo vas a leer libros de verdad? [Variante de la 2] Ante todo, la novela romántica son libros de verdad, sólo que del género “ficción comercial” como la novela histórica, la negra, la de ciencia ficción, etc. Pretenden, ante todo, entretener, pero eso no quita que más de uno y de dos, tengan más trascendencia y te hagan pensar y sentir más allá del momento de distracción.

Pero es que, además, si por “libros de verdad” entiendes los de “ficción literaria”,… aquí hay dos opciones, dependiendo de tu situación:

1.ª Mira, trabajo quince horas al día, ocho legales y siete extras que no me pagan, además llevo la casa, los niños (de los que soy profesora particular y taxista), tengo que fregar, lavar y planchar, así que como comprenderás cuando tengo un momento para mí, a las diez de la noche, perdóname por preferir distraerme con una de Julia Quinn antes que con Roberto Bolaño. El día en que Bukowski me anime a seguir resistiendo un día más, me pasaré a la “Literatura”. [Cuando hablas del estrés y ansiedad de la vida diaria, suelen mirar incómodos a otro lado: como si les fueras a pedir que te ayudaran].

2.ª ¿Quién te dice que no los leo? Lo uno no quita lo otro. Posiblemente haya leído más “Literatura” que tú. [Esta es mi favorita. Aquí se me hincha la vena  en plan Patiño contando todo lo que he leído en mi vida… Cuando llego a Murasaki Shikibu o a los haikus japoneses, ya se ponen colorados, no vaya a ser que les pregunte su opinión sobre autores que desconocen por completo].



9 Sólo hablan de sexo, debes ser toda una experta. Posibles respuestas:
Y tú que lees a Ian Fleming, ya está tardando en ofrecerte al CNI.
En cualquier caso:
a) No juzgues los libros por la portada;
b) Lo que yo haga en la intimidad de mi dormitorio (o donde sea) con mi marido (o lo que sea) es cosa mía, cotilla;
c) Se te ve muy necesitado, búscate una buena novela romántica erótica, a ver si aprendes algo.


10 ¿Pero tú no eras feminista? [Esta es la que más duele, porque viene de gente que cuando les hablas del patriarcado te salen con la covada y el mítico matriarcado del norte de España. ¿Cualo?].
No, verás, aunque hay mucha novela romántica que perpetúa los estereotipos de género yo diría que, en un mundo literario tan androcéntrico como el que vivimos, las novelas románticas destacan precisamente por centrarse en la mujer. Es frase hecha que estamos ante un género hecho “por mujeres, sobre mujeres, para mujeres” y en gran medida sigue siendo cierto. En este género he encontrado a mujeres más auténticas, con sentimientos y aspiraciones y problemas más realistas que en muchos otros libros “literarios”. [Véase respuesta a la pregunta 4].

Aquí también desconectan en cuanto oyen palabras como “estereotipos de género” o “androcéntrico”.

De cualquier modo, quien suele preguntar esto es alguien que no se considera a sí mismo (o misma) feminista pero cree saber cómo tienen que pensar, y sentir, y actuar las feministas. Lo mismo pasa si cuentas que llevas una dieta ovolactovegetariana: los que no lo hacen, en seguida te explican lo mal que lo haces tú.



*Entrada inspirada en artículos que he leído hace poco (y no tienen nada que ver ni con la novela romántica, el amor ni el sexo, pero que me hicieron sonreír) como “Las diez peores cosas de ser vegetariano” o “10 frases que los viajeros estamos cansados de escuchar”. Recomiendo ambas, están escritas con mucho más ingenio que el mío.

10 comentarios:

  1. Estupenda entrada, Bona, has hecho que me ría y me cabree a la vez. Y es que ojo lo que tenemos que aguantar. Menos mal que mi maromo no me pregunta cosas de ésas sino que me pregunta qué tal va el libro que estoy leyendo y me incita y ayuda a comprar más. Al resto de la gente ni me molesto en decirle lo que leo.
    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro, de eso se trata, de echarnos unas risas.
      A mi marido le da igual lo que yo lea, el problema lo tengo con amigos y amigas, compañeros y compañeras de trabajo, etc. Que ni saben ni quieren saber de qué va el género. Ay, jartita me tienen.

      Eliminar
  2. Excelente nota!!!! graciosa y asertiva.

    ResponderEliminar
  3. Por muchos anos, los que mas me criticaban lo que leo, era mi familia. Desgraciadamente, mis tres hermanos y mi madre, todos se compraron aquello de que el romance es todo basura, sin exepcion.

    En otras palabras: todas las que has listado, y mas!

    Gracias a Dios, he llegado al punto en mi vida en el que me importa muy poco lo que nadie mas opine de mis gustos. Es mi vida y mi tiempo, y asunto de nadie mas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy bien dicho. Al final, es nuestro tiempo y lo gastamos leyendo lo que más nos aporta.

      Eliminar
  4. Como he disfrutado esta entrada!!! Lo de las horas legales y las extras que no te pagan... es genial. Es mi vida. Y como ya no dispongo de tanto tiempo como cuando era estudiante soy mucho más selectiva que antes con las lecturas: sólo las que me hagan disfrutar. Antes me recomendaban un libro y me lo dejaban y sólo por el apuro lo leía. Ahora, amablemente, y sabiendo que cada uno tenemos una percepción de lo bueno, cómico, etc. distinta lo empiezo. ¿Qué no engancha? Pues, a otra cosa mariposa. Un gracias y un "no es lo mío" basta.
    Es una suerte que estés tú y otros blogs, más afines a mis gustos, que me descubrís joyas a montón.
    Hay mucho prejuicio, pero no solo con la romántica. Cuando me compré un libro de ilustraciones de Luis Royo de paso al trabajo, un compañero me miró como un bicho raro y descarado me dijo ¿pero a ti te gusta eso? Si, ¿y...? Me parece un dibujante buenísimo y además me gustan esos temas de mujeres guerreras y monstruos. ¿No va con mi imagen modosita? Es lo que hay.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me ha encantado la anécdota del libro Luis Royo. ¡Mira que es metete la gente! Y llena de prejuicios: cualquier cosa que se salga de su esquema preconcebido, les rompe las meninges.

      Yo en el trabajo no me corto. Cuando les espanto hablando de Rogue One, me echo unas risas diciendo que soy "femifriki".

      Admiro que seas capaz de dejar un libro si no conectas con él. Es mi asignatura pendiente. Este año he conseguido dejar a medias,... tres libros, creo, lo cual son tres más que el año pasado. Progreso adecuadamente ;)

      En fin, espero que sigas pasándote por aquí, y a ver si encuentras más cosas de tugusto.

      Eliminar
  5. Hoy es 14 de septiembre de 2021 y me he topado con tu blog, muchas gracias por tenerlo aún activo. Con la popularidad que ha tenido la serie Bridgerton en Netflix (que me han gustado un montón los protagonistas, la sonrisa del actor que personifica al Duque me hace sonrojar como si fuera adolescente y eso se me hace muy divertido) leí otros libros de Julia Quinn, busque antes un review de uno de ellos (El de Francesca) me topé con tu opinión y aquí me tienes, revisando tu blog con mucha curiosidad y agradecimiento por hacerme reír con tus escritos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues nada, bienvenida. Me alegro de que disfrutes con Julia Quinn y los Bridgerton, si te hacen pasar un buen rato, eso es lo importante. A mí lo de sonrojarme como una adolescente me ha pasado con más de un libro de romántica. Espero que las cosas que leas aquí te llamen, te ayuden en algo.
      Suena raro eso de tener un blog en 2021, lo sé. Yo es que soy así, a mi bola.

      Eliminar