Hace casi dos años, en julio de 2015, leí este
libro, escribí la crítica y aún no había encontrado hueco para contarlo. Y eso que es
una novela con momentos intensamente románticos…
Leída en Kindle |
DATOS
GENERALES
Título original: Jackdaw
Subgénero:
paranormal /victoriana
Fecha de
publicación original en inglés: febrero 2015
Editorial:
Samhain
Páginas:
226
Parte de
una serie: 3.6 de A Charm of Magpies
NOVELA SIN TRADUCIR
SINOPSIS
(que viene en el propio libro digital)
Si dejas de correr, te caes.
Jonah Pastern es un mago, un
mentiroso, que camina con el viento, un ladrón profesional… y durante seis
meses, fue el amor de su vida para el agente de policía Ben Spenser. Hasta que su traición dejó a Ben en la cárcel,
arruinado, solo, y buscando venganza.
Ben está decidido a hacer que Jonah pague por lo que hizo. Pero parece que
no puede olvidar lo que en el pasado fueron el uno para el otro, y Jonah no le
deja. Pronto, Ben se encuentra liado en la vida caótica de Jonah otra vez, y
huyen juntos –de la policía, de los magos, y demás gente peligrosa que tienen
algo en contra de ellos.
Amenazados por todos los lados por traiciones, secretos, y las leyes de la
tierra, ¿podrán encontrar alguna forma de vivir y de amarse antes de que el
pasado los alcance?
Esta historia se ambienta en el
mundo de la serie Charm of Magpies.
Advertencia: contiene un policía que tendría que ser más listo un ladrón
que puede que nunca aprenda, moral victoriana, ardorosos encuentros y un
Stephen Day muy cabreado.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica?
No. Si la leí es porque hay algo en el estilo de esta autora que me
resulta irresistible, incluso en una historia sin suspense, quizá sea la
intensidad emocional, o que sabe construir historias que funcionan como un
reloj. No lo sé.
CRÍTICA
Jackdaw (“Grajilla”) se ambienta en el mundo de la serie
Charm of Magpies, pero se lee perfectamente de manera independiente, aunque
creo yo que la disfrutas más si has leído los anteriores de la serie.
Ben es un
policía que lo ha perdido todo. Acaba de salir de prisión, por mantener una relación
inadecuada con Jonah, un atractivo moreno de ojos azules, sonriente y
encantador, pero que resultó ser un ladrón trabajando para una banda de
asesinos.
Este Jonah
apareció como secundario en la novela anterior, Flight of Magpies, de la que hablé aquí el año pasado, también de manera un poco retrasado porque se me metieron por en medio los de
la Society of Gentlemen. La cosa es que entonces describí a Jonah:
“un tipo que es un ladrón con poderes mágicos, que amenaza a los protagonistas pero que resulta muy atractivo y averiguas que tiene su propia historia de amor que posiblemente no haya ido demasiado bien”.
Al salir del
trullo, Ben busca a Jonah para vengarse, pues le ocultó su vida criminal, se
fugó cuando estaba bajo su custodia y lo abandonó para enfrentarse en solitario
con las consecuencias de lo ocurrido. Cuando da con él, en su furia, le golpea
y está a punto de violarle, cosa que al final no hace porque en el fondo Ben es
un hombre honesto.
Jonah sigue
queriéndole, aunque hasta la fecha ese amor sólo ha servido para introducir el
caos en la vida de Ben.
Una redada
de la policía les obliga a salir corriendo, o más bien volando, gracias a los
poderes mágicos de Jonah.
No hay en
esta novela una trama de suspense. Básicamente, te cuenta cómo estas dos
personas huyen, perseguidas por la justicia, tanto la humana como la del mundo
mágico, de la que gente como Stephen Day es justiciar,
policía-juez-verdugo. Si atrapan a Jonah, lo encerrarán y le cortarán los
tendones, para que no vuelva a caminar por el aire. Y, además, se ganó en el
libro anterior el odio particular de Stephen y Merrick.
Lo que sí
hay aquí es conflicto por un tubo. Interno y externo.
➽ Externo: si
los encuentran, las cosas no van a ir bien con la ley.
➽ Interno:
saber si pueden tener una segunda oportunidad amorosa. En el pasado convivieron
felizmente, pero fue un idilio en el que Jonah le ocultó muchas cosas a Ben, de
manera que este no sabe hasta qué punto aquello fue real o no.
Para poder
volver a ser una pareja necesitarán tiempo, y cambiar un poco. Jonah tendrá de
abandonar su ambigüedad moral y aceptar que Ben no quiere vivir como un
delincuente, confiar en él, y trabajar duro para ganarse la vida honradamente. Ben,
por su parte, tendrá que intentar no entregarlo a las autoridades sin
traicionar su propia conciencia.
En cierto
sentido, es otra vez el conflicto entre Crane, más flexible en cuestiones de
normas legales y morales, y Stephen, más recto y justiciero. La parte
“moralmente relajada” de estas parejas tendrá que enderezar un poco su
comportamiento, y los cuadriculados legalistas, no ser tan intransigentes. Hay
un momento en que Stephen Day exclama:
- Oh, Señor, Spenser. Yo solía tener sentido moral.
Ben comprendió exactamente cómo se sentía. Se preguntó si Lord Crane sería tan disruptivo como Jonah para la tranquila vida de un hombre normal.- Y también yo.
A diferencia
de Crane y Stephen, sin embargo, la vida sexual de Ben y Jonah es muy normal,
nada de juegos de dominación ni “mi señor” por aquí o allá. Aquí la relación es
más igualitaria, dentro y fuera de la cama. Explícita, por supuesto, para
mayores de 18 años; especialmente la primera escenita entre ellos, cuando se
reencuentran y Ben casi le viola, no es en absoluto apta para todos los
públicos.
La novela se
sostiene, con tanto conflicto puramente emocional, intenso y oscuro, gracias a
que sus dos personajes son tremendamente atractivos. Jonah es el típico
sinvergüenza encantador que se sale con la suya casi siempre, con una sonrisa y
su don de gentes. Y Ben, bueno, aparte de estar cuadradote, juega al rugby, medio
melé, con lo cual ya me tiene totalmente ganada.
Cuando Jonah
le dice “Haz un ensayo por mi”, ¡ay! me pareció lo más romántico del mundo.
(¡Ay, yo también quiero un medio melé que anote por mi...! Y un pateador, y un ala y lo que se tercie...)
Aunque no.
Creo que lo mejor es cuando Ben se da cuenta de que nunca dejó de amar a Jonah,
en una de las declaraciones más románticas que he visto en bastante tiempo:
- No puedo volverte a amar.- dijo Ben, con su corazón doliéndole por aquellas palabras.- ¿Cómo podría, si nunca he dejado de hacerlo? No pude dejar de amarte cuando te odiaba tanto que me ponía enfermo pensar en ti. Solía soñar con matarte y despertarme llorando porque pensaba que estabas muerto. No puedo no amarte. No sé hacerlo.
Ben y Jonah
no dejan de ser unos delincuentes a la fuga, por lo que un final feliz se me
hacía difícil de imaginar. Y menos cuando aparecen Stephen, Merrick y compañía
buscando venganza,… Qué desagradable, oye, que personajes a los que tanto
quieres por las novelas anteriores, de repente te parezcan los malos de la
película.
Como esto es
novela romántica, los personajes tienen su final feliz, quizá un poco deus ex machina o más bien Crane ex machina. Y, ¡por fin! Crane ha
conseguido irse con su amado Stephen fuera de la rancia Inglaterra victoriana.
El elemento
paranormal tiene escasa importancia en la trama. Cambiando algunos detalles, podría
haber funcionado igual si se tratara de dos personajes normales y corrientes.
Aún así, encaja perfectamente en ese mundo tan coherente “paranormal
victoriano” que ha creado la autora.
Los diálogos
son tan ágiles, la historia está tan hábilmente contada, que se lee en un
suspiro y cuando te quieres dar cuenta, ya han tenido Jonah y Ben su happy end.
La leí en
digital, en inglés (no está traducida), y me resultó bastante fácil.
Valoración personal: buena,
3
Se la recomendaría a:
quienes gusten de puro romance de reencuentros y segundas oportunidades, con
sexo explícito.
Otras críticas de la novela:
Antes que nada, más que una crítica, pongo este enlace a una precuela que
es una breve novela gráfica del planteamiento de la historia. Me gusta cómo
dibujan a Jonah, no tanto a Ben.
Joyfully Jay, 4.75 estrellas.
Añado otras tres: The Blogger Girls, In the Forest of Stories y Sage Novels, que considera a KJ
Charles como una de sus autoras favoritas en el género. Y dice:
“Su escritura es expresiva, emocional y ocasionalmente bastante cómica, por no mencionar increíblemente creativa, quiero decir, ¡romance victoriano paranormal gay!, y funciona tan, tan bien”.
Y por poner una
negativa, que no a todo el mundo le gustó, en Hit or Miss le dan 1 estrella y nos cuenta que lo
dejó sin terminar aproximadamente en un 51% del libro leído, creo que sobre
todo por el personaje de Ben y sus dudas sobre si seguir o no con Jonah, aunque
este último tampoco le gustó demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario