domingo, 22 de octubre de 2017

Crítica: “Los secretos mejor guardados”, de Sandra Brown

Una de las primeras de suspense largo de SB. El suspense, excelente, la parte romántica, no tanto.

DATOS GENERALES
Título original: Best Kept Secrets
Subgénero: suspense
Fecha de publicación original en inglés: abril de 1989

SINOPSIS (de la contraportada)

Han pasado veinticinco años desde que Celina Gaither fuera violada y asesinada en la pequeña ciudad de Purcell. El crimen fue atribuido a un disminuido mental que no pudo alegar nada en su favor, y jamás se celebró un juicio a pesar de las extrañas circunstancias que rodearon la tragedia. Pero Alexandra, la entonces recién nacida hija de Celina, se ha convertido en la ayudante del fiscal del distrito, y vuelve a su ciudad natal dispuesta a obtener justicia.
Alexandra es inexperta pero valerosa, y se enfrenta a todas las fuerzas vivas de Purcell, donde todos quieren olvidar aquel desgraciado episodio. Los principales sospechosos son los tres hombres que estaban enamorado de su madre, tres hombres que estaban enamorados de su madre, tres hombres muy poderosos en Purcell. Celina amaba sólo a uno de ellos, pero jugaba con los tres. Alexandra, vivo retrato de su madre, va descubriendo poco a poco la verdad y, paralelamente, su relación con esos tres hombres es cada vez más estrecha. Las pasiones se desatan y la historia se repite, aunque con un desenlace bien distinto.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No. La leí porque era de Sandra Brown.

CRÍTICA
Durante tres años, Sandra Brown compatibilizó el seguir publicando novelitas cortas tipo harlequin con su vuelta a la novela larga. En vez de inclinarse hacia lo histórico, optó por lo que podríamos llamar noir sureño: novelas de suspense ambientadas en lugares excesivos, con pasiones intensas y personajes bigger than life.
La novela larga de suspense del año 1988 fue Odio en el Paraíso y la del año siguiente, 1989, esta de Los secretos mejor guardados. Reúne todas las características que antes mencioné.
Primero, es de suspense. Aquí se trata de una joven de veinticinco años, que acaba de obtener su cargo de fiscal y decide volver a su ciudad natal para desentrañar un asesinato ocurrido cuando ella tenía solo dos meses: el de su madre. El misterio lo pone, pues, la investigación de aquel asesinato. Te andas preguntando quién mató a la madre, y tienes tus típicos falsos culpables de los que sospechas (y no son sólo uno ni dos), y también giros insólitos en la trama, de forma que –creo yo- no resulta fácil que descubras el misterio.
Segundo, se ambienta en Tejas, lo que parece el lugar más excesivo, al menos en lo que a la novela romántica resulta (yo no lo conozco personalmente, así que no puedo saber si en realidad es todo tan exagerado). Es una zona ganadera, con mucho sombrero vaquero, botas, roles de género muy marcados, cierta bastedad a la hora de comportarse, bordeando en la grosería a veces.
Las pasiones intensas las ponen, creo yo, todos los personajes. Sienten odio y amor de una manera tremenda. Alexandra ansía saber la verdad, y también vengarse, por algo puramente personal, ya que la víctima fue su propia madre. Cuando se enamoran, o desean u odian, todo lo hacen a lo grande.
Y así de intensos son los personajes. Como la sinopsis no lo aclara, lo haré yo, porque tampoco tardas mucho en descubrirlo. La heroína es Alexandra, la joven fiscal que cree poder descubrir quién es el autor de un asesinato de hace más de dos décadas. Quedó huérfana de padre y madre siendo un bebé, y la crio su abuela, que se la llevó a otro lugar y que la ha educado de una manera bastante fría. Alex es tu típica heroína browniana, elegante y decidida, con la cabeza en su sitio, y capaz de revolcarse apasionadamente sin dejar de ser una señora.
El protagonista masculino es Reede Lambert, el sheriff del lugar. Fue el amor adolescente de la madre de Alex. Hay una notable diferencia de edad entre ellos, lo cual ya me hizo torcer el gesto. El que Reede estuviera enamorado en su momento de la madre de ella me incomodó bastante. ¿Se acostó o no con la madre? ¿Primero la madre y luego la hija? ¿Y cómo sabría entonces que ella no era en realidad su hija? Si estaban tan enamorados, ¿cómo es que la madre acabó casada con otro?
Lo cual lleva al problema de que él es uno de los sospechosos. Y cuando ella cree estar avanzando en la investigación, aparece siempre por ahí para cerrar bocas, para que la gente no le colabore, a ver si Alex se cansa y se va.
Si él es el héroe, no ha podido matar a la madre de ella, ¿no? Y si pese a ser uno de los sospechosos, resulta que él no es el asesino, ¿por qué no sintió la necesidad de hallar al culpable de matar a quien fue su amiga y su novia? ¿O es que sí lo sabe y quiere taparlo? ¿Por qué?
Sí, la parte de suspense es complicado y te haces mil y una preguntas que hace que sigas leyendo a ver en qué para todo esto.
Es una novela de esas que tiene unos cuantos defectos que debería hacerme odiarla. Ciertamente, no es de las de Sandra Brown que he releído. Al sexismo rampante (los hombres y las mujeres a veces parecen hasta de especies distintas) ha de unirse a que no acabo de ver cómo Alex puede pretender averiguar nada de un crimen ocurrido hace 25 años.
Tampoco le encuentro sentido a que sea ella la que investigue, cuando resulta estar directamente afectada. La investigación no sería imparcial. La verdad es que Alex no me impresiona demasiado desde el punto de vista profesional.
Por otro lado, no creo que esté muy bien explicado cómo era la víctima, la madre de Alex. Creo que la autora pretendía que Alex idealizase a su madre, por influencia de su abuela, y que en el curso de su investigación descubriese que su madre no era así de perfecta, sino una joven casquivana que se burlaba de los hombres.
Si eso es lo que quería hacer, a mi modo de ver fracasa. Yo no podía dejar de ver a Celina como una mujer joven que fue víctima de un horrible homicidio. Por cierto, que no fue violada a pesar de lo que diga la sinopsis.
Celina amaba a Reede, desde siempre. Y ella, y Reede y Junior fueron amigos de toda la vida. Cuando discutió con Reede acabó marchándose y quedó embarazada de otro hombre. Luego se casó, quedó viuda, la niña era un bebé y van y la matan. Yo no vi que jugase en ningún momento con ninguno de ellos, todo lo más, puede que quisiera dar celos y la cosa se le fuera de las manos, pero realmente,… No dejaba de ser una cría. Hacer cosas tontas e inmaduras, es propio de la edad, ¿no?
Pese a sus defectos, ha conseguido atraparme de nuevo, por esa forma tan hábil de entrelazar lo romántico con el suspense, sobre todo por esto último, por la parte de intriga, que me parece muy lograda.
Así que, a pesar de todo, se puede leer todavía hoy.
Aunque si me dices que te parece detestable, también lo entenderé.

Valoración personal: entretenida, 3.

Se la recomendaría a: los amantes del noir sureño, especialmente si te gustan las intrigas enrevesadas.

Otras críticas de la novela:
En El rincón de la novela romántica aparece una crítica que dice que le parece de lo mejor de Sandra Brown. 
En cambio, en Cazadoras del Romance no la recomiendan porque es más de suspense que romántica.
En el Blog de Lujo la valoración es mixta, por un lado, considera que se salva por los pelos precisamente “por la intriga sobre la investigación”, pero que hay novelas “infinitamente mejores”.

En inglés, tenemos el resumen/crítica detallado habitual en AllReaders.com
En el blog Blood Rose Books, la crítica resalta que no le gustó el personaje femenino, Alex.
Y como es de las antiguas, dejo también enlace a Good Reads, donde tenía 3.75 estrellas la última vez que miré.  

2 comentarios:

  1. No recuerdo cual es la diferencia de edad entre Alex y Reede, pero el hecho de que el primero tuvo una relacion romantica con la madre, y despues la hija es 'su destino,' francamente me da nauseas.

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    1. Tampoco yo acabé de enterarme muy bien, pero creo que eran casi veinte años. Y sí, el hecho de que tuviera relación romántica primero con una y luego con la otra, da bastante repelús.

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