miércoles, 4 de octubre de 2017

Crítica: “Thief of Shadows”, de Elizabeth Hoyt

Dama de la alta sociedad enamora a joven virgen virtuoso, unos años más joven que ella. Deliciosa.
 
Grand Central, 2012
DATOS GENERALES

Título original: Thief of Shadows
Fecha de publicación original en inglés: 2012
Subgénero: histórica, Inglaterra georgiana

Parte de una serie: libro 4.º de Maiden Lane

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (de Fictiondata base)

Un hombre enmascarado

Winter Makepeace lleva una doble vida. De día es el estoico director de un orfanato. Pero la noche saca a la luz su lado más oscuro. Cuando sale la Luna, también lo hace el Fantasma de St. Giles-protector, juez, fugitivo. Cuando el Fantasma, golpeado y herido, es rescatado por una bella aristócrata, Winter no tiene ni idea de que sus dos mundos van a chocar.

Una mujer peligrosa…

Nada complace más a Lady Isabel Beckinhall que un desafío. Aún así, cuando le piden que enseñe al seco director del orfanato modales sociales –cómo flirtear, los dobles entendidos y las relaciones escandalosas- Isabel no puede evitar preguntarse por qué sus ojos le resultan tan familiares, y sus labios tan tentadores.


Una pasión que ninguno de los dos puede negar

Por el día, Isabel y Winter se embarcan en una batalla de voluntades. Por la noche, sus pasiones se revelan,… Pero cuando empiezan a desaparecer niñitas en St. Giles, Winter debe vengarlas. Por ello sacrificará lo que haga falta: el Hogar, Isabel,… y su propia vida.


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, en mi lista de las mil mejores está la 467. En su momento Feminist Fairy Tale Reviews le dio la puntuación máxima, 5 estrellas. Fue Premio RT al mejor romance histórico del año. En la encuesta anual de All About Romance ganó al premio de mejor escena de amor (en un romance mainstream, es decir, no específicamente erótico) de 2012. Luego, cuando esa misma página web hizo su votación Top 100, en 2013, es verdad que no entró entre las cien mejores, pero sí que estuvo entre lo “mejor del resto” con el n.º 114. Finalmente, NPR, y ya en 2015,incluyó la serie Maiden Lane entre las 100 mejores novelas/series románticas


CRÍTICA

En la cuarta entrega de la serie Maiden Lane nos cuentan la historia de Winter, el virtuoso director del orfanato que recoge a los niños de St. Giles. Tiene veintitantos y es un chico guapo pero muy serio, contenido, siempre vestido de colores oscuros y que no está particularmente dotado en las habilidades de la sociedad. Suele decir lo que piensa y es poco dado a flirteos, o dar jabón a nadie. Está bien concentrado en su trabajo y todas las responsabilidades que conlleva.

Al final del libro anterior descubrimos (*destripe de los libros anteriores*) que este muchacho tan rígido es, por las noches, el conspicuo Fantasma de St. Giles, una especie de justiciero que aparece cuando menos te lo esperas. En general, ayudando a quien lo necesita, sin matar a nadie. Viste un llamativo disfraz de harlequín y una máscara grotesca. Tiene gran habilidad para hacer saltos, escalar paredes y escaparse por los tejados o las enrevesadas calles del barrio.*end spoiler*

Tal como él lo ve, por el día sabe ser contenido y no se deja llevar por ninguna tentación, domina por completo sus pasiones y emociones.

La noche es el territorio del Fantasma, donde permite que salga “el animal que lleva dentro”, más relajado, también peligroso, incluso con un humor que normalmente no tiene en su vida diaria.

Cuando lo hieren, lo rescata Lady Isabel, una de las damas que financia actualmente el orfanato. Se lo lleva a su casa, lo cuida, se da el gustazo de mirar el cuerpo flexible y musculado del Fantasma quien, sin embargo, consigue escaparse sin que ella le quite el antifaz.

Pero esta mujer tiene buen ojo, y no dejará de cavilar ya que ese tipo, esos ojos, esa boca, le suenan.

La cosa es que dentro del comité de damas que patrocinan el orfanato, hay una muy metete, Lady Penelope, a la que se le ha metido entre ceja y ceja que el nada simpático Winter Makepeace no es adecuado para llevar la casa, y está decidida a destituirlo. Otro grupo de damas entiende que a Winter sólo le hace falta un poquito de barniz, quizá mejorar algo su vestuario, aprender a llevar conversaciones intrascendentes, bromear y bailar,… en fin, dotes sociales básicas para codearse con la alta sociedad.

Y, ¿quién mejor para ser su Pigmalión que la viuda Lady Isabel? Pronto emprenderá encantada la empresa de reformar al virtuoso Winter.

Por otro lado, hay una cierta intriga. De un tiempo a esta parte, desaparecen niñas por todo el barrio. A veces, cuando los del orfanato acuden a recoger a un bebé que les dicen que está abandonado, la criatura ya ha desaparecido, incluso atacan a los del orfanato. Winter necesita saber qué está pasando. Le angustia que haya secuestradores de niñas (que no niños), saber dónde están y rescatarlas.

La relación entre Isabel y Winter es de esas que saltan chispas, por lo distintos que son y lo mucho que se atraen. Esta es una de las novelas en que ambos personajes tienen un crecimiento personal que se debe, en gran medida, por la relación con el otro. Sobre todo, se dejan ver el uno al otro tal como son, con sus defectos y debilidades, y aprenden, sí, ella a ser menos superficial, a aceptar que no todo está perdido para su corazón; y él, a ser menos rígido, a dejarse llevar un poco más por el afecto hacia todos, a que no tiene por qué seguir el estricto modelo de su padre sino cumplir con sus deberes a su propio estilo, más cálido.

Los momentos sensuales, como de costumbre en la autora, son sobresalientes. No me extraña que le dieran el premio a la mejor escena sexual en una novela romántica no erótica.

Como siempre, te pone al principio de cada capítulo una historia. En este caso, la supuesta leyenda del Fantasma de St. Giles, en plan un poco fáustico, como que entregó su alma al diablo y cómo su enamorada lo redimió. La leí por encima, ya que este tipo de cuentos que pone Hoyt no me interesan demasiado.

No hay en este libro especial mención de otros secundarios. Sí que destaca a Margaret, una de las damas protectoras del orfanato, una historia de amor que tiene y sus consecuencias, lo cual prepara el terreno para el siguiente libro. Aquí, en lugar de desplegarte a todos los secundarios de la serie que tendrán su historia antes o después, se centra sólo en una en particular.

En resumen, una buena historia de Elizabeth Hoyt, que disfruté bastante y leí rápido. No es que me dejara resacosa ni nada, ni tampoco que me pareciera nada especial (salvo en lo del héroe virgen y la diferencia de edad entre los protagonistas, creo que él 26 y ella 32, si no es eso, es aproximado). Pero vamos, recomendable.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: los aficionados a la novela romántica histórica y a los fans del tópico “mujer mayor experimentada introduce a joven virtuoso en los placeres de la carne”.

Otras críticas de la novela:

No está traducida, así que no es extraño no encontrar críticas en español, pero si alguien encuentra alguna, puede incluir enlace abajo.

Ya he dicho que en Feminist Fairy Tale Reviews le dieron el máximo, 5 estrellas.

Y lo mismo en The Hope Chest Reviews, 5 estrellas, que considera esta novela como un libro perfecto, que tiene un poco de todo. Había acción, aventura y un poco de misterio mientras Winter busca por St. Giles a las niñitas desaparecidas e intenta imaginar qué aristócrata es el responsable de sus desapariciones. Hay romance decadente cuando Isabel enseña a Winter las gracias sociales y un montón de cosas más.

B+ es la calificación que le dan en Smexy Books y en The Good, the Bad and the Unread 

Un poco menos entusiasta es All ABout Romance, con una B-. 

Y luego tenemos la C+ que le dan en Dear Author, pero bueno ya se sabe que esta página, en novela histórica, va un poco a su aire y hay que tomárselo with a grain of salt, como se dice en inglés. 


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