Tópico harlequinero: el buen salvaje (en versión
femenina) y sí, de nuevo con síndrome de Estocolmo de por medio.
DATOS GENERALES
Título
original: Temperatures Rising
Subgénero:
contemporánea/Genérica
Fecha de publicación
original en inglés: junio de 1989
Serie: Loveswept (LS) - 336
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (de la contraportada)
Chantal duPont ama la isla tropical que es su hogar y hará lo
que sea para protegerla de la avaricia de los foráneos. Para ella, los
inversores desarrollistas del nuevo centro vacacional Coral Reef son el
enemigo, simple y llanamente. De manera que cuando ella idea un plan para
salvar a su pueblo, nunca esperó encontrarse con un hombre como Scout Ritland.
Se dijo a sí misma que
sólo necesitaba a Scout para construir un muy necesitado puente para su pueblo.
Pero conforme pasan los días y el trabajo progresa, Chantal tiene que
enfrentarse a la posibilidad de que Scout signifique más para ella que lo que
había pensado. Y cuando llega el momento de que él se marche, ella tendrá que
tomar la dolorosa decisión de dejarle ir – o arriesgarlo todo dándole una
oportunidad al amor.
¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No. Es de las que compré
por ser de Sandra Brown. Y, de hecho, la recordaba como una de las peores.
CRÍTICA
Estamos
terminando ya las novelitas genéricas de Sandra Brown. Esta es la anteúltima
que escribió para Loveswept, y la recordaba como un pestiño.
La novela
empieza con una fiesta en una isla tropical del Pacífico. Se celebra el fin de
las obras en el Coral Reef, un centro vacacional en el que Scout Ritland ha
trabajado como ingeniero. Se tomará unos días antes de regresar al continente,
donde lo espera su novia, con la que tiene ya fijada la fecha de la boda.
Pero los
ojos se le van detrás de una atractiva isleña de curvas poderosas enfundadas en
un vestido blanco. No puede evitar seguirla afuera del hotel. Sólo que esta
mujer tan sensual no es lo que parece. Acabará secuestrado a punta de pistola.
Lo cual
incluye que le peguen un tiro y le den un golpe en la cabeza para dejarlo sin
sentido. No pasa nada, ella es tan hábil que acabará remendándole sin ningún
problema.
Chantal,
que así se llama la buena mujer, es una vulcanóloga que se lo lleva a su pueblo
natal. La tarea que le encomienda es construir un puente mejor para que los
lugareños no estén tan aislados. Al principio él se niega. No es que esté muy
bien eso de privarlo de libertad, es lógico que no se sienta muy colaborador.
Al final,
accederá a construir el puente, en el proceso se enamorará de su captora a
pesar de tener novia esperándole al otro lado del mundo y tendrán su bonito
final feliz.
El
argumento es sencillito y como veis, es otra versión del buen salvaje, porque
todo el rato andan a vueltas con el exotismo de Chantal. Aunque, claro, como es
habitual en romántica, los personajes pertenecientes a una cultura no europea
no pueden ser del todo “raritos”, así que le pone a Chantal un padre francés y
una educación estadounidense, para que no choque demasiado.
Como hemos
visto en otras de Sandra Brown (Todo por honor y Hawk O’Toole Hostage me vienen a la memoria) el buen salvaje
tiene la tendencia a secuestrar a los estadounidenses anglos, y Chantal no
es una excepción. Hasta le pega un tiro en el proceso.
Curioso
patrón, no sé si revelará algo de la ideología o de los miedos de quien escribe
o de quien lo lee y le gusta.
Scout es el
típico occidental en isla tropical, que sólo ve nativos vagos y ladrones e
isleñas sexis con las que poder darse un revolcón antes de volver a su casa de
vacaciones. Yo creo que esta actitud suya desplegada en el primer capítulo, me
hizo perder interés en él desde el principio. Como protagonista, no es
demasiado interesante, la verdad. Está herido, cabreado y luego, palote por la
chica todo el rato, enfadándose cuando ella le dice que no, mientras que todo el
tiempo está comprometido para casarse con otra… Cosa que muy convenientemente
olvida, más o menos como Carter en Breakfast in Bed.
En cuanto a
Chantal, tampoco te creas que la he pillado el tranquillo como protagonista.
Criada como mestiza, sufrió el rechazo racista en los Estados Unidos y
desconfía por lo tanto de todos los de esa procedencia. Y Scout parece tener
exactamente los mismos prejuicios. Sí, otro rasgo que abunda en estos “buenos
salvajes”, una actitud negativa frente a los que no son de su cultura, que
puede ir del recelo al franco odio.
La
ambientación es la prototípica de isla tropical, con sus playas de arena,
barrancos vertiginosos, potentes bebidas alcohólicas y nativas bailando en top less. Es un escenario que a veces
disfruto por lo que tiene de escapismo y belleza natural, y otras veces me
parece un telón de fondo más falso que un billete del Monopoly. En este caso,
como no me interesaron ni la historia ni los personajes, el entorno me pareció
de cartón piedra.
La
recordaba como la peor novelita genérica de Sandra Brown. Ahora que la he
releído, sigue pareciéndome un pestiño, aunque no me cabrea tanto como otras
abiertamente machistas. Al menos Scout no anda avasallando ni violando a nadie.
Pero su actitud de cabrearse porque ella no acceda a sus deseos cuando resulta
que él está comprometido con otra, bueno, eso no ayuda precisamente a despertar
simpatías.
En resumen,
una novelita perfectamente prescindible, solo apta para fans que, como yo,
quieran decir que han leído todo
Sandra Brown.
Valoración personal: pestiño, 1.
Se la recomendaría a: los fans de Sandra
Brown y quienes gusten de entornos tropicales.
Otras críticas de la novela:
En Good Reads hay puntuación media de 3,45
la última vez que miré.
Sinopsis detallada y crítica en AllReaders.Com.
Breve reseña en MyShelf.com.
Y en el blog The Bookshelf le pareció tan estúpido como a mí y le puso una F. Llega a decir que con este libro, su afición a las novelitas
genéricas de Sandra Brown llegó a su límite.
Como es habitual en este tipo de novelas tan
antiguas, no es fácil encontrar lugares que hablen de ellas. Si alguien conoce
alguna otra crítica, en español, inglés o cualquiera de los otros siete mil
idiomas del mundo, siéntase libro de agregarla abajo. Gracias.
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