Un novela algo deprimente en un ambiente sureño
Avon, 7/2016 |
DATOS GENERALES
Título original: Just kiss me
Subgénero:
contemporánea
Fecha de publicación
original en inglés: 7/2016
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (según Fiction Data Base)
La autora superventas del New York
Times Rachel Gibson regresa con esta deslumbrante historia de amor llena de
chisporroteo, descaro y solo un poco de encanto sureño…
«Hola, Ms. Vivian… hace mucho tiempo».
Y con esas palabras, Vivian Leigh
Rochet casi se derrite. Hace años desde que vio por última vez a Henry* Whitley-Shuler. Era una
adolescente limpiando casas para ganar dinero. Él era el deslumbrando hijo de
padres ricos, no adecuado a quienes son como ella.
Vivian juró largarse de Charleston, convertirse en una gran estrella de Hollywood,
y restregárselo a las niñas presumidas que la hicieron llorar.
Consiguió lo que quería, y más, pero ¿por qué su glamurosa vida le parece
tan trivial?
Henry también se marchó… hasta llegar a Wall Street, hasta que un ataque al
corazón le obligó a cambiar sus gemelos por un buen conjunto de herramientas.
Hacer muebles tranquiliza su alma, pero escapar de la herencia Whitley-Shuler
es casi imposible. Y ahora él se encuentra, cara a cara, con quien se escapó.
No busca el amor. Ni siquiera busca sexo… así que, ¿por qué resistirse a ella
es lo más duro que ha hecho nunca?
*En algunas críticas lo llaman Harrison
y no Henry.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
No, y me sorprende un poco. Está bien, no desmerece de muchas otras.
Pero lo cierto es que no he encontrado ninguna crítica, ni lista, que la
incluyera en mi base de datos.
CRÍTICA
Rachel Gibson sitúa sus
novelas en series. Ya he comentado que a veces hasta pone el mismo libro en dos
o más, de manera que su bibliografía resulta un poco liosa.
Sin embargo, tiene tres
novelas que no se enmarcan en ninguna serie: It must be love (Debe de ser amor, 2000), Lola Carlyle reveals all (Lola lo revela todo, 2002) y este Just kiss me de 2016.
Buceando en mi Kindle
en busca de historias de Rachel Gibson para este Reto Rita 3, me encuentro con
esta, que empecé en agosto de 2016, pero lo dejé a los pocos capítulos. Dejé
comentario en El rincón de la novela romántica:
Me la bajé casi el mismo día, porque Rachel Gibson sí que es una de mis favoritas. Pero la verdad es que he dejado de leerlo al poco tiempo. Era algo deprimente. La protagonista regresa a casa con motivo de la muerte de su madre y en lo que llevaba leído todo era recordar cosas del pasado, no pasaba realmente nada. Mucha melancolía. No sé, la retomaré dentro de poco, a ver si mejora algo. Igual es que yo no estaba de humor para ella.
Pues bien, ese retomarla dentro de poco es ahora, tres años después.
Vivien Leigh Rochet es
una niña criada por una mujer sola. Es una estrella de cine, admirada por
multitudes después de haber protagonizado una trilogía distópica que te puedes
imaginar en plan Los juegos del hambre.
De repente, recibe noticias de que su madre ha muerto y tiene que regresar
precipitadamente a Charleston.
Lo que creo que me apartó de esta
novela es la tristeza que te sabe transmitir por la muerte de una persona tan
cercana. Revive su niñez y adolescencia, ellas dos solas, viviendo en una
casita en la enorme finca de los Whitley-Shuler, limpiando. A la niña le
fascinaba cotillear las cosas de los ricos, incluyendo las habitaciones y los
secretos de los dos chicos de la familia, Henry y Spencer.
A Vivien esta gente rica no le cae bien. Hay extractos de su diario de adolescente y las cosas que la preocupaban,
los incidentes con esa familia que hace que a la señora de la casa la llame «la
Mantis» y a sus hijos, cosas peores.
Logró irse de allí y triunfó en el
cine, y hasta le compró una casa a su madre para que viviera ahora ya con
mayores comodidades.
Y luego, inesperadamente, a los
cincuenta, su madre muere. Vivien está en shock.
La familia Whitley-Shuler la
sorprende siendo amables, agradables con ella, ayudándola en el tema funeral,
organizar las cosas de su madre. Vivien está muy hecha polvo, os lo podéis
imaginar. Todo el duelo está tan bien descrito que, realmente, yo no veía cómo podría haber aquí
sexo ni romance ni nada.
Pues lo hay. Porque las cosas se
empiezan a enredar un poco. Parece que el hijo pequeño, Spencer, le puede tirar
los tejos a Vivien, y por lo que pudiera pasar, la matriarca pone a Henry al
rescate. Sí, parece un poco el toque Sabrina.
Henry y Vivien comparten días en los
que ella poco a poco consigue a veces distraerse de lo que la tiene tan
hundida. Intiman, la química entre ellos es increíble. ¿El obstáculo? Bueno, unos
cuantos secretos guardados en sus familias que resultan sorprendentes y que
durante años ha guardado Henry.
Nada entre ellos podrá ser real
mientras haya cosas ocultas que Henry sabe pero no dice, y que cuando Vivien lo
descubra,… al mismo tiempo que el lector, dicho sea de paso, se quedará
estupefacta y herida. Hay cosas difíciles de perdonar.
Vivien es un personaje fascinante.
Una niña de clase trabajadora que mira con hostilidad a la familia rica para la
que tiene que trabajar su madre. Una madre que la quiso, pero que tenía
problemas emocionales, mala suerte con los hombres, y Vivian tuvo que tirar
sola del carro más de una vez.
Desconfía de los hombres, y en
general de todo el mundo, pues es difícil, siendo una estrella, que la gente no
acabe vendiendo sus intimidades. Con la muerte de su madre, se queda sola en el
mundo.
Henry es una figura más compleja. Un
buen hombre que, impulsado por la ambición familiar, llegó a ser un tiburón de
Wall Street infartado en la treintena y que tiene que replantearse su vida. Ha
logrado una vida más sencilla, que le da tranquilidad. Lo que menos necesita
ahora es una mujer de fama mundial que atrae a los medios como Vivien.
Pese a todo, no puede evitar la
atracción por ella. A diferencia de otros héroes de Gibson, este sabe reconocer
el deseo, los sentimientos, el amor que acabe sintiendo por ella. Pero los
secretos que ha guardado durante años pesan demasiado, y no tendrá fácil que
Vivien se lo perdone.
Es una novela contemporánea un poco
diferente. Los personajes, sobre todo Vivien, están retratados psicológicamente
con un pincel que a mí me parece muy fino. Hay tristeza, pero también humor, dramón
sureño de puro teleflín y momentos de lo más hot… Un poco de esto, y aquello, que quizá no cuajara del todo pero que
resulta, al final, agradable de leer.
A mí al final consiguió atraparme y
seguí interesada a ver en qué iba a parar todo este lío.
Valoración personal: buena, 3
Se la recomendaría a: dramones sureños, humor y sexo en
extraña mezcolanza..
Otras críticas de la novela:
Harlequin Junkie le da 4
estrellas.
Con una B- la calificaron en All About Romance.
3.75 estrellas merece, según Book Binge.
Kassiah, en Pretty Sassy Cool, le otorga 3 estrellas.
Shallow Reader titula
su crítica «Desearía que me hubiese gustado el último libro de Rachel Gibson»,
así que ya os podéis imaginar que le ha encontrado más de un pero.
En esta entrevista para USA Today, Rachel Gibson dice que
esta novela es una mezcla de Cenicienta y la película Sabrina y sí, como comenté en la crítica, se le da un
aire.
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