lunes, 29 de julio de 2019

Reto Rita 3: Rachel Gibson (5) Just kiss me


Un novela algo deprimente en un ambiente sureño
Avon, 7/2016

DATOS GENERALES

Título original: Just kiss me
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación original en inglés: 7/2016

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (según Fiction Data Base)
La autora superventas del New York Times Rachel Gibson regresa con esta deslumbrante historia de amor llena de chisporroteo, descaro y solo un poco de encanto sureño…
«Hola, Ms. Vivian… hace mucho tiempo».
Y con esas palabras, Vivian Leigh Rochet casi se derrite. Hace años desde que vio por última vez a Henry* Whitley-Shuler. Era una adolescente limpiando casas para ganar dinero. Él era el deslumbrando hijo de padres ricos, no adecuado a quienes son como ella.
Vivian juró largarse de Charleston, convertirse en una gran estrella de Hollywood, y restregárselo a las niñas presumidas que la hicieron llorar.
Consiguió lo que quería, y más, pero ¿por qué su glamurosa vida le parece tan trivial?
Henry también se marchó… hasta llegar a Wall Street, hasta que un ataque al corazón le obligó a cambiar sus gemelos por un buen conjunto de herramientas.
Hacer muebles tranquiliza su alma, pero escapar de la herencia Whitley-Shuler es casi imposible. Y ahora él se encuentra, cara a cara, con quien se escapó. No busca el amor. Ni siquiera busca sexo… así que, ¿por qué resistirse a ella es lo más duro que ha hecho nunca?

*En algunas críticas lo llaman Harrison y no Henry.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No, y me sorprende un poco. Está bien, no desmerece de muchas otras. Pero lo cierto es que no he encontrado ninguna crítica, ni lista, que la incluyera en mi base de datos.

CRÍTICA
Rachel Gibson sitúa sus novelas en series. Ya he comentado que a veces hasta pone el mismo libro en dos o más, de manera que su bibliografía resulta un poco liosa.
Sin embargo, tiene tres novelas que no se enmarcan en ninguna serie: It must be love (Debe de ser amor, 2000), Lola Carlyle reveals all (Lola lo revela todo, 2002) y este Just kiss me de 2016.
Buceando en mi Kindle en busca de historias de Rachel Gibson para este Reto Rita 3, me encuentro con esta, que empecé en agosto de 2016, pero lo dejé a los pocos capítulos. Dejé comentario en El rincón de la novela romántica:
Me la bajé casi el mismo día, porque Rachel Gibson sí que es una de mis favoritas. Pero la verdad es que he dejado de leerlo al poco tiempo. Era algo deprimente. La protagonista regresa a casa con motivo de la muerte de su madre y en lo que llevaba leído todo era recordar cosas del pasado, no pasaba realmente nada. Mucha melancolía. No sé, la retomaré dentro de poco, a ver si mejora algo. Igual es que yo no estaba de humor para ella.
Pues bien, ese retomarla dentro de poco es ahora, tres años después.
Vivien Leigh Rochet es una niña criada por una mujer sola. Es una estrella de cine, admirada por multitudes después de haber protagonizado una trilogía distópica que te puedes imaginar en plan Los juegos del hambre. De repente, recibe noticias de que su madre ha muerto y tiene que regresar precipitadamente a Charleston.
Lo que creo que me apartó de esta novela es la tristeza que te sabe transmitir por la muerte de una persona tan cercana. Revive su niñez y adolescencia, ellas dos solas, viviendo en una casita en la enorme finca de los Whitley-Shuler, limpiando. A la niña le fascinaba cotillear las cosas de los ricos, incluyendo las habitaciones y los secretos de los dos chicos de la familia, Henry y Spencer.
A Vivien esta gente rica no le cae bien. Hay extractos de su diario de adolescente y las cosas que la preocupaban, los incidentes con esa familia que hace que a la señora de la casa la llame «la Mantis» y a sus hijos, cosas peores.
Logró irse de allí y triunfó en el cine, y hasta le compró una casa a su madre para que viviera ahora ya con mayores comodidades.
Y luego, inesperadamente, a los cincuenta, su madre muere. Vivien está en shock.
La familia Whitley-Shuler la sorprende siendo amables, agradables con ella, ayudándola en el tema funeral, organizar las cosas de su madre. Vivien está muy hecha polvo, os lo podéis imaginar. Todo el duelo está tan bien descrito que, realmente, yo no veía cómo podría haber aquí sexo ni romance ni nada.
Pues lo hay. Porque las cosas se empiezan a enredar un poco. Parece que el hijo pequeño, Spencer, le puede tirar los tejos a Vivien, y por lo que pudiera pasar, la matriarca pone a Henry al rescate. Sí, parece un poco el toque Sabrina.
Henry y Vivien comparten días en los que ella poco a poco consigue a veces distraerse de lo que la tiene tan hundida. Intiman, la química entre ellos es increíble. ¿El obstáculo? Bueno, unos cuantos secretos guardados en sus familias que resultan sorprendentes y que durante años ha guardado Henry.
Nada entre ellos podrá ser real mientras haya cosas ocultas que Henry sabe pero no dice, y que cuando Vivien lo descubra,… al mismo tiempo que el lector, dicho sea de paso, se quedará estupefacta y herida. Hay cosas difíciles de perdonar.
Vivien es un personaje fascinante. Una niña de clase trabajadora que mira con hostilidad a la familia rica para la que tiene que trabajar su madre. Una madre que la quiso, pero que tenía problemas emocionales, mala suerte con los hombres, y Vivian tuvo que tirar sola del carro más de una vez.
Desconfía de los hombres, y en general de todo el mundo, pues es difícil, siendo una estrella, que la gente no acabe vendiendo sus intimidades. Con la muerte de su madre, se queda sola en el mundo.
Henry es una figura más compleja. Un buen hombre que, impulsado por la ambición familiar, llegó a ser un tiburón de Wall Street infartado en la treintena y que tiene que replantearse su vida. Ha logrado una vida más sencilla, que le da tranquilidad. Lo que menos necesita ahora es una mujer de fama mundial que atrae a los medios como Vivien.
Pese a todo, no puede evitar la atracción por ella. A diferencia de otros héroes de Gibson, este sabe reconocer el deseo, los sentimientos, el amor que acabe sintiendo por ella. Pero los secretos que ha guardado durante años pesan demasiado, y no tendrá fácil que Vivien se lo perdone.
Es una novela contemporánea un poco diferente. Los personajes, sobre todo Vivien, están retratados psicológicamente con un pincel que a mí me parece muy fino. Hay tristeza, pero también humor, dramón sureño de puro teleflín y momentos de lo más hot… Un poco de esto, y aquello, que quizá no cuajara del todo pero que resulta, al final, agradable de leer.
A mí al final consiguió atraparme y seguí interesada a ver en qué iba a parar todo este lío.
Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: dramones sureños, humor y sexo en extraña mezcolanza..

Otras críticas de la novela:

Harlequin Junkie le da 4 estrellas.
Con una B- la calificaron en All About Romance
3.75 estrellas merece, según Book Binge
Kassiah, en Pretty Sassy Cool, le otorga 3 estrellas
Shallow Reader titula su crítica «Desearía que me hubiese gustado el último libro de Rachel Gibson», así que ya os podéis imaginar que le ha encontrado más de un pero. 
En esta entrevista para USA Today, Rachel Gibson dice que esta novela es una mezcla de Cenicienta y la película Sabrina y sí, como comenté en la crítica, se le da un aire. 

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