O cómo lo natural es
estar con aquel a quien amas
DATOS GENERALES
Título original: Unnatural
Subgénero: histórica
Fecha de publicación
original en inglés: 2015
Parte de una serie:
Enlightment
El corazón se rompe, pero
no cambia
El capitán Iain Sinclair. Hijo
perfecto, perfecto soldado, héroe de Waterloo. Un hombre que vive una mentira. La
única persona que realmente lo conoce es su amigo de la infancia, el científico
James Hart. Pero se han separado
desde que Iain destruyo brutalmente su amistad después de un apasionado
encuentro. Iain está preparado para dejar el servicio al Rey para convertirse
en un agente encubierto en la India. Antes de dejar atrás su antigua vida, está
decidido a reconciliarse con James. Una invitación a una fiesta en una finca en
el campo por parte de la hermana de James proporciona la oportunidad perfecta
para acorralar a este hombre. James ha amado a Iain toda su vida, pero sus años
de aceptar las migajas que Iain le deje han acabado. Perdonar a Iain es una
cosa, restaurar su amistad otra. Ante la decidida resistencia de James, Iain se
ve obligado a enfrentarse con sus motivos para reparar las heridas entre ellos.
Y aceptar la posibilidad de que James tenga la llave a los deseos de su corazón,…
si sólo tuviera la valentía de cogerla.
Advertencia: contiene un apuesto héroe militar con una debilidad, un
científico que siente su química en cada célula de su cuerpo. Besos en la
lluvia, bañarse en pelotas y emotivos flashbacks. ¡Hurra!
NO TRADUCIDO AL ESPAÑOL
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
No, la adquirí solo porque me encantó la que leí de Joanna Chambers.
CRÍTICA
Iain y James son amigos desde la
infancia gracias a la relación que mantienen sus familias, acomodados ejemplos
de la gentry rural a principio del
siglo XIX.
Iain perdió a un hermano siendo
joven, y entre eso y que es gay, decepciona a su padre, un tipo borrachuzo. Se
metió en el ejército, combatió en Waterloo, y regresó a Inglaterra, para
encontrarse con la vida de un soldado en tiempos de paz. Ha estado al servicio
del rey y ahora piensa en dedicarse a otro tipo de trabajo más de espionaje, en
la India.
James, por su parte, se dedica a lo
que en aquella época se consideraba filosofía natural, o el estudio de los
animales y las plantas. Se lo puede permitir. Es una vida tranquila, dedicada
al estudio, a estar en plena naturaleza al tiempo que mantiene unas buenas
relaciones con su familia.
Antes de irse a la India, Iain
quiere reconciliarse con James, recuperar su amistad, rota hace un par de años.
La novela va saltando del presente a
episodios del pasado entre estos dos.
Empezaron siendo amigos. James comprendió
pronto que amaba a Iain. Acepta que ellos son como son, un par de gais (o
sodomitas, en lenguaje de la época). Lo que quiere, más que andar con aventuras
esporádicas con otros hombres, es, simplemente, compartir su vida con la
persona que a la que desea y ama.
En cambio, Iain es un tipo muy
varonil, que jamás da lugar al menor comentario, flirtea con mujeres si ha de
hacerlo, y jamás repite episodio erótico con el mismo hombre. Eso es lo que
espera de la vida: mantener su amistad con James, satisfacer su deseo sexual
con encuentros casuales y seguir intentando complacer a su padre.
Olvidando cosas como que, en
realidad, él ama a James. Es solo que no le entra en la cabeza que sea posible estar
juntos como una pareja más. Por eso quiere ser solo su amigo.
A James eso no le basta. Por eso
rompieron. Y no está dispuesto a cambiar las cosas por mucho que Iain le pida perdón
antes de marchar a la India.
De eso va la novela. La he
disfrutado a cada página. Los personajes son terriblemente atractivos, y no
solo por su físico, sino también por sus motivaciones.
Iain simplemente no entiende de qué
forma podría estar con el hombre al que ama, por lo que prefiere que lo suyo
sea pura amistad. Siempre está interpretando un papel, vigilante para que nadie
descubra sus inclinaciones, el estar en el ejército, incluso en la corte, al
lado del rey, le obliga a ello; es agotador.
Por su parte, James, al ser
científico, tiene un pensamiento más racional. Analiza las cosas en su cabeza y
para él no hay nada más natural que estar con la persona a la que amas. Por
mucho que tengas que esforzarte en ser discreto porque, en fin, la sodomía era
un delito grave en aquella época.
Más que una novela de argumento, es
de personajes. Los obstáculos a su felicidad son sobre todo internos.
La ambientación en principio es una
de esas rutinarias «de la Regencia», aunque aquí Jorge Augusto Federico ya sea
rey Jorge IV, y no regente de su atribulado padre. Bailes, casas de campo,
picnics…
Sin embargo, para mí sobresale en todo
lo relacionado con la ciencia. Adoré simplemente cada una de las palabras de
James cuando defendía que mediante la observación se podría perfeccionar el
conocimiento, ampliarlo,...
frente a los que solo leen un libro, y como este nunca cambia, es dudoso que encuentren nuevas respuestas en él.
¿Qué es la herejía del pasado sino la ortodoxia del futuro? La historia de la ciencia es la de descubrimiento tras descubrimiento, cada paso lleva al siguiente. No importa si una teoría se demuestra cierta a largo plazo, solo un paso más en el camino del conocimiento.
A veces, con cierto humor tan, pero
tan británico...
Así, hay un momento en que James explica cómo Francesco Redi se cargó la hipótesis de
la generación espontánea, pues la gente creía que las cosas aparecían porque
sí, simplemente porque el mundo microscópico no lo veían. Este científico
italiano demostró que la carne de los
animales muertos no puede engendrar gusanos a menos que sean depositados en
ella huevos de animales.
Algo así cuenta James, que los
insectos salen de huevos depositados por moscas, a lo que la señora Potts,
esposa del vicario, saca un pañuelo y contesta:
–Por favor, señor Hart. No creo que sea una conversación adecuada para un picnic.
Hay, ocasionalmente, sexo explícito, del tipo bien
llevado que tiene sentido… No es la atracción sexual el problema, ni
el deseo insatisfecho, sino ese continuo juntarse y separarse porque Iain
simplemente, no acaba de aceptar sus sentimientos. Eso es más duro que aceptar
sus inclinaciones.
Joanna Chambers escribe de tal forma
que es un gusto leerla. Sigue siendo sencillo, porque en romántica no queremos
demasiada aventura estilística, pero tiene algo muy evocador, sientes realmente
que te está transmitiendo escenas y sentimientos que pudieron ocurrir de
verdad. Usa metáforas como la del hilo que los une, aunque no sean conscientes,
y que acaba no siendo una cadena, ni un
ancla, sino una línea de vida.
O esas escenas tan poéticas que sabe
crear, como un campo de campanillas, quizá jacintos, en el que ambos quedan
quietos observando una curiosa mariposa muy hábil para mimetizarse.
Cerré el libro con un suspiro de
satisfacción, «qué bien que estos dos encontraron la forma de estar juntos».
No hay nada en ella que pueda
objetar, si no le doy lo máximo es porque no me tiene para mi ese je ne sais quoi que me hace desear que
el libro no acabe nunca.
Puede ser simplemente la adaptación
hedónica, a todo se acostumbra una, a lo bueno y a lo malo. Parece lógico,
¿no?, que cuanta más romántica lees, más difícil encontrar una novela que te
sorprenda o te deje resacosa.
Valoración personal: notable, 4
Se la recomendaría a: románticos sin prejuicios.
Otras críticas de la novela:
No he encontrado críticas en español, así que paso directamente al
inglés.
En Dear author hay dos críticas, una de B+ y recommended read, y otra de B-.
Cuatro
corazones merece para Delighted reader.
Gaby (Boys in Our Books) hace una reseña positiva, aunque recomienda leer antes la serie
Enlightment, de la que esta novela sería un spin-off.
Tori le da una C en Smexy Books.
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