martes, 10 de diciembre de 2019

Crítica: “The older woman”, de Cheryl Reavis


Después del puente de la Inmaculada Constitución, retomo mis críticas, empezando por un libro que cuenta:

Amor cotidiano entre personas auténticas
 
Silhouette, 1/2002
DATOS GENERALES

Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación: 2002
Series: No Guts, No Glory #3 / Silhouette Special Edition #1445
Páginas: 251

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (según Fiction Data Base)
Sin agallas no hay gloria
O eso creía el paracaidista capitán Cal Doyle. Pero ¿seducir a la dura enfermera Katherine Meehan, quien lo ha cuidado tras su accidente de helicóptero? ¡Imposible! Es verdad que ahora son vecinos de puerta, y aún así los años los separan. Y mientras que Kate ha sobrevivido a un cáncer de mama, Cal a duras penas ha superado el infierno…
Así que solo porque Cal pille a Kate llorando en la lluvia… y su mimado felino se arrebuje contra él… y las señoras de la parroquia empiecen a emparejarlos… y Kate de repente parezca tan malditamente deseable… ¿son razones suficientes para que un guerrero herido corteje a una mujer de más edad y que no está por la labor? Además, entre las obstinadas defensas de Kate y el terco machismo de Cal, ¿podrán estos dos supervivientes… sobrevivirse el uno al otro?

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, entró en mi lista de Las mil mejores novelas románticas, en el puesto 482. Críticas buenas fueron la de The Romance Reader (Five Hearts Keeper), de Avidreader (una A) y Dear author (A-). Aparte de eso, ganó dos premios: el de la mejor novela genérica del año, tanto en la encuesta anual que hacía All About Romance entre sus lectores como en la lista de internet Romance Readers Anonymous. Hay quien la tiene entre sus favoritas, como Pat (que escribía para AAR). Y tiene un héroe beta de esos que tanto nos gustan a algunas.

CRÍTICA

No entiendo por qué motivo en la sinopsis de Fiction Data Base hablan del «machismo» de Cal, porque no es un protagonista de los que se impongan, se dejen llevar por sus cabreos o quebranten los límites de la heroína. Al contrario, es un soldado callado, adorable, que sabe ser amigo de la heroína y que la ama tal cual es, sin tonterías, dispuesto a aceptar lo que ella pueda darle. Por eso no es de extrañar que esté en la lista de novelas con héroes beta que, además, resulta inolvidable para muchos.
Tampoco os fiéis de la portada, que no va, creo yo, con el tono de la historia.
La novela te la cuentan desde la perspectiva de Cal Doyle, un paracaidista que todavía está recuperándose de un tremendo accidente ocurrido en otra novela anterior de la autora, The long way home. No es frecuente una novela relatada toda ella desde el punto de vista del varón, y solo por eso, merece la pena darle una oportunidad.
Cal tiene alquilado un apartamento a una señora, justo al lado de la casa de una enfermera que lo cuidó en el hospital, la nada complaciente Katherine Meehan.
Una tarde, su casera y él observan cómo Katie se queda llorando bajo la lluvia, al parecer tras discutir con su novio y, muy a su pesar, Cal se siente obligado a actuar como caballero al rescate de la damisela y, cojeando y con su bastón, consigue llegar a ella y protegerla con un paraguas.
Cal acaba de ir a una boda. La de la chica que le gustaba con otro tipo que no es él (la pareja del ya mencionado libro anterior). Así que de muy buen humor no está. Pero hace de tripas corazón porque parece que Katie se encuentra peor que él.
Los dos andan, pues, «de rebote», frustrados en sus amores, y tienen que seguir adelante. Cal observa cómo Kate ayuda a su familia (tres hermanas y un sobrino), cumple con su trabajo de enfermera, se preocupa por todos, incluso por su gato. Una mujer a la que siempre vio como una profesional competente y nada más, de repente se vuelve atractiva físicamente a los ojos de Cal.
En todos sus años en el ejército, Cal nunca se había acostumbrado a la forma en que algunas mujeres lo lograban –aparentaban ser de una manera todo el rato, hasta el punto de que olvidabas incluso que eran mujeres–, y luego hacen lo que sea que hagan y terminan luciendo así.
Meehan llevaba un vestido. Nunca la había visto con un vestido.
Poco a poco Cal y Kate comparten tiempo, él le echa una mano en lo que puede, aunque está muy dolorido por sus lesiones. Llegará un momento en que intimen y él se dé cuenta de que la ama, pero no lo dice.
Como digo, tú ves toda la historia desde la perspectiva de él. Lo que ella piense o sienta es algo que entrevés, no que te lo digan claro en el papel, lo cual para mí es una de las cosas más deliciosas de romántica, cuando tienes que sospechar, o imaginar, que Katie no es tan indiferente a Cal como pudiera parecer.
Ella le opone una tibia argumentación: que si es mayor que él (tiene cuarenta y él treinta y pocos), pero también está el hecho de que ella tiene sus propias cicatrices, historias de supervivencia, personas en las que confió y no supieron estar a su lado en los momentos difíciles… Es lógico que desconfíe de Cal, pero a terco no le gana nadie. Puede aceptar que ella no lo quiera, pero no que piense que la edad es un obstáculo o que él es como los demás cretinos de su vida.
En esa cotidianidad hay momentos para el humor, y sí, hay un gato, hay un niño, un ex con el que Cal sabe tratar de manera muy suave, y unas señoras cotillas que van a la iglesia… Todos estos detalles enriquecen las páginas, simplemente con algunos brochazos.
Me gusta leer estas novelas genéricas que solo estaban pensadas para estar quince días en la balda del kiosco y que, sin embargo, se quedan en la memoria de los lectores.
Tienen algo especial y, normalmente, ves por qué destacan de entre tantos harlequines anodinos y olvidables. Hay autoras que son grandes en esto, como Cheryl Reavis o Ruth Wind (Barbara Samuel) o Kathleen Korbel.
Creo que su talento radica en saber contarte una historia de amor, en doscientas páginas, realista, entre personas de carne y hueso, con problemas como los que podemos tener tú o yo. Que hablan y se tratan como adultos, sin tontos malentendidos, aunque no siempre acierten a la hora de comportarse. La novela tiene momentos poéticos, de ensimismamiento, oyendo caer la lluvia, respirando junto al cuerpo de la persona amada, o esas miradas que dicen lo que la boca calla…
No sé explicarlo muy bien, pero cuando una novela genérica tiene algo distintivo, merece la pena darle una oportunidad. Y, como se ve por lo dicho hasta ahora, tiene varias cosas especiales: historia relatada desde el punto de vista masculino, heroína mayor que el héroe y ambos son adultos que hablan como tales y simplemente se enamoran en el contexto de una vida con sus problemas y sus traumas.
Otras que leí de Reavis me gustaron también, la «contemporánea medio amish» A crime of the heart (1988, ⭐⭐⭐), y la histórica The bride fair (2002  ⭐⭐⭐).
Así que creo que le daré más oportunidades a historias escritas por ella, si vienen recomendadas. Desde luego, me he quedado con las ganas de leer la novela anterior a esta, y conocer a Cal y la enfermera Meehan en otro contexto, antes de enamorarse.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes gusten de héroes firmes pero sin avasallar.

Otras críticas de la novela:
Solo he encontrado críticas en inglés.
Como dije arriba, una A obtuvo en Avidbookreader.
En Dear author, una A-. 
Para All About Romance, una B
Y como no encuentro más, enlazo a Amazon.com, donde alcanza 4.6 estrellas de media y a Good Reads, donde tiene 3.83 estrellas

2 comentarios:

  1. Que pena que no este en español, tiene una pinta buenísima!! Más libros así hacen falta, historias de amor sencillas y bonitas sin caer en lo anodino... Gracias por la entrada.

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    1. Sí, la verdad es que a Cheryl Reavis la tradujeron poco. Hay veces que lo que quieres es justo esto, algo sencillo y bien escrito que tenga algo especial.

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