Después del puente de la Inmaculada Constitución, retomo mis críticas, empezando por un libro que cuenta:
Amor cotidiano entre personas
auténticas
DATOS GENERALES
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación:
2002
Series: No Guts, No Glory #3 / Silhouette Special Edition #1445
Páginas: 251
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
Sin agallas no
hay gloria
O eso creía el paracaidista capitán Cal Doyle. Pero ¿seducir a la dura enfermera Katherine Meehan, quien lo ha cuidado tras su accidente de
helicóptero? ¡Imposible! Es verdad que ahora son vecinos de puerta, y aún así
los años los separan. Y mientras que Kate ha sobrevivido a un cáncer de mama, Cal
a duras penas ha superado el infierno…
Así que solo porque Cal pille a Kate llorando en la lluvia… y su mimado
felino se arrebuje contra él… y las señoras de la parroquia empiecen a
emparejarlos… y Kate de repente parezca tan malditamente deseable… ¿son razones
suficientes para que un guerrero herido corteje a una mujer de más edad y que
no está por la labor? Además, entre las obstinadas defensas de Kate y el terco
machismo de Cal, ¿podrán estos dos supervivientes… sobrevivirse el uno al otro?
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, entró en mi lista de Las mil mejores novelas románticas, en el
puesto 482. Críticas buenas fueron
la de The Romance Reader (Five Hearts Keeper), de Avidreader (una A) y Dear author (A-). Aparte de eso, ganó dos premios: el de la mejor novela
genérica del año, tanto en la encuesta anual que hacía All About Romance entre
sus lectores como en la lista de internet Romance Readers Anonymous. Hay quien
la tiene entre sus favoritas, como Pat (que escribía para AAR). Y tiene un
héroe beta de esos que tanto nos gustan a algunas.
CRÍTICA
No entiendo por qué motivo en la
sinopsis de Fiction Data Base hablan del «machismo» de Cal, porque no es un
protagonista de los que se impongan, se dejen llevar por sus cabreos o quebranten
los límites de la heroína. Al contrario, es un soldado callado, adorable, que
sabe ser amigo de la heroína y que la ama tal cual es, sin tonterías, dispuesto
a aceptar lo que ella pueda darle. Por eso no es de extrañar que esté en la
lista de novelas con héroes beta que, además, resulta inolvidable para muchos.
Tampoco os fiéis de la portada, que
no va, creo yo, con el tono de la historia.
La novela te la cuentan desde la
perspectiva de Cal Doyle, un paracaidista que todavía está recuperándose de un
tremendo accidente ocurrido en otra novela anterior de la autora, The long way home. No es frecuente una
novela relatada toda ella desde el punto de vista del varón, y solo por eso,
merece la pena darle una oportunidad.
Cal tiene alquilado un apartamento a
una señora, justo al lado de la casa de una enfermera que lo cuidó en el
hospital, la nada complaciente Katherine Meehan.
Una tarde, su casera y él observan
cómo Katie se queda llorando bajo la lluvia, al parecer tras discutir con su
novio y, muy a su pesar, Cal se siente obligado a actuar como caballero al
rescate de la damisela y, cojeando y con su bastón, consigue llegar a ella y
protegerla con un paraguas.
Cal acaba de ir a una boda. La de la
chica que le gustaba con otro tipo que no es él (la pareja del ya mencionado
libro anterior). Así que de muy buen humor no está. Pero hace de tripas corazón
porque parece que Katie se encuentra peor que él.
Los dos andan, pues, «de rebote»,
frustrados en sus amores, y tienen que seguir adelante. Cal observa cómo Kate
ayuda a su familia (tres hermanas y un sobrino), cumple con su trabajo de
enfermera, se preocupa por todos, incluso por su gato. Una mujer a la que
siempre vio como una profesional competente y nada más, de repente se vuelve
atractiva físicamente a los ojos de Cal.
En todos sus años en el ejército, Cal nunca se había acostumbrado a la forma en que algunas mujeres lo lograban –aparentaban ser de una manera todo el rato, hasta el punto de que olvidabas incluso que eran mujeres–, y luego hacen lo que sea que hagan y terminan luciendo así.Meehan llevaba un vestido. Nunca la había visto con un vestido.
Poco a poco Cal y Kate comparten
tiempo, él le echa una mano en lo que puede, aunque está muy dolorido por sus
lesiones. Llegará un momento en que intimen y él se dé cuenta de que la ama,
pero no lo dice.
Como digo, tú ves toda la historia
desde la perspectiva de él. Lo que ella piense o sienta es algo que entrevés,
no que te lo digan claro en el papel, lo cual para mí es una de las cosas más
deliciosas de romántica, cuando tienes que sospechar, o imaginar, que Katie no
es tan indiferente a Cal como pudiera parecer.
Ella le opone una tibia
argumentación: que si es mayor que él (tiene cuarenta y él treinta y pocos),
pero también está el hecho de que ella tiene sus propias cicatrices, historias
de supervivencia, personas en las que confió y no supieron estar a su lado en
los momentos difíciles… Es lógico que desconfíe de Cal, pero a terco no le gana
nadie. Puede aceptar que ella no lo quiera, pero no que piense que la edad es
un obstáculo o que él es como los demás cretinos de su vida.
En esa cotidianidad hay momentos
para el humor, y sí, hay un gato, hay un niño, un ex con el que Cal sabe tratar
de manera muy suave, y unas señoras cotillas que van a la iglesia… Todos estos
detalles enriquecen las páginas, simplemente con algunos brochazos.
Me gusta leer estas novelas
genéricas que solo estaban pensadas para estar quince días en la balda del
kiosco y que, sin embargo, se quedan en la memoria de los lectores.
Tienen algo especial y, normalmente,
ves por qué destacan de entre tantos harlequines anodinos y olvidables. Hay
autoras que son grandes en esto, como Cheryl Reavis o Ruth Wind (Barbara
Samuel) o Kathleen Korbel.
Creo que su talento radica en saber
contarte una historia de amor, en doscientas páginas, realista, entre personas
de carne y hueso, con problemas como los que podemos tener tú o yo. Que hablan
y se tratan como adultos, sin tontos malentendidos, aunque no siempre acierten
a la hora de comportarse. La novela tiene momentos poéticos, de
ensimismamiento, oyendo caer la lluvia, respirando junto al cuerpo de la
persona amada, o esas miradas que dicen lo que la boca calla…
No sé explicarlo muy bien, pero
cuando una novela genérica tiene algo distintivo, merece la pena darle una
oportunidad. Y, como se ve por lo dicho hasta ahora, tiene varias cosas
especiales: historia relatada desde el punto de vista masculino, heroína mayor
que el héroe y ambos son adultos que hablan como tales y simplemente se
enamoran en el contexto de una vida con sus problemas y sus traumas.
Otras que leí de Reavis me gustaron
también, la «contemporánea medio amish» A crime of the heart (1988, ⭐⭐⭐⭐), y la histórica The bride fair (2002 ⭐⭐⭐).
Así que creo que le daré más
oportunidades a historias escritas por ella, si vienen recomendadas. Desde
luego, me he quedado con las ganas de leer la novela anterior a esta, y conocer
a Cal y la enfermera Meehan en otro contexto, antes de enamorarse.
Valoración personal: notable, 4
Se la recomendaría a: quienes gusten de héroes firmes pero
sin avasallar.
Otras críticas de la novela:
Solo he encontrado
críticas en inglés.
Como dije arriba, una A obtuvo en Avidbookreader.
En Dear author, una A-.
Para All About Romance,
una B.
Y como no encuentro más, enlazo a
Amazon.com, donde alcanza 4.6 estrellas
de media y a Good Reads, donde tiene 3.83 estrellas.
Que pena que no este en español, tiene una pinta buenísima!! Más libros así hacen falta, historias de amor sencillas y bonitas sin caer en lo anodino... Gracias por la entrada.
ResponderEliminarSí, la verdad es que a Cheryl Reavis la tradujeron poco. Hay veces que lo que quieres es justo esto, algo sencillo y bien escrito que tenga algo especial.
Eliminar