viernes, 30 de abril de 2021

Crítica: “Just this once”, de Rosalind James

 

Romántico viaje a NZ

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Just This Once

Subgénero: contemporánea

Fecha de publicación original en inglés: 2013

Páginas: 341

Parte de una serie: Escape to New Zealand #1

 

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Todo el mundo necesita alguna vez ser rescatado. Esto es, todo el mundo salvo Hannah Montgomery. Sólo necesita unas vacaciones. Tres semanas en Nueva Zelanda para poner en orden su vida, averiguar qué es lo que quiere, parece perfecto. Oh, y para relajarse. Definitivamente, debería incluir eso en la agenda. Ciertamente, no está buscando un ligue de verano con un jugador de rugby profesional, sin importar lo muy atractivo que es. Hannah no hace cosas casuales. Pero quizá por una vez…

Drew Callahan está feliz ayudando a Hannah encontrar toda la diversión que le falta. Pero por mucho que comparte con ella, mantiene un gran secreto. Y descubrir la verdad, ahora que ella ha vuelto a casa, hace a Hannah más cautelosa que nunca. Drew sabe que ella es perfecta para él. ¿Cómo puede él convencerla para que baje la guardia lo suficiente como para explorar lo que podrían tener juntos?

 

NO TRADUCIDO AL ESPAÑOL


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

No, solo la compré porque se ambientaba en Nueza Zelanda y el protagonista era un All Black.


CRÍTICA

Como soy una gran fan de todo lo que transcurra da un Down Under, me apunté esta novela ambientada en la Nueva Zelanda actual.

Hannah Montgomery necesita unas vacaciones. Se coge tres semanas para ir a Nueva Zelanda.  El primer tercio del libro se dedica al turisteo. Es uno de esos libros que te permite viajar desde el salón de tu casa y a mí eso me ha encantado, porque las posibilidades que tengo de visitar algún día Nueva Zelanda son más bien remotas.

En la playa, bueno, más bien en el mar, conocerá a un mocetón impresionante, tipo armario empotrado, llamado Drew Callahan.

Conectan de manera inmediata. Hannah compartirá parte de sus vacaciones con este hombre.

Drew es jugador de rugby, capitán de su equipo, pero ahora se está relajando dedicado a la pesca. Los dos se dedicarán a actividades más bien tranquilas, ya digo, la playa, la montaña,… evitando un poquito a la gente.

Cuando se encuentran en un sitio público, la gente se acerca a Drew, pidiéndole autógrafos y fotografías. Porque este país de cuatro millones de habitantes vive del rugby, que es casi una religión, especialmente su selección nacional, los All Blacks.

Estos dos se llevan bien, van intimando. Los dos son muy responsables, y necesitan un momento Kit-Kat en su vida. Tienen personalidades afines que encajan de fábula.

En Hannah, Drew encuentra a alguien que no se deja impresionar por quién es él. De hecho, desconoce hasta qué punto es una estrella deportiva. Conoce a Drew, el hombre, que es de quien se enamora. Hannah es una mujer atlética con la que Drew puede compartir actividades al aire libre, algo que no le ha pasado con ninguna otra pareja.

Desde el principio, queda claro que ella le ha gustado, que es algo más que un ligue de verano. Al mismo tiempo, nota cómo Hannah se resiste a cualquier tipo de compromiso, recela de las relaciones interpersonales.

Hannah no deja que la gente la ayude con facilidad. Mantiene mucho las distancias. Se le hace muy cuesta arriba toda la parte celebrity de Drew, las exigencias que para él tiene su posición profesional.

Hannah encontrará en Drew un hombre paciente, que la ayuda a darse cuenta de lo que no funciona en su vida. La saca de su forma de confort para que tenga una vida más equilibrada.

No os cuento más, porque una de las cosas buenas de este libro es ver cómo estos dos van resolviendo los obstáculos que se les plantean. Me ha encantado la madurez de los personajes, la naturalidad de los diálogos. 

El desarrollo de la trama, tanto en la parte erótica con la parte sentimental es estupenda.

Para mí, tiene el plus añadido de ambientarse en Nueva Zelanda y encima en el rugby profesional, con lo que me dan gusto por partida doble. Si no eres aficionado a este deporte, no tengo claro si esa parte te va a interesar, o, al contrario, te aburre y te lo vas a saltar como a veces hago yo en novelas sobre el fútbol americano.

Ver un país extranjero a través de una turista, sirve para que lo conozcas mejor. Desde la distancia, Nueva Zelanda (como Australia) parece reunir lo mejor del Nuevo y del Viejo Mundo. Por un lado, desde una perspectiva que llamo socialdemócrata, te evidencian el compromiso de toda una sociedad del bienestar de cada uno de sus miembros. Pero, por otro lado, tienen eso tan liberal, tan del Nuevo Mundo, de responsabilidad individual, de creer en la iniciativa propia. Cada uno se tiene que buscar la vida, emprender, sin esperar que Papá Estado te lo arregle, tú vagueando y con la mano puesta a recibir una paguita.

No, tienes que buscarte un trabajo, o montar una empresa. Si no lo logras en tu país, pues te vas al extranjero. Aquí se habla mucho de la inmigración neozelandesa a, por ejemplo, Australia.

En su página web, la estadounidense James explica que, por motivos de trabajo, ha vivido en distintos lugares del mundo.

Comenta que se le ocurrió esta novela cuando, vio la final de la Copa del Mundo en un pub de Wellington, y quedó absolutamente abrumada por la intensidad de la fiebre All Black que dominaba toda la nación durante la Copa del Mundo, y la importancia de los propios jugadores en todo momento.

Viendo un documental sobre Richie McCaw, ex capitán de los All Blacks (La forja de la leyenda. Los All Blacks de Richie McCaw) comprendí la enorme presión que padece el capitán de los All Black: prácticamente todas las ilusiones de un país caían sobre sus hombros. Es difícil entenderlo desde otros países, pero James hace el esfuerzo de intentar explicarlo.

Me quedé con la impresión de que, físicamente, el Richi podría haber seguido jugando, pero mentalmente ya no podía más.

Cuando James comenta que nunca había visto nada remotamente parecido, creo que tiene razón. No es como, por ejemplo, España y el fútbol. Esperas que la selección gane, pero si luego no ganan pues tampoco pasa nada. El rugby neozelandés es otra cosa, cuestión de estado: los All Blacks tienen que ganar sí o sí cualquier cosa que no sea ganar es una trágica decepción nacional.

Me sorprende que sea una primera novela, pues es excelente. Si no le doy lo máximo es porque no me dejó resacosa ni quería que apareciera más páginas.

Veo en internet que la autora siguió escribiendo libros de esta serie; ya van ocho o nueve. Alguno caerá en mi kindle.

Por cierto, este es uno de esos libros que sé perfectamente el motivo por el cual me llamó la atención. Lo conocí gracias a un podcast de Smart Bitches, en el que Sarah Wendell lo alabó, gustándole especialmente la parte turística de visitar Nueva Zelanda, la parte romántica le gustó menos.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes disfruten de contemporáneas tranquilas y la exótica Nueva Zelanda.

Otras críticas de la novela:

No he encontrado críticas en español y, en inglés, muy poquito.

Books for me, crítica positiva. 

Crítica al audiolibro en AudioGals, narrado por Claire Bocking. Le da C+ a la narración y B- al contenido del libro. 

El blog neozelandés Sewscrapmuse dedica una entrada a toda la serie, que valora en conjunto en 4 ½ estrellas

Aquí te señala que toda la serie está en Kindle Unlimited. Lo digo para quien tenga eso y quiera probar a ver.

Good Reads, 3.82 estrellas

Amazon.com, 4.3 estrellas

miércoles, 28 de abril de 2021

Crítica: "Tinderbox", de Rachel Grant

 

Un thriller muy sexi que no te deja un momento de respiro

 


TINDERBOX

Por RACHEL GRANT Fecha: febrero de 2017

 

La novela empieza con una explosión y ya no para.

El pequeño Yibuti, pobre y sediento, resulta un polvorín (tinderbox), rodeado por Eritrea, Etiopia y Somalia.

Justo allí tienen los EE. UU. su única gran base africana: Camp Citron en la novela, trasunto del Camp Lemonnier real.

La paleoantropóloga Morgan Adler está realizando un análisis de urgencia sobre el terreno en el que se van a trazar infraestructuras. Cuando amenazan su yacimiento, se larga pitando en dirección a Camp Citron.

De frenarla en seco se encargará el sargento mayor Pax Blanchard, aguerrido boina verde con la misión de interceptarla antes de que llegue a la base.

Como Morgan está en peligro, le toca a Pax protegerla. Así se lía la cosa. La parte emocional es normalita, pero la erótica, un lujo. Un deseo de lo más perro y absorbente, que los dos combatirán tenazmente.

Pax es dominante y manduquita, justo el tipo lleno de testosterona que a Morgan nunca le ha gustado.

Hija de general –con el que se lleva regulín–, no desea liarse con un soldado. Lo suyo son los australopecinos muertos, no los cavernícolas vivos.

Por su parte, Pax se resiste a intimar con ella porque: 

a) su experiencia con hijas de oficiales no es buena; 

b) Morgan es su trabajo; 

c) su jefe se lo deja claro: manos fuera de la hija del general.

Como es novela romántica, acabarán cediendo, en unas escenas de lo más intensas sexualmente. Sonrojan solo de recordarlas.

Pertenece a un suspense militar que muestra la complejidad del mundo y los intereses geoestratégicos de las diferentes naciones. Aquí se trata de la lucha de influencias en África entre los EE. UU. y China, con los locals de por medio.

La idea de la intriga es muy buena, no sospechas ni por asomo por qué Morgan es objetivo de nadie. Sin embargo, no acaba de dosificar bien el misterio. Se revela todo así de golpe, tirando al final.

Pese a ello, esta historia de peligros, deseos y malotes señores de la guerra engancha y te deja sin respiración, es pura acción.

 

Mi experiencia: muy buena, 4 estrellas.

 

1.ª edición eBook, 260 páginas

Edición: 2/2017, Janus Publishing LLC

ISBN13: 9781944571054

Serie: Flashpoint #1

lunes, 26 de abril de 2021

Crítica: “A delicate deception”, de Cat Sebastian

 

Entretenida, sin más

 


DATOS GENERALES

 

Título original: A Delicate Deception

Subgénero: histórica

 

Fecha de publicación original: 12/2019

Serie: Regency impostors #3

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL


SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Cuando Amelia Allenby se escapa de un agobiante salón de baile londinense en favor de la tranquila soledad del campo en Derbyshire, lo último que desea es encontrarse a un tipo extremadamente grande aunque, según admite ella misma a regañadientes, pasablemente atractivo, que perturba sus paseos diarios. Instruir a este topógrafo sobre derechos de propiedad no funciona y, de alguna manera, pronto hábilmente se abre camino hacia los pasteles de limón, largas caminatas y besos peligrosamente embriagadores.

El último sitio en el que Sydney deseaba estar es en las ruinas de Pelham Hall, la propiedad heredada donde perdió todo. Pero mientras espera a su viejo amigo, el duque de Hereford, se encuentra cada vez más cautivado por la enloquecedoramente encantadora y excepcionalmente extraña Amelia. Pronto descubrirá que mantener su propiedad de Pelham Hall en secreto es tan imposible como no enamorarse de ella.

Pero cuando el duque de Hereford llega, se revela la estratagema de Sydney y lo que empezó como un delicado engaño, se ha convertido en un amor demasiado poderoso para ignorarlo. ¿Permitirán que toda una vida de dolor se interponga entre ellos o podrán estas dos almas perdidas encontrar el amor y la paz el uno en el otro?


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica?

Estaría, quizá, entre las cinco mil mejores novelas. Tuvo calificaciones de A tanto en All About Romance como en Smart Bitches Trashy Books y The Good, the Bad and the Unread. Además, tiene ese elemento tan atractivo del héroe beta.


CRÍTICA

He leído prácticamente todas las novelas que ha publicado Cat Sebastian, y las he disfrutado. Escribe novela histórica ambientada en el siglo XIX inglés.

En este caso tenemos una mujer de buena familia que se llama Amelia y que vive recluida en un cottage en mitad del campo de Derbyshire, junto con una acompañante que fue su institutriz. Amelia se gana la vida escribiendo novelas históricas y le gusta una vida tranquila y solitaria.

Da paseos por el bosque, por el agro, algo que realmente me gusta. 

(La gente paseaba más de antes. Es una costumbre que habría que recuperar. Cualquiera de nosotros puede perfectamente salir de su casa y empezar a andar y tirarte una hora andando aunque sea por las calles de una ciudad… Siempre que no estés confinado, claro. Solo necesitas calzado cómodo. En estos tiempos es una buena manera de airearse mientras estás escuchando tu música o podcast favoritos,… o simplemente el ruido de la ciudad o los pajaritos o campanos del campo. Yo lo practico, por lo que lo aconsejo a cualquiera. Es un ejercicio que no te cuesta apenas nada y que te sirve para mantenerte en forma y mentalmente te distrae.)

La cosa es que Amelia, en uno de sus paseos, se encuentra con un tipo fortachón de una pinta algo amedrentadora. A ella, más qué miedo, siente disgusto porque quiere estar sola. No le gusta tropezarse con extraños, y lo demuestra mostrándose muy poco amable.

Este señor se llama Sydney. Es un ingeniero de ferrocarriles, educado como cuáquero aunque no es un tipo al que veas practicar ninguna creencia religiosa. Sí conserva muchos de los rasgos de ese entorno: principalmente, está en contra de las cosas complicadas y superfluas.

Sydney perdió a su hermano y a su cuñada hace un par de años. Aún está en proceso de duelo. Su cuñada era hermana de un duque, duque que por cierto fue su amante (de Sydney) hace años; ahora son simplemente buenos amigos.

El casoplón de aquellos difuntos es ahora propiedad de Sydney. También el cottage en el que vive Amelia le pertenece. Lo que pasa es que ella no lo sabe porque no se han intercambiado más que sus nombres.

Estos dos desconocidos empiezan a hablar cuando el perro que acompaña a Amelia muerde a Sydney; aunque le hace poquita cosa, no sufráis. A partir de ahí hablan y se sienten a gusto el uno con el otro. Esto los lleva a tener una relación hasta cierto punto apasionada… ¿hasta qué punto? Bueno, pues hasta el punto que os podéis imaginar.

Cuando ella descubra quién es Sydney, con la llegada del duque, se siente traicionada. La confianza tenue que tenían el uno en el otro se rompe. Comenzará así un proceso de enamoramiento más lento pero más auténtico entre las personas que son ellos en realidad.

Como es de Cat Sebastian, lógicamente no puede ser una novela cishet normal y corriente. Tanto Amelia como Sydney son bisexuales, el duque es tirando a gay y Georgiana (la acompañante de Amelia) es asexual. También hay algún otro personaje gay por ahí rondando. 

Esta diversidad ni añade ni quita nada a la novela. Está bien que haya personajes distintos, por aquello de que en la realidad también los hay. Es como el color de los ojos, está bien que no todo sean ojos azules, verdes o violetas, sino que los haya marrones, como la mayor parte de la gente. Con la diferencia de que obviamente tener una sexualidad diferente a lo normal, en aquellos tiempos, te podía llevar a la cárcel. Pequeño detalles que no conviene olvidar.

Pero vamos, yo creo que las críticas entusiastas que he visto por ahí se refieren más a este aspecto queer, de novela con diversidad. Me parece estupendo, pero no es a día de hoy algo que convierta un relato en algo especial.

Para mí fue una lectura entretenida, sin más. 

Hubo momentos muy lentos, otros en los que creo que no me llega a caer bien sobre todo ella. Entiendo que tiene fobia social y ansiedad y su solución para el problema es simplemente aislarse en el campo. Bien, vale, si esa es su forma de tratar un trastorno de comportamiento, y se lo puede permitir económicamente, pues vale, que no trate con nadie… 

No estoy segura de que sea la forma correcta de tratarlo. Tengo la impresión de que, de un tiempo a esta parte, el padecer un determinado trastorno o enfermedad mental se está convirtiendo en otra forma de identidad. Es decir, no algo que haya que tratar terapéuticamente, sino que eres así, y los demás te tienen que aceptar, sí o sí. ¿No será otro tipo de fantasía? ¿Es útil este enfoque?

Me gustaría preguntarle a un psiquiatra o un psicólogo si esto sería un enfoque apropiado. ¿No le vendría mejor una buena terapia cognitiva conductual para lograr una respuesta menos estresante a situaciones cotidianas? 

Le doy demasiadas vueltas, al fin y al cabo es solo un personaje ficticio, y en el contexto de la novela, el aislamiento le sirve, y su final feliz se logra construyendo a su alrededor una familia de gente queer que se entienden los unos a otros y que pueden ser ellos mismos.

Si te gusta Cat Sebastian, este es un buen libro porque te entretiene. Pero si no la has leído, creo que hay otros libros suyos que a mí me gustan muchísimo más, En particular, The soldier’s scoundrel, novela a la que di la máxima puntuación, cinco estrellas. Ningún otro libro suyo me ha vuelto a gustar tantísimo.

 Sabe mantener un buen nivel en todas sus obras. Te entretienen los personajes, con su atractivo y la trama es la justa para que pueda mantenerte enganchado. Súmale diálogos bastante agradables y una parte sexual explícita, ¿qué más quieres?

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: amantes del romance tradicional con toque queer.

Otras críticas de la novela:

Sólo he visto críticas en inglés, y en general ha gustado:

DIK A en All About Romance.

A en The Good, the Bad and the Unread.

A- en Smart Bitches Trashy Books

4 estrellas le da Elley the Book Otter

3 ½ corazones en Smitten by Books

3 ½ estrellas, en Harlequin Junkie

viernes, 23 de abril de 2021

Crítica: "Mentiras y sueños", de Marisa Sicilia

 

Una de cine negro de los cincuenta

 


MENTIRAS Y SUEÑOS

 

Por MARISA SICILIA Fecha: febrero de 2014

 

Una novela en cinematográfico blanco y negro.

Esta es una historia que inevitablemente te va a recordar a aquellas películas de los cincuenta con Bogart y Bacall… O más bien Alan Ladd y Veronica Lake, porque el detective protagonista, Clyde Deckard, es más bien de medio pelo, de esos que va tirando a duras penas.

A su oficina llegará la Brigid O’Shaugnessy de turno: Jade, una publicista cinematográfica con más capas que una cebolla.

A regañadientes, Deckard aceptará el trabajo, que se embrollará con más subtramas y misterios. Mientras va desentrañándolos, acaba enamorándose de Jade.

La historia te la cuentan más desde la perspectiva de Deckard y es fácil simpatizar con él. Jade mantiene ese toque de mujer misteriosa. Únicamente al final acabas de entender lo que hay detrás de su reserva.

Lo mejor del libro es esa ambientación de novela negra o peli de detectives privados de los cincuenta, todo muy propio de un ambiente hollywoodiense en el que el mundo de las pelis legítimas se mezcla a veces con negocios turbios.

Es curioso, porque hace poco he leído Una mujer peligrosa, de Jennifer Crusie, inspirada en El halcón maltés, aunque en un tono mucho más ligero, de comedia romántica. Mentiras y sueños tiene un tono más frío, de película noir.

Es una pena que Mentiras y sueños me pillara en una época con demasiado trabajo acumulado, que solo me permitió leer a ratos, en vez de poder leérmela de una tirada. Como es una novela con cierta complejidad, me costaba volver a engancharme en la trama.

Nada más terminar, hice un alto en mi adictivo enganche a Los crímenes de Cassandre (Alexandre Varga, ains) y me di el lujo de revisitar L.A. Confidential. Siempre está bien pasear los ojos por la belleza un tanto brutal de aquel Russell Crowe jovencito. Ya sé que Guy Pierce es mucho más mono, pero a mí me van más los físicos... sólidos.

Es lo que tienen las novelas de Sicilia, que son muy cinematográficas, casi como guiones.

Mi experiencia: buena, 3 estrellas.

 

Editorial: B de Books (Ediciones B)

Fecha de edición: 5/2015

ISBN 13: 978-84-9069-122-9

Crítica laudatoria en La vena romántica.

miércoles, 21 de abril de 2021

Crítica: “Dukes are forever”, de Anna Harrington

 

Aburrida, de esas a las que le sobran páginas



DATOS GENERALES

 

Título original: Dukes are Forever

Subgénero: histórica

Fecha de publicación original en inglés: noviembre de 2015

Parte de una serie: Secret Life of Scoundrels #1

Páginas: 384

 

NO TRADUCIDA EN ESPAÑA


SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Todo vale en el amor…

Los campos de batalla y las tabernas tienen más interés para Edward Westover, duque de Strathmore, que el cariño de las niñas por las muñecas y los encajes. Cuando toma posesión de los bienes de su enemigo, todo lo que este villano quiere, incluyendo su hija, le pertenece a Edward. El plan de Edward era contratar a una institutriz, arreglarle una dote, darle ciertas seguridades, y quitársela de su camino. Pero se va a llevar la sorpresa de su vida. Porque su nueva pupila es una mujer bella, impetuosa, y profundamente irresistible…

… Y en la guerra

Kate Benton está estupefacta. ¿Quién es este arrogante e irritante hombre que se ha invitado a su casa y ha tomado el control de su vida? Su voto: hacer todo lo que esté a su alcance para convencerlo de que la deje en paz a ella, y a su hogar, Brambly House. Aun así, conforme los fríos días se transforman en noches bochornosas, Kate ve destellos de bondad por debajo de la fría fachada de Edward'… y una naturaleza apasionada que le quita el aliento. Hay tanto que ella desconoce de este hombre… Pero se atreverá ella a confiar su corazón a este diabólico duque?

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Estaría entre las cinco mil mejores novelas, gracias a que ganó el premio de All About Romance en 2015 en la categoría de mejor autor debutante, también logró una starred review en Publishers Weekly y, finalmente, tiene ese tópico tan atractivo de «enemigos a amantes».

CRÍTICA

Este libro no sé por qué lo tenía yo en mis baldas desde hace tiempo, en papel, y no me animaba a leerlo. Hasta que al final, en uno de esos arrebatos de desear disminuir el montonazo de libros pendientes de leer, me dio por leerlo (estoy hablando de octubre de 2020, ya véis).

Edward Westover estaba luchando en la península ibérica cuando le llegó la noticia de que su hermano, duque, había muerto, él y su mujer. En el pasado, él estuvo enamorado de la que se convertiría en su cuñada. De ello le queda cierta desconfianza hacia las mujeres. Lamenta la muerte de la mujer a la que amó y de su querido hermano.

Cuando vuelve, intenta que se haga justicia con el responsable de estas muertes, un impresentable, jugador y borracho. Fríamente, Edward se empeña en buscar su ruina, y parece haber completado el proyecto al principio de la novela.

Privar a este tipo de todo implica también quitarle la guarda de su hija. Solo que esta no es una niña, como él creía, sino una muchacha veinteañera, de fogoso pelo rojo y curvas muy atractivas.

Ella se dedica a cuidar de su empobrecida herencia, así como de los vecinos, gracias a algunos conocimientos medicinales conseguidos acá y allá.

Cuando Edward lo ve, comprende que su responsabilidad como tutor es casarla: para ello le facilitará una temporada y le fijará una dote digna. Pero eso es lo último que ella quiere, dejar a un lado su vida de curandera por un marido.

La cosa es que cogí el libro con cierta animación. Histórica. El planteamiento de un antiguo militar en busca de venganza que se encuentra con una pizpireta muchacha, hija de su peor enemigo, es uno que prometía mucho.

Me la anunciaron como enemies to lovers, pero luego hay poca de esa chispa que tanto me gusta. Pasaba los ojos sobre las letras con tibieza y escaso interés. Ella, más que ingeniosa y pizpireta, acababa pareciéndome una obstinada y tozuda criatura que se empeña en ponerle problemas a Edward innecesariamente, y que de forma muy ingenua sigue creyendo que le importa algo a su padre.

Lamentablemente, luego se me hizo bola, y tardé en leer sus más de trescientas páginas nada más y nada menos que quince días, algo insólito. Y ello solamente gracias a que llegó un punto en que empecé a leer de través, los diálogos y poco más.

El personaje de Edward era atractivo, un tipo serio, con su bondad innata, sus deseos de vengarse pero no de incurrir en injusticias… Ella se me hizo más cuesta arriba. Hay su parte de sexo y algo de enamoramiento, pero todo perdido en páginas y más páginas perfectamente prescindibles.

Es un poquito incómoda a veces, por la superioridad en la que está Edward respecto a esta muchacha: es su pupila, inocente y virginal, depende de él, no ha salido de su casa ni visto mundo, se encuentra sola sin nadie que la proteja o la aconseje… En cierto sentido, acaba siendo un poco como si se enamorase de Edward porque es el primero que le hace algo de caso y la introduce en los placeres de la carne.

Y él se enamora de ella porque es joven, vulnerable… pero rápidamente desconfía y piensa mal de la muchacha cuando hace algo que él no aprueba, y acaba mandándola a un exilio interior, allá en un casoplón perdido en los páramos, que no sé realmente qué pretendía hacer, ¿tenerla allí presa de por vida?.

La ambientación es tu Regencia estándar, una opción razonable para una autora debutante, así no tiene que esforzarse en el world-building, la recia lectora de romántica ya lo tiene todo en su cabeza.

Yo no conseguí cogerle el gusto y no me dejó la menor gana de seguir leyendo otros libros de Anna Harrington. Como primera novela la verdad es que tiene mérito, pero habría necesitado –para mi gusto– bastante edición para reducir la novela a lo esencial.

Poco antes de emprender esta lectura, releí (¡de nuevo!) Sucedió en otoño, de Lisa Kleypas. Leer después esta historia me hizo comprender un poco mejor por qué las grandes son grandes. No hace falta rellenar páginas y páginas, sino que puedes escribir una historia de amor en la que no sobra una sola escena, y te llena de romanticismo y pasión, que vives y que te deja, bueno, sí, sin aliento.

Esto de andar buscando escenas atractivas por un libro por lo demás anodino, no va conmigo, la verdad. Quiero que todo el libro sea sólido, coherente, que tenga lo que tiene que tener sin que le falte ni le sobre nada.

Valoración personal: allá tú, 2

Se la recomendaría a: fans de las novelas históricas con el tópico tutor / pupila.

Otras críticas de la novela:

De esta novela no he encontrado críticas en español. Os pongo unos enlaces al inglés.

Una B en All About romance

Smexy Books, una C+

Reseña starred en Publishers Weekly

Mrs. Giggles le plantó 2 Oogies. Me he reído bastante leyéndola, en un momento dado dice de la heroína que es una combinación de mártir sin causa e imbécil, y una bocazas que no sabe cuándo parar.

Sunflowers and romance es clara desde el principio: no le gustó el libro. 1,5/5.

Una entrevista con la autora y un extracto de la novela, en Long and Short Reviews

lunes, 19 de abril de 2021

Crítica: "El guerrero", de Kinley MacGregor

 

Un argumento más endeble que el papel de fumar

 

EL GUERRERO


 

Por KINLEY MacGREGOR Fecha: diciembre de 2007

Romántica medieval, sobre un mocetón escocés que enamora a la hija bastarda del rey de Francia.

Es de esas novelas en que lo mejor es la portada.

Lochlan MacAllister, laird de su clan, anda por Francia buscando pistas sobre su hermano desaparecido cuando se topa con Catarina, pizpireta joven que huye de su padre, el rey gabacho.

Debieron protagonizar escenas de hostilidad mutua en libros anteriores (que yo no he leído). No obstante, Lochlan la rescatará porque, de alguna manera, están emparentados. El plan es devolverla a la familia de su madre.

Viajarán juntos hasta el torneo de Ruan. Durante el trayecto limarán asperezas, se salvarán de uno o dos peligros y encontrarán a unos cuantos conocidos.

El planteamiento inicial «de enemigos a amantes» dura muy poquito, y sin particulares chispas. No digo yo que no sean enemigos que se follan vivos, como dicen las haggards, pero la verdad es que de enemigos ves poco y de folleteo, menos. Solo tirando al final el ambiente se caldea algo.

No sé si la autora tenía la pretensión de que Cat fuera la MPDG del responsable Lochlan. Si es así, tampoco se luce.

Esto es histórica tipo Garwood: con nulo sentido de la época. Me parecía estar escuchando a adolescentes del siglo XXI disfrazados. Así que no sorprende encontrar palabras como sinfonía o corsé, o esa visión de las cruzadas como una especie de Vietnam, con sus veteranos soldados quebrantados por crueles sarracenos.

Se nota que es parte de una serie. Aparecen personajes que no conoces, salvo que hayas leído las anteriores, y ni te interesan ni aportan gran cosa a la trama. Tienen su escena y hasta luego Maricarmen.

MacGregor no se ha estrujado las meninges. Recurre a azares bastante improbables y remata la jugada con un epílogo paranormal de aparecidos.

Tiene algo bueno: no se me ha hecho pesada. La escritura entrecortada de MacGregor, con sus frases breves y abundante diálogo, hace que pases páginas sin sentir, mientras tu cabeza se dedica a repasar la lista de la compra.

De Kinley MacGregor (alias de Sherrilyn Kenyon para histórica) había leído «El caballero de la noche» (una estrella). Así que no, no es una autora para mí.

Mi experiencia: allá tú, 2 estrellas.

 


The warrior, 352 páginas

Series: Brotherhood of the Sword #5 / MacAllisters #7

Edición: 12/2007, Avon

ISBN13: 9780060796679

 

El guerrero: La hermandad de la espada III, 352 páginas

Edición: 6/2010, Punto de lectura

ISBN 13: 978-8466324663

Traducción: Margarita Matarranz

Suma

sábado, 17 de abril de 2021

Crítica: "The bride of Larkspear", de Sherry Thomas

  

Divertimento erótico de Thomas


 

THE BRIDE OF LARKSPEAR

 

Por SHERRY THOMAS Fecha: octubre de 2012

 

Curiosa ficción dentro de la ficción.

A los que habéis leído las novelas de la serie Fitzhugh, sabréis que Helena y David protagonizan la tercera, Tempting the bride.

Ella lleva una editorial y él es un tipo guapo y rico que lleva años adorándola, pero como ella no le corresponde se dedica a ser desagradable, con la lógica consecuencia de que Helena odia a David.

En aquella novela, David entrega a Helena un cuento erótico. Es su forma, algo retorcida, de dejarle entrever sus sentimientos.

En Tempting... aparecieron fragmentos de esa historia erótica aparece en las novelas. Luego, la autora la publicó separadamente: es esta novia de Larkspear, con unos personajes anónimos que son obvio trasunto de Helena, enamorada de otro pero a la que David, al que detesta, rescatará si es necesario con un matrimonio que acalle escándalos.

¿De qué va esta «Novia de Larkspear»?

Como es una historia erótica, encontrarás una escena de cama tras otra. Con bondage y la habitual tríada: vaginal-anal-bucal. Ella no lo ama, él a ella sí y sabe que le puede destrozar el corazón con su desdén.

Utilizará el sexo para acceder a ella, para establecer una conexión a partir de la cual expresar sus sentimientos y que ella les dé una oportunidad a lo suyo.

No da para más.

Como toda erótica, resulta excitante. Pero ni siquiera así Thomas se desmelena. Por muy explícita que se ponga, sigue resultando elegante, no arrastra a estos dos a sexo sucio y enloquecido, hagan lo que hagan sobre el papel. Eso le da un punto de frialdad a los intercambios sexuales.

Mi principal problema ha sido que, al reflejar la relación David-Helena, no he podido valorarla aislada. Los he tenido a ellos todo el rato en la mente.

Tampoco sé si conviene leerla primero, antes de las novelas, o después, como complemento, porque a una de las dos cosas le quitas el misterio: o a este relato, o a las novelas.

Al final, creo que es mejor leer las novelas primero. Más vale que te chafen un relato corto que toda una trilogía.

 

Mi experiencia: buena, 3 estrellas.

 

The bride of Larkspear, 98 páginas

1.ª edición: 10/2012, Berkley

Mass market paperback & ebook

Serie: Fitzhugh #3.5

ISBN13: 9780425251027