miércoles, 21 de abril de 2021

Crítica: “Dukes are forever”, de Anna Harrington

 

Aburrida, de esas a las que le sobran páginas



DATOS GENERALES

 

Título original: Dukes are Forever

Subgénero: histórica

Fecha de publicación original en inglés: noviembre de 2015

Parte de una serie: Secret Life of Scoundrels #1

Páginas: 384

 

NO TRADUCIDA EN ESPAÑA


SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Todo vale en el amor…

Los campos de batalla y las tabernas tienen más interés para Edward Westover, duque de Strathmore, que el cariño de las niñas por las muñecas y los encajes. Cuando toma posesión de los bienes de su enemigo, todo lo que este villano quiere, incluyendo su hija, le pertenece a Edward. El plan de Edward era contratar a una institutriz, arreglarle una dote, darle ciertas seguridades, y quitársela de su camino. Pero se va a llevar la sorpresa de su vida. Porque su nueva pupila es una mujer bella, impetuosa, y profundamente irresistible…

… Y en la guerra

Kate Benton está estupefacta. ¿Quién es este arrogante e irritante hombre que se ha invitado a su casa y ha tomado el control de su vida? Su voto: hacer todo lo que esté a su alcance para convencerlo de que la deje en paz a ella, y a su hogar, Brambly House. Aun así, conforme los fríos días se transforman en noches bochornosas, Kate ve destellos de bondad por debajo de la fría fachada de Edward'… y una naturaleza apasionada que le quita el aliento. Hay tanto que ella desconoce de este hombre… Pero se atreverá ella a confiar su corazón a este diabólico duque?

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Estaría entre las cinco mil mejores novelas, gracias a que ganó el premio de All About Romance en 2015 en la categoría de mejor autor debutante, también logró una starred review en Publishers Weekly y, finalmente, tiene ese tópico tan atractivo de «enemigos a amantes».

CRÍTICA

Este libro no sé por qué lo tenía yo en mis baldas desde hace tiempo, en papel, y no me animaba a leerlo. Hasta que al final, en uno de esos arrebatos de desear disminuir el montonazo de libros pendientes de leer, me dio por leerlo (estoy hablando de octubre de 2020, ya véis).

Edward Westover estaba luchando en la península ibérica cuando le llegó la noticia de que su hermano, duque, había muerto, él y su mujer. En el pasado, él estuvo enamorado de la que se convertiría en su cuñada. De ello le queda cierta desconfianza hacia las mujeres. Lamenta la muerte de la mujer a la que amó y de su querido hermano.

Cuando vuelve, intenta que se haga justicia con el responsable de estas muertes, un impresentable, jugador y borracho. Fríamente, Edward se empeña en buscar su ruina, y parece haber completado el proyecto al principio de la novela.

Privar a este tipo de todo implica también quitarle la guarda de su hija. Solo que esta no es una niña, como él creía, sino una muchacha veinteañera, de fogoso pelo rojo y curvas muy atractivas.

Ella se dedica a cuidar de su empobrecida herencia, así como de los vecinos, gracias a algunos conocimientos medicinales conseguidos acá y allá.

Cuando Edward lo ve, comprende que su responsabilidad como tutor es casarla: para ello le facilitará una temporada y le fijará una dote digna. Pero eso es lo último que ella quiere, dejar a un lado su vida de curandera por un marido.

La cosa es que cogí el libro con cierta animación. Histórica. El planteamiento de un antiguo militar en busca de venganza que se encuentra con una pizpireta muchacha, hija de su peor enemigo, es uno que prometía mucho.

Me la anunciaron como enemies to lovers, pero luego hay poca de esa chispa que tanto me gusta. Pasaba los ojos sobre las letras con tibieza y escaso interés. Ella, más que ingeniosa y pizpireta, acababa pareciéndome una obstinada y tozuda criatura que se empeña en ponerle problemas a Edward innecesariamente, y que de forma muy ingenua sigue creyendo que le importa algo a su padre.

Lamentablemente, luego se me hizo bola, y tardé en leer sus más de trescientas páginas nada más y nada menos que quince días, algo insólito. Y ello solamente gracias a que llegó un punto en que empecé a leer de través, los diálogos y poco más.

El personaje de Edward era atractivo, un tipo serio, con su bondad innata, sus deseos de vengarse pero no de incurrir en injusticias… Ella se me hizo más cuesta arriba. Hay su parte de sexo y algo de enamoramiento, pero todo perdido en páginas y más páginas perfectamente prescindibles.

Es un poquito incómoda a veces, por la superioridad en la que está Edward respecto a esta muchacha: es su pupila, inocente y virginal, depende de él, no ha salido de su casa ni visto mundo, se encuentra sola sin nadie que la proteja o la aconseje… En cierto sentido, acaba siendo un poco como si se enamorase de Edward porque es el primero que le hace algo de caso y la introduce en los placeres de la carne.

Y él se enamora de ella porque es joven, vulnerable… pero rápidamente desconfía y piensa mal de la muchacha cuando hace algo que él no aprueba, y acaba mandándola a un exilio interior, allá en un casoplón perdido en los páramos, que no sé realmente qué pretendía hacer, ¿tenerla allí presa de por vida?.

La ambientación es tu Regencia estándar, una opción razonable para una autora debutante, así no tiene que esforzarse en el world-building, la recia lectora de romántica ya lo tiene todo en su cabeza.

Yo no conseguí cogerle el gusto y no me dejó la menor gana de seguir leyendo otros libros de Anna Harrington. Como primera novela la verdad es que tiene mérito, pero habría necesitado –para mi gusto– bastante edición para reducir la novela a lo esencial.

Poco antes de emprender esta lectura, releí (¡de nuevo!) Sucedió en otoño, de Lisa Kleypas. Leer después esta historia me hizo comprender un poco mejor por qué las grandes son grandes. No hace falta rellenar páginas y páginas, sino que puedes escribir una historia de amor en la que no sobra una sola escena, y te llena de romanticismo y pasión, que vives y que te deja, bueno, sí, sin aliento.

Esto de andar buscando escenas atractivas por un libro por lo demás anodino, no va conmigo, la verdad. Quiero que todo el libro sea sólido, coherente, que tenga lo que tiene que tener sin que le falte ni le sobre nada.

Valoración personal: allá tú, 2

Se la recomendaría a: fans de las novelas históricas con el tópico tutor / pupila.

Otras críticas de la novela:

De esta novela no he encontrado críticas en español. Os pongo unos enlaces al inglés.

Una B en All About romance

Smexy Books, una C+

Reseña starred en Publishers Weekly

Mrs. Giggles le plantó 2 Oogies. Me he reído bastante leyéndola, en un momento dado dice de la heroína que es una combinación de mártir sin causa e imbécil, y una bocazas que no sabe cuándo parar.

Sunflowers and romance es clara desde el principio: no le gustó el libro. 1,5/5.

Una entrevista con la autora y un extracto de la novela, en Long and Short Reviews

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