Segundas oportunidades
DATOS GENERALES
Título original: Pipe dreams
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación
original en inglés: 5/2017
Parte de una serie:
Brooklyn Bruisers #3
Páginas: 336
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (según Fiction DB)
Un portero tiene que
confiar en sus instintos, incluso cuando se enfrenta a un disparo directo al
corazón…
Mike Beacon es todo un campeón cuando se trata de defender la red, pero fuera del
hielo, no es tan afortunado. Viudo y padre en solitario, nunca ha olvidado a Lauren
Williams, la ex que le dio el mejor año de su vida. Cuando Lauren reaparece en
la oficina de los Bruisers durante los play-offs,
Beacon ve su oportunidad de arreglar las cosas.
Lauren odia verse obligada a viajar con el equipo para el que ella solía
trabajar, y el hombre que le rompió el corazón. Aún corre una
innegable tensión sexual entre ellos, pero Lauren no volverá a ir por ese
camino. Está centrada en sus planes para el futuro, no necesita a un hombre
para que se haga realidad su sueño de ser madre.
Lauren despliega su mejor juego defensivo, pero no es rival para este
portero de ojos oscuros. Cuando el campo de juego se traslada a Florida, las
cosas se ponen calientes en la playa.
Uno de los mayores fans de Mike no lo aprueba: su hija adolescente. Pero un
verdadero competidor sabe que no puede perder el tiempo cuando se trata de
hacer el mejor disparo en dirección al amor.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica?
Pues está entre las dos mil mejores, en torno al puesto 1300. Y todo
gracias a críticas estupendas: DIK A-
en All About Romance, 5 estrellas en
About that story y Kimberly Faye Reads; fue un Guilty pleasures purest delight,
4 ½ en Smitten by Books y, por último, tiene ese tópico tan atractivo de la second
chance.
CRÍTICA
Pues aquí sigo, con los Brooklyn
Bruisers. Si en la primera tocaba el turno a un novato goleador, y en la
segunda es el capitán, un defensa, en concreto el enforcer… pues ahora le toca al goalie,
o sea, el portero.
El que está debajo de los tubos que
forman la portería, de ahí el título de «Sueños del tubo», si es que eso tiene
algún sentido…
Las historias de segundas
oportunidades suelen desarrollarse en el ahora, con flash backs a la vez
anterior que estuvieron juntos.
Y eso aquí sí que te lo cuentan,
aunque lo que es el principio-principio, cuando estos se conocen y se hacen
amigos, eso ocurre totalmente fuera de página, te lo tienes que imaginar.
En el «ahora», Lauren Williams (31),
ejecutiva de las empresas del mago de la informática Nate Kattenberger, se ve
repente lanzada a encargarse de los Bruisers, el equipo de hockey de su jefe. Becca, la ejecutiva
que lo lleva, ha tenido un accidente en la pista de hielo y estará de baja.
Laura es una mujer siempre
competente, de punta en blanco, y que es obvio que odia el hockey en general y a un
jugador en particular.
¿De dónde viene esto?
Se supone que Mike Beacon, de
jovencito, acude a jugar como portero a un equipo que por entonces estaba en
Manhattan. Está recién casado y tiene un bebé. Lauren Williams es la hija del general manager, y trabaja también para
el equipo.
Fueron simplemente amigos durante
años, seis años. Él estaba casado, así que no había oportunidad de otra cosa.
En algún sitio he visto esta historia considerada como un friends to lovers. Pero eso ocurre antes de la novela.
Llega un momento en que Mike se
separa de su esposa. A la semana misma, ni se lo piensan, se enrollan y
empiezan a salir como novios, porque el matrimonio de Mike ha terminado. Y
ellos llevan años deseándose y queriéndose. Se supone, claro, porque todo lo
que ha ocurrido antes de la separación de Mike no lo ves detallado sobre la
página.
La cosa es que a lo largo de un año,
año y pico, son pareja, los más felices del mundo, hasta están empezando a
mirar pisos para ir a vivir juntos… hasta que él rompe con ella sin demasiadas
explicaciones. Alguna le da, pero no entra en detalles.
Mientras tanto, el equipo ha sido
comprado por Nate Kattenberger, quien echa al padre de Lauren, traslada la sede
a Brooklyn, a Lauren se la lleva a trabajar a sus empresas de informática, y
coloca en los Bruisers a Becca, una muchacha que ha
trabajado con él desde el principio.
Rebecca ha estado estudiando en la
universidad, gracias a que se lo financia la empresa de Nate.
Ahora, por fin, a los 31 años, ya se
va a graduar y ha decidido que es el momento de ser madre.
Ha conseguido mantener la distancia
con el equipo de hockey, pasa de oír noticias del hockey, no le interesa si van
bien o mal… hasta que la lesión de Becca le fuerza a ser la mano derecha de
Nate con el equipo, y tiene que moverse de Manhattan a Brooklyn.
Sí, y Mike (32), ahora viudo desde
hace un año y con su niña adolescente, sigue jugando como portero de los Bruisers.
Mike sigue enamorado de Lauren, y a
la primera oportunidad quiere hacérselo saber. Insistir, esperar, lo que haga
falta.
Pero Lauren ya salió escaldada una
vez. Incluso después de la ruptura, ella fue tachada como la mala mujer, la
otra, la rompehogares, mientras que la imagen de Mike no se vio resentida en lo
más mínimo.
Ahora tiene sus propios planes, y no
incluyen una segunda ronda con Mike. Y menos cuando él viene con bagaje como
una niña que tiene su propia idea de lo que ocurrió en el pasado.
Es una novela ligera, escrita con un
estilo que me engancha. Eso no quita que hay momentos un poco más serios, o más
conmovedores.
Como las novelas que he leído de
Sarina Bowen, tiene escenas sexis de vez en cuando, bastante explícitas, que da
gusto leerlas, no voy a decir que no, porque es así.
Entre una cosa y otra me leí esta
novela en un par de días. Es de las que merece la pena.
Las novelas de esta serie no van una
detrás de otra, realmente, sino que hay cosas que están pasando al mismo
tiempo. De manera que entre que me he leído las dos primeras, y también la
cuarta (Brooklynaire) lo que ocurre
con el equipo de los Bruisers en los playoffs no tiene ningún misterio. Eso le quita parte de la tensión
al asunto.
Como todas las second chance, hace falta cumplir dos cosas. La primera, que
aquello que los separó tiene que ser algo serio para que no te parezcan dos
tontos muy tontos. Eso sí lo cumple, sin duda, había razones buenas para que
Mike se separara de Lauren, aunque no lo gestionó bien con ella.
La segunda, que aquello que los
separó se haya superado bien, de manera que su final feliz sea creíble. Sí,
también lo logra, aquí hay un buen final feliz.
Como todas las de los Bruisers, es entretenidísima. En comparación con las que ya he leído, se queda un poquito por debajo.
Sobre todo porque la
tensión emocional es mínima. Tú no ves cómo se enamoran estos dos: ya lo están desde hace años, algo que ocurrió incluso fuera de escena. Y lo que ocurre en realidad es
solo que Mike quiere volver con ella y ella recela, porque está dolida, porque
no se fía de él, no porque no le quiera.
Que sea novela con niño, en
realidad, chica adolescente, no ayuda.
Valoración personal: buena, 3
Se la recomendaría a: quienes gusten de romántica contemporánea deportiva
Otras críticas de la novela:
Sólo he visto críticas en inglés.
All About Romance, DIK A-.
A Novel Glimpse, 5 estrellas.
Simply Love / Guilty Pleasures, 5 estrellas.
Book Binge, 4.25 estrellas.
Harlequin Junkie, 4 estrellas.
Smutt Matters, 3 ½ estrellas.
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