lunes, 18 de julio de 2022

Crítica: “Pipe dreams”, de Sarina Bowen


Segundas oportunidades



DATOS GENERALES

Título original: Pipe dreams

Subgénero: contemporánea

Fecha de publicación original en inglés: 5/2017

Parte de una serie: Brooklyn Bruisers #3

Páginas: 336

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

 

SINOPSIS (según Fiction DB)

Un portero tiene que confiar en sus instintos, incluso cuando se enfrenta a un disparo directo al corazón…

Mike Beacon es todo un campeón cuando se trata de defender la red, pero fuera del hielo, no es tan afortunado. Viudo y padre en solitario, nunca ha olvidado a Lauren Williams, la ex que le dio el mejor año de su vida. Cuando Lauren reaparece en la oficina de los Bruisers durante los play-offs, Beacon ve su oportunidad de arreglar las cosas.

Lauren odia verse obligada a viajar con el equipo para el que ella solía trabajar, y el hombre que le rompió el corazón. Aún corre una innegable tensión sexual entre ellos, pero Lauren no volverá a ir por ese camino. Está centrada en sus planes para el futuro, no necesita a un hombre para que se haga realidad su sueño de ser madre.

Lauren despliega su mejor juego defensivo, pero no es rival para este portero de ojos oscuros. Cuando el campo de juego se traslada a Florida, las cosas se ponen calientes en la playa.

Uno de los mayores fans de Mike no lo aprueba: su hija adolescente. Pero un verdadero competidor sabe que no puede perder el tiempo cuando se trata de hacer el mejor disparo en dirección al amor.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica?

Pues está entre las dos mil mejores, en torno al puesto 1300. Y todo gracias a críticas estupendas: DIK A- en All About Romance, 5 estrellas en About that story y Kimberly Faye Reads; fue un Guilty pleasures purest delight, 4 ½ en Smitten by Books y, por último, tiene ese tópico tan atractivo de la second chance.


CRÍTICA 

Pues aquí sigo, con los Brooklyn Bruisers. Si en la primera tocaba el turno a un novato goleador, y en la segunda es el capitán, un defensa, en concreto el enforcer… pues ahora le toca al goalie, o sea, el portero.

El que está debajo de los tubos que forman la portería, de ahí el título de «Sueños del tubo», si es que eso tiene algún sentido…

Las historias de segundas oportunidades suelen desarrollarse en el ahora, con flash backs a la vez anterior que estuvieron juntos.

Y eso aquí sí que te lo cuentan, aunque lo que es el principio-principio, cuando estos se conocen y se hacen amigos, eso ocurre totalmente fuera de página, te lo tienes que imaginar.

En el «ahora», Lauren Williams (31), ejecutiva de las empresas del mago de la informática Nate Kattenberger, se ve repente lanzada a encargarse de los Bruisers, el equipo de hockey de su jefe. Becca, la ejecutiva que lo lleva, ha tenido un accidente en la pista de hielo y estará de baja.

Laura es una mujer siempre competente, de punta en blanco, y que es obvio que odia el hockey en general y a un jugador en particular.

¿De dónde viene esto?

Se supone que Mike Beacon, de jovencito, acude a jugar como portero a un equipo que por entonces estaba en Manhattan. Está recién casado y tiene un bebé. Lauren Williams es la hija del general manager, y trabaja también para el equipo.

Fueron simplemente amigos durante años, seis años. Él estaba casado, así que no había oportunidad de otra cosa. En algún sitio he visto esta historia considerada como un friends to lovers. Pero eso ocurre antes de la novela.

Llega un momento en que Mike se separa de su esposa. A la semana misma, ni se lo piensan, se enrollan y empiezan a salir como novios, porque el matrimonio de Mike ha terminado. Y ellos llevan años deseándose y queriéndose. Se supone, claro, porque todo lo que ha ocurrido antes de la separación de Mike no lo ves detallado sobre la página.

La cosa es que a lo largo de un año, año y pico, son pareja, los más felices del mundo, hasta están empezando a mirar pisos para ir a vivir juntos… hasta que él rompe con ella sin demasiadas explicaciones. Alguna le da, pero no entra en detalles.

Mientras tanto, el equipo ha sido comprado por Nate Kattenberger, quien echa al padre de Lauren, traslada la sede a Brooklyn, a Lauren se la lleva a trabajar a sus empresas de informática, y coloca en los Bruisers a Becca, una muchacha que ha trabajado con él desde el principio.

Rebecca ha estado estudiando en la universidad, gracias a que se lo financia la empresa de Nate.

Ahora, por fin, a los 31 años, ya se va a graduar y ha decidido que es el momento de ser madre.

Ha conseguido mantener la distancia con el equipo de hockey, pasa de oír noticias del hockey, no le interesa si van bien o mal… hasta que la lesión de Becca le fuerza a ser la mano derecha de Nate con el equipo, y tiene que moverse de Manhattan a Brooklyn.

Sí, y Mike (32), ahora viudo desde hace un año y con su niña adolescente, sigue jugando como portero de los Bruisers.

Mike sigue enamorado de Lauren, y a la primera oportunidad quiere hacérselo saber. Insistir, esperar, lo que haga falta.

Pero Lauren ya salió escaldada una vez. Incluso después de la ruptura, ella fue tachada como la mala mujer, la otra, la rompehogares, mientras que la imagen de Mike no se vio resentida en lo más mínimo.

Ahora tiene sus propios planes, y no incluyen una segunda ronda con Mike. Y menos cuando él viene con bagaje como una niña que tiene su propia idea de lo que ocurrió en el pasado.

Es una novela ligera, escrita con un estilo que me engancha. Eso no quita que hay momentos un poco más serios, o más conmovedores.

Como las novelas que he leído de Sarina Bowen, tiene escenas sexis de vez en cuando, bastante explícitas, que da gusto leerlas, no voy a decir que no, porque es así.

Entre una cosa y otra me leí esta novela en un par de días. Es de las que merece la pena.

Las novelas de esta serie no van una detrás de otra, realmente, sino que hay cosas que están pasando al mismo tiempo. De manera que entre que me he leído las dos primeras, y también la cuarta (Brooklynaire) lo que ocurre con el equipo de los Bruisers en los playoffs no tiene ningún misterio. Eso le quita parte de la tensión al asunto.

Como todas las second chance, hace falta cumplir dos cosas. La primera, que aquello que los separó tiene que ser algo serio para que no te parezcan dos tontos muy tontos. Eso sí lo cumple, sin duda, había razones buenas para que Mike se separara de Lauren, aunque no lo gestionó bien con ella.

La segunda, que aquello que los separó se haya superado bien, de manera que su final feliz sea creíble. Sí, también lo logra, aquí hay un buen final feliz.

Como todas las de los Bruisers, es entretenidísima. En comparación con las que ya he leído, se queda un poquito por debajo. 

Sobre todo porque la tensión emocional es mínima. Tú no ves cómo se enamoran estos dos: ya lo están desde hace años, algo que ocurrió incluso fuera de escena. Y lo que ocurre en realidad es solo que Mike quiere volver con ella y ella recela, porque está dolida, porque no se fía de él, no porque no le quiera.

Que sea novela con niño, en realidad, chica adolescente, no ayuda.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: quienes gusten de romántica contemporánea deportiva

Otras críticas de la novela:

Sólo he visto críticas en inglés.

All About Romance, DIK A-. 

A Novel Glimpse, 5 estrellas

Simply Love / Guilty Pleasures, 5 estrellas

Book Binge, 4.25 estrellas

Harlequin Junkie, 4 estrellas

Smutt Matters, 3 ½ estrellas. 

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