Novelón, muy de la
época
DATOS GENERALES
Título
original: Honest illusions
Género: suspense
Fecha de publicación original: 7/1992
Putnam, tapa dura
ISBN13: 9780399137617
En España
La primera edición se tituló Juegos de manos, y la sacó Editorial Planeta, S.A. en 1995, con traducción de Josefina Guerrero, en la colección Bestseller mundial, n.º 223; rúst., 516 páginas. Era la misma colección de mediados de los noventa, en la que salieron, por ejemplo, Charada y Cuando el río suena… de Sandra Brown. Son las ediciones que yo tengo de esos libros.
Luego ha salido con el título este de Magos, amantes y ladrones en la
editorial Debolsillo, tanto en 2002 como en 2009. La traducción esta vez es de
Valeria Watson. Las colecciones en que metieron esta novela son: Biblioteca Nora Roberts n.º 10 (2002) y
Bestseller (2009); rúst., 544 páginas.
SINOPSIS (de La casa del libro)
Una arrolladora historia de
amores juveniles que pugnan por convertirse en adultos en un universo
fascinante... y muy peligroso.
La
familia Nouvelles es como mínimo singular: formada por Max, su compañera Lily y
Roxanne, fruto de un matrimonio
anterior de Max, se dedica a la magia y, de vez en cuando, a los robos de
guante blanco. A la familia se une Luke,
un ladronzuelo huido de su casa al que Max recoge y da un hogar.
Entre
Luke y Roxanne crece una relación que pasa de los juegos infantiles al cariño
desinteresado y, casi sin que ellos se den cuenta, al amor. Pero antes de que
este pueda convertirse en una vida compartida habrán de vencer las amenazas
que, como vientos del pasado -el padrastro de Luke, las ansias de venganza de
un despechado novio de Roxanne-, buscan su fracaso.
¿Entra dentro de “Lo mejor de la
novela romántica”?
Sí, la
incluí en mi lista de Las mil mejores novelas románticas, versión de 2017, en
el puesto 200, y sigue dentro de las
mil mejores. La incluyeron en la lista de las mejores novelas románticas de The
Romance Reader, en el año 1999, tenía el puesto 39. Apareció en dos listas de top mil de romántica: RomanceNovels.Me,
la 76 y en Book Binge, la 449. Cuando en 1997 All About Romance
hizo su crítica de All-Time Reader Favorites, allí estaba, la 54. Tiene crítica de DIK A en All About Romance, es un 5 corazones en Another Look Book
Reviews y una A- en Dear Author.
Tiene un tópico que gusta mucho; love & friendship between hero and
heroine, que es como otra forma de decir friends to lovers.
CRÍTICA
Cumple 30 años Honest
illusions, una de las novelas más valoradas de Nora Roberts.
Prólogo: espectáculo de magia protagonizado por
Roxanne Nouvelle y regreso a su camerino. La espera un tipo guapo y sexi. A las
primeras de cambio, se ponen en plan físico, y no sólo con un beso
espectacular.
Es Luke Callahan, un tipo que se largó hace cinco
años y ahora reaparece así, como por arte de magia. Roxanne le odia.
Capítulo 1: nos vamos a 1973, cuando Roxanne tiene
ocho años. Su padre Max es mago… y ladrón de guante blanco.
Al poco, Max le dará a un carterista de doce años, Luke, la oportunidad de unirse a su troupe.
Lo que sigue es un relato que abarca años, décadas,
desde que eran críos hasta que son adolescentes, luego veinteañeros… y pasa
algo que hace que Luke desaparezca.
Más te vale tener paciencia, porque todo esto abarca el
70 % de la novela. El relato de la infancia, adolescencia y primera adultez de
Roxanne y Luke no es preparación para la historia de reencuentro y venganza del
último cuarto de la historia.
No, todo eso es lo principal del libro.
Llegada la adolescencia y sus hormonas, Roxanne se
cuela por Luke, ¿cómo no? Él tardará un tiempo, pero también se siente atraído
por ella. Solo que se resiste con uñas y dientes ¡a lo largo de años!
En todo este tiempo, Luke y Roxanne crecen como
magos. Él se especializa en escapismo tipo Houdini, lo que da lugar a más de
una escena bastante tensa.
No te revelan los trucos de los ilusionistas, aunque te
permite entender algo de cómo funcionan. La esencia de este tipo de espectáculo
es que sabes que te están engañando,
pero no cómo lo hacen.
Una idea básica es la distracción, que el público mire
a un lado cuando tú haces otra cosa. Usan las miradas, las manos, todo el
cuerpo, para llevar la atención a donde tú quieres. Serían, creo yo, las Ilusiones honestas del título original.
Desarrollas así habilidades que son muy buenas para
otros campos. Por ejemplo, la delincuencia. De ahí que Max, Luke y Roxanne sean
exitosos ladrones de cosas como joyas y cuadros.
También son grandes capacidades para trabajos como la
política o la charlatanería. No es de extrañar que un mago, James Randi
(1928-2020), se dedicara durante años a desenmascarar a todo el que alegara
tener poderes paranormales. Incluso instituyó el desafío del millón de dólares
para quien demostrara tener algún poder sobrenatural. Spoiler: nadie lo superó, ni este desafío ni ningún otro reto establecidos por organizaciones escépticas. Si te parece que alguien tiene
magia o poder sobrenatural, te está engañando, es un trilero, sólo despliega un
espectáculo de ilusionismo, aunque tú no sepas ver el truco.
Como siempre que hay delincuentes en las novelas
románticas, lo que hacen las autoras para que te sean más aceptables es poner a
alguien peor. Así, por contraste, ellos te parecen los buenos. Un personaje secundario en la parte central de la
novela se vuelve muy peligroso más adelante.
Creo que lo consideran suspense romántico porque se
cometen delitos, no porque haya una investigación policial o detectivesca. Sería más bien una «novela
de golpes», como las heist movies, películas
de robos, las llamamos aquí. El golpe definitivo es la venganza que te ponen al
final.
Bueno, y también mete su poquito de chantaje, un
intento de violación, alguna que otra agresión y un asesinato...
En general diría que es romántica contemporánea sobre
dos personas a los que conoces desde niños, cómo van creciendo y de qué manera
se transforma su relación.
Los personajes son muy competentes en lo suyo. Ya
sabéis que considero a La Nora como la reina del competence porn. Debe trabajar con todo un equipo dedicado a investigar
los diferentes temas sobre los que escribe. Siempre es detallada y realista. ¡Qué bien te cuenta lo hábiles que son sus personajes en ocupaciones de lo más peregrinas!
Ante los reveses de la vida, Roxanne y Luke le echan fuerza,
coraje. Cogen el toro por los cuernos e intentan hacerlo lo mejor posible. Aunque
no siempre compartes sus decisiones, tienes claro que optan por lo que consideran
mejor para aquellos a los que aman.
La parte amorosa está relatada a su ritmillo, sin
prisas. Es lógico, porque abarca unos cuantos años de sus vidas. Para que no
haya sombra de pederastia, mientras Roxanne es una cría, Luke no la ve más que
como una especie de molesta hermana menor; ella a él, como un rival por el
afecto de Max.
Las cosas cambian cuando crecen. Lo suyo es, durante
mucho tiempo, tensión sexual no resuelta. Las escenas sexis son pocas, pero
bastante hot, para lo que yo recuerdo
de aquella época. Eso sí, sin bodicerippismos,
aunque estemos todavía a principios de los noventa.
De este libro me engancharon la ambientación y el
estilo. Es como un viaje en coche, las ruedas giran y giran, más rápido, más
lento, pero sin parar. Pasan muchas cosas y no pierdes el tiempo en rumiaciones
de los personajes. Todo es más directo, narrativo. Eso sí, son muchas páginas, dos
décadas no las cuentas en 150.
Si no le pongo lo máximo, es por aspectos puramente
personales. Tiene dos cosas de esas que no me van: una, que los protagonistas
son delincuentes, cometen crímenes sin castigo, y dos, un tópico que meten en
la segunda parte y del que no voy a hablar por no destripar.
Luego se me hizo larga muy al final. La historia de venganza está
bien hilada, resulta ingeniosa. Sin embargo, ahí ya perdí algo el interés, desconozco el motivo.
Como historia de reencuentro se quedó más bien en mñé,
tal vez porque ocurre en un momento tan avanzado del libro.
La he leído en inglés, así que no sé qué tal estarán
las traducciones al español.
Valoración
personal: notable, 4
Se
la recomendaría a:
fans de los novelones.
Otras
críticas de la novela:
En español:
Dos críticas en El rincón de la novela romántica, una dice que es de las
novelas de la autora que atesora con más cariño y la otra le pone 4/5.
Críticas, reseñas y opiniones de libros.
En inglés:
All About Romance, DIK A.
Dear Author, A-.
Reseñas en Kirkus Reviews,
en Publishers Weekly, y en el Servicio de Bibliotecas de Kildare.
Porque sí, hay bibliotecas que no solo
tienen romántica, sino que incluso la reseñan. Si hay una autora romántica
que nuestras bibliotecas pueden meter en sus baldas sin sentir que pierden la dignidad, es Nora Roberts. Así lo
pienso y así lo digo, y mira que no es de mis favoritas. Y como persona ni siquiera sé si me caería bien.
Y ahora toca rajada sabatina
Porque sí, es mi blog, y a veces leo una novela romántica que me hace pensar en este género, en general. Me surgen pensamientos que no entran en la crítica para no hacerla demasiado extensa, porque el libro en sí solo es el punto de partida, no el de llegada.
Lo he dicho más veces, mi primer amor en romántica fue la histórica. Que
compaginé con unos cuantos harlequines y alguna novela de Sidney Sheldon que,
vista con la perspectiva de ahora, podría pasar perfectamente por suspense
romántico.
Luego entré en fase contemporánea, con Nora Roberts y
Jayne Ann Krentz, principalmente. Estoy hablando de los años noventa. En la
segunda mitad de esa década, descubrí a Sandra Brown y diría que es mi fase
suspense romántico. Aunque ahora que lo pienso, bastantes novelas que leí de las otras
dos autoras mencionadas también encajarían en ese subgénero.
Lo «contemporáneo» en romántica es demasiado amplio,
tanto hoy como ayer, como para ponerme ahora a opinar de ello. Ese es un tipo de reflexión que requiere estudio, investigación, ordenar ideas y poner ejemplos... Sería más para un artículo, o serie de artículos, sobre los géneros en romántica.
Así que hoy solo voy a dar mi opinión y contar mi experiencia con un tipo concreto de contemporánea, en el que encajaría este Honest illusions.
No se me ocurren muchas novelas parecidas. Creo que parten de
aquellos tostones de Judith Krantz o Jackie Collins, le quitan la farfolla
glamurosa y ponen más énfasis en la historia amorosa.
Ahí encajaría esta novela de Roberts. Sería como las contemporáneas de Judith McNaught de
la serie Second Opportunities, Paradise (Paraíso robado, 1992) y Perfect (Perfecta,1993), prácticamente coetáneas de esta de Roberts.
Sería lo que había intentado al principio de su carrera Susan Elizabeth Phillips, en novelas como Glitter Baby (Una chica brillante, 1987) o Fancy Pants (Una chica a la moda, 1989). Estas historias de SEP quedan como novelas intermedias, y no solo cronológicamente, entre las de Krantz y
las de McNaught.
No se me ocurren más nombres con éxito en este tipo específico de novela romántica.
Tampoco recuerdo que haya habido cosas así desde, por lo menos, mediados de los
noventa. Básicamente, ya no se hacen novelas así, desde hace bastantes
lustros.
No lo digo en plan abuela Cebolleta. Primero, porque igual sí que las hay y yo no caigo en ello. Y, segundo, porque no digo que sean mejores ni peores, es que ahora son diferentes. De hecho, tampoco es que a mí estos tochos me entusiasmen. He disfrutado de esta y de Paraíso robado y para de contar.
Lo que quiero decir es que lo que triunfa ahora en
contemporánea es tan abismalmente distinto que no sé si la gente que pruebe
algo como esta novela le encontrará el gusto.
¿En qué son diferentes? Pues en el objeto y el estilo.
Buena parte de estas novelas se dedica a la vida de los protagonistas, normalmente la heroína. Te cuentan cosas
de ella de niña, y luego de adolescente, y ya cuando llega a la madurez y tiene
sus bisnes y el amor de su vida.
Es un poco como lo que, en literatura, hace Charlotte Brontë con Jane Eyre: la ves de niña, de joven, de adulta... y, en
algún momento, aparece el chico de la película.
Esta de Nora Roberts es un poco diferente porque el
héroe sale desde el principio. Así que el tema son sus dos crecimientos, el
de él y el de ella. Incluso diría que mete más cosas de Luke que de Roxanne. Él
es el principal atractivo de la historia, con su sentido del honor y hasta
cierto punto del deber por esa familia postiza que es la más auténtica. Adviertes su vulnerabilidad y su capacidad de sacrificio personal, solo que sin resultar un blandito; lucha por lo que quiere con las armas a su disposición.
Aparte de esa ambición de contarte lo que pasa a lo
largo de unos cuantos años, el segundo rasgo que destaco de este tipo concreto de contemporánea es el estilo. En comparación con las de ahora.
Tercera persona, por supuesto. Aunque a veces veas las
cosas desde la perspectiva de Luke o de Roxanne, y se adopte eso del punto de vista profundo que se lo oí
llamar a Suzanne Brockmann, nunca abandona el relato en tercera persona y el
pasado como forma verbal.
Sí, te mencionan de vez en cuando lo que el personaje
piensa o siente, que al fin y al cabo esto es romántica, un género en que la
trama es emocional. Sin embargo, no es una rumiación continua. Con lo cual resultan mucho más intensos esos momentos en que entrevés lo que pasa por dentro del personaje, esas perlitas dispersas a lo largo del libro.
Aquí pasan cosas. Los acontecimientos se suceden
en el tiempo, es lo que te intriga e impulsa a seguir leyendo.
La contemporánea actual es tan amplia que sería un atrevimiento por mi parte decir que absolutamente nadie hace nada así ahora. No puedo estar segura al
cien por cien.
Sí que puedo decir con solvencia que lo que triunfa hoy está a años luz de esto.
Ahora a la gente le encanta el relato en primera
persona dual, algo que conmigo rara vez funciona.
No me gustan los relatos en primera persona por varias
razones.
1) Para mi gusto, tienden a ser repetitivos, una y otra vez conoces las comeduras de tarro de los personajes.
2) No caracterizan al personaje. A ver, cada uno pensamos y nos expresamos diferente, ¿no? Pues no, prácticamente todos los personajes de todas las novelas relatadas así me suenan idénticos. Es más, me da lo mismo que el nombre de la portada sea Jay Hogan o Sarina Bowen, al final, a mí todos me suenan igual.
Es como si desde 2015 hasta ahora, todos los libros de
contemporánea los escribiera la misma autora y fuera el mismo personaje disfrazado
hoy de modelo, mañana de deportista profesional, al siguiente de médico y al otro
de barista.
3) Y luego el interés intrínseco del personaje en sí. No son gente atractiva, ni divertida, ni inteligente, ¿para qué quiero estar en su cabeza?
4) Le quitan todo el misterio al asunto. Hay una cosa en romántica que yo encuentro deliciosa. Es cuando sospechas que un personaje no es tan indiferente a otro como aparenta, cuando intuyes que debajo de odios africanos bullen pasiones intensísimas que se revelarán de manera explosiva en un momento concreto. Bueno, pues eso con la primera persona es imposible. Me lo dan todo tan mascadito que me aburre. ¡¡Chorprecha, le quiere!! Como si no me lo hubiera repetido mil veces en las últimas cincuenta páginas...
No se trata solo de que te cuenten algo que pasa a lo
largo de los años, es que lo hagan de forma entretenida, que conserve su
misterio, que pasen cosas y no se te haga bola.
Tomemos una novela actual que aparentemente te «cuenta» también cosas que pasan a lo largo de los años: la única que he leído de Emily
Henry, el You and me on vacation (People we meet on vacation, 2021). Miro perpleja a mi alrededor, ¿de verdad os gusta
esto…? Para mí fue puro tedio. Aburrimiento absoluto, le sobraban párrafos y
párrafos de pura inanidad.
Y en gran medida es por ese uso de la primera persona.
Personaje aburrido que detalla minucias intrascendentes. Poppy me resultó más aburrida que la guía de teléfonos. Ver crecer la hierba
es más ameno.
A mí lo que me gusta es el salseo, la narrativa, que
pasen cosas. Mis gustos van más por la épica que por la lírica. Por eso disfruto el suspense romántico y la novela negra en general, porque los personajes, a la fuerza, tienen que hacer algo, el argumento
debe avanzar en algún sentido.
O la comedia romántica, porque ahí también tienen que
pasar cosas que marquen el ritmo. En el humor, y no solo en la magia (¿eh, Max? 😉) el timing lo es todo. Como en
las screwball comedies de Cary Grant
y Katharine Hepburn,… o las de Sandra Bullock, por mencionar algo que no suene del Pleistoceno.
Aunque luego lo que pase sea solo un macguffin, una excusa para los sentimientos y las emociones, tiene que construir la historia, hacerla avanzar para lo importante, pero tiene que estar ahí, no sé si me explico.
Lo admito, estas preferencias personales trascienden a otros entretenimientos que tengo fuera de la romántica.
Veo mucho cine bélico, policial, historias de acción o de superhéroes. Con deciros que mis películas favoritas de las últimas décadas son cosas como Capitán Conan o Gladiator…
Me sé de memoria buena parte del discurso del día de san Crispín en su inglés original (Enrique V) y ni una sola frase de Romeo y Julieta.
Antes tendré en la mano La guerra de las Galias o La marcha de Radetzky que poesía (que no siempre comprendo y tiende a ponerme
nerviosa) o esas novelas españolas en las que no pasa nada pero rajan que es
una barbaridad. No digo nombres por no ofender.
Así que lo admito, en todo esto hay mucho de inclinación personal.
No soy de las que piensa que si me gusta a mí es bueno, y si no, malo.
No, hay cosas buenas que no me van, y cosas que me encantan y son mayormente bodrios (a ti te miro, T. L. Swan).
Aunque nos duela que cosas que nos gustan otro nos diga que les parece una mierda, no podemos hacer de nuestro gusto personal la tabla para medir lo que es bueno y lo que es malo.
Gracias, Barroquista, por saber explicar que no pasa nada si no te gustan Las Meninas.
(No es mi caso, ¿eh? Adoro a Velázquez. Pero comparto lo que dice).
Cada uno somos fruto de lo que hemos vivido hasta la fecha.
Ni mejor ni peor, solo diferente.
Si en romántica te has formado, como me ocurrió a mí, con traducciones de autoras anglosajonas como Woodiwiss o Roberts, con harlequines que van al grano, suspense tipo Sandra Brown, JAK o la Nora de cuando no metían paranormalidades… es más difícil que le encuentres el gusto a la romántica en español o al relato en primera persona.
Hola Bona, a Nora Roberts la leo de higos a brevas pero tomo nota de tu recomendación. No me hace gracia que los protagonistas sean delincuentes y se vayan de rositas pero me atrae mucho la ambientación y el estilo que cuentas. Como punto de referencia con Paraíso robado disfruté mucho. Me parece que no se hacen novelas así porque no creo que haya lectores que las lea,los gustos cambian.
ResponderEliminarMe encantaría leer tu reflexión sobre la evolución de los géneros en romántica, sería interesante,la verdad.
Coincido en que tampoco a mí me gustan las novelas escritas en primera persona por todas las razones que comentas,me siento retratada en ellas. Prefiero las novelas que me entretengan, que pasen cosas, que den paso a la imaginación, que no te aten a un pensamiento único y no me pongan la cabeza como una orza llena de grillos,que para eso ya tenemos bastante con la vida real.
En contemporánea todo me suena a lo mismo, igual estoy equivocada, pero de momento no veo argumentos arriesgados ni cambios de estilo que me animen a leerla. Aprovecho esta recomendación tuya. Gracias.
Estupenda entrada!
Un 😘
Creo que has dado con la expresión justa: orza llena de grillos. A veces tanto rumiar y volver una y otra vez sobre lo mismo acaban poniéndote así.
EliminarSí, posiblemente sea lo que tú dices: no se escribe así porque la gente no lo va a leer.
Lo de hacer artículos sobre los géneros... lo tengo que dar una vuelta, a ver si sé cómo enfocarlo.
Yo leo muchísimo, pruebo gente distinta en inglés, y de verdad que no me extraña que todo te suene igual, porque es lo que me pasa a mi, es que no distingo la novela de un autor de la de otra. A ver cuándo se les pasa la tirria esta de la primera persona. Como todo es una moda, ya se pasará.
Me alegro que hayas pasado un buen rato con esta historia. Que es de lo que se trata.
EliminarHola!
ResponderEliminarNora Roberts no es de mis imprescindibles, ya sabes que la contemporánea no la leo mucho, pero tomo buena nota de esta novela, es una autora de la que encuentro muchas novelas en tiendas de segunda mano y nunca sé si es de las buenas (escribir, escribe, todo hay que decirlo!!
Tampoco soy mucho de primera persona, a no ser que sea porque la autora quiere hacer mucho énfasis en los sentimientos de cada personaje y centrar la historia en ese tema. Hay novelas que me han gustado mucho en ese aspecto, pero son las menos... creo que es mucho más enriquecedora la tercera persona y , coincidiendo contigo, mucho menos repetitiva. Lo que no me gusta nada son las novelas que van contantdo lo mismo desde los dos puntos de vista...
En general, creo que ahora se está apostando por la comedia ligerita romántica... que no suelo gustarme mucho, menos mal que tengo tantísimo por leer de histórica jajaja
Un besote
Es difícil saber cuáles merecen la pena de La Nora. Si quieres probar, las que tengo metidas en mi lista de las mil mejores, esas merecen la pena.
EliminarEs muy tedioso lo de que te cuenten lo mismo una y otra vez.
A mí sí que me gusta la comedia romántica, el problema es que el humor no es fácil de lograr. De hecho es mucho más difícil que el melodrama. Y encima si lo traducen, se pierde la mitad de la gracia. Así que no me extraña que no suela gustarte.
Estoy contigo. Me siento muy identificada en lo que dices en la rajada sabatina (es que estuvimos en la misma escuela: Woodiwis, Nora Robets, Sandra Brown, etc.).
ResponderEliminarDe Nora Roberts he leído un montón pero con todo lo que ha escrito esa mujer dudo que acabe por leérmelas todas. ¡Que prolífica es la señora!
Esta la tengo empezada, pero se me han cruzado otras cosas que me han interesado más y me he quedado en la parte de la infancia de los protas. Ya te contaré cuando la acabe.
De James Randi había oído ya hablar a Mauricio Schwarz, que le admira mucho, y la verdad, qué bien por todos esas personas que se dedican a dejar en evidencia a los estafadores y vendehumos.
Sí, ¡parece que leemos y vemos las mismas cosas! Me alegra compartir experiencias y no ser la rarita...
EliminarCon Nora Roberts es muy fácil perderse. Es imposible leerla todo porque es mucho y además de géneros diversos. En el pasado leí algunas sagas contemporáneas, pero ahora ya me centro más en lo que es solo suspense. Las novelas en que mete cosas paranormales se me atragantan.
Lo de James Randi era fantástico, toda una referencia en el movimiento escéptico. Schwarz me suele gustar, excepto cuando se mete con el vegetarianismo.
Me muero de ganas por leer esta novela, me gusta mucho Nora pero esa de verdad ni la había oído y supongo que me gustara. A mi me gustaron mucho Paraíso robado, Perfecta, Una chica brillante, Una chica a la moda, así que considero que es mi estilo.
ResponderEliminarPor otra parte comparto lo que comentas de la contemporánea actual, tampoco me gusta la narración en primera persona aunque reconozco que he disfrutado mucho una que otra en especial si se van por el lado más de la comedia. Algo que me molesta mucho es cuando la protagonista es tonta desde mi punto de vista, yo entiendo las indirectas captó las cosas y sé por donde va la cosa y la protagonista que es quien me lo cuenta no entiende ni se da cuenta de nada qué desesperante. Y espero como mencionas en un comentario que sea una moda y pase pronto de verdad. Gracias por esas reflexiones y me encantaría también que hablaras un poco de los géneros, no me interesa la teoría me interesa tu opinión.
Pues sí, si te gustan esas novelas, yo creo que con esta aciertas. Espero que la encuentres y que te haga pasar un buen rato.
EliminarSí, las heroínas tontonas y clueless son lo peor. Bueno, las TSTL también me ponen de los nervios. Y estar en su cabeza es insoportable.
Todo pasa en esta vida, créeme. Lo malo es el desaguisado que dejan detrás. Porque la moneda mala expulsa a la buena del mercado y todo eso.
Con el tiempo, a ver si me animo a dar mi visión en esto de los géneros en romántica. Requiere trabajo, por eso no me he animado hasta ahora.