Contemporánea y
sexi
DATOS GENERALES
Título original: Down with Love
Subgénero: contemporánea
Publicación: 2018
Parte de una serie:
Laws of Attraction #3
Páginas: 227
SINOPSIS (según Fiction Data Base)
Vuelan las chispas cuando un abogado divorcista de primera
conoce a una planificadora de bodas de mucho empuje.
Si alguna vez te casas,
recuerda mi nombre: Max Henderson. En
mi trabajo, adquieres cierta perspectiva sobre uniones que se supone que son
para siempre…
1. Las capitulaciones
matrimoniales son tu mejor amigo.
2. La persona con la
que te casaste no es la misma de la que te estás divorciando.
3. Y espero que no te
gastaras mucho en la boda porque fue un gran desperdicio de dinero ganado con
mucho esfuerzo, ¿o no?
Pero algunos tipos
desean jugársela. Como mi hermano, que cree que va a cabalgar hacia el
anochecer con la mujer de sus sueños en una bruma de brillo y unicornios. Y la planificadora de bodas, esa belleza de
ojos verdes que se gana la vida convenciendo a los tontos para que desembolsen
miles de dólares en centros de mesa, forma parte de esta monstruosidad
matrimonial.
La cosa es que Charlie Love no es tan diferente a mi. Ambos
somos engranajes de este complejo industrial llamado matrimonio. Como padrino de bodas,
conozco su juego, y puedo jugarlo mejor que ella. Pero después de un ardiente e
inesperado beso, creo que estoy deseando que juegue conmigo.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Bueno, está bastante bien, yo no la incluiría ni en las mil
mejores, pero sí entre las cinco mil. Anda por el puesto cuatro mil cien más o
menos, de mi base de datos. Tiene crítica de A en The Good, the Bad and the Unread, es considerado un Guilty
Pleasures Purest Delight; le dan 5
estrellas en Simply Love Book Reviews y una puntuación de 10 en What’s Better Than Books. Y tiene
ese tópico que tanto nos gusta de enemies to lovers.
CRÍTICA
De Kate Meader me voy leyendo las
recomendadas, siempre que las consiga a buen precio.
Escribe romances contemporáneos y
sexis, ambientados en la ciudad de Chicago. Sus protagonistas son profesionales
competentes, personas fuertes que se entregan a sus pasiones con total
naturalidad. Y tiene cierta gracia a la hora de contar las cosas, sobre todo en
los diálogos.
Esta novela empieza con Max
Henderson, un abogado especializado en divorcios, en particular representando a
esposas, que recibe una noticia inquietante.
Su hermano James ha decidido
casarse.
Éste se lo ha ocultado un tiempo porque sabe cómo se lo va a tomar Max.
A Max no le gustan los cambios, sabe que esto
le va a desequilibrar. Luego está el punto de vista, tan cínico, que tiene
sobre el amor y el matrimonio.
Max se lo toma… como su hermano
espera. No obstante, pronto lo distrae un bellezón que capta su interés.
Max no desea casarse, ni tener
relaciones permanentes. Eso sí, está al cien por cien a favor de sanas
relaciones sexuales en las que todos disfrutan. Seducción sin compromisos.
Pronto averiguará que esa la
muchacha es Charlie Love (sí, ¡vaya
nombrecito...!), la wedding planner contratada
por su hermano y la novia de éste,
Charlie es lo opuesto a Max. Cree en
el amor y anda buscando su Mr. Perfecto con el que compartir el resto de su
vida. No puede perder el tiempo en relaciones intrascendentes.
Intenta ser la mujer perfecta, la
novia ideal, aunque eso le lleve a morderse la lengua y no dejarse llevar por
su carácter. A los potenciales novios, eso no les gusta demasiado.
Con Max, en cambio, no tiene que
cortarse un pelo. Le dice sinceramente lo que piensa, sobre él y su cinismo, y
de que se gane la vida «rompiendo» parejas. Claro, por mucho que le atraiga,
Max Henderson no es husband material.
Está claro que entre ellos no puede
haber nada, ¿verdad? Ella quiere anda en busca de marido y él huye del
compromiso como de la peste.
Pero claro, ellos proponen y Romancelandia dispone.
Porque con un planteamiento así de opuestos, con ese
toque enemies, es inevitable que aquí
salten chispas, que los diálogos sean ingeniosos y sexis, de eso que llaman bantering. Pese a todo, no
puedan evitar pensar el uno en el otro y desearse como perros.
Esa gracia en los diálogos suple la
(para mí) monótona narración en primera persona dual.
Lo curioso es que los dos tengan
perspectivas tan opuestas cuando los modelos de sus familias son positivas. Los
padres de Max siguen felizmente casados. Lo que ocurre es que, en el fondo, Max
sí que es un romántico, y un sentimental, al que se le chafó la vida porque tuvo
una prometida con quien pensó que comería perdices y luego resultó que no.
Me gusta el estilo de Kate Meader. La
romántica contemporánea «de ciudad grande» me atrae más que la small town. Da lugar a que veas
personajes atractivos, con dinero, vidas ajetreadas, trabajos interesantes, van
a clubes, bares y restaurantes interesantes, una gozada de fantasía romántica.
Generalmente te presenta a gente de economía
nivel alto-medio.
Aquí, el que viene de buena familia
es Max. En su momento, renunció a un montón de pasta, claro que se gana la vida
bien con su trabajo como abogado.
Este tema da lugar a reflexiones llamativas
sobre el amor y el matrimonio, unas me hicieron sonreír, otras pensar…
Charlie es justo lo opuesto. Procede
de una familia trabajadora. Fue adoptada de jovencita, cuando era una chica
huérfana con muchos problemas. La paciencia que tuvieron sus padres con ella
resulta muy tierna.
Se ha hecho a sí misma, nadie le ha
regalado nada. Viste bien, triunfa con su negocio propio, y lo último que
quiere es un listillo que la considere poco menos que una extorsionadora de
pardillos, que incita a los novios a gastarse el dinero que tienen (y el que no
tienen) en los excesos propios de una boda por todo lo alto.
Claro que eso a Max le da lo mismo,
puede no tener mucha consideración por el trabajo de Charlie y estar colado por
sus huesos. En el fondo, detrás de ese exterior tan amargo de Max, late un
corazoncito bastante tierno. En cierto sentido, lo mismo que Charlie, que tiene
detrás más cosa de la que parece.
Al final, cada uno acaba conociendo
mejor al otro, en qué consiste realmente su trabajo, y aprenden a respetarse.
Por el camino, claro, se enamoran.
Los secundarios me picaron bastante.
Se supone que esta trilogía gira en torno a un bufete de abogados especialistas
en divorcio. Uno es Max, el otro Lucas Wright, británico, y luego está Grant
Lincoln, cuya historia es la que más me llama. Estuvo casado con otra abogada,
amiga de Max, y se divorciaron pero se ve que ahí todavía late algo… Es de esas
historias second chance que me atraen,
¿cómo rompieron, qué pasó, cómo pueden volver a juntarse?
Me gusta mucho esta autora, aunque por el precio, me voy racionando sus libros.
Valoración personal: notable, 4
Se la recomendaría a: quienes gusten de contemporáneas «de ciudad grande».
Otras críticas de la novela:
No he encontrado nada
en español.
What’s Better Than Books, 10/10.
The Good, the Bad and the Unread, una A.
Simply Love Book Reviews, 5 estrellas.
Caffeinated Book Reviewer, 4 tacitas.
All About Romance, una B-.
Un poco menos favorable, la experiencia de Romance Reader.