Enganchadísima
a Claire y sus dudas
DATOS GENERALES
Título
original: The duchess
Subgénero:
histórica / victoriana (1883)
Fecha de
publicación original en inglés: 1991
Parte de una
serie: Montgomery / Taggart #2
En España
ISBN 13:
978-84-406-3306-4
Traductora:
Rosa S. de Naveira
2.ª ed.,
10/1993
Publicación: B
384 páginas
Colección:
Éxito internacional, 117
SINOPSIS (de la contraportada)
Una vez
anunciado su compromiso con el encantador Harry Montgomery, undécimo duque de
MacArran, la joven heredera norteamericana, Claire Willoughby, viaja a Escocia
para conocer al excéntrico clan de los Montgomery y también, casualmente, a un
extraño personaje: Trevelyan. Dividida entre el apasionado amor que suscita en
ella el aventurero Trevelyan, y el sentido del deber, que la obliga a casarse
con Harry para poder cobrar la herencia de su abuela y salvar con ella a su
arruinada familia, Claire tendrá que tomar una decisión respecto a su futuro.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Bueno, estaría
en torno al puesto 8000 de mi lista, por aquello de que en All About Romance
apareció en una lista que hicieron en el año 1997 de All-time reader favorites,
la núm. 36, y además tiene ese tópico tan atractivo del cross-dressing & in
disguise.
CRÍTICA
Me apetecía
leer algo de lo que tenía por casa y tenía yo buen recuerdo de esta historia de
La duquesa. Aún tiene la etiqueta de cuando lo compré, Fnac L’Illa, 17/07/1997…
808 pts. Sí, de cuando yo vivía en BCN.
Ha sido una
lectura muy agradable, que me tuvo enganchadísima.
La heredera
estadounidense Claire Willoughby necesita casarse con alguien a quien aprueben
sus padres. Así podrá heredar. Acude, como tantas herederas estadounidenses
hicieron (o, al menos, en Romancelandia), al mercado matrimonial de Londres.
Pronto da con
un tipo ideal, un mocetón guapo rubio de ojos azules, jefe de su clan escocés y
bien atractivo con su kilt.
A Claire se le
hacen los ojos chiribitas. Es muy fan de la historia en general, y de la
romántica Escocia en particular. Para su bovarismo alimentado por lecturas de
Walter Scott, Harry le parece perfecto.
Que Harry no
sepa gran cosa de la historia escocesa es algo en lo que Claire no repara. En
su cabeza suenan gaitas, y ya se imagina los brezales, las montañas y Culloden.
Cuando su
prometido le dice que se vayan todos a su casoplón escocés, ella, encantada de
la vida. Acude con sus padres y su hermana pequeña, una chica de catorce años
que se ha ganado el mote de Trasto a pulso.
A Claire le
encanta el paisaje, qué pintoresco es todo, y la casa es impresionante,…
Resulta que no
todo es de color de rosa. En esa casa las cosas funcionan como establece la
dominante mamá de Harry. Algo con lo que Claire no acaba de encajar, porque es
una mujer independiente, que va y viene a su aire.
Entre las cosas
curiosas que encuentra en Escocia está un tipo que al principio toma por un
viejo. Lo que pasa es que está enfermo. Es Trevelyan, un pariente de Harry. La relación de parentesco no sabe exactamente cuál es.
Este hombre la
atrae porque es la única persona con la que puede hablar libremente, él la
trata normal, la respeta, le hace plantearse cosas.
Trevelyan no se
corta a la hora de decirle que tiene una visión un poco romantizada, incluso
pone en duda la sinceridad de su amor por Harry:
—Lo que tú amas es el romance. Amas lo que crees que es real. Amas, muy convenientemente, lo que tus padres desean para que llegues a ser duquesa, consigas el dinero de tu abuelo y proporciones a tus padres el tipo de vida a que aspiran.
—Creo que no me gustas.
A Claire, ya se ve, los desafíos que le plantea Trevelyan le atraen y al mismo tiempo la incomodan.
Otra de las
pasiones de Claire es el capitán Baker, un explorador que recorrió el mundo y
escribió al respecto, y que se supone que ha muerto en su última aventura.
Claire se ha empapado todos sus libros y lo adora, incluso piensa en escribir
una biografía de este señor.
Aquí entra la
parte del tópico cross-dressing & in disguise. No por el cross-dressing
sino por el disfraz.
Trevelyan es,
obviamente, algo más de lo que parece, algo que es un misterio para Claire pero
no para el lector. Parte de la tensión está en saber qué ocurrirá cuando ella
sepa quién es Trevelyan, en realidad.
Mientras tanto,
crece la tensión, claro, porque ella está comprometida con Harry pero acaba
pasando más tiempo con Trevelyan que con su prometido que está… a otras cosas.
Esta novela
tiene, de las old skool, la diferencia de edad: Claire tiene 19 años y
Trevelyan 33.
Harry podía ser
un secundario horrible y, al final, es un tipo que simplemente disfruta de sus
cosas, su forma de vida es la del noble ocioso. Si no se da cuenta de que
Claire no es la mujer para él, no es por maldad. Es solo que tiene una visión
del mundo, y daba por supuesto que Claire se amoldaría a su vida.
Contrasta lo
poco que conoce a Claire con lo fácil que la cala Trevelyan a los cinco minutos
de encontrarla.
Que el héroe
sea algo misterioso también es propio de la histórica de aquella época. Solo que
aquí es más intrigante para la heroína que para el lector.
La parte
erótica, obviamente, es escasita. Hay algo de tensión sexual que no cristaliza
hasta la parte final de la novela. No es algo que influya demasiado en la
trama.
Lo que me gusta no es eso, sino cómo está escrito, lo fácil, lo fluido pero con algo de chicha, muy de aquella época de los noventa. Se habían superado los
tochos de las históricas tipo Woodiwiss pero todavía no estamos antes las
ligerezas absolutas e hipersexualizadas del siglo XXI.
Ya digo que me tuvieron intrigada las idas y venidas emocionales de Claire. A ver cuándo se
daba cuenta de que en realidad no amaba a Harry, que encaja mejor con alguien
como Trevelyan, un hombre que desafía su cerebro al mismo tiempo que le hace
temblar las entretelas.
Luego te
preguntas cuándo quebrará Trevelyan, alguien que siempre parece tan dueño de sí
mismo, tan sobrado, tan frío, dirías, que mantiene una distancia como
observador ajeno de la realidad
Me gustó
especialmente cómo terminó la historia. Para esa fecha (1991), el héroe no es
nada avasallador. Aunque ves que está apasionadamente enamorado de Claire, no
se impone, no la exige, no… No. Lo que hace es respetar y dejarle claro que es
ella la que tiene que decidir lo que quiere y por qué.
En un par de
días me la pimpé.
Allá en los años noventa me leí unas
cuantas de Deveraux, traducidas. Ya veis que aún las tengo por casa. Lo fui
dejando, atraída por cosas que por entonces eran nuevas, como la Kleypas. Ahora, en la década de los
veinte del siglo XXI, vuelvo otra vez a aquello, al no encontrar nada que me llame en la histórica
que se publica a día de hoy.
Como los
pantalones de campana y las hombreras, y el flower power… siempre vuelven,
aunque sean algo viejunos y lo notas al ponértelo.
Valoración
personal: notable, 4
Se la recomendaría a: los aficionados a las enaguas de toda la vida, ligeritas.
Otras críticas
de la novela:
En español,
tenemos crítica en El rincón de la novela romántica, que la considera regular.
Comentario en
Lecturalia.
No he
encontrado más en español. Paso a lo que encuentro en inglés.
The Brunette Librarian le da cinco estrellas, y acaba diciendo que está «bien escrita con excelente caracterización.
Recomendaría este libro a fans de Eloisa James y Julia Quinn. “La duquesa” está
llena de romance, aventura, y justo una sencilla gran historia antigua para
hacerte enamorarte con ella, como me pasó a mi».
Reseña en Publishers Weekly.
Otra en Kirkus Reviews.
Sinopsis, sumario y análisis, en Allreaders.
Hola!!
ResponderEliminarMe gusta lo que cuentas. De esta autora tengo varios libros por casa, algunos los leí en mis inicios y me daba un poco de miedo retomar otros que tengo pendientes porque no suelo ser muy fan de lo que me gustaba antes... por eso de tópicos que eran famosos en los ochenta...
Me animas, y miraré a ver si es una de las que tengo
Un besote
Creo que esta te puede gustar, sí. A mí, desde luego, me tuvo enganchadísima.
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