Comienzo de
serie bien, vale, tiene su puntín especial
DATOS GENERALES
Título original: The year we fell
down
Subgénero: NA
Fecha de publicación
original en inglés: marzo de 2014
Parte de una serie: 1.ª
de The Ivy Years
Páginas: 274
NO TRADUCIDO AL ESPAÑOL, AUNQUE SÍ, SEGÚN GOODREADS AL
ALEMÁN, FRANCÉS, ITALIANO, CHECO, NEERLANDÉS, RUMANO, DANÉS Y RUSO
SINOPSIS (Copiado de A la cama con… un libro)
Esperaba empezar en Harkness como una jugadora de hockey universitaria,
pero un grave accidente hace que Corey
Callahan la empiece en silla de ruedas.
Frente a su habitación, en la otra accesible, vive el «demasiado delicioso
para ser real» Adam Hartley, otro
que debería jugar al hockey pero que empieza las clases con una pierna rota por
dos sitios. Está fuera del alcance de Corey y, además, está pillado.
Sin embargo, una improbable alianza surge entre ambos en el «gueto de los
tullidos» y, entre tequila, bandejas en peligroso equilibrio y videojuegos,
ambos hacen frente a las decepciones que nadie más logra entender.
Son solo amigos, por supuesto, hasta que una noche todo se desmorona. O
cobra sentido... Todo lo que Corey sabe es que se está enamorando de Hartley.
¿Podría este dejar a su perfecta novia por alguien tan destrozado como Corey?
Si no es capaz de hacerlo, Corey tendrá que sacar fuerzas para hacerse una vida
por sí misma en Harkness, una que no gire en torno a un deporte que no puede
volver a practicar o a un chico de ojos marrones que tenga miedo de amarla.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, actualmente la tengo entre las cien mejores, en el puesto 694 de la actualización que hice en el
año 2019. Ha tenido excelentes críticas: A
en The Book Pushers, Kaetrin’s Musings, The Badass Reviews, 5 estrellas en I Heart Romance al
audiolibro narrado por Nick Podehl y Saskia Maarleveld (que, además, la escogió
entre sus favoritas del año 2018), fue una de las favoritas de Mrs. Julien,
también Sarah MacLean las coge entre las novelas que ella recomienda, y 5 estrellas le dieron dos de las
críticas de Star-crossed, Arielle y Chelsea. Es de esas favoritas para más de
un lector. Por último, tiene ese tópico que tanto nos gusta de friends to
lovers.
CRÍTICA
Hace relativamente poco Sarina Bowen puso esta serie de The Ivy Years
en Kindle Unlimited. Y aunque me atraía más la idea de dedicarme a True North,
y novelas de otras autoras ambientadas en ese mundo, no podía dejar pasar esta
oportunidad.
Es una novela contemporánea en formato NA, ya se sabe, primera persona
dual, con la mayor parte de los capítulos contados por Corey Callahan, aunque
de vez en cuando aparece la perspectiva de Adam Hartley.
Los dos son universitarios en Harkness. Están relegados a un edificio
especialmente adaptado a gente con discapacidad, bien transitoria como es el
caso de Adam, bien permanente que sería lo que le ocurre a Corey.
Corey era jugadora de hockey sobre hielo, pero ahora está en una silla
de ruedas. No es que sea parapléjica, porque tiene cierto manejo de las piernas
por encima de la rodilla, así que está en fase de adaptarse a deambular ayudada
de aparatos ortopédicos y muletas. Pero lo alterna con la silla.
Por su parte, Adam, también jugador de hockey, hizo una gilipollez
propia de la edad, y se rompió un par de huesos, de manera que también anda con
muletas.
Al estar en dos habitaciones vecinas, se hacen amigos. A Corey él le
gusta de manera automática, ¿cómo no?, si es un chico majo y bien guapo.
Lo que ocurre es que tiene novia, así que se quedan en la zona friendly.
Lo mejor del libro es, creo yo, esa dinámica tan de amigos. Corey no es
una tía acomplejada, sino que tiene su carácter. Era una jugadora intrépida y
así sigue siendo.
Eso sí, hay cosas que aún tiene que ir figurando cómo conseguir, y en
eso le echa una mano Adam «sin filtro» Hartley. No se corta por nada, no se
intimida y eso de sentir vergüenza no va con él. Así que tal cual lo piensa, se
lo plantea.
Digamos que Corey está en ese momento en que tiene que dejar de pensar
en lo que ha perdido y fijarse más en lo que puede lograr, en qué le ofrece
esta nueva vida.
Es lo que, en un momento dado, dice:
De repente, vivir mi nueva vida parecía más importante que estar de
luto por la antigua.
Parte ya digo, le viene por Adam, pero otra parte se la busca ella,
como encontrar un nuevo deporte en el que desplegar su parte competitiva. Es
difícil de entender, si no tienes una vida activa, lo que significa el
ejercicio físico, la necesidad de usar tu cuerpo y de que este funcione.
Ni
siquiera hace falta que sea deporte federado. Para mí es uno de los grandes
logros de Corey, el buscar una salida a esa parte deportiva de ella. La
entiendo. Cuando yo tengo algún achaque, y no puedo caminar o escalar o caminar
por senderos o subir montañas… noto que algo me falta. No quiero ni pensar si
me ocurriera lo de Corey.
Adam es digamos menos evolucionado. Aunque el arco más intenso es el de
ella, también este muchacho tiene cierta evolución. Hay una serie de cosas y
problemillas, como el dice, todo el mundo tiene shit to shove, lo que en
román paladino podría decirse «mierda que acarrear», o sea, cosas malas que hay
que resolver.
Y más o menos lo consigue, aunque es verdad que esta parte de Adam es
un poco más fantasiosa.
Eso de que tenga una novia es el principal obstáculo para que estos dos
se den una oportunidad como pareja. Así que es lógico que se prolongue durante
bastante libro. No queda claro por qué sigue con ella, ya que es evidente que lo de Adam por
ella no es exactamente enamoramiento.
Lo de que te la pongan como un bicho superficial odiada por todos (los
amigos de Adam, su familia, hasta los vecinos de residencia), no ayuda a
entenderlo. Es un poco demasiado prototipo de «la otra» como un bicho, algo que
era habitual en la época old skool. Ahora ya no tanto, se tiende a
defender más la sororidad. Siempre he pensado que fue Lisa Kleypas una de las
primeras en dar importancia a la amistad femenina en sus novelas románticas.
Al final del libro, redime un poco a esta muchacha, con un gesto pequeñito,
pero que te hace pensar si no estaría antes interpretando hasta cierto punto un
papel, si no sabría ella todo el rato… si no lo habrá hecho por… Y no sé si
veremos algo más de ella en el futuro.
Me ha dejado con muchas ganas de seguir leyendo esta serie.
Y eso a pesar de que sigue sin gustarme esto de narrar en primera
persona. Ya digo que esto solo funciona si el personaje es listo, o divertido,
interesante en una palabra.
Lamentablemente, ni Corey ni Adam lo son. Interesantes, digo. Les coges
cariño, son majos, y, al ser jóvenes, tienen ese aspecto sanote y potente de
inacabable palotismo.
Pero, insisto, yo no diría que son personajes interesantes.
Es posible que esto se deba a que son jóvenes, están en la universidad
y entonces es lógico que no tengan demasiadas cosas que contar.
Lo que hace especial esta novela es, creo yo, esa forma desprejuiciada
de enfrentarse a la discapacidad de Corey, sus problemas pequeños y grandes,
desde el uso de catéteres hasta la recuperación de una vida sexual, desde el descubrimiento de una actividad deportiva que le vaya hasta cómo salir de una fiesta en la
que te estas aburriendo…
Así que ha sido entretenida, tiene ese puntín de interés más en el tema
y los detalles que en los personajes en sí.
Ya seguiré contando cosa de estos Ivy Years,
Valoración personal: notable, 4
Se la recomendaría a: los que gusten de la novela universitaria
con el toque de discapacidad.
Otras críticas de la novela:
En español, tenemos
crítica de 3 gandys en A la cama con… un libro.
Paso a otros idiomas,
empezando con el portugués, Meu Epílogo, 5
estrellas.
Y ahora tocan algunas
críticas en inglés.
Bookpushers, una A.
I Heart Romance, 5 estrellas, al audiolibro.
Book Binge, 4 estrellas.
Reseña en Publishers Weekly.
Mrs. Julien habla aquí de toda la serie (que recomienda).