lunes, 15 de enero de 2018

Crítica: “La dama del antifaz”, de Jo Beverley

Un paseo campestre por la Inglaterra georgiana.


DATOS GENERALES

Título original: Secrets of the night
Subgénero: histórica
Fecha de publicación original en inglés: 1999
Parte de una serie: Malloren #4

1.ª edición en español: Urano, 03/2001
Traductora: Rosa Arruti Illarramendi

SINOPSIS (según la contraportada)

Rosamunde se casó por conveniencia con un hombre mucho mayor que ella, el único al que no importaron las marcas que un accidente había dejado en su rostro. pero ahora la joven se enfrenta a una terrible decisión: su matrimonio necesita un hijo, un heredero que evite la desaparición del patrimonio familiar. y si su marido es incapaz de concebirlo, tendrá que buscar otro hombre, por mucho que la repugne el adulterio. Lord Brand Malloren es el elegido pero pasa asegurar su colaboración, Rosamunde ha de recurrir al más atrevido de los engaños. un engaño que e incluye una máscara veneciana, un baile de disfraces, y una historia inverosímil. aunque los mejores planes se truncan cuando intervienen factores inesperados.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
No estaría dentro de las mil mejores, pero sí de las dos mil mejores novelas románticas. Ganó el premio RT 1999 al mejor romance histórico. En la encuesta anual de All About Romance, obtuvo una mención honorífica dentro de la categoría romance “Cabin or Road”, o sea o bien durante un viaje o en un lugar aislado como una cabaña. Finalmente es una de esas novelas que es recordada por un héroe beta.

CRÍTICA

De nuevo, la sinopsis de la contraportada te cuenta bastante bien de lo que va el libro. Tenemos a Rosamunde, una mujer que de jovencita tuvo un accidente que le dejó marcada la cara. No parece que sean cicatrices graves, pero a ella la acomplejaron bastante y dijo sí a la primera propuesta de matrimonio que recibió, la de un señor algo viejuno.
En realidad, él se casó con ella un poco porque tocaba, pero vive bastante feliz a su bola, bebiendo, comiendo y dedicándose a vivir la vida con bastante buen humor y sin cuidarse nada. Pero claro, cuando resulta que -por carambolas de la vida- su heredero es un pariente beato de una secta religiosa, entonces le entran las prisas por tener un heredero antes de espicharla.
Cosa que resulta más bien imposible, aunque ella sea joven y de buen ver. Se tienen cariño, pero él es tirando a impotente (la vida disipada y poco sana es lo que tiene), así que llega a un entendimiento con su Rosie: que se busque un gañán que la embarace discretamente.
Rosamunde va a un baile de disfraces, pero no hay tema. Tras su misión fallida, regresa al hogar y, en la carretera, encuentra a un hombre tirado inconsciente. Parece borracho y si lo deja ahí posiblemente muera por el frío, así que lo recoge y lo lleva a una casita que hay en la finca de su prima, la condesa de Arradale.
Allí, haciendo de buena samaritana, se da cuenta de que es un hombre joven de muy buen ver y entonces se le ocurre la idea.
A cambio de salvarlo de una muerte segura le pedirá un precio: un buen revolcón, a ver si se queda embarazada. Todo esto, por supuesto, siempre con el antifaz puesto, para que él no la pueda reconocer luego y además por el tema de las cicatrices que la avergüenzan un poco.
Ella no sabe que el joven es un noble, Lord Brad Malloren, porque viste más bien de forma sencilla. Cree que es un vulgar borracho, aunque muy mono.
Él no la saca de su error, y se deja implicar en la farsa.
Esta novela se ambienta en Yorkshire, 1762.
Todo en la novela tiene ese aire un poco despreocupado de la época de Henry Fielding. Todas las novelas georgianas de Jo Beverley que he leído hasta la época me recuerdan inevitablemente a Tom Jones.
Para dar una ligera idea, es la época entre la revolución inglesa y la francesa. Los nobles del antiguo régimen lo eran todo en la sociedad, pese a la grosería y escasa educación de muchos, como el marido de la protagonista. Una época también de estirados puritanos que pretendían que todo el mundo renunciara a los placeres.
A la guerra civil inglesa le siguió una espléndida Restauración y luego largaron con otra revolución pacífica a los Estuardo y llamaron a unos oscuros príncipes alemanes al trono, los sucesivos Jorges (de ahí lo de época georgiana). Habían vivido un momento maravilloso de desarrollo de la ciencia barroca, con gigantes como Newton, institución de la Royal Society y demás.
Reconozco que este momento de la historia inglesa me resulta mucho más interesante que la tan trillada Regencia. Francamente, me encantan estas novelas románticas ambientadas en la época georgiana. Jo Beverley lo hacía desde una perspectiva más ligera, con un poco de burla, como si fuera una comedia de la época de la Restauración, como si no se tomara en serio del todo lo que ocurría, con nobles travestidos o enmascarados, maquillados y perfumados, o fingiendo ser quienes no eran. Pero por supuesto también adoro la versión, más oscura, de Elizabeth Hoyt y su Maiden Lane. Me vale cualquiera de esas versiones de la época georgiana que dan en la novela romántica.
Lo sexual se centra en la primera parte de la novela. Luego está cómo cada uno descubre quién es el otro y se enamoran. Y cómo superan el problema, claro. Porque todo es para que ella se embarace y haga pasar al niño como hijo de su marido. No lo hace por ella, que tiene el riñón bien cubierto, sino que es para que las tierras de su esposo no pasen a ese heredero puritano que será cruel para todos los habitantes del valle. De ahí que todos estén dispuestos a hacer la vista gorda a las idas y venidas de la señora Rosamunde.
Bastante entretenida, se lee fácil. El tono general es, ya lo he dicho, ligero, aunque haya cosas que son más negativas, como ese tema de la secta puritana que anda rondando por ahí, asesinando y con otros episodios truculentos.
También te va preparando para el siguiente de la serie, protagonizado por Rothgar y la condesa de Arradale, una mujer de lo más resuelta a ejercitar su poder sin dejarse achicar por las limitaciones que en aquella época se imponía a las mujeres.
Esta la he leído en español, en papel, porque la compré en una de esas oportunidades que a veces hay en Amazon de novelas románticas de bolsillo a 2,80 euros. Un chollo para lo amena que es. Aunque es verdad que especial-especial, no tiene nada.
Abstenerse los que no toleran la idea de adulterio en romántica. Aunque incluso esos puede que esta historia les parezca diferente.

Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: quien guste de históricas ligeras de la época georgiana.

Otras críticas de la novela:
En mil batallas entiende que es una lectura agradable, la mejor de la serie hasta ese momento.
Vuelve la página le da 4 estrellas. Otra a quien esta novela es la que más le ha gustado de la serie. 

En Dear Author B/B+ dicen que una historia totalmente improbable que le atrapa.
Para All About Romance, fue una novela de B+. 
Mrs. Giggles, como de costumbre, a su bola: le da 54 puntos y dice que no va a leer más de Jo Beverley, que la respeta mucho pero que no es su tipo de libro ni, en particular, de heroína, que le crispó los nervios.

4 comentarios:

  1. Jo Beverley no entra dentro de mis autoras preferidas ni mucho menos. Tengo el vago recuerdo de haber leído hace muchos años una novela suya en la que había adulterio y... lo siento, pero conmigo no (no dentro de la romántica).


    Un saludo

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    1. Le pasa a mucha gente. Ya ves que Mrs. Giggles por ejemplo decidió no leerla más.
      Hay muchas otras autoras por ahí, no hay que forzar, ni perder el tiempo (y el dinero) con las que no te aportan nada.
      A mí sí que me gusta, pero eso es totalmente personal.

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  2. Tengo esta novela entre las pendientes desde hace demasiados años, junto con otras de la autora.
    En principio me llama la atención, aunque lo del adulterio no tanto, soy como Ssil. A Kat Martin, que la adoro, lo hizo en un libro y me dio un disgusto bastante importante.

    Si algún día me pongo al día con los pendientes más viejos seguro que esta cae.

    Un saludo!

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    1. Pues ya nos lo contarás si alguna vez la lees. Es de esas que sabes que va a entretenerte, pero nada rompedora. Para pasar un buen rato, así que prisas por leerla, la verdad es que no hay ninguna. Lo del adulterio lo advierto precisamente porque sé que hay mucha gente que no le gusta.

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