Bien por ellas,
pero vaya
DATOS GENERALES
Título original: Roller Girl
Subgénero:
contemporánea
Parte de una serie:
Lake Lovelace #3
Fecha de publicación
original en inglés: 2016
Longitud de impresión: 154
NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL
SINOPSIS (según Fiction Data Base)
Recientemente divorciada Tina Durham
intenta ser autosuficiente, peri su carrera como entrenadora personal avanza a trompicones,
sus amigos más íntimos están entregados a sus nuevas relaciones, y su lavadora
acaba de inundarle la cocina. Suficiente para hacer llorar a una chica.
En lugar de eso, llama a un servicio de fontanería, y Joanne «Joe Mama» Delario viene al rescate. Joe es dulce, graciosa,
y buena arreglando cosas. También ve algo especial en Tina y la invita a que de
una oportunidad al equipo de roller derby
que entrena.
El derby le ofrece a Tina una salida para sus frustraciones, la oportunidad de destacar, y
las amistades femeninas que nunca tuvo antes. Y mientras Tina empieza a
progresar, la tensión entre ella y Joe se intensifica. A pesar de su relación
como entrenadora / jugadora, se entregan a su mutua atracción. El sexo secreto
es caliente, pero Tina no puede evitar desear más.
Con el trabajo aún a punto de desmoronarse y su relación en el armario, Tina
se ve obligada a re-evaluar su vida. ¿Puede quedarse satisfecha con una amante
secreta? ¿O depender de alguien, otra vez? Es hora de que Tina afronte sus
miedos, tanto dentro como fuera de la pista.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica?
No está entre las mil mejores, ni de lejos, pero sí podría incluirse
entre las (más o menos) diez mil historias románticas, gracias a que KJ Charles
la consideró entre lo mejor del año 2016 y además tuvo crítica de 5 estrellas en Just Love.
CRÍTICA
Hoy traigo aquí una novela corta
contada en primera persona y tiempo presente.
No es mi forma favorita de contar
las cosas salvo excepciones, como estar en la cabeza de alguien interesante, o
divertida o tan original que merece la pena. Tina no es una de ellas.
Empezamos con Tina recién divorciada
y una situación que crisis doméstica que parece que la va a sobrepasar, porque
la lavadora de repente le ha inundado la casa. Afortunadamente, su ex mujer era
ordenada, y da con el número de una empresa de fontanería que le arregle el
desaguisado.
En el momento en que Joe se baja de
su camioneta, a Tina se le van los ojos. Le gusta lo que ve. Porque Joe es en
realidad Joanne, una chica muy práctica y atractiva.
Además de arreglarle el atasco en la
lavadora, Joe queda con Tina para salir. Tina, encantada, ¡parece que ha ligado!
Sí pero no, porque la oferta que le
hace Joe es más bien para que entre a formar parte de su equipo de roller derby. Y diréis ¿qué demonio es
eso del roller derby? Pues reconozco
que solo lo vi una vez en un episodio de CSI, no sé si Las Vegas o Miami. Es un
deporte de contacto con un montón de chicas patinando en una pista. En la Wikipedia podéis saber algo más al respecto.
La verdad es que buena parte de la
novela se refiere a este deporte, lo cual me interesaba menos que cero. Me
alegro que sea una actividad que «empodere» a las mujeres y tal, pero me salté
párrafos enteros, porque eran aburridas consideraciones sobre esta actividad que no podían llamarme menos la atención.
La cosa es que Tina y Joe se gustan,
pero no pueden liarse, según Joe, porque ella es entrenadora y Tina una
jugadora. Como la carne es débil, acaban enrollándose, pero en secreto, a escondidas,
algo que a Tina le sabe a cuerno quemado. Y no me extraña, como obstáculo
argumental me pareció bastante pobre.
Ni los personajes ni la trama me
atrajeron mucho. Tampoco me resultó particularmente bien desarrollada la
parte romántica. Supones que se enamoran porque lo dicen ahí, sobre el papel,
pero vamos, que tensión amorosa, cero patatero.
Lo único que salva un poco a esta
novela es, por un lado, la parte sexual, pues las escenas eróticas están muy
bien contadas, y notas que tienen sentido en la historia; y, por otro lado,
hay una escena conmovedora respecto a una criatura.
Tina nació en cuerpo de hombre. Como
tal, fue atleta profesional de otro deporte raro, wakeboard o esquí acuático sobre tabla; también se casó. Pero tuvo
que dejarlo para enfrentarse a su transición de cuerpo de hombre al de mujer.
Su esposa, por mucho que le quisiera, pidió el divorcio. Ahora Tina trabaja de
entrenadora personal, algo que se le da bastante bien, y no oculta que es mujer
trans.
Cuando le piden hablar de ello en un
programa de televisión, duda un poco, pero al final se anima por el bien de los
niños trans del mundo mundial. Me gustó la entrevista y luego cómo se relaciona
con un niño trans.
Realmente fue conmovedor y sentí que, en esta forma de actuar de Tina, había algo muy auténtico, valiente y reconfortante (Sí, yo también, como algunas escritoras españolas, me dejó llevar por mi entusiasmo hacia los adjetivos, ¡snif!). Casi salva la novela por esto.
Pero esas dos cositas, el sexo, y
que Tina aproveche su éxito para servir de ejemplo y apoyo a niños trans, no
compensa que esta novelita, en conjunto, no me haya llegado.
Estoy empezando a preguntarme si no
será que estas historias lésbicas no son para mí, o es que realmente no hay
buenas historias de amor, o yo no sé encontrarlas.
Pero como tengo más moral que el Alcoyano,... seguiré buscando historias de chicas
que se enamoran.
Tiene que haber alguna por ahí que merezca la pena.
Valoración personal: mñé, 2
Se la recomendaría a: aficionadas al roller derby, si es que hay alguien por aquí.
Otras críticas de la novela:
Sólo he visto críticas en inglés.
Ya he comentado que le dieron lo máximo, 5 estrellas, en Just Love.
All About Romance, una B.
Smart Bitches Trashy Books, una B-, y lo mismo, B-, en Dear author.
Para Lesbrary, creo entender que fue una buena lectura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario